Las autoridades repiten la historia con la implementación del modelo de salud de IMSS-Bienestar. Aunque este programa se convirtió en organismo público descentralizado para enmendar los errores que dejó el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), arrastra las mismas fallas que su antecesor.
- Desde que el pasado 15 de junio la Ciudad de México firmó el convenio para traspasar sus servicios de salud a IMSS-Bienestar, las dudas respecto a cómo se hará el cambio y cómo funcionará el nuevo sistema preocupan a profesionales de la salud y pacientes.
- Médicos y enfermeras han protestado en varias ocasiones en la capital del país para exigir a las autoridades sanitarias claridad y mantener sus derechos laborales en el traspaso, pues acusan que el cambio al IMSS-Bienestar implicaría percibir salarios más bajos y perder algunas prestaciones.
- A un año de que termine este sexenio, el nuevo organismo de salud tiene enfrente retos difíciles de superar para cumplir la promesa del presidente Andrés Manuel López Obrador de otorgar atención médica y fármacos gratuitos a toda la población abierta.
Sobre todo porque la población sin seguridad social se ha incrementado
- En 2018, 38.8 millones de personas dijeron que no tenían afiliación a ninguna institución de salud y en 2022 la cifra subió a 54.2 millones de personas, según datos de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) 2022.
El cambio en la Ciudad de México
Tras la firma del acuerdo entre la Ciudad de México y el IMSS-Bienestar, las autoridades gubernamentales aseguraron que los servicios de salud capitalinos mejorarían considerablemente, así como la infraestructura médica y las condiciones laborales del personal de salud, al que prometieron basificación completa.
“Tengan la certeza de que pasar el sistema de salud de la Ciudad de México al IMSS-Bienestar va a traer muchísimas mejorías para ustedes que van a tener todas las condiciones laborales”, afirmó entonces la todavía jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum.
El convenio establece que en la capital del país se invertirán 8 mil millones de pesos en equipo médico para 256 centros de salud; la basificación de 4 mil trabajadores sanitarios que laboran con contratos eventuales o por honorarios, y un incremento salarial para que ningún profesional médico gane menos de 15 mil pesos mensuales.
Además, el IMSS-Bienestar se hará cargo de los servicios de salud, de la infraestructura y equipo médicos y del personal sanitario.
- Trabajadores descontentos: Sin embargo, trabajadores de clínicas y hospitales de la Ciudad de México se han opuesto a ser trasladados al IMSS-Bienestar porque, acusan, las condiciones laborales empeorarían para ellos y ellas. Desde entonces, se han manifestado para que las autoridades atiendan sus reclamos.
La Unión Nacional de Enfermería Mexicana (UNEM), por ejemplo, ha denunciado que el nuevo modelo de salud del IMSS-Bienestar contempla un mismo salario para las enfermeras, sin considerar si son auxiliares, tienen licenciatura o estudios de posgrado. Esto, asegura la asociación, limita su crecimiento profesional y el pago de salarios dignos y acordes a sus conocimientos y experiencia.
- Según la organización, antes, para una enfermera auxiliar, había un salario global integrado mensual de 19,695 pesos a 21,280 pesos. Con IMSS-Bienestar se propone un sueldo de 20,388 pesos.
- Mientras que para las enfermeras generales había tres categorías y podían percibir entre 19,895 pesos y 28,935 pesos. El nuevo organismo plantea un salario de 23,498 pesos. El nivel más alto es el de las enfermeras especialistas, con un salario de entre 24,910 pesos hasta 31,621 pesos; pero el IMSS-Bienestar lo fijó en 25,229 pesos.
- Otros trabajadores han señalado que con el traspaso se pretende considerar a los profesionales de la salud capitalinos de nuevo ingreso y no respetar su sede laboral ni sus horarios.
“El convenio no lo conocemos, los sueldos, los tabuladores, las prestaciones. Toda esa información no se nos ha dado”, sostuvo Raquel López, trabajadora social del Hospital General de Balbuena e integrante del Movimiento Galeno Salud Independiente.
Permanece la incertidumbre
- Como ocurrió cuando el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador desapareció el Seguro Popular, los profesionales de la salud y de los pacientes regresan a la incertidumbre de no saber cómo funciona el sistema público para brindarles consultas y trabajo digno.
- “Con el Seguro Popular, con el programa previo, ya los pacientes sabían a qué servicios tenían derecho. Sabían que no les podían cobrar en las unidades de atención, sabían que había este paquete limitado de enfermedades de alto costo, las de gasto catastrófico.
- Los trabajadores tenían una situación, algunos, de incertidumbre, porque no tenían prestaciones, eran contratados por honorarios, pero por lo menos tenían cierta estabilidad y tenían un contrato anual”, explica Laura Flamand, coordinadora de la Red de Estudios sobre Desigualdad de El Colegio de México.
Incluso, subraya la investigadora, las entidades federativas tenían certidumbre de cuánto dinero recibirían de la federación para atender a la población sin seguridad social. Sin embargo, con el Insabi eso se perdió.
Aunque considera que el IMSS-Bienestar puede hacer mejor las cosas que el Insabi, subraya que también opera con las mismas características que dificultaron el proceso al Instituto de Salud para el Bienestar, como la fragmentación del sistema de salud.
- Servicios de salud con calidad: Otro reto que enfrenta IMSS-Bienestar en la Ciudad de México es mejorar la atención médica. En la capital de país se concentran la mayoría de hospitales de alta especialidad, pero en muchas clínicas los servicios son deficientes.
Los errores del Insabi, que ahora el Seguro Social carga sobre sus hombros, van más allá de compras de medicamentos fallidas: alejaron a las personas de los servicios de salud públicos y, en algunos casos, contribuyeron a agravar ciertas enfermedades.
- “La esperanza de vida en México bajó en este periodo; el desabasto de medicamentos es rampante y hay un gran número de quejas, ya en el proceso legal, donde la gente dice que se está vulnerando su derecho a la salud porque no tienen acceso a los medicamentos”, explica la doctora Flamand.
- Además, subraya, pese a todos los esfuerzos, es preocupante que menos personas tengan acceso a seguridad social en 2022, porque la calidad de los servicios de salud abiertos es menor y la sobrevida de padecimiento como cáncer o diabetes es peor sin seguridad social.
- “Estas desigualdades se entrecruzan con otras desigualdades. ¿Quiénes no están asegurados? Son las personas que tienen trabajos en la economía informal, que no tienen contrato, que tienen salarios más bajos y que tienen más necesidades de salud, incluso”, advierte.
Se mantiene la operación sin orden
El IMSS-Bienestar repite otras fallas del Insabi, que se pueden ampliar con su operación en la Ciudad de México. En un informe reciente, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) advierte que el IMSS-Bienestar también opera “sin rumbo, sin directriz, sin normas, sin personal ni infraestructuras suficientes, con dudas”.
- Al revisar la implementación de ese modelo en el Estudio sobre el derecho a la salud 2023, el Coneval concluye que la población sin seguridad social enfrenta obstáculos para garantizar su derecho a la salud.
- Subraya que hay preocupación en los estados del país porque, ante la centralización de los servicios de salud, se registra una pérdida de eficiencia.
- A decir de Octavio Gómez Dantés, especialista en salud pública del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), los sistemas de salud que mejor operan son los descentralizados, porque conocen mejor las demandas locales y pueden resolverlas de inmediato.
Considera que la atención de alta especialidad sí podría continuar centralizada, pero no todos los servicios básicos.
- El Coneval agrega que la estructura organizacional del IMSS-Bienestar no empata con las necesidades reales de los hospitales. Además, el nuevo modelo desaparece puestos clave, como coordinadores de enfermería y jefes de programas.
«En ausencia de una visión de hacia dónde vamos, cualquier esfuerzo va a fracasar», alerta el investigador.
Trabajadores de salud temen transición a IMSS-Bienestar
Personal médico que labora en los hospitales de la Secretaría de Salud de la Ciudad de México exigió mejores condiciones laborales, ya que las que tienen en la institución son precarias y temen que puedan afectarse aún más en la transición de la red de salud local al IMSS-Bienestar.
María, anestesióloga con 8 años de antigüedad en la Sedesa, reclama una serie de condiciones precarias en la institución, por ejemplo la falta de antigüedad, de contrato, rotación, falta de vacaciones y sueldos inferiores a los de otro personal médico, como el contratado por el ahora extinto Insabi durante la pandemia de covid-19.
- “Mi nombramiento me lo dan en el 2017, dos años después de que entré. Después fui cambiando de contrataciones y firmé cada una de ellas por imposición y miedo a perder mi trabajo, pues durante mi residencia fui madre soltera y era el único sostén de mi hijo. Ahora el Gobierno hizo la transición a IMSS-Bienestar sin preguntar qué queríamos.
- El sistema nos condiciona desde las residencias médicas a resistir condiciones académicas y de trabajo infrahumanas, incompatibles con la vida; hoy exigimos lo que nos pertenece como trabajadores, humanos y mujeres (…). Necesitamos transparencia y que se nos retribuya nuestro trabajo”, dijo
María dice que, por ejemplo, tienen un sub sueldo en comparación con el personal contratado bajo el esquema de Insabi: si ella gana 10 mil a la quincena como anestesióloga, bajo el otro esquema suelen ganar 18 mil por el mismo trabajo.
- “El Gobierno empezó a hablarnos que vamos a transitar a IMSS Bienestar, es que es un órgano descentralizado, nos dijeron también que habrá polivalencia y eso nos imposibilitará la conciliación de horarios con otras instituciones. Muchas trabajadoras, sobre todo enfermeras y personal administrativo, tienen que dobletear turnos para tener un ingreso que alcance”.
“Antes de firmar, queremos conocer las condiciones de trabajo”
- Otras de las condiciones que reclaman es que, dado el nombramiento de confianza, no pueden afiliarse a algún sindicato que defienda sus condiciones laborales. “Estamos tratando de que se mejoren las condiciones del trabajo de IMSS-Bienestar, las autoridades quieren que firmemos antes de que existan oficialmente los tabuladores y los salarios, nosotros queremos antes conocer las condiciones de trabajo”, agregó María.
Rosario ingresó a Sedesa hace 12 y actualmente tiene una niña de 5 años de edad. Rosario recuerda que en su horario de 8 horas no tenía permiso de lactancia materna, a comparación de otras trabajadoras bajo otros esquemas.
- “Mi horario era de 7 a 15 horas, andaba corriendo a checar porque no tenía beneficio de hora de lactancia a comparación de quien tiene base. Siempre hemos tenido menos beneficios, empezando por sueldo menor, menos días de descanso, no tenemos derecho a días vacacionales”.
Eugenia es enfermera general, tiene 10 años trabajando en Sedesa y en ese tiempo su sueldo pasó de 5 mil a 6 mil quincenales. Tiene un hijo con una neurodivergencia y eso implica gastos de 2 mil 600 pesos al mes de atención, pues aunque tiene ISSSTE no hay acceso a medicamentos ni diagnóstico.
- “Me ha costado mucho salir adelante, por el problema de mi hijo tengo que trabajar guardias extra para sacar los gastos, me urge que nos paguen mejor por la profesión que tenemos”.
Beatriz trabaja desde hace 13 años como supervisora de enfermería.
- “En estos 13 años he pasado por diferentes contrataciones, suplencias, esquemas laborales y actualmente bajo el esquema Galeno en Salud. Hemos sufrido desajustes salariales, no hay igualdad para nosotros.
- Somos el contrato que más ha sufrido, actualmente se contrató a personal nuevo por la pandemia por Covid-19 y les dieron mejores salarios y condiciones porque ya les dieron base. Queremos homologación de puestos y de sueldos, que haya justicia laboral”.
- Sandra ingresó hace 11 a Sedesa y actualmente es enfermera general. También ha pasado por distintos esquemas de contratación sin tener antigüedad, perdiendo así 8 años sin cotizar.
“Como mujer he descuidado mi casa, firmas de boleta, consultas al médico, desafortunadamente por mi salario lo que hago es guardias constantes para completar, restando tiempo en casa para solventar los gastos ya que mi salario no alcanza”.
- En negociación: En el año 2022 se creó el sistema IMSS-Bienestar. Esto fue a través de un decreto presidencial, y su objetivo era dar atención médica a la población sin seguridad social.
Antes de su renuncia como jefa de gobierno, Claudia Sheinbaum firmó con Zoé Robledo, titular del IMSS, un convenio para la incorporación del sistema de salud de la Ciudad de México al sistema IMSS-Bienestar. Esto implica que el personal que actualmente labora en Sedesa transite al sistema IMSS-Bienestar.
Este 13 de julio se espera que personal del movimiento “Galeno Salud Independiente y contratos afines” tenga reunión con la Secretaria de Gobierno de la Ciudad de México para continuar con la discusión sobre la transición. La mesa se suma a otras dos previas en donde se han exigido distintos puntos, entre ellos:
Basificación con prestaciones de acuerdo a la ley Homologación de salarios No represalias por las protestas
En conferencia de prensa, el pasado 29 de junio el secretario de Gobierno, Ricardo Ruiz, dijo que al personal se le dará aumento salarial, ascensos y la especialidad a médicos generales con base en su antigüedad. Sin embargo, el personal médico quiere no sólo que se mantengan las condiciones actuales de trabajo, sino que estas dejen de estar castigadas y precarizadas.
Médicos y trabajadores de la salud en CDMX denuncian amenazas
Desde la Cámara de Diputados y en compañía de legisladores de Movimiento Ciudadano, un grupo representativo de los cerca de dos mil trabajadores médicos de los más de 30 hospitales de la Ciudad de México, denunció la falta de transparencia en las condiciones laborales, e incluso amenazas de perder su trabajo si no firman su traspaso desde la Secretaría de Salud local (SEDESA) hacia el IMSS-Bienestar.
- La doctora María Belén Benítez, señaló que las autoridades locales y la titular de la SEDESA, Oliva López Arellano, pretenden que los trabajadores de la salud firmen sus nuevos contratos como trabajadores de nuevo ingresos, sin respetarles antigüedades de hasta 20 años, incluso cuando no interrumpieron sus labores durante la pandemia de Covid-19, incluso, desde lo ocurrido con la Influenza H1N1.
- “La doctora Oliva López Arellano fue puntual, si no firmamos ya en este instante, lo más rápido posible hacia IMSS-Bienestar, nosotros perderíamos nuestro empleo; y al firmar ya en este instante con IMSS-Bienestar bajo estas condiciones que se nos han dado, pues no es factible renunciar a estos años”— María Belén Benítez, anestesióloga del Hospital Enrique Cabrera.
- Estas denuncias se dan luego de que el 17 de julio trabajadores adscritos a la SEDESA realizaron cerca de 12 bloqueos en distintas vialidades por su incorporación al modelo del IMSS-Bienestar –anunciado por el gobierno capitalino a mediados de junio–, y de que el 19 de julio acudieron al Congreso de la CDMX a levantar la voz por lo que califican como una transición llena de opacidad.
Entre las demandas de los médicos está el derecho al acceso de la información clara, concisa y verdadera sobre las condiciones laborales así como tabuladores con salario base ante el ISSSTE y horarios de cada categoría, con previa publicación en medios oficiales.
También demandan el respeto de vales y aguinaldos 2023 íntegros; otorgamiento de bases digitalización sindical inmediata; y la homologación de salario a nivel INSABI de acuerdo a categorías desde este momento y hasta completar la transición a IMSS-Bienestar al personal Galene Salud, Nómina 8, Estabilidad Laboral, Interinatos y Honorarios, con compromiso por escrito y con fechas de inicio de aplicación./Agencias-PUNTOporPUNTO