La Cámara alta ha gastado a lo largo del sexenio millones de pesos en la compra de café, equipo de seguridad de última generación, bonos y prestaciones para los 128 senadores y en remodelaciones para el recinto legislativo.
- A pesar de estar sujetos a la Ley Federal de Austeridad Republicana, esto no ha impedido que se destinen bolsas presupuestales de miles de pesos en rubros que poco o nada tienen que ver con el quehacer legislativo.
Desde 2019, la Cámara de Senadores ha destinado en promedio 20 millones de pesos para comidas y bebidas para los 128 senadores que asisten los martes y jueves a sesionar diferentes asuntos de la vida nacional.
Lo que demuestra que a pesar de las modificaciones que se han hecho a la ley para evitar gastos onerosos y de los compromiso de todos los Grupos Parlamentarios para generar un ahorro en todas las áreas de la Cámara Alta, se siguen haciendo gastos innecesarios.
Tal es el caso del servicio de cafetería y snacks, pues en esta Legislatura las bolsas económicas han ascendido a poco más de 50 millones de pesos anuales, esto de acuerdo a los contratos publicados por el Senado en su página oficial.
- Para este año, el Senado ha firmado diversos contratos para contar con este servicio, por ejemplo, otorgó un contrato a la empresa Café 1810 S.A de C.V con costo máximo de hasta un millón 200 mil pesos.
- Este es uno de varios contratos que se han firmado para abastecer de café, alimentos y bebidas a los senadores en estos años, los cuales ascienden en promedio a más de un millón de pesos por adjudicación.
Mientras tanto, de acuerdo con información entregada a diversas solicitudes de información hechas a través de la Plataforma Nacional de Transparencia (PNT), a este gasto se suma otro bajo el concepto de bocadillos y bebidas libres de alcohol que se ofrecen en esta sede durante los días de trabajo, lo que suma un total de 100 millones de pesos de 2020 a 2023.
El reglamento interno de esta cámara establece que los senadores tienen derecho a solicitar al Comité de Eventos el servicio de alimentos y cafetería para las reuniones de trabajo que se desarrollan dentro de este inmueble legislativo e incluso para las comisiones que se realizan al exterior del recinto, a pesar de que desde el 2016, se aprobaron una serie de lineamientos en materia de austeridad.
Elevadores, solo para unos cuantos
Aunado a todos estos gastos superfluos, también se han erogado millonarios recursos para la adquisición de varios elevadores en la sede que se ubica sobre Avenida Paseo de la Reforma e Insurgentes Sur en la Ciudad de México, y edificios alternos del recinto.
- No obstante, su uso causó polémica hace unas semanas, luego de que se diera a conocer que los trabajadores de limpieza tienen estrictamente prohibido hacer uso de ellos o son sancionados.
En la Plataforma Nacional de Transparencia aparecen al menos cuatro contratos en lo que va de este año para el mantenimiento y adquisición de elevadores de pasajeros para la Cámara alta.
La Secretaría General de Servicios Administrativos y la Dirección General de Recursos Materiales del Senado reportaron un contrato de un millón 626 mil pesos para la instalación de un elevador de pasajeros para el inmueble alterno al recinto legislativo, ubicado en la calle Madrid 35, en la alcaldía Cuauhtémoc.
También se destinaron recursos públicos para la instalación de detectores de metales y explosivos, esto a petición de las fracciones parlamentarias para reforzar la seguridad.
“Contratación de los Servicios de Mantenimiento Preventivo a 29 Arcos Detectores de Metales, 12 Máquinas de Inspección por Rayos “X” con Banda y 1 Detector de Explosivos Portátil, ubicados en distintos edificios de la Cámara de Senadores”, según refiere uno de los contratos que se firmaron este año.
Opacidad y discrecionalidad
Los derroches y la falta de transparencia en el gasto del Senado de la República son una constante desde hace varias legislaturas, por lo que organizaciones civiles han exigido en varias ocasiones que se obligue a los senadores y al recinto legislativo a dar cuenta de cada peso que se gasta.
- De inicio, toda la información que tiene que ver sobre la gestión administrativa de los Grupos Parlamentarios se mantiene en la opacidad. Y a pesar de las distintas solicitudes de información que se realizan al mes para conocer en qué se gastan los recursos públicos, no se sabe con exactitud a dónde va a parar este dinero.
De acuerdo con el presupuesto que se otorga cada año a la Cámara alta, alrededor del 20 por ciento del total se destina solamente a las fracciones parlamentarias, las cuales rara vez transparentan la totalidad de sus gastos
En la emergencia sanitaria, cuando se ordenó detener las actividades no prioritarias en el país para frenar el esparcimiento del virus, el Senado desembolsó casi 400 millones de pesos para remodelar su sede en la Ciudad de México.
- El Instituto Mexicano para la Competitividad, A.C. (IMCO) aseveró que el despilfarro y falta de rendición de cuentas en que incurre el Senado agravan el deterioro que ya existe en la confianza ciudadana.
- El estudio ‘Diagnóstico de Parlamento Abierto’, revela que el Senado reprobó en transparencia de la información presupuestal y administrativa, pues tiene una calificación de 42 por ciento.
Esto significa que no publican ni divulgan información oportuna y detallada sobre la gestión, administración y gasto de sus recursos, así como de los organismos que lo integran: comisiones legislativas, personal de apoyo, grupos parlamentarios y representantes populares en lo individual, explica el IMCO./CONGRESO-PUNTOPORPUNTO