OLA de EPIDEMIAS elevan MORTANDAD en MEDIO ORIENTE; los NIÑOS, el grupo más Vulnerable

Infecciones pulmonares, problemas estomacales y de piel son algunos de los malestares que se propagan entre los gazatíes que han abandonado sus hogares y se refugian en instalaciones temporales, sin acceso a agua potable y a buen saneamiento, cosa que aumenta las posibilidades de un brote de cólera.

Desde que estalló la guerra entre Israel y el grupo islamista Hamas, la crisis humanitaria está generando una ola de epidemias que ya afecta a unas 3.100 personas, la mayoría niños con sarna, diarrea, infecciones bronquiales, intoxicaciones alimentarias y varicela.

  • Así lo informó el Ministerio de Sanidad de Gaza: «Alertamos de una gran ola epidémica que podría arrasar en la Franja de Gaza y que no podrá controlarse», advirtió en un comunicado el portavoz de Sanidad del enclave, Ashraf al Qudra.
  • «Las epidemias se están extendiendo cada vez más por el gran hacinamiento en los centros de acogida» de desplazados, un problema que se agrava por la falta de agua potable y la posibilidad de mantener un mínimo de higiene personal ante el asedio de Israel que impide el acceso de comida, flujo eléctrico o medicinas, expresaron.

A medida que avanza el conflicto, que ha dejado ya casi 5.800 muertos en Gaza y más de 1.400 fallecidos en Israel, las enfermedades epidémicas van en aumento y se han ido registrando cada vez más en los centros de atención primaria del enclave, sobre todo entre niños que no pueden obtener una atención médica básica.

«Las epidemias incluyen enfermedades diarreicas, intoxicaciones alimentarias, enfermedades en la piel, sarna e infecciones bronquiales, además de registrarse decenas de casos de varicela», concretó el portavoz de Sanidad de la Franja, controlada por el grupo islamista Hamas.

El impacto de la Guerra

El impacto de la guerra entre niños palestinos se agrava cada vez más y la ONG Save the Children denunció que podría haber casi 900 menores entre escombros que están desaparecidos, sin que los equipos de rescate tengan capacidad para sacarles ante la falta de combustible y los incesantes bombardeos israelíes. Entre los muertos por los ataques aéreos, más de 2.300 son niños, lo que supone el 40 % de las víctimas mortales.

Las Naciones Unidas expresó en el comienzo de la semana su temor a que estos casos aumenten a menos que regrese la electricidad a la franja.

  • El informe alerta que algunos palestinos se ven obligados a consumir agua salada procedente de pozos de uso agrícola, lo que podría causar brotes de cólera y supone riesgos para la salud tales como un posible aumento de los niveles de hipertensión, especialmente en bebés, mujeres embarazadas y personas con problemas renales.
  • El número de desplazados por las hostilidades se mantiene en 1,4 millones, casi dos tercios del total de población de Gaza: según Naciones Unidas, unos 566.000 se alojan en refugios gestionados por la propia ONU, y otros 700.000 en casas de familiares.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) denuncia por ahora 62 ataques en instalaciones sanitarias, y eleva el número de hospitales que han tenido que detener sus operaciones a siete (a principios de la semana eran cuatro).

ONU alerta sobre riesgo de enfermedades por falta de agua en Gaza

La falta de agua en la Franja de Gaza agravada por el conflicto con Israel amenaza con contribuir a la propagación de enfermedades, ya que muchas personas están recurriendo a fuentes contaminadas, alertó este lunes la agencia de la ONU para los refugiados palestinos (UNRWA).

«Sigue sin haber agua para la gran mayoría de la población de Gaza», dijo a la prensa en Nueva York Juliette Touma, portavoz de UNRWA, en una videoconferencia desde Amán.
Gaza se enfrenta a una inminente catástrofe ya que «quedan 24 horas de agua, electricidad y carburante», advirtió más temprano la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre el bloqueo que Israel ha intensificado en el enclave luego del ataque de grupo palestino Hamás el 7 de octubre.

«Estamos hablando de 2 millones de personas (…) que no tienen agua y el agua se está acabando y el agua es vida. La vida se está acabando en Gaza», sostuvo Touma antes de subrayar que la organización está «seriamente preocupada por la propagación de enfermedades transmitidas por el agua», especialmente entre los desplazados.

  • La falta de combustible para bombear el líquido y hacer operar las plantas de desalinización que Unicef opera desde hace años es una de las causas que explica la escasez del vital elemento en Gaza, a la que se suma la suspensión del suministro procedente de empresas privadas israelíes.

«Nos preocupa mucho la propagación de enfermedades transmitidas por el agua (…), porque sabemos que la gente recurre a fuentes de agua sucia, incluida agua de pozos», dijo.

  • Touma ilustró la situación asegurando que en las oficinas de la organización, que ha trasladado su centro de operaciones al sur de la Franja, se limita el consumo a «un litro diario».
  • Más de un millón de palestinos de este pequeño territorio densamente poblado se han visto obligados a desplazarse hacia el sur del territorio desde el sangriento ataque del movimiento islamista palestino, que dejó más de 1.400 muertos, la mayoría civiles.
  • Los bombardeos del ejército israelí lanzados en represalia contra la Franja de Gaza dejan al menos 2.750 muertos, entre ellos cientos de niños, según las autoridades locales.

UNWRA solía dar asistencia alimentaria a casi 1,2 millones de personas en Gaza, pero desde el 7 de octubre, no ha llegado ningún tipo de suministros ni para la organización ni para ninguna otra agencia de la ONU a este pequeño enclave controlado por Hamás, que está completamente aislado, aseguró.

Las instalaciones sanitarias no dan abasto

La OMS destacó la extrema gravedad de la situación sanitaria en la Franja de Gaza, sometida a bombardeos israelíes durante más de dos semanas.

  • Uno de cada tres hospitales y dos de cada tres clínicas no funcionan y las instalaciones y el personal sanitario no dan abasto con una carga gigante de casos traumatológicos, muchos de ellos con lesiones complejas debidas a explosiones. Brennan citó el ejemplo del Hospital Al-Shifa de la ciudad de Gaza, que tenía 1,5 pacientes por cada cama.

Con 1,4 millones de desplazados en todo el territorio, el hacinamiento es un grave problema para el sistema sanitario.

«Llevo 30 años trabajando en ayuda humanitaria y no recuerdo un número semejante de personas desplazadas en tan poco tiempo», afirmó Brennan.

Reabastecimiento de los medicamentos

Algunos de los medicamentos y suministros de la OMS procedentes de los tres convoyes autorizados a entrar en el enclave ya se han entregado a tres hospitales de referencia clave en el sur de Gaza y a la Medialuna Roja Palestina para que los distribuya a sus dos centros de salud y a sus equipos de ambulancias.

«El personal sanitario se sintió tan aliviado por el reabastecimiento que bajaron cajas de medicinas de los camiones y las llevaron directamente a las salas de operaciones», declaró la OMS.

Hasta 200 mujeres al día están dando a luz en Gaza y tienen problemas para encontrar un lugar seguro donde hacerlo, advirtió Brennan. Cabe esperar que más de la mitad de ellas sufran complicaciones y corran el riesgo de no recibir la atención que necesitan.

Además, bajo los constantes bombardeos, las necesidades de salud mental de la población son «enormes», afirmó.

Se elevará la mortalidad

Brennan destacó la difícil situación de los gazatíes con enfermedades crónicas, como las renales y la diabetes, que cada vez tienen más dificultades para acceder a los servicios. Advirtió que sufrirán complicaciones y que «aumentará la mortalidad».

Al otro lado de la frontera, en Egipto, la OMS informó de que tiene medicamentos y equipos médicos adicionales en reserva suficientes para realizar intervenciones quirúrgicas a 3700 pacientes con traumas, prestar servicios sanitarios esenciales a 110.000 personas y atender a 20.000 pacientes con enfermedades crónicas.

  • Brennan subrayó, sin embargo, que incluso una vez que los suministros cruzan la frontera, la entrega a los hospitales se ve comprometida no sólo por la falta de combustible, sino también debido a los «enormes riesgos de seguridad» para el personal de la ONU y los socios que tratan de llevar ayuda a los hospitales en una zona de guerra activa.
  • Alrifai, de UNRWA, recordó que la agencia estaba de luto por la pérdida de 35 empleados hasta el momento, la mayoría de los cuales eran también desplazados y estaban trabajando dentro de los refugios e instalaciones de la agencia para ayudar a las cerca de 400.000 personas que han buscado seguridad allí.

Un total de 40 instalaciones de la UNRWA han resultado dañadas desde el 7 de octubre.

Al preguntarle sobre la responsabilidad por las muertes y la destrucción, Alrifai reiteró la importancia de respetar los principios del derecho internacional humanitario en tiempos de guerra.

«Lo que le ha ocurrido a nuestros colegas y a nuestros edificios es inaceptable, independientemente de quién lo haya hecho», dijo.

Colapso del sistema sanitario en Gaza

De acuerdo con los médicos, en Gaza ya no es posible admitir a nuevos pacientes debido a las condiciones paupérrimas con las que trabajan, escasez de personal, medicamentos y equipos médicos.

“Hay un flujo constante de pacientes y heridos graves, con heridas traumáticas complejas, quemaduras, fracturas y miembros aplastados”.

  • El hospital Al-Shifa, el principal de Gaza, acoge ahora a miles de personas que acudieron allí buscando protegerse de los constantes bombardeos. Mientras Gaza está a oscuras, Al-Shifa es uno de los pocos lugares que aún tiene electricidad, aunque el combustible sólo durará otras 24 horas como máximo.
  • Guillemette Thomas, coordinadora médica de Médicos Sin Fronteras, explica que desde hace diez días, cuando comenzó la ofensiva israelí, su personal se ha enfrentado a falta de equipo, luz y agua, lo que hace su tarea de ayudar casi imposible.

“Las pocas instalaciones médicas que siguen funcionando en el norte de Gaza se encuentran bajo una presión inimaginable. Gran parte del personal médico se ha visto obligado a huir al sur, ya que los ataques israelíes son implacables. El personal restante tiene que hacer frente a un acceso restringido a la electricidad y el agua, en un contexto de asedio”; narró Guillemette Thomas.

  • De acuerdo con lo narrado por Thomas, algunos de los médicos se quedaron para seguir atendiendo a los heridos; sin embargo, debido a que los ataques no cesan, muchos han perdido la vida.
  • “El personal médico sufre la misma suerte que el resto de los gazatíes: son bombardeados constantemente desde hace 10 días. Nuestros colegas nos cuentan que muchos médicos y otros trabajadores sanitarios han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí”; explicó.

La coordinadora médica estima que la mayoría de los heridos podría morir en las próximas horas debido a que no cuentan con atención hospitalaria.

“Me temo que estas personas corren grave peligro de morir en las próximas horas porque se está haciendo imposible recibir atención médica”./Agencias-PUNTOporPUNTO

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