Paquete Económico 2024: CUATROTÉ apuesta por más DEUDA INTERNA y en APOYOS FINANCIEROS para PEMEX

De acuerdo con la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación (ILIF), el monto 70 por ciento mayor al aprobado para este año, que fue de un billón 170 mil millones de pesos.

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El pago de los intereses de la deuda pública de México (también llamado costo financiero) en 2024 será de 1.263 billones de pesos, una cifra que representará 14% del gasto del sector público, estimado en 9.022 billones.

  • El costo representará 3.7% de la economía, el porcentaje más alto registrado en los últimos 32 años, pues en 1991 este llegó a 3.9% del PIB, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
  • El costo financiero para este año representará 3.4% del PIB, el mismo monto proyectado por Hacienda a finales del año pasado, de acuerdo con el documento Criterios Generales de Política Económica, que forma parte del Paquete Económico 2024, que ya fue entregado a la Cámara de Diputados este viernes por la tarde.

Déficit más alto en 36 años

Considerando los saldos de la deuda y las necesidades de financiamiento del sector público, el déficit público se proyecta en 5.4% del PIB, el monto más alto de los últimos 36 años.

  • Hacienda detalla que el gasto neto total del sector público ascenderá a 9.022 billones de pesos, de los cuales 7.329 billones provendrán de ingresos como impuestos, derechos y renta petrolera.
  • La diferencia entre gasto e ingresos es de 1.693 billones, el documento precisa que en total los Requerimientos Financieros del Sector Público (RFSP) sumarán 1.864 billones, lo que representa un crecimiento real de 43.3% contra lo estimado para 2023.

En el Paquete Económico propuesto para el ejercicio fiscal de 2024 se solicita autorizar al Ejecutivo Federal, por conducto de la SHCP, un monto de endeudamiento interno neto hasta por 1.990 billones de pesos para contratar y ejercer créditos, empréstitos y otras formas del ejercicio del crédito público, incluso mediante la emisión de valores, en los términos de la Ley Federal de Deuda Pública (LFDP) y para el financiamiento del Presupuesto de Egresos de la Federación para el Ejercicio Fiscal 2024.

En tanto, para la emisión de deuda externa se propone la autorización por 18,000 millones de dólares.

Deuda total llegará 48.8% del PIB

En tanto, Hacienda estima que el saldo de la deuda se ubique en 46.5% y 48.8% del PIB, en 2023 y 2024, respectivamente, con lo cual se mantendrá en un nivel sostenible hacia el mediano plazo, aseveró.

«Lo anterior implicará un crecimiento de 5.2 puntos porcentuales del PIB respecto al nivel observado al cierre de 2018, mismo que se compara favorablemente con los incrementos de 7.4 y 8.0 puntos porcentuales registrados al sexto año de las dos administraciones previas», destacó la dependencia a cargo de Rogelio Ramírez de la O.

Política de endeudamiento es sostenible

De acuerdo con Hacienda, los objetivos de la política de endeudamiento de esta administración se han enfocado en garantizar que la trayectoria de la deuda como proporción del PIB sea sostenible en el mediano y largo plazos, así como de cubrir las necesidades de financiamiento del gobierno federal con el menor riesgo posible, además de aprovechar las condiciones favorables en los mercados financieros para mejorar el perfil de vencimientos y reducir presiones de liquidez.

«De esta manera se han logrado mitigar las presiones en el costo financiero a través de una activa estrategia de manejo de pasivos, hecho relevante en un entorno de persistencia de altas tasas de interés a nivel internacional. Lo anterior se ha visto reflejado en una senda sostenible de la deuda pública como proporción del PIB, lo que ha contribuido a conservar la estabilidad macroeconómica del país», informó el gobierno mexicano en los los Criterios Generales de Política Económica para la iniciativa de la Ley de Ingresos y el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación 2024.

Tocará en 2024 nivel récord costo financiero de la deuda

  • El próximo año, el costo financiero de la deuda pública o pago de interés de la misma requerirá un billón 263 mil millones de pesos, equivalente al 3.7 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), su nivel más elevado en 33 años, revela Paquete Económico 2024.
  • Para 2023, se estima que este costo represente 3.4 por ciento del PIB, pero su proporción subirá, según el documento Criterios General de Política Económica, que forma parte del Paquete.

En 1991, éste llegó a representar el 3.9 por ciento del PIB, de acuerdo con la Secretaría de Hacienda.

  • Asimismo, será 11.8 por ciento mayor al monto aprobado para este año. Además, representará en 2024 el 15.6 por ciento del gasto neto total pagado que ascenderá a 8 billones 99 mil millones de pesos.
  • Este costo se conforma por los intereses, comisiones u otros gastos de la deuda pública del Gobierno federal, Pemex y la CFE, así como programas de apoyo a ahorradores y deudores de la banca.
  • El próximo año, la deuda, en su medición más amplia (Saldo Histórico de los Requerimientos Financieros del Sector Público, SHRFSP), será equivalente a 48.8 por ciento del PIB, de acuerdo con el Paquete Económico 2024.

Hacienda propone dar 145 mil mdp para deuda de Pemex en 2024

La Secretaría de Hacienda de México propuso entregar 145,000 millones de pesos (unos 8,246 millones de dólares) a la petrolera estatal Pemex para que pueda cumplir con sus amortizaciones de deuda en el 2024, según el borrador de un documento visto por Reuters.

  • La compañía, en sus estados financieros al 30 de junio, tenía una deuda financiera de 110,500 millones de dólares y debe enfrentar pagos de deuda -especialmente asociada a bonos- por 11,200 millones de dólares el próximo año.
  • Durante el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador la gigante estatal ha recibido ingentes aportaciones de capital y beneficios tributarios por más de 720,000 millones de pesos, más de la mitad ha sido usado para pagar deuda.
  • La inclusión de la deuda vencida de Pemex en el presupuesto es un intento de aliviar las preocupaciones del mercado sobre la gestión de las finanzas de la petrolera, dijo una de las personas. El Ministerio de Finanzas presentará el proyecto de presupuesto el viernes.

Pemex tiene unos 11 mil 200 millones en amortizaciones de deuda para 2024, según una presentación de la empresa a finales de junio.

  • En una señal de la preocupación de los inversores por la deuda, el diferencial que Pemex ha pagado por sus notas a 10 años sobre la deuda comparable en dólares emitida por México se ha disparado a más de 5 puntos porcentuales este año desde alrededor de 1.2 puntos porcentuales antes de 2019, según datos recopilados por Bloomberg.
  • Representantes de Pemex y la Secretaría de Hacienda no respondieron a una solicitud de comentarios realizada por Bloomberg. La asignación de capital es la última medida para rescatar a la perforadora estatal fuertemente endeudada, cuyas finanzas han empeorado en medio de una disminución significativa a largo plazo en la producción de crudo y la mala gestión de sus refinerías.
  • En julio, la Secretaría de Hacienda dio a Pemex una inyección de capital de alrededor de 4 mil millones de dólares y aplazó los pagos del impuesto de participación en las utilidades (DUC), que se ha reducido al 40 por ciento en los últimos años. La deuda de Pemex es la más alta de cualquier compañía petrolera importante, alcanzando los 110 mil 500 millones de dólares a finales de junio.

Pemex se destaca… pero por preocupación sobre liquidez

Petróleos Mexicanos (Pemex) resalta entre las petroleras de América Latina; sin embargo se debe a la preocupación que genera en términos de vencimientos y liquidez, manifestó Fitch Ratings, que tiene a la empresa con la nota ‘B+’, con perspectiva negativa.

  • La calificadora señaló que la petrolera enfrenta una deuda de corto plazo de 25 mil millones de dólares y vencimientos de bonos corporativos en 2023 que ascienden a 4 mil millones de dólares. Por ello, consideró que la firma plantea la mayor preocupación sobre sus pares en la región.

“Si bien existe un muro de vencimientos en 2026, excluyendo a Pemex, Fitch considera que los calendarios de vencimientos de deuda para la mayoría de los emisores son moderados, con facilidades de capital de trabajo a corto plazo manejables que se espera sean fácilmente refinanciadas por los mercados locales”, argumentó en un análisis.

Recientemente, la calificadora precisó que si el Gobierno sube de forma considerable su apoyo a la empresa, al grado de provocar mayores déficits y un aumento sostenido de la relación deuda pública sobre el PIB, se tendría un efecto crediticio negativo sobre el soberano.

En 5 años, aumentó 39.9% la deuda del gobierno federal

  • La Auditoría Superior de la Federación (ASF) reportó que en los últimos cinco años la deuda pública del gobierno federal aumentó 39.9 por ciento, al pasar de 8.3 billones en 2018 a 11.6 billones en 2022, lo que representa 40.1 por ciento del PIB.
  • También en el primer informe de la cuenta pública 2022, se señala que el Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) cerró con 25 mil 978 millones de pesos, cuando en 2021 terminó con disponibilidades por 9 mil 906 millones.
  • En el documento que se entregó ayer a la Comisión de Vigilancia de la Cámara de Diputados, la ASF desglosó que el año pasado México realizó colocaciones de deuda interna y externa, así como a los préstamos al gobierno, por 4.8 billones de pesos.

Además, detalló que por amortizaciones de la deuda interna y externa, así como el costo financiero, se destinaron 4.5 billones de pesos.

  • Respecto de la evolución de la deuda pública, refirió que al 31 de diciembre de 2022 el saldo del gobierno federal sumó 11 billones 629 mil 976 millones de pesos, de los cuales 9.3 millones correspondieron a la deuda interna, esto es, 80.8 por ciento, y 2.2 billones a la externa, es decir 19.2 por ciento.

Aunque el saldo como porcentaje del PIB representa 40.7 por ciento, fue inferior 0.1 por ciento y 1.3 en 2021 y 2020, respectivamente.

  • Además, indicó que en los mismo cinco años, el costo financiero de la deuda pública incrementó 237 mil 384 millones, esto es 55.3 por ciento, al pasar de 428 mil 929 millones a 666 mil 313 millones.

Como parte del informe, la ASF recordó que desde la cuenta pública de 2018 ha revisado en forma recurrente la deuda pública del gobierno federal, sin que haya formulado observaciones en sus respectivos reportes.

  • Respecto del FEIP, el órgano fiscalizador presentó un cuadro con la evolución de la disponibilidad de recursos. Conforme a la fórmula para definir los que se transfieran al fondo, el límite máximo para el año pasado era de 345 mil 235 millones de pesos; ese instrumento cerró el ejercicio fiscal con 25 mil 978 millones.
  • En 2018, el último año del gobierno pasado, el fondo contaba con 279 mil 770 millones de pesos; el monto disminuyó hasta 158 mil 543 millones al año siguiente, mientras en 2020 y 2021 únicamente contó con 9 mil 497 millones y 9 mil 906 millones, respectivamente.

Así como en el caso de la deuda, la ASF indicó que ha revisado de manera recurrente el FEIP, dado su importancia en las finanzas públicas, pero sin presentar informaciones y con dictamen limpio.

La deuda de Pemex puede golpear la calificación de México

Pemex representa un “pasivo contingente” para las finanzas públicas de México, lo cual resulta en una menor calificación de la deuda soberana, aseguró Fitch Ratings en un reporte publicado el miércoles. Según la agencia de riesgo crediticio, Pemex se ha vuelto tal lastre para la hacienda pública, que pudiera está golpeando la calificación de la deuda soberana que cotiza en el mercado internacional.

“Creemos que el Gobierno seguirá comprometido con el apoyo financiero de Pemex, pero no llegará a garantizar la deuda de Pemex ni a proporcionar una inyección de capital que mejore materialmente su perfil financiero”, escribieron Carlos Morales y Justin Patrie, analistas de la firma con sede en Nueva York.

  • Según sus estimados, la Secretaría de Hacienda y Crédito Público ha transferido ayudas a Pemex equivalentes al 4% del Producto Interno Bruto (PIB), entre inyecciones de capital y reducciones de impuestos, bajo la actual Administración.
  • Esto no sacó a la petrolera del hoyo en el que está metida: tiene 110.000 millones de dólares en deuda. En 2020, la falta de un plan de negocios que pudiera reducir la carga crediticia llevó a la pérdida del grado de inversión, por lo que paga intereses más altos.

Por otro lado, un escenario alternativo en el que el Gobierno Federal se comprometa a brindar un apoyo sustancialmente mayor, dificultaría que el Gobierno mantenga un déficit moderado y una relación deuda/PIB estable, opinaron los analistas. La deuda de México, sin contar la de las empresas del Estado, equivale a aproximadamente el 50% del PIB nacional.

“Este es especialmente el caso dadas las crecientes presiones de gasto y una baja tasa de recaudación de impuestos. Dicho apoyo pudiera afectar la calificación soberana si este afectara la capacidad del Gobierno de transferir fondos sin aumentar materialmente el déficit fiscal o afectar la trayectoria de la deuda del gobierno”, dice el reporte.

La situación de deuda de Pemex empeoró durante la Administración de Enrique Peña Nieto, quien pasó una reforma constitucional que abrió el sector energético a inversionistas privados.

En su sexenio, Pemex incrementó sustancialmente su deuda a pesar de que el Gobierno le requería pagar impuestos por encima de sus ganancias. En esos años, especialistas advertían que dejar sola a Pemex en su cumplimiento de la deuda pudiera tener un impacto negativo en la deuda soberana.

El informe de Fitch emitido el miércoles sugiere lo contrario.

  • Bajo la Administración de Andrés Manuel López Obrador se aumentó la recaudación tributaria de México, pero solo de manera temporal, ya que la autoridad se enfocó en cobrar cuentas pendientes e incrementar las auditorías.
  • Sin embargo, el presidente rechazó pasar una reforma fiscal que pudiera aumentar la recaudación de impuestos, que hoy ronda el 14% del PIB, al largo plazo.
  • Al mismo tiempo, dos leyes en México limitan al Gobierno, de manera que no puede garantizar la deuda de Pemex explícitamente. México tendrá elecciones presidenciales el próximo año y la modificación de dichas leyes no está en la mesa de promesas entre los candidatos.

“No anticipamos una reforma fiscal en el corto plazo que impulsaría los ingresos debido a las próximas elecciones generales en junio de 2024, que determinarán el presidente y ambas cámaras del Congreso”, dice el reporte de Fitch.

“Hay visibilidad limitada en la agenda política de los candidatos presidenciales en el sector energético y Pemex. Suponemos una alta disposición del gobierno para apoyar a Pemex independientemente del resultado de las elecciones. Sin embargo, un menor apoyo popular y político puede limitar la capacidad de la próxima administración para impulsar políticas para expandir la recaudación de impuestos. Tal reforma mejoraría la capacidad del gobierno para mantener un déficit fiscal consistente con una deuda/PIB estable, mientras continúa apoyando financieramente a Pemex”, agregan los especialistas.

  • Fitch redujo la calificación de Pemex en julio al considerar que su desempleo operativo ha sido débil, lo cual dificulta su poder de pago de la deuda. Después le siguió Moody’s, quien también recortó la calificación de Pemex.
  • Días después, en la llamada trimestral con inversionistas, ejecutivos de Pemex aseguraron que Hacienda había transferido una nueva ronda de fondos para pagar los intereses de su deuda y se quejaron de la decisión de las calificadoras.

“Más apoyo no sería necesariamente negativo para el crédito del soberano”, señaló FItch. “Más bien, el impacto dependería de cómo el gobierno federal incrementa su apoyo fiscal. La compensación mediante la reducción de los gastos o el aumento de los ingresos puede significar que el apoyo adicional es ampliamente neutral desde el punto de vista crediticio. Los colchones financieros no son suficientes para confiar indefinidamente para brindar apoyo a Pemex”.

Las claves para entender por qué subió la deuda de Pemex

La estrategia de Pemex ha sumado un nuevo fallo. La deuda de la compañía alcanzó al final del segundo trimestre su cifra más alta desde 2019 —cuando anotó su máximo histórico—, pese a los múltiples esfuerzos del gobierno federal por cubrir las amortizaciones de la compañía y el discurso continuo que intenta colocar el mensaje de que las finanzas de la petrolera se encaminan hacia una mejor posición.

Pemex reportó que a junio pasado su deuda sumó 110,509 millones de dólares, un salto que apenas roza un 3%, pero que implica la suma de 3,122 millones de dólares en apenas tres meses. Con el resultado rompió con la racha que indicaba una disminución en sus pasivos, aunque nunca dejó de ocupar el sitio de la petrolera más endeudada del mundo.

  • Tipo de cambio. La administración de la compañía ha dado una explicación breve y sin mayor detalle: la apreciación del peso frente al dólar en el último trimestre ha terminado por elevar su deuda y entonces el “efecto de conversión de las divisas” ha incrementado la cifra reportada. El dólar estadounidense pasó de cotizarse en 18.11 pesos a finales del primer trimestre de este año a 17.07 pesos el último día de junio.

Los responsables de la petrolera dijeron en la conferencia con analistas que si el saldo de sus pasivos se toma en pesos mexicanos, el resultado sería una reducción de 9.8%, explicada también por el efecto del tipo de cambio. Pero alrededor del 80% de la deuda de Pemex está en moneda extranjera y la mayoría de sus ingresos –resultantes de la venta y exportación del petróleo– lo están también. Y es entonces que este último indicador no tiene tanto impacto.

  • Refinanciación de deuda. Los analistas no desmienten la versión del impacto en la conversión de las divisas, pero aseguran que se trata de una explicación simple ante un problema mayor de gestión de la compañía y de efectos derivados de las altas tasas de interés que enfrenta la petrolera.
  • Víctor Gómez Ayala, analista y académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), explica que la estrategia de Pemex se ha basado en una refinanciación constante de sus pasivos y la petrolera ha elegido un mal momento para optar por esa estrategia.

Las altas tasas de interés impuestas desde los bancos centrales para frenar la inflación han puesto un piso más alto al precio en el que Pemex accede al financiamiento y los inversionistas perciben más riesgo ante el manejo que se ha dado a la estrategia de la compañía. Esto último se ha reflejado en la rebaja de la calificación crediticia de la compañía por parte de Fitch Ratings y el cambio en la perspectiva de la nota por parte de Moody’s.

“El tema de las (altas) tasas no es menor y se va materializando cada vez que van refinanciando. Es decir, cada que quieren sustituir sus vencimientos por nueva deuda es donde se nota el efecto de las tasas porque estás renegociando a las condiciones del mercado actuales”, dice Ayala.

  • Un mercado más restrictivo. Frente a la ausencia de liquidez para cubrir sus pagos y sus vencimientos de deuda, la compañía ha optado por solucionar ello con las inyecciones de capital desde el gobierno federal y con la venta de bonos, pero se ha topado con un entorno restrictivo y un mercado que ha optado por ofrecer financiamiento a un alto precio.
  • El alto precio al que Pemex accede al mercado quedó evidenciado a inicios del año, cuando colocó 2,000 millones de dólares en bonos a 10 años a una tasa de 10.375%, que significó casi el doble de la tasa ha accedido el gobierno mexicano y que fue calificada como cara por parte de la dirección de Pemex.

“Cada vez le cuesta más dinero a Pemex acceder a los mercados financieros internacionales y entonces se vuelve un círculo vicioso: le cuesta más, la deuda no baja, le siguen recortando la calificación crediticia y sigue necesitando más dinero del gobierno”, dice Gabriela Siller, la directora de análisis económico-financiero de Banco Base.

En los próximos cuatro años –entre julio de este año y el primer semestre de 2027- deberá pagar el 51.6% de su deuda, equivalente a 57,000 millones de dólares, según ha recopilado el Instituto Mexicano de la Competitividad (IMCO) en una análisis.

La perspectiva de la compañía, dicen los analistas, no tiene señales de cambiar en los próximos años, pese a una regularización o baja de las tasas de interés dictadas a nivel internacional.

La cada vez más baja calificación crediticia de la petrolera –que ya coloca a sus bonos en el escalón especulativo– complicará aún más su acceso a capital y la falta de liquidez, que obedece a la resistencia a cambiar su estrategia hacia negocios que le generen mayores ingresos limitarán su capacidad de enfrentar sus obligaciones con sus tenedores de manera autónoma./Agencias-PUNTOporPUNTO

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