Este mes se cumple un año de que Litio para México, mejor conocida como LitioMX, fue creada a través de la publicación de un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF). Pero la ruta que seguirá la empresa estatal es una incógnita.
- Mientras países como Argentina, Chile y China ya orientan esfuerzos en tejer la cadena de valor para la producción de baterías para autos eléctricos, el gobierno de México solo ha anunciado una inversión indirecta de 36.8 millones de pesos, este año y el siguiente, en labores de exploración de litio.
El capital inyectado se hará a través del Servicio Geológico Mexicano (SGM), que se encargará de las labores, pues en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) 2023 no apareció una cantidad asignada para la reciente empresa productiva del estado.
Los pronósticos en torno al alcance de la nueva empresa aún son reservados, pese a que a partir del litio podrían detonarse diversas industrias que llegarían a representar hasta un valor potencial de 12 billones de pesos, una tercera parte del Producto Interno Bruto nacional, según los Criterios Generales de Política Económica 2023 que acompañan al PEF.
“Con base en lo que se conoce hasta este momento, al presupuesto y demás, parece a que los resultados para el final de sexenio seguirán siendo en extremo limitados, pero si se asignan recursos en el presupuesto (PEF) 2024 podría cambiarse esta aseveración”, consideró el geólogo Armando Alatorre.
- El desarrollo de una cadena de valor en torno al litio enfrenta retos como el desconocimiento en cuanto a tecnología por los tipos de yacimiento, que están en arcillas. El 85% del litio en el mundo se encuentra en salares, como en Argentina, Bolivia y Chile, mientras que el resto se ubica en pegmatitas, como en China.
“Financiar proyectos de minería puede ser muy oneroso para el Estado. El presupuesto público es muy limitado y su principal objetivo es cerrar las brechas que existen en la sociedad con mejores servicios públicos como educación, salud, entre otros, por lo que no hay que cerrarle la puerta a las asociaciones privadas”, aseveró la Cámara Minera de México (Camimex), cuando el presidente Andrés Manuel López Obrador manifestó sus primeras intenciones de que, para la transición energética del país, se necesitaría la “nacionalización del litio”.
La nacionalización del litio ha hecho que las empresas privadas reconsidere sus inversiones en torno a los yacimientos de litio que hay en México. De Luna Lithium Battery, que invertiría 80 millones de dólares en la construcción de una planta procesadora de baterías de litio en Sonora, decidió reubicar la instalación debido a retrasos en los permisos y en la selección del terreno para instalarla.
Giovanni De Luna, CEO de la firma mexicana, detalló que la planta se trasladará al centro del país y arrancará operaciones utilizando litio importado. “Se lo he externado a Pablo Taddei (director de LitioMX) en cartas y públicamente: yo les compraría el carbonato de litio para producir baterías si ya lo tuvieran”, aseveró.
- La situación se da en medio del cambio hacia la electromovilidad en la que las baterías de litio para autos eléctricos resultan indispensables y en el que, una industria en torno al blanquizco mineral, llegaría a dinamizar la economía, aún más tratándose de Latinoamérica, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe.
“He tenido conversaciones con Pablo Taddei y ellos están trabajando fuerte, pero yo creo que todavía les está quedando corto el tiempo, porque son un ‘Pemex’ y requieren muchísima más inversión”, añadió De Luna.
Según el Estatuto Orgánico de la estatal, sus recursos provendrán de las asignaciones en el PEF y de sus propias actividades en torno al litio. Pero este capital aún está lejos de verse materializado, pues las presentaciones de resultados de la nueva fase de exploración por parte del SGM concluirá hasta la última recta de 2024./Agencias-PUNTOporPUNTO