Uno de los temas bandera del sexenio del presidente Andrés Manuel López Obrador es el combate a la corrupción, mismo que será clave rumbo a las elecciones federales de 2024 por los pocos resultados que se ha tenido en la actual administración.
- Así lo considera Ángeles Estrada, directora de la Iniciativa de Transparencia, Anticorrupción y Digitalización del Tec de Monterrey, recuerda que el gobierno de López Obrador no ha estado exento de ser vinculado de esta práctica. “Obviamente, sí hubo y sigue habiendo corrupción en el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, como la hubo en los otros gobiernos federales anteriores”, expresó.
“Lo importante aquí es comparar la información que es mucho más detallada, como la de la Encuesta Nacional de Calidad Impacto Gubernamental del INEGI, que la más reciente que hay de 2021, desgraciadamente”, considera Estrada.
“La corrupción que se mide por parte del INEGI, está relacionada con trámites. Y los datos son terribles, también. Los resultados de la tasa de prevalencia de corrupción del INEGI andan por el orden de los 14 mil 700 casos por cada 100 mil habitantes, es decir, que tuvieron experiencias de corrupción cuando realizaron un trámite. Y sobre el costo de la corrupción, si todos los mexicanos nos distribuyéramos el costo de la corrupción, estaríamos pagando más de 2 mil 500 pesos cada uno al año”, añadió.
- “Sobre la tasa de prevalencia, por ejemplo, siguen siendo los hombres quienes experimentan más corrupción que las mujeres; sin embargo, las mujeres experimentan también la corrupción relacionada con las sextorsión, es decir, con que te pidan favores sexuales o sexo a cambio de un servicio que te tendrían que dar de forma gratuita”, considera la especialista.
Para Estrada, un fenómeno digno de analizar es cómo a pesar de los altos niveles de percepción de corrupción, de prevalencia y de experiencias de corrupción, la aprobación del presidente continúa sin cambios.
“Estos datos horribles de corrupción [y los de seguridad, que mejor ni hablamos], no tienen -o al menos no se ve- un efecto en la aprobación del presidente, distinto a la administración de Peña Nieto. Ahí sí tuvieron, no solamente un efecto clarísimo, sino que uno de los elementos que le dio la presidencia a Morena fue la percepción de corrupción rampante y asquerosa que vivimos durante seis años con Peña Nieto y que no es que en este sexenio no lo hayamos vivido. La seguimos viviendo,el fenómeno es que no tiene el mismo efecto. Eso es lo interesante”, concluyó./Agencias-PUNTOporPUNTO