El crecimiento económico que México espera a partir del nearshoring — fenómeno de relocalización de empresas que buscan acercar su producción a los centros de consumo— podría nublarse por la falta de un plan hídrico nacional que garantice el suministro de agua a las industrias y a la población.
- De acuerdo con Humberto Marengo, subdirector general técnico de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), el país tiene una precipitación de 1.5 millones de metros cúbicos de agua; 71% se evapora y 360 millones se distribuyen por todo el territorio.
- El problema, según el funcionario, es que existe un desequilibrio en la distribución de las precipitaciones, ya que 68% ocurren en el sur-sureste; mientras que el resto se divide entre los estados del centro y norte.
«(De seguir así) se viene un problema con todo el detonante del nearshoring, ya que no hay agua, un elemento que va de la mano de la energía. Debemos tener un plan hidráulico en cada estado que se integre a nivel federal, pero no ha sucedido», comentó el subdirector.
Para los especialistas, uno de los retos más importantes para obtener los beneficios del nearshoring, es la creación de infraestructura que lleve servicios básicos, como agua y energía, a las zonas más atractivas.
“Existen dificultades asociadas a la escasez de tierra para infraestructura industrial, así como al suministro y mantenimiento de servicios como electricidad y agua», dijo Pablo López, director de Análisis e Información de la consultora Solili.
Sur-sureste, viable para el nearshoring
Las sequías se acentúan en la franja fronteriza del norte, la más atractiva para las empresas extranjeras por su cercanía con Estados Unidos. Entidades como Sonora, Baja California y Sinaloa tienen comunidades que no llegan a los 40 milímetros de precipitación, según datos de la Conagua.
- Al respecto, Ricardo Sandoval, ingeniero civil y consultor independiente para el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), comentó que la región del sur-sureste tiene abundancia en recursos hídricos, por lo que se podría convertir en una zona óptima para el nearshoring.
«Hay posibilidad de llevar muchas empresas, pero se requiere infraestructura y dinero para construirla, también necesitamos personal capacitado para operar los sistemas», afirmó el especialista.
Sequía en Monterrey
Durante el 2022, Monterrey, la ciudad más dinámica en inversión en manufactura, también destacó por ser una de zonas más críticas en términos de escasez de agua.
- Por este motivo, se creó un Plan Maestro para garantizar el abasto hasta el 2025, que contempla una inversión de más de 10,400 millones de pesos.
- El subdirector de la Conagua declaró que, a finales del 2023, se terminarán las obras del acueducto el Cuchillo II, lo cual no necesariamente significa que se terminarán las crisis de agua, pero evitará un desabasto como el del año pasado.
«Además, con la inversión que venga de la relocalización, lo que se busca es tener suficiente líquido. El riesgo de no tener seguridad hídrica es que (las empresas) lleguen a menor velocidad. Aun así, necesitamos garantizar el derecho humano al agua», apuntó Marengo.
En busca de atender el mismo problema, el gobierno de Querétaro también destinará 11,000 millones de pesos en la construcción de un acueducto; y Tamaulipas ha explorado la posibilidad de un acueducto desde el Río Pánuco hacia la zona de la frontera, para abastecer tanto a su población, como a Nuevo León./Agencias-PUNTOporPUNTO