CAMBIO CLIMÁTICO vuelca CLIMA del PLANETA… NEVADAS aun cuando escasas serán Más VIOLENTAS

Un estudio reveló que 2.000 millones de personas que dependen del derretimiento de la nieve para obtener agua corren el riesgo de sufrir una disminución de la reducción de nieve de hasta 67%.

Las nevadas están disminuyendo a nivel mundial a medida que las temperaturas aumentan debido al cambio climático causado por los humanos, según un nuevo análisis y mapas de un científico climático de la Administración Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos.

  • Pero menos nieve cayendo del cielo no es tan inofensivo como tener que limpiar con la pala con menos frecuencia; amenaza con reforzar el calentamiento y alterar los alimentos y el agua para miles de millones de personas.
  • Los científicos climáticos dicen que el futuro de las nevadas es bastante claro: un mundo más cálido impulsado por la contaminación humana significa que es más probable que las precipitaciones caigan en forma de lluvia que de nieve, en igualdad de condiciones.

Es posible que en el corto plazo el cambio climático provoque más tormentas invernales extremas y algunos años de mayores nevadas (como lo muestran los datos para el noreste de Estados Unidos), pero a medida que la temperatura global aumente, habrá menos años de esos, y, eventualmente, podríamos ver las cantidades de nieve en declive.

«Con el tiempo, las leyes de la termodinámica significan que a medida que se sigue calentando, cada vez más nieve se convertirá en lluvia», dijo Brian Brettschneider, científico climático del Servicio Meteorológico Nacional en Alaska y el cerebro detrás del análisis de datos en este artículo. «Puedes salirte con la tuya por un tiempo y ocultar algunas tendencias, pero en general las leyes de la termodinámica prevalecerán», dijo.

Menos nieve en todo el mundo

  • Las nevadas han disminuido 2,7% a nivel mundial desde 1973. La disminución es particularmente notable en las latitudes medias del hemisferio norte, donde reside gran parte de la población mundial.
  • La nieve tampoco disminuirá linealmente, o a un ritmo de 1 a 1 con el aumento de las temperaturas, de acuerdo con Justin Mankin, científico climático y profesor asociado de geografía en Dartmouth College.
  • En cambio, habrá un punto de inflexión, lo que significaría que una vez que se alcanza un cierto umbral de temperatura, “deberíamos esperar que las pérdidas se aceleren”, explicó.
  • Ya ha habido una disminución del 2,7% en las nevadas globales anuales desde 1973, según el análisis de Brettschneider sobre datos del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Unión Europea.
  • La tendencia a la baja es particularmente notable en las latitudes medias del hemisferio norte ―el área media al norte de los trópicos y al sur del Ártico―, donde reside gran parte de la población de Estados Unidos y del resto del mundo.

El Sol es más directo allí en comparación con las latitudes más altas, especialmente durante la primavera y el otoño, cuando todavía nieva. Lo blanco de la nieve actúa como el parasol de un coche, desviando la luz solar y su calor de vuelta al espacio. Sin él, el suelo absorbe más luz solar, calentando la atmósfera.

  • De acuerdo con Jessica Lundquist, profesora de ingeniería ambiental de la Universidad de Washington, menos nieve que cae del cielo también significa menos nieve acumulada en las capas de nieve profundas y persistentes que se acumulan durante el invierno y que son cruciales para el suministro de agua porque actúan como un depósito natural.
  • Almacenándola en forma de nieve durante las épocas húmedas y luego liberándola en forma de deshielo cuando es más difícil conseguir agua, explicó a CNN.
  • La amenaza a los suministros de agua por la disminución de la nieve es más pronunciada en climas sujetos a ciclos de precipitación más extremos, como el clima mediterráneo que se encuentra en California y otras partes del oeste de Estados Unidos, dijo Lundquist.

“California es el modelo: no llueve en verano, por lo que la escorrentía del deshielo, la nieve que espera y se escurre más adelante en la temporada, es absolutamente esencial para todos los ecosistemas, toda la agricultura, todas las ciudades o cualquiera que quiera agua durante la estación seca”, detalló Lundquist.

Estas capas de nieve profundas proporcionan agua a más del 50% del suministro en la regiones áridas del oeste, según un estudio de 2017. El mismo estudio predijo que los niveles de estas capas de nieve en la región occidental continuarían disminuyendo en más de un tercio para 2100, en un escenario de alto aumento de la contaminación por calentamiento global.

Gestionar el agua con menos nieve

Comprender las implicaciones de menos nevadas en el suministro mundial de agua es mucho más complicado que simplemente decir que menos nieve significa menos agua disponible, dijo Mankin. Depende en gran medida de la ubicación y de una variedad de otros factores dinámicos de la nieve.

  • Lo importante a rastrear para determinar la disponibilidad de agua no es la cantidad de nieve, sino la cantidad de agua en la nieve, aseguró Mankin, que puede variar mucho. Una nieve ligera y esponjosa tendrá un bajo contenido de agua, que será alto en una nieve densa y pesada.
  • Además, los mismos eventos de precipitación extrema que generan más nieve también pueden significar más lluvia, lo que “podría compensar esas pérdidas de nieve”, explicó Mankin.

Pero el alcance del problema de la falta de nieve sigue siendo enorme.

  • Un estudio de 2015 realizado por Mankin encontró que 2.000 millones de personas que dependen del derretimiento de la nieve para obtener agua corren el riesgo de sufrir una disminución de la reducción de nieve de hasta 67%.
  • Esto incluye partes del sur de Asia, que dependen del deshielo del Himalaya; el Mediterráneo, incluidos España, Italia y Grecia; y partes del norte de África como Marruecos, que dependen del deshielo de las montañas del Atlas.
  • Pero Mankin aseguró que el estudio no captó la gestión hiperlocal del agua, incluidas estrategias potenciales que podrían mitigar o incluso reemplazar el agua perdida por la nieve faltante.

«La pérdida de nieve se convierte en un enorme desafío de gestión», dijo Mankin. «Esto no es necesariamente un desafío insuperable en todas partes, pero es un desafío de gestión considerable, particularmente en lugares como el oeste de Estados Unidos que dependen en gran medida de la escorrentía del deshielo».

  • Mankin y Lundquist dijeron que se están realizando más investigaciones para comprender mejor la relación matizada entre la nieve y el suministro de agua, especialmente a escala hiperlocal, lo que ayudará a los administradores del agua a planificar mejor una relación más volátil con la nieve.
  • «Aquí no hay una solución milagrosa: será una constelación de soluciones y dinero a varias escalas que solo podrá concebirse después de que se comprenda e identifique el alcance del problema», dijo Mankin.
  • «En la medida en que cualquiera de estos lugares esté gestionando el agua para el statu quo, el calentamiento global está eliminando ese statu quo (…) En la medida en que nuestra infraestructura y nuestras prácticas de gestión están codificadas de forma rígida para un clima histórico, eso es irrelevante para el clima que se está desarrollando».

Glaciares en Perú se reducen 56%

  • En Perú, donde se concentra el 68% de los glaciares tropicales del mundo, ha perdido el 56% de esos ecosistemas frágiles, lo que originó la formación de nuevas lagunas, informó el ministerio de Ambiente.
  • «De acuerdo a los resultados del (último) inventario, desde 1962 los andes peruanos han perdido 1.348 km2 de superficie glaciar, lo que representa el 56% de pérdida», indicó un reporte el Instituto Nacional de Investigación en Glaciares y Ecosistemas, un organismo dependiente del ministerio.
  • El nevado Pastoruri, de 5 mil 200 metros y ubicado en la región de Ancash (norte), una de las joyas del turismo de montaña en Perú, es uno de los afectados con más del 50% de su superficie derretida por el calentamiento global.

«Este proceso origina la formación de nuevas lagunas», agregó el documento.

  • Según el inventario, en Perú existen un total de 2 mil 084 glaciares libres y cubiertos por escombros de rocas (detritos), que ocupan una superficie de 1.050 kilómetros cuadrados.
  • «Los glaciares tropicales poseen gran importancia e interés por cuanto son excelentes y muy sensibles indicadores del cambio climático», aseguró el Instituto.
  • El informe enumeró 8 mil 466 lagunas de origen glaciar, que representa una superficie total de 1.081 kilómetros cuadrados.
  • Estas lagunas son depósitos de agua formados como resultado de una deglaciación reciente o antigua. Se forman próximas al borde de los glaciares o en depresiones descubiertas de hielo.

«Es una realidad del cambio climático», aseveró la ministra del Ambiente, Albina Ruiz.

La funcionaria instó a generar menos contaminación, cuidar las montañas, evitar incendios y sembrar más áreas verdes para reducir la velocidad con la que desaparecen los glaciares.

  • El inventario se realizó en 20 cordilleras glaciares que se encuentran distribuidas en 14 de los 25 departamentos del Perú.

Perú tiene la cadena de montañas tropical de mayor superficie, el 71% de los glaciares tropicales del mundo y 27 de los 32 climas del mundo, según la Autoridad Nacional del Agua (ANA).

¿Qué pasaría si se derritiera el hielo de todo el mundo?

Una gran fracción del agua dulce de la Tierra está congelada: se almacena en los glaciares de todo el mundo y en las capas de Groenlandia y la Antártida. Sin embargo, debido al calentamiento global, los bloques de hielo se están derritiendo, señala la NASA. Pero ¿qué pasaría si el hielo de todo el planeta se derritiera?

  • El escenario previsto muestra consecuencias de gran impacto. De acuerdo con la agencia estadounidense, cuando el hielo se derrite o se desprende, el agua fluye hacia los océanos y el nivel del mar aumenta.
  • Esta elevación, en niveles extremos, podría provocar efectos en las costas, daños económicos y hasta cambios en la rotación de la Tierra.
  • Si todos los glaciares y capas de hielo se derritieran, el nivel global del mar aumentaría entre 60 y 70 metros, según estimaciones de la NASA y del Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés).

No obstante, aclara el organismo geológico estadounidense, aún existe incertidumbre sobre el volumen total de los glaciares y casquetes polares de la Tierra y del impacto que generaría el aumento de su temperatura.

¿Qué efectos provocaría el deshielo masivo en las costas?

Lo que sí se conoce, es que esta suba marina provocaría la inundación de todas las ciudades costeras del planeta.

  • De hecho, el aumento del nivel del mar podría hacer que estados enteros e incluso algunos países desaparecieran bajo las olas, desde Florida hasta Bangladesh, asegura un artículo publicado por National Geographic US en 2019 y actualizado en abril de 2023 titulado Sea levels are rising at an extraordinary pace. Here’s what to know (en español: Los niveles del mar están aumentando a un ritmo extraordinario. Esto es lo que debe saber).

En ese mismo sentido, el Informe especial sobre la ciencia del clima, elaborado por el Programa de Investigación del Cambio Global de Estados Unidos y publicado en 2017, señala que el aumento del nivel relativo del mar (o sea, la altura de su superficie con respecto a la altura de la tierra) podría tener otros impactos.

  • Entre ellos, menciona: pérdida de vidas, daños a la infraestructura y al entorno construido, salinización de acuíferos costeros, movilización de contaminantes, cambios en los balances de sedimentos, erosión costera y cambios en los ecosistemas, así como la pérdida de marismas y amenazas a la flora y fauna en peligro de extinción.

No obstante, aclara National Geographic US, los científicos consideran poco probable este escenario catastrófico. Los expertos sostienen que estos efectos tardarían muchos siglos en concretarse, pero podrían llegar a ocurrir si el mundo sigue quemando combustibles fósiles indiscriminadamente.

¿Qué pasaría con la rotación de la Tierra si se derritiera el hielo de todo el mundo?

Cada día, este planeta gira sobre su eje. Pero la velocidad de rotación varía hasta en un milisegundo por día. Tal como explica la NASA, la velocidad de rotación de la Tierra aumenta si su masa se acerca al eje de rotación. A la inversa, esa celeridad puede disminuir si su masa se aleja del eje de rotación.

  • Por lo tanto, si el agua del deshielo (de los glaciares de montaña y de las capas de hielo de Groenlandia y la Antártida) fluyera hacia el océano, podría cambiar la rotación del planeta.

Por ejemplo, si la capa de hielo de Groenlandia se derritiera por completo y el agua de deshielo fluyera por completo hacia el océano, el nivel global del mar subiría unos siete metros y la Tierra rotaría más despacio, con lo que la duración del día se alargaría respecto a la actual en unos 2 milisegundos./Agencias-PUNTOporPUNTO

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