TEXTO ÍNTEGRO: #Calentamiento eleva peligrosidad de las OLAS de CALOR en América, Europa y Asia

Los científicos dijeron que el desarrollo de el fenómeno de El Niño, el patrón climático natural con un impacto de calentamiento, probablemente ayudó a elevar un poco las temperaturas, pero que el calentamiento global por la quema de combustibles fósiles fue la razón principal por la que las olas de calor son tan severas.

Las olas de calor extremo en tres continentes este mes fueron significativamente más probables debido a la crisis climática causada por el hombre, según un nuevo análisis publicado, mientras las temperaturas aún son altas en partes del hemisferio norte.

  • El “infierno de calor” que abrasaba partes de Estados Unidos y el sur de Europa habría sido “prácticamente imposible” sin el cambio climático, mientras que el cambio climático hizo que la ola de calor de China fuera al menos 50 veces más probable, según un análisis rápido de atribución de la iniciativa World Weather Attribution.

WWA, un grupo de científicos internacionales que evalúan el papel del cambio climático en los fenómenos meteorológicos extremos, pasó una semana analizando las peligrosas olas de calor que barrieron el hemisferio norte en julio, destruyendo cultivos y ganado, generando incendios forestales, exacerbando el estrés hídrico y matando a personas en tres continentes.

Las temperaturas en el Valle de la Muerte alcanzaron los 53,3 grados centígrados este mes y la ciudad de Phoenix ha experimentado un récord de 25 días consecutivos de temperaturas superiores a los 43,3 grados centígrados.

  • China registró una temperatura máxima nacional histórica de 52,2 grados centígrados a principios de este mes. Y en Europa, se rompieron récords locales en partes de España e Italia cuando las temperaturas se acercaron al récord histórico europeo de 48,8 grados centígrados.
  • Para entender en qué medida la crisis climática afectó la probabilidad y la intensidad del calor extremo de julio, el equipo de WWA examinó datos meteorológicos y modelos informáticos para comparar el clima mundial actual, que es alrededor de 1,2 grados centígrados más cálido que en la era preindustrial, con el clima del pasado.

Descubrieron que “el papel del cambio climático es absolutamente abrumador”, dijo Friederike Otto, profesora titular de ciencias del clima en el Instituto Grantham para el Cambio Climático y el Medio Ambiente en el Imperial College de Londres.

Si los humanos no hubieran calentado el planeta quemando petróleo, carbón y gas, este tipo de olas de calor abrasador serían extremadamente raras, dijo Otto a los periodistas este lunes. Pero, a medida que el mundo continúa quemando combustibles fósiles, ya no son inusuales, dijo.

  • En el clima actual, se esperan olas de calor extremas como las que el mundo está experimentando actualmente una vez cada 15 años para EE.UU. y México, una vez cada 10 años en el sur de Europa y una vez cada cinco años para China, encontró el análisis.
  • Los científicos descubrieron que el cambio climático no solo aumenta drásticamente la probabilidad de que ocurran estas olas de calor, sino que también las hace más calientes.
  • La contaminación que calienta el planeta hizo que la ola de calor de Europa fuera 2,5 grados centígrados más caliente, la ola de calor de América del Norte 2 grados centígrados más caliente y la ola de calor de China 1 grado centígrados más caliente.

Lo peor podría estar por venir. Si la temperatura promedio del planeta aumenta a 2 grados centígrados por encima de los niveles preindustriales, se pueden esperar olas de calor extremo cada dos a cinco años, según el informe.

“Bien podría ser que este sea un verano fresco en el futuro, si no dejamos de quemar combustibles fósiles rápidamente”, dijo Otto.

  • Los científicos dijeron que el desarrollo de el fenómeno de El Niño, el patrón climático natural con un impacto de calentamiento, probablemente ayudó a elevar un poco las temperaturas, pero que el calentamiento global por la quema de combustibles fósiles fue la razón principal por la que las olas de calor son tan severas.

“El resultado de este estudio de atribución no es sorprendente. El mundo no ha dejado de quemar combustibles fósiles, el clima sigue calentándose y las olas de calor se vuelven cada vez más extremas. Es así de simple”, dijo Otto en un comunicado.

Pero el estudio no debe interpretarse como evidencia de un “calentamiento descontrolado” o un “colapso climático”, agregó.

  • “Todavía tenemos tiempo para asegurar un futuro seguro y saludable, pero necesitamos urgentemente dejar de quemar combustibles fósiles e invertir en disminuir la vulnerabilidad. Si no lo hacemos, decenas de miles de personas seguirán muriendo cada año por causas relacionadas con el calor”.

Las olas de calor son uno de los peligros naturales más mortíferos. Según un estudio reciente, más de 61.000 personas fallecieron a causa de muertes relacionadas con el calor durante la ola de calor que batió récords en Europa el año pasado.

  • En México, más de 100 personas han muerto debido al calor desde marzo, mientras que países desde EE.UU. hasta Italia han informado aumentos pronunciados en las admisiones hospitalarias a medida que las personas luchan para hacer frente a las altas temperaturas.

La sociedad debe reducir rápidamente la contaminación que calienta el planeta, dijeron los autores del informe. Pero también hicieron un llamado a los países y ciudades para que adapten los sistemas de salud, planificación urbana y energía, además de acelerar la implementación de planes de acción contra el calor para prepararse mejor para el calor extremo que la crisis climática ya ha provocado.

Richard Allan, profesor de ciencias del clima en la Universidad de Reading en el Reino Unido que no participó en el estudio, dijo que los patrones climáticos fluctuantes determinaron la ubicación y el momento de estas olas de calor.

  • “Pero el calentamiento del clima está promoviendo olas de calor moderadas para rematar los extremos de la liga y lo que habría sido la cima de las olas de calor de la liga se conecta con eventos imposibles en un clima sin los efectos de calentamiento de las emisiones de gases de efecto invernadero de los combustibles fósiles”.

Sequía y el calor extremo marcaron el clima de Europa en 2022

El cambio climático golpeó a Europa con fuerza durante 2022. Sequías sin precedentes, olas de calor intensas y prolongadas, temperaturas récord, incendios y pocas precipitaciones son algunas de las afectaciones que este continente sufrió el año pasado como consecuencia del calentamiento global.

“Nuestro clima está evolucionando rápidamente como respuesta al incremento de la concentración de los gases de efecto invernadero en la atmósfera. Las temperaturas globales ya han escalado 1.2° C por encima del nivel preindustrial, con Europa calentándose por encima del promedio”, indicó el informe anual del Servicio de Cambio Climático del sistema satelital Copernicus (CS3).

De acuerdo con el documento, las temperaturas en Europa han aumentado 2.2°C por arriba de los niveles preindustriales.

  • Durante 2022, Europa experimentó su segundo año más cálido, solo por debajo de 2020, cuando la temperatura fue 0.3°C superior. Además, el año pasado fue 0.9°C más cálido en comparación con el promedio del periodo de referencia entre 1991 y 2020.

«Tal extremo se entiende mejor cuando se pone en el contexto de la tendencia de 30 años, donde las temperaturas europeas han aumentado más del doble de la media mundial; la tasa de aumento más alta de cualquier continente del mundo», dijo Carlo Buontempo, el director del C3S, de acuerdo con un comunicado de prensa.

Los diez años más cálidos registrados para Europa han ocurrido desde el año 2000, y los cinco años más cálidos han ocurrido desde 2014, indica el informe.

Además, este continente tuvo su verano más cálido desde 1950, con tuna temperatura de 1.4°C más alta que el promedio. El otoño y el invierno también registraron temperaturas por encima del promedio.

  • En Europa, el año 2022 estuvo marcado por una sequía muy extendida, menos nieve que de costumbre durante el invierno y precipitaciones por debajo de la media durante la primavera en gran parte del continente. Los glaciares de los Alpes perdieron el equivalente a 5 km3 de hielo.

Groenlandia sufrió un deshielo récord durante las olas de calor excepcionales de septiembre que afectó a, al menos, el 23 % de la capa de hielo en el punto álgido de la primera ola de calor.

  • La anomalía anual de la humedad del suelo fue la segunda más baja de los últimos 50 años. Las canículas estivales contribuyeron a una «sequía extensa y prolongada», que afectó entre otros a sectores como la agricultura, el transporte fluvial o la energía.
  • Algunos indicadores publicados el jueves reflejan esta inédita situación. Los caudales de los ríos europeos fueron los segundos más bajos registrados hasta ahora y corresponden al «sexto año consecutivo con caudales por debajo de la media”.
  • El programa Copernicus, que observa el planeta a través de satélites y otras herramientas, contabilizó un 63% de ríos europeos con caudales inferiores a la media, un récord.

Para este año, el C3S ya da por hecho que el sector agrícola se verá afectado en el sur de Europa, incluso si se producen precipitaciones tardías. Francia ya está en estado de alerta y ha impuesto restricciones al uso de agua. En España, los embalses están muy por debajo de sus capacidades.

«Este año habrá probablemente una cosecha reducida por el invierno y la primavera seca que hemos tenido», afirmó Samantha Burgess, directora adjunta del C3S, en la presentación del informe.

  • Los países mediterráneos, particularmente España, ya sufren estrés hídrico y, a menos que se dé una importante recarga de precipitaciones en primavera, «es probable que la disponibilidad de agua siga por debajo de la media en los países del sur de Europa» en los próximos meses, dijo Burgess.

«El agua es un bien finito y quizá no hemos sido lo más eficaces en su gestión. En los últimos seis años, en la mayoría de los ríos europeos el caudal ha estado por debajo de la media, lo que significa que tenemos que adaptarnos a las condiciones climáticas actuales, en las que la disponibilidad de agua es menor que en el pasado», advirtió.

Más calor para 2023

Aunque no se puede afirmar que los europeos sufrirán más calor este año, sí se sabe que a mayor contracción de gases de efecto invernadero en la atmósfera (+2.4 % de CO2 en 2022) más probabilidad de que haya más años cálidos.

  • «En todo el mundo, algunos años serán más cálidos y otros más frescos. Pero las probabilidades de que se produzcan años más cálidos están aumentando», sostuvo Burgess, quien subrayó que tanto los veranos como los inviernos han sido más cálidos de lo habitual en muchos puntos.

«Avanzamos hacia un territorio desconocido», alertó Buontempo en una rueda de prensa, de acuerdo con un reporte de la AFP.

  • «El informe subraya tendencias preocupantes, ya que 2022 volvió a ser un año récord en cuanto a concentraciones de gas de efecto invernadero, temperaturas extremas, incendios y precipataciones, que tuvieron impactos notables en los ecosistemas y las comunidades a lo largo del continente», señaló.

En el ámbito global, los niveles de CO2 y de metano (CH4), dos gases de efecto invernadero, alcanzaron el año pasado sus niveles más altos jamás medidos por satélites, destaca el C3S.

Los últimos ocho años fueron los más calurosos de los que se tiene registro, insiste el informe. Los datos confirman las cifras preliminares publicadas en enero.

Más del 7 % de muertes en Europa

Este no es el único estudio en el que se hace eco de la relación entre muertes prematuras y el calentamiento global. Las conclusiones de otra investigación llevada a cabo por el Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) publicado recientemente en la misma revista, apuntan que la mortalidad relacionada con el clima aumentará en Europa en las próximas décadas, principalmente a causa del incremento de los decesos por olas de calor.

  • Tras analizar los datos de muerte y temperaturas registrados en 16 países europeos entre 1998 y 2012, los investigadores concluyeron que más del 7% de todas las muertes registradas durante este periodo eran atribuibles a la temperatura.

«En las últimas décadas, el calentamiento se ha producido a un ritmo más rápido en Europa que en cualquier otro continente», explica Marcos Quijal, coautor del estudio.

«Todos los modelos muestran un aumento progresivo de las temperaturas y, en consecuencia, una disminución de la mortalidad atribuible al frío y un aumento de las muertes atribuibles al calor – apunta la investigadora de ISGlobal Èrica Martínez, autora principal del estudio- La diferencia entre los escenarios radica en el ritmo de ese incremento. Los datos sugieren que el número total de muertes atribuibles a la temperatura se estabilizará e incluso disminuirá en los próximos años, pero que a esto le seguirá un aumento muy significativo que podría ocurrir en algún momento entre mediados y finales de siglo, dependiendo de las emisiones de gases de efecto invernadero».

«En las últimas décadas, el calentamiento se ha producido a un ritmo más rápido en Europa que en cualquier otro continente. La incidencia de este fenómeno es desigual, siendo los países mediterráneos más vulnerables que el resto. Nuestros modelos también proyectan un aumento desproporcionado de la mortalidad atribuible al calor esta zona debido a un aumento significativo de las temperaturas estivales y a esta mayor vulnerabilidad al calor», apunta Marcos Quijal, coautor del estudio.

De China a Estados Unidos, marcado por los récords de temperaturas e incendios

  • Un verano de condiciones meteorológicas extremas en el hemisferio norte está causando importantes daños a la salud de las personas y al medio ambiente, informó la Organización Meteorológica Mundial (OMM), mientras países desde Estados Unidos hasta China luchan contra un intenso calor.

Se han registrado temperaturas récord en tierra y mar, mientras que los incendios forestales han provocado la devastación, causado decenas de víctimas y obligado a evacuar a miles de personas.

Científicos de la agencia de la ONU y del Servicio de Cambio Climático Copernicus de la Comisión Europea afirmaron que los nuevos datos mostraban que julio iba camino de ser el mes más cálido jamás registrado.

  • Según la OMM, la temperatura en la provincia China de Xinjiang alcanzó los 52,2° centígrados el 16 de julio, estableciendo un nuevo récord nacional. La ciudad estadounidense de Phoenix también experimentó 31 días consecutivos de temperaturas superiores a 43,3°.
  • Las temperaturas de la superficie del mar han batido nuevos récords, con graves olas de calor marino en el Mediterráneo y frente a las costas de Florida. Muchas zonas del estado norteamericano, incluida la ciudad de Miami, se han visto afectadas por una prolongada ola de calor que ha batido récords.

«El clima extremo, un fenómeno cada vez más frecuente en este clima en calentamiento, está teniendo un gran impacto en la salud humana, los ecosistemas, las economías, la agricultura, la energía y el suministro de agua. Esto resalta la urgencia cada vez mayor de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero con la mayor rapidez y profundidad posibles», declaró Petteri Taalas, secretario general de la OMM.

«Además, tenemos que redoblar los esfuerzos para ayudar a la sociedad a adaptarse a lo que desgraciadamente se está convirtiendo en la nueva normalidad».

La OMM señaló que Francia, Grecia, Italia, España, Argelia y Túnez también registraron nuevos máximos de temperaturas diurnas y nocturnas.

  • Por ejemplo, en Figueres, España, se registró una temperatura récord de 45,4° el 18 de julio, mientras que el mercurio alcanzó los 48,2° el 24 de julio en Cerdeña, Italia. Argelia y Túnez registraron temperaturas de 48,7° y 49,0°, respectivamente, el 23 de julio.
  • Mientras tanto, los incendios forestales han provocado la evacuación de cientos de residentes de tres islas griegas: Rodas, Eubea y Corfú, desde el 17 de julio. Los incendios también causaron varias decenas de víctimas en Argelia.
  • Las condiciones cálidas y secas fueron también la causa de una temporada temprana e intensa de incendios forestales en Canadá, donde más de 120.000 personas se vieron obligadas a abandonar sus hogares.

Ya han ardido más de 1,1 millones de hectáreas, según el Centro Interinstitucional Canadiense de Incendios Forestales, frente a la media decenal de unas 800.000 hectáreas.

  • El humo de los incendios ha contaminado el aire, afectando a millones de personas en toda Norteamérica. Además, en los últimos días se han declarado numerosos incendios dentro del Círculo Polar Ártico canadiense.

En respuesta a los fenómenos meteorológicos extremos, la OMM y sus asociados proporcionan pronósticos y alertas para proteger vidas y medios de subsistencia, en consonancia con el plan de las Naciones Unidas para garantizar que todos los habitantes del planeta estén cubiertos por sistemas de alerta temprana de aquí a 2027.

El invierno en Suramérica se siente como verano

América del Sur está en pleno invierno, pero no necesariamente lo parece: ha sido uno de los más calurosos registrados, agravando las crisis sufridas en el último año por sequías, incendios forestales e inundaciones en algunas regiones.

Los expertos alertan de que el clima extremo en Suramérica ya está amenazando la biodiversidad y las vidas de millones de personas en una región donde muchos residen en barrios o asentamientos informales con poca infraestructura.

Gran parte del planeta ha experimentado olas de calor mortales y desastres meteorológicos en los últimos meses, cuando en el hemisferio norte es verano y en el hemisferio sur debiera ser invierno. Julio fue el mes más caluroso a nivel mundial desde que hay registros.

  • El invierno cálido en Suramérica se debe a la interacción del fenómeno de El Niño (que aumenta las temperaturas oceánicas) y el calentamiento global provocado por los humanos, explica Alejandro Max Pastén, gerente de pronósticos hidrológicos en la Dirección de Meteorología de Paraguay.
  • «Todo lo que se viene realizando para frenar la evolución de esto no está dando los resultados esperados, o simplemente no es suficiente el esfuerzo realizado hasta ahora: sus efectos se están volviendo cada vez más notables», dice Pastén, quien también dirige el departamento de ciencias atmosféricas de la Universidad Nacional de Asunción.

El clima extremo este año en Suramérica ya ha provocado problemas en los cultivos para consumo local y para exportaciones, las que apuntalan varias economías de la región. Por ejemplo, los pronósticos de producción de soja dicen que será de lo más bajo en 24 años y que Argentina necesitará importar este producto.

  • El derretimiento cada vez más irregular de los glaciares andinos y patagónicos ha puesto en peligro vidas y medios de subsistencia, ya que muchas personas dependen del derretimiento regular para el agua potable y la agricultura.
  • El agua de los glaciares, cuando tiene regularidad, se utiliza para abastecer la generación de energía hidroeléctrica, que podría verse afectada a medida que los glaciares se adelgazan.
  • La Organización Meteorológica Mundial advierte que la disminución del suministro de energía hidroeléctrica está aumentando la demanda de combustibles fósiles en la región, pese a que esta tiene «con un gran potencial sin explotar de energías renovables».

Las olas de calor han afectado a varios países suramericanos desde julio, cuando ahí es el segundo mes del invierno, y ciudades como Santiago (Chile) y Buenos Aires (Argentina) han experimentado algunas de las temperaturas de agosto más altas registradas. Usualmente, la temperatura promedio en Buenos Aires para los primeros días de agosto es de 59°F (15°C) y este año varios días han superado los 86°F (30°C).

  • El calor extremo ha empeorado las condiciones de sequía y ha hecho que la región sea más propensa a peligrosos deslizamientos de tierra cuando llueve.
  • Por ejemplo, partes de Uruguay han estado bajo una «emergencia hídrica» desde junio «debido a una sequía prolongada». Ese mismo mes Bolivia sufrió una mezcla de sequía, fuertes lluvias y heladas.

En sus propias palabras: «Es algo grave para la población y para los ecosistemas. […] Un factor que se suma a las amenazas climáticas son las vulnerabilidades sociales que tenemos en Latinoamérica», dice Yasna Palmeiro Silva, investigadora sobre el impacto en salud pública del cambio climático Pontificia Universidad Católica de Chile y en el proyecto Countdown de la revista especializada The Lancet.

Palmeiro agrega que «la falta de preparación y la falta de planes estructurados y sin financiamiento pone en jaque la respuesta de las comunidades ante la amenaza climática», particularmente cuando ya enfrentan inestabilidad laboral y de vivienda dada la extendida economía informal.

«Necesitamos urgente prepararnos para enfrentar las amenazas climáticas, lo que significa tener buenos planes de adaptación y resiliencia […] que incluyan sistemas de alerta temprana de amenazas climatológicas, planes de acción para mejor soporte, provisión de agua potable. Y las políticas de mitigación del cambio climático son urgentes», enfatiza Palmeiro, aún cuando Latinoamérica no es tan contaminante en gases de efecto invernadero como Estados Unidos, China o Europa./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro en el Enlace:

https://spiral.imperial.ac.uk/bitstream/10044/1/105549/8/Scientific%20Report%20-%20Northern%20Hemisphere%20Heat.pdf

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