Ocho años después de la ola migratoria procedente de Siria e Irak que hizo saltar por los aires el sistema europeo de asilo, la Unión Europea alcanzó el pasado diciembre un acuerdo sobre el nuevo pacto Migratorio que endurece las condiciones de acceso y abre la puerta a encerrar a los migrantes con pocas opciones de obtener protección en centros situados en la frontera con el fin de descongestionar el sistema de asilo y reservar los medios para los casos que en teoría tienen más posibilidades de ser aprobados.
El malestar con la situación migratoria ha dado alas en los últimos años a los partidos de extrema derecha en todo el continente, y el temor a que su discurso de que la UE ha perdido el control se impusiera en las elecciones al Parlamento Europeo de junio del 2024 ha servido de poderoso aliciente para cerrar un acuerdo esta semana, a tiempo para ser ratificado antes del final de la legislatura.
El Gobierno se apunta así un logro importante en su lista de éxitos del semestre, aunque las oenegés discrepan sobre los efectos de la reforma y advierten que va a llevar a más detenciones.
- La esperada fumata blanca llegó a las ocho de la mañana del 20 de diciembre, cuando los negociadores del Consejo (la presidencia española) y la Eurocámara llevaban ya 30 horas reunidos de forma ininterrumpida.
- “La inmigración es un desafío común europeo y esta decisión nos permitirá gestionarlo juntos”, celebró la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que en el 2020 presentó un plan basado en cinco medidas legislativas para afrontar el reto de forma global, la propuesta más “emblemática” de su mandato.
La presidencia española ha buscado un equilibrio entre la necesidad de “solidaridad” de los estados con fronteras exteriores en primera línea del fenómeno migratorio y la “responsabilidad” que les piden los países del interior, destino final de muchos migrantes, para frenar los movimientos secundarios en la UE.
El pacto Migratorio endurece las condiciones de acceso al territorio comunitario mediante controles de entrada más estrictos, que incluirán la toma de datos biométricos, también para niños mayores de seis años.
El objetivo es identificar más rápidamente a las personas con pocas posibilidades de recibir protección. Si el país de llegada así lo prevé, estos migrantes podrán ser trasladados a centros de acogida cerrados, de manera que si se rechazan sus demandas de asilo puedan ser deportados de forma más rápida.
Los migrantes de países con pocas posibilidades de obtener asilo podrán ser encerrados y deportados con rapidez
- El plazo para resolver los casos se reduce a seis meses. Uno de los últimos escollos de la negociación fue la derogación en estos casos, o en situaciones de crisis, de la protección especial prevista en la normativa para menores y familias con niños.
- En este punto al final se ha impuesto la visión del Consejo frente a la de la Eurocámara y no habrá trato especial en estos casos, aunque se va a poner en marcha un mecanismo de supervisión independiente para asistir a estos grupos.
El principio del reglamento de Dublín por el que el país de llegada debe registrar y tramitar la solicitud de asilo del migrante se completa con un mecanismo de solidaridad flexible que se aplicará cuando un Estado miembro se vea desbordado con el fin de distribuir a los migrantes entre los diferentes países de la UE de forma proporcional.
- El objetivo es reubicar al menos 30.000 inmigrantes al año, pero los gobiernos que no quieran participar en el reparto de inmigrantes tienen la alternativa de hacer una contribución financiera (20.000 euros por inmigrante asignado y rechazado).
La reubicación obligatoria ya se intentó en el 2016, en plena crisis de asilo, pero Hungría, Polonia y otros países se negaron a aceptarlo, lo que abrió una profunda brecha entre la Alemania de Angela Merkel y los países del Este que durante años convirtió el debate en un asunto políticamente tóxico, de ahí la falta de avances.
El pacto migratorio
La CE propuso este complejo paquete legislativo en 2020, y tras intensas negociaciones, se superaron los escollos para llegar a un consenso. El pacto incluye cinco reglamentos y otras cuatro piezas legislativas provenientes de propuestas de 2016.
«Es un momento histórico», destacó la comisaria de Interior, Ylva Johansson, en un vídeo publicado en sus redes sociales. El vicepresidente comunitario Margaritis Schinas señaló que la UE finalmente ha logrado encajar todas las piezas tras «un largo camino» y que «Europa finalmente está cumpliendo con la migración».
La magnitud de este logro se ve reflejada en la importancia dada por los líderes europeos y las instituciones a la necesidad de abordar la cuestión migratoria de manera más efectiva y coordinada.
Respuesta al reto migratorio
El presidente de la Comisión europarlamentaria de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior, Juan Fernando López Aguilar, subrayó la relevancia del pacto como un paso adelante desde la situación insatisfactoria del pasado.
- Destacó que, con su entrada en vigor, “por fin contaremos con una respuesta europea al hecho migratorio y sus desafíos, especialmente ante situaciones de crisis», destacó Juan Fernando López Aguilar, presidente de la Comisión europarlamentaria de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos de Interior (LIBE).
- López Aguilar, ponente de la propuesta de Reglamento relativo a las situaciones de crisis y de fuerza mayor, uno de los cinco ejes del pacto, agregó que el principio de solidaridad entre los Estados miembros se traslada ahora a una legislación europea directamente vinculante.
«Tras años de estancamiento político, hemos acordado hoy una respuesta común europea al reto de la migración. Las nuevas reglas nos permitirán recuperar el control de nuestras fronteras externas y reducir la presión migratoria hacia la UE», dijo el eurodiputado sueco Tomas Tobé (PPE), ponente del reglamento sobre la gestión del asilo y la migración, una de las piezas más importantes del pacto migratorio. Este enfoque unificado hacia la gestión de la migración es esencial para abordar los desafíos en curso y garantizar una respuesta coordinada y efectiva por parte de la UE.
Falta su formalización
Aunque el acuerdo se logró este miércoles, aún deberá ser formalizado y adoptado en el primer semestre de 2024, antes de las elecciones europeas de junio. Esta formalización marcará un paso crucial hacia la implementación efectiva de las reformas propuestas en el pacto migratorio.
- Este paquete legislativo pretende proporcionar a los veintisiete un mecanismo previsible para abordar las necesidades relacionadas con la protección de fronteras, la acogida de refugiados y el retorno de aquellos sin derecho a permanecer en la Unión.
- La idea de reformar la política migratoria europea comenzó a gestarse en 2016, cuando cerca de dos millones de inmigrantes irregulares y solicitantes de asilo llegaron a la UE huyendo de la guerra en Siria.
- La reforma propuesta por la CE en 2020 no obtuvo el apoyo necesario debido a las discrepancias sobre cómo aplicar el principio de solidaridad y compartir las responsabilidades en el ámbito del asilo de manera justa.
En septiembre de 2020, la CE dirigida por Ursula von der Leyen intentó reactivar la reforma presentando un nuevo pacto sobre migración y asilo, que ofrecía un enfoque integral para reforzar e integrar políticas en materia de migración, asilo y gestión de fronteras.
Las cuotas obligatorias de refugiados fueron descartadas tras el fracaso de la anterior Comisión y se optó por una solidaridad «a la carta», que permitirá a los veintisiete Estados acoger voluntariamente a refugiados o participar de otra manera en los esfuerzos.
Se espera que la formalización del acuerdo proporcione a los Estados miembros las herramientas necesarias para una gestión más efectiva de los flujos migratorios y fortalezca la coordinación en temas de asilo y migración en la UE.
Acuerdo sobre el pacto migratorio provocará un “aumento del sufrimiento”
De acuerdo con Amnistía Internacional, el pacto político alcanzado en diciembre pasado sobre una serie de propuestas legislativas que reformará la política de migración y asilo de la UE mediante un conjunto de reglamentos que regulan la respuesta de los Estados a las personas que lleguen a Europa, hará retroceder durante decenios el derecho de asilo europeo. Su resultado probable es un aumento del sufrimiento en cada paso del viaje de quienes busquen asilo en la UE, así lo aseguró Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
- “Este acuerdo hará retroceder durante decenios el derecho de asilo europeo. Su resultado probable es un aumento del sufrimiento en cada paso del viaje de quienes busquen asilo en la UE.
- Desde la forma en que los países no pertenecientes a la UE traten a estas personas, el acceso de éstas al asilo y al apoyo jurídico en la frontera europea, hasta su recepción dentro de la UE, este acuerdo está concebido para dificultar el acceso de las personas a la seguridad”, declaró Eve Geddie, directora de la Oficina de Amnistía Internacional ante las Instituciones Europeas.
“El pacto causará casi con seguridad que más gente sea detenida de facto en las fronteras de la UE, incluidas familias con menores de edad y personas en situaciones de vulnerabilidad. Se reducirán las salvaguardias para quienes soliciten asilo en la UE y más personas serán encauzadas a través de procedimientos deficientes de concesión de asilo en la frontera en lugar de recibir una evaluación justa y completa de sus solicitudes”.
“El pacto sobre migración tampoco apoya de forma concreta a los Estados a los que llegan primero a Europa como Italia, España y Grecia. En lugar de priorizar la solidaridad mediante reubicaciones y reforzando los sistemas de protección, los Estados podrán limitarse a pagar para reforzar las fronteras exteriores o financiar a países de fuera de la UE para impedir que la gente llegue a Europa”.
El acuerdo alcanzado hoy también permite que los países decidan excluirse de un amplio abanico de normas de asilo de la UE en épocas de aumento de llegadas y en caso de lo que denomina “instrumentalización” de migrantes o “fuerza mayor”.
- Estas exenciones podrían, en la práctica, hacer que se incumplan las obligaciones internacionales contraídas en virtud del derecho internacional de los derechos humanos y del refugiado. Al debilitar una respuesta humana común a personas que necesitan protección, las ponen en peligro de sufrir violaciones graves de derechos humanos y podrían normalizar medidas de emergencia desproporcionadas en las fronteras europeas, sentando un peligroso precedente para el derecho de asilo en todo el mundo.
Al mismo tiempo, el acuerdo refuerza la dependencia de la UE de Estados situados fuera de sus fronteras para gestionar la migración, aprovechando acuerdos recientes con Albania, Libia, Túnez y Turquía. En lugar de invertir en una acogida digna dentro de la UE y de ampliar las vías seguras y regulares para permitir que la gente alcance la protección en Europa sin hacer trayectos peligrosos, esto constituye un paso más para externalizar el control de las fronteras y eludir las responsabilidades europeas de protección de las personas refugiadas.
“Amnistía Internacional lleva tiempo pidiendo a las instituciones y a los Estados miembros de la UE que pongan los derechos humanos en el centro de las negociaciones sobre las reformas del asilo en la Unión. Sin embargo, tras años de complejas negociaciones, la UE corre ahora el riesgo de entrar inadvertidamente en un sistema que necesita aún más reformas que el actual”.
“El pacto no va a resolver los acuciantes problemas que padecen los sistemas de asilo en la UE, como la infrainversión en sistemas de asilo y acogida, las devoluciones sumarias ilegítimas y a menudo violentas, las políticas que niegan el derecho de asilo y la impunidad en las fronteras de la Unión. Sin un compromiso renovado de hacer cumplir la legislación de la UE y de garantizar la rendición de cuentas por devoluciones sumarias y otras violaciones de derechos, el pacto no servirá para mejorar las protecciones de quienes solicitan asilo en Europa ni mejorará la respuesta común europea a la migración. Seguimos pidiendo a la UE que aborde estas documentadas violaciones de derechos y tome medidas para garantizar una respuesta conforme a los derechos humanos, sostenible y dotada de recursos a quienes llegan a las fronteras europeas”./Agencias-PUNTOporPUNTO