Alerta: AGUJERO en la CAPA de OZONO alcanza uno de los MAYORES TAMAÑOS jamás REGISTRADOS

Los científicos afirman que en 2066 la capa de ozono de la Antártida se habrá recuperado a niveles de 1980

El agujero en la capa de ozono sobre la Antártida ha aumentado este año y es uno de los mayores jamás registrados, según mediciones del satélite Sentinel 5P del sistema europeo Copérnico.

  • El agujero alcanzó un tamaño de 26 millones de kilómetros cuadrados el 16 de septiembre, aproximadamente tres veces la superficie de Brasil, indicó un comunicado de la Agencia Espacial Europea (ESA).
  • La nota recuerda que el agujero de la capa de ozono fluctúa con las estaciones, de forma que aumenta a partir de agosto para alcanzar su máximo anual entre la mitad de septiembre y la de octubre.

Los cambios de temperaturas en la estratosfera en el hemisferio sur hacen que el nivel de la capa de ozono vuelva a la normalidad hacia finales de diciembre.

  • El agujero de la capa de ozono se había ido recuperando lentamente en los últimos años después de que el Protocolo de Montreal, firmado hace ya 36 años, acordó la prohibición internacional de forma gradual del uso de los gases clorofluorocarburos (CFCs) y, posteriormente, de los hidrofluorocarbonos (HFCs).

El sistema de satélites Copérnico se dedica a la observación de la Tierra y el Sentinel 5P, lanzado en 2017, es el primero dedicado a la monitorización de la atmósfera.

La capa de ozono se recuperará del todo antes de 2066

El 6 de mayo de 1985, los geofísicos Joe Farman, Brian Gardiner y John Shanklin publicaron un artículo en la revista científica Nature en el que se documentaba que la capa de ozono situada sobre la Antártida se estaba reduciendo con rapidez, un fenómeno alarmante que podría tener consecuencias directas no solo en los ecosistemas del planeta, también para nuestra salud, y es que ese manto, también llamado ozonosfera, es la zona de la estratosfera que protege el planeta de los rayos ultravioleta del sol. En concreto, se calcula que absorbe entre un 97% y un 99% de la radiación solar.

La capa de ozono absorbe entre un 97 y un 99% de la radiación solar

  • Aquel descubrimiento puso en alerta a la comunidad científica, que identificó el causante de este agujero: unos gases llamados clorofluorocarburos (CFCs) que se descomponen al llegar a la estratosfera y liberan átomos de cloro que destruyen el ozono.
  • El problema era que estos gases no eran difíciles de encontrar, sino más bien todo lo contrario, pues formaban parte de grandes procesos industriales y estaban incluidos en artículos de uso tan común como los cosméticos, los insecticidas y los aerosoles.
  • El peligro era tan evidente que solo dos años después del descubrimiento, se firmó en Montreal un protocolo internacional que prohibía el uso de estos componentes nocivos para la capa de ozono para reemplazarlos por partículas inocuas en la capa atmosférica.

El acuerdo, ratificado por todos los miembros de Naciones Unidas, fue el primer convenio internacional vinculante que establecía una prohibición mundial para un determinado tipo de sustancias. Casi 40 años más tarde, se ha demostrado que también ha sido el acuerdo medioambiental más eficaz de la historia.

Ahora, un informe publicado por el Programa de Naciones Unidas par el Medio Ambiente, (UNEP) el último de los que publican cada cuatro años el comité encargado de realizar el seguimiento del protocolo, confirma que la eliminación progresiva del 99% de las sustancias prohibidas en 1987 ha ayudado a que la capa de ozono haya ido recuperándose progresivamente en la estratosfera superior, reduciendo así nuestra exposición a la radiación ultravioleta del sol.

  • Los científicos afirman que en 2066 la capa de ozono de la Antártida se habrá recuperado a niveles de 1980

Los científicos afirman que, si se mantienen las mismas medidas actualmente en vigor, en 2066 la capa de ozono de la Antártida se habrá recuperado a niveles que tenía en 1980, mientras que en el Ártico alcanzará su plena recuperación en 2045, un lustro más tarde que en el resto del mundo, cuya recuperación completa se prevé para el año 2040.

Ozono y calentamiento global

Aunque el agujero de la capa de ozono no contribuye directamente al aumento de la temperatura, las medidas acordadas en el protocolo de Montreal han ayudado a reducir los efectos del calentamiento global. Según datos publicados por Naciones Unidas, los acuerdos de Montreal han ayudado a bajar 0,5ºC la temperatura media del planeta, y se espera que reduzcan otros 0,5 hasta finales de 2100.

  • El problema, según la comunidad científica, es que algunos fluorocarbonos no prohibidos en Montreal, como los hidrofluorocarbonos, son inocuos para la capa de ozono, pero dañinos para el calentamiento global, de ahí que recientemente hayan sido incluidos en la lista de sustancias prohibidas, según una nueva enmienda internacional que ha entrado en vigor recientemente.
  • El protocolo de Montreal sigue más vivo que nunca más de 35 años después de su firma, y es que el éxito de la medida va más allá de sus efectos inmediatos. «Nunca se destacará lo suficiente hasta qué punto el Protocolo de Montreal ha contribuido a la mitigación del cambio climático. Esta norma se ha convertido en un verdadero defensor del medio ambiente”, señaló Meg Seki, Secretaria Ejecutiva de la Secretaría del Ozono del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA).

«El éxito obtenido gracias a la eliminaciónprogresiva de las sustancias químicas que destruyen la capa de ozono nos muestra lo que puede y debe hacerse ―con carácter de urgencia― para abandonar los combustibles fósiles, reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y limitar, por lo tanto, el aumento de las temperaturas”, afirmó el secretario general de la Organización Meteorológica Mundial (OMM), Petteri Taalas, en un comunicado. Sabemos qué hay que hacer, lo único que hace falta es voluntad internacional para llevarla a cabo.

El agujero de la capa de ozono inició ‘más temprano’ de lo normal

La formación del agujero de ozono sobre el Polo Sur se ha iniciado en julio, “ligeramente más temprano” de lo normal, según el Servicio de Vigilancia Atmosférica de Copernicus (CAMS), que achaca el adelanto al impacto de la erupción del volcán Hunga Tonga en 2022.

  • En 2023, según CAMS, el desarrollo “ha comenzado inusualmente pronto”, tras registrarse durante todo el mes de julio algunos de los valores mínimos de la columna total del ozono más bajos de las últimas cuatro décadas en el hemisferio sur.
  • Por ello, su superficie total es “relativamente grande” en la actualidad, aunque su progresión ha seguido un patrón de crecimiento bastante típico, según un comunicado de CAMS.
  • Achacan este adelanto a la erupción en enero de 2022 del volcán Hunga Tonga (Hunga-Tonga-Hunga Ha’apai) “en la composición de la atmósfera superior”, debido al aumento del vapor de agua aportado a la atmósfera entre diciembre de 2021 y enero de 2022.
  • Según CAMS, las observaciones satelitales dan unos valores más bajos de la columna de ozono en comparación con los 43 años anteriores, junto a otros indicadores clave, están marcando un comienzo “temprano” del desarrollo del agujero de ozono este año.
  • No obstante, de acuerdo a las observaciones de los científicos del Servicio de Vigilancia Atmosférica, la evolución detectada durante la última semana y la previsión de CAMS para los próximos días apuntan que la situación se acerca a la media de años anteriores.

Sin embargo, dice la fuente, está aún por determinar “si provocará un mayor agotamiento de la capa de ozono y un agujero mayor de lo habitual en 2023”.

  • Vincent-Henri Peuch, director de CAMS, señala que la “capacidad del Servicio para proporcionar análisis tridimensionales y previsiones del ozono en los polos es un potente enfoque para vigilar en tiempo real cómo se desarrollan los agujeros de la capa de ozono y para evaluar cuáles son los principales responsables de lo que se está observando”.
  • “Esto da información sobre hasta qué punto determinados acontecimientos afectan este año al desarrollo del agujero de la capa de ozono sobre la Antártida, como la erupción del Hunga Tonga el año pasado, que aumentó la cantidad de vapor de agua en la estratosfera”, según Peuch.
  • La influencia de la erupción del volcán sigue planteando preguntas para los científicos, dice Peuch, mientras “CAMS seguirá proporcionando información detallada sobre su seguimiento “hasta que el agujero de la capa de ozono de 2023 se cierre a finales de noviembre o en diciembre”.

Cada año, durante la primavera austral se forma el agujero de la capa de ozono, un fenómeno atmosférico que en condiciones normales en la estratósfera del hemisferio sur, empieza a mediados o finales de agosto, cuando el Sol se eleva sobre el Polo Sur, y se cierra hacia finales de noviembre.

  • Este mecanismo tiene lugar porque el agotamiento del ozono se ve alimentado por procesos químicos que se producen en las nubes estratosféricas polares, “que tienen más probabilidades de formarse cuando los niveles de vapor de agua en la estratosfera son elevados”.
  • Las sustancias de larga permanencia que agotan la capa de ozono (SAO) que se han acumulado en la estratosfera y provocan una drástica disminución de la concentración de ozono sobre la Antártida en primavera cada año son principalmente de origen humano y han sido emitidas por diversas industrias desde la década de 1960.

Desde la adopción del Protocolo de Montreal en 1987, que eliminó progresivamente las nuevas emisiones, las concentraciones de SAO en la estratosfera se han frenado y hay claras señales de recuperación de la capa de ozono, según CAMS.

Sin embargo, aseguran, “es importante señalar que las SAO afectarán a la capa de ozono durante muchas décadas, ya que se tarda mucho tiempo en eliminarlas de la atmósfera”.

Según el Servicio europeo, “se prevé que en 50 años sus concentraciones en la estratosfera hayan vuelto a los niveles previos a la Revolución Industrial y ya no se experimenten agujeros en la capa de ozono”.

Cómo se encuentra en 2023 la capa de ozono

Cada 16 de septiembre se recuerda la firma del Protocolo de Montreal, uno de los mayores acuerdos internacionales relativo a la eliminación de las sustancias que destruyen la capa de ozono, señala la fundación Aquae, un organismo que trabaja por el cuidado del agua y el medio ambiente.

  • El tratado de Montreal se firmó en el año 1987 con el apoyo de 161 países del mundo y supuso una alianza internacional para reducir, de forma decisiva, el uso de contaminantes perjudiciales para la ozonosfera.

Al día de hoy son varios los problemas que enfrenta la naturaleza debido al impacto de la actividad humana en el planeta y la capa de ozono se encuentra afectada por tal motivo. Sin embargo, este acuerdo histórico es uno de los tratados mundiales en materia de medio ambiente que más resultados satisfactorios ha producido desde entonces, asegura la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

¿Qué es la capa de ozono?

Según define la fundación Aquae, se trata de una franja de gas que protege la vida en el planeta. Es la encargada de impedir el impacto de las ondas dañinas de la luz ultravioleta (rayos UV y radiación UVB) a la atmósfera terrestre.

En química, el ozono se representa bajo la nomenclatura O3 debido a la cantidad de átomos de oxígeno que necesita para constituirse como tal, explica la NASA. Esta molécula relativamente inestable está formada por tres átomos de oxígeno y, aunque representa solo una pequeña fracción de la atmósfera, es crucial para la vida en la Tierra.

  • La mayor parte del ozono reside en la estratosfera (una capa de la atmósfera entre 10 y 40 kilómetros por encima del suelo). Si la ozonosfera continúa debilitándose, las personas serán más susceptibles al cáncer de piel, a las cataratas y al deterioro del sistema inmunológico debido a una mayor exposición del cuerpo a los rayos UV que emana el Sol hacia el espacio.
  • El Protocolo de Montreal fue, desde su firma, uno de los tratados medioambientales más importantes del siglo XX, revela la ONU. Es que, gracias a este acuerdo mundial, la humanidad evitó una importante catástrofe sanitaria provocada por la radiación ultravioleta que podría filtrarse a través del enorme agujero que se formó en la capa de ozono a principios de la década de 1980.

“Está camino a recuperarse en las próximas cuatro décadas», indica un comunicado de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) publicado el 9 enero de 2023. El documento destaca también la eliminación progresiva a escala mundial de las sustancias químicas que la agotan ya que contribuye a la mitigación del cambio climático.

  • Esa conclusión fue realizada por distintos expertos en meteorología que, respaldados por las Naciones Unidas, confirmaron que la eliminación progresiva de cerca del 99% de las sustancias prohibidas que agotan la capa de ozono ha logrado protegerla y ha contribuido a que se recupere de forma notable en la estratosfera.
  • Además, esta medida mundial ha ayudado a disminuir la exposición de las personas a la radiación ultravioleta (UV) nociva del sol.
  • Las sustancias prohibidas son un conjunto de gases de efecto invernadero producidos por los humanos que dañan la capa de ozono. Entre ellos, la ONU incluye los clorofluorocarbonos, unas sustancias que se encuentran en los productos cotidianos como aparatos de aire acondicionado, frigoríficos y envases de aerosoles.

En tal sentido, si se mantienen las políticas de cuidado actuales, la capa de ozono recuperará los valores de 1980 (antes de la conformación del agujero de ozono) aproximadamente en 2066 en la Antártida, en 2045 en el Ártico y en 2040 en el resto del mundo, estiman los expertos de la OMM./Agencias-PUNTOporPUNTO

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