A pesar de que los flujos de personas solicitantes de la condición de refugiado en México ha crecido de manera exponencial en los últimos años, el presupuesto federal asignado a la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) no ha crecido a la par, lo que ocasiona limitaciones en su capacidad operativa.
Y mientras la frontera sur del país se encuentra bajo la presión constante de migrantes solicitando asilo, tanto la Comar como Naciones Unidas reconocen que los recursos que destina el Gobierno federal son insuficientes.
- De acuerdo con Pierre-Marc René, asociado de Información Pública del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), “en México, el año pasado hubo 118 mil personas que solicitaron asilo».
- Añadiendo, llevamos varios años con récord consecutivos, desde el 2019, con 70 mil, en 2021 se pasó a 130 mil y el año pasado 118, en dos años prácticamente fueron 250 mil, eso hace que haya mucha presión sobre la Comar”.
“Nosotros ayudamos a la Comar a eficientar su proceso, mejorar sus procedimientos y apoyar en general. La atención ha mejorado, pero ante esta situación, hay mucho rezago en los procedimientos, justamente porque no recibe el presupuesto adecuado, no ha aumentado en muchos años, sigue trabajando con el mismo que el gobierno anterior, por lo que están muy limitados”, explicó en entrevista con 24 HORAS.
Añadió que en ACNUR “ayudamos en la apertura de oficinas, contratar personal, instalar el mobiliario, trabajar en los procedimientos para agilizar los procesos… Trabajamos con una red de 132 albergues en el país, que son la primera línea de atención, donde se informan y llegan las personas” a pedir refugio.
- En el marco del Día Mundial del Refugiado, Andrés Ramírez, coordinador general de la Comar, señaló que “este año tenemos 63 mil 462 solicitantes de la condición de refugiado, después de solamente 5 meses”, desde 90 países de todos los continentes.
- “Si siguiéramos este ritmo, vamos a rebasar 250 mil solicitantes de la condición de refugiado” en este año, explicó, para después admitir que “el presupuesto de la Comar, yo creo que no es un secreto para nadie, es bastante bajo”.
“(En la Cámara de Diputados) nos aplauden, nos gritan, nos levantan en hombros y a la hora del plenario sanseacabó y no nos dan el apoyo, esa es la realidad”.
- El coordinador apuntó a que estos factores explican las limitaciones de su capacidad operativa, “y entonces no podemos con los plazos que nos da la ley, que son plazos, y lo voy a decir con todas las letras, que son absolutamente obsoletos”.
- De acuerdo con el sitio oficial de la Comar, “dentro del plazo de 45 días hábiles posteriores a la presentación de la solicitud, la Coordinación General debe emitir una resolución fundada y motivada de reconocimiento o no de la condición de refugiado”.
El titular de la Comisión expuso que este plazo fue creado en 2011, “cuando llegaban a solicitar la condición de refugiado 800 personas anuales”, lo que contrasta con la situación actual:
- “Ahora, nos solicitan en dos días 830 personas (…). Como todo en la vida, va evolucionando, hay una dinámica muy fluida, va incrementando la necesidad y la exigencia y tenemos nosotros que estar a la par de eso”.
El funcionario hizo hincapié en que el incremento de solicitantes no fue proporcional al del presupuesto federal asignado al organismo, “por tanto, no iba a incrementar la capacidad operativa de la Comisión para responder ante esta exigencia, entonces es obvio que la Comar no tiene la capacidad para responder en el plazo que se le establece”.
Debido a esto, la Comisión ha presentado rezagos en la resolución de solicitudes, aunque, esclareció el Coordinador, supera a otras naciones en cuanto a rapidez.
“Nosotros estamos haciendo un ejercicio ahora, con las diversas oficinas y varía. En unos casos se tardan siete meses, ocho meses, en Estados Unidos se tardan cinco años, primera potencia del mundo, en Costa Rica se tardan por el estilo, en Canadá, que tienen mucho menos solicitantes que nosotros, se tardan 18 meses”.
- “Entonces, no estamos mal, sí nos tardamos más que lo que establece el plazo de la ley, pero el plazo de la ley es hoy ridículo y obsoleto, que corresponde a las épocas soñadas, en que casi nadie llegaba a solicitar la condición de refugiado”, agregó.
Asimismo, reconoció el apoyo brindado por Naciones Unidas: “Efectivamente, el ACNUR nos ha dado un apoyo muy importante, hemos firmado varios acuerdos, un acuerdo marco y un convenio específico, a través del cual el ACNUR nos proporciona todo tipo de apoyo, en bienes, en equipo, en papelería, en material y también con capacitación, etcétera, pero sobre todo con personal”.
“Sin embargo, el apoyo del ACNUR es insuficiente, porque sigue creciendo el número de personas que llegan y el presupuesto que se nos ha autorizado hasta ahora sigue siendo bajo”.
- Crisis en el sur: El asociado de Información Pública del ACNUR, Pierre Marc René, puso el foco de la problemática en el sur del país, donde más de 70% de las solicitudes de asilo se realizan, principalmente en Chiapas.
“Una vez reconocidas como refugiadas, pueden entrar en el programa de integración local, donde pueden ser reubicadas en ciudades como Guadalajara, Querétaro, San Luis Potosí, Guanajuato, León, Monterrey, Saltillo, Aguascalientes”
“Desde 2016, más de 30 mil personas participaron en ese programa, esas personas aportan a la economía y cultura. De hecho, se estima que esas 30 mil personas aportan al menos 168 millones de pesos en impuestos y recaudación para la economía nacional, algo importante porque las personas aportan al país, estando acá”.
En esta línea temática, el coordinador general de la COMAR esgrimió: “(Chiapas) es el estado más pobre del país, por todos los indicadores… Por ello son tan importante aquellos proyectos de reubicar a las personas (refugiadas) en Chiapas, por ejemplo, a otras entidades donde tengan más posibilidades de acceder a los servicios públicos, al mercado laboral, que no genere tanta tensión con la población local”.
EU propone a México un plan migratorio
El Gobierno estadounidense ha propuesto a México un nuevo programa migratorio del que se beneficiarían refugiados de Cuba, Nicaragua, Venezuela y otras nacionalidades que se encuentran en territorio mexicano a la espera de cruzar a Estados Unidos, dijo una fuente familiarizada con las conversaciones entre los dos países.
Según esa fuente, el programa que EU y México están negociando tiene como objetivo aliviar la presión migratoria que el gobierno mexicano ha enfrentado durante varios años.
- Sin detalles del plan: La citada fuente no especificó en qué consiste exactamente el programa y sí, como otras iniciativas del Ejecutivo de Joe Biden, permitirá a los refugiados en México pedir asilo de manera remota sin tener que cruzar la frontera y presentarse en uno de los puestos de la patrulla fronteriza estadounidense.
En todo caso, según esa fuente, sólo podrán acogerse a ese programa los refugiados que hayan ingresado en territorio mexicano antes del 6 de junio.
La citada fuente no precisó si habrá un número específico de nacionalidades que podrán acogerse al programa de asilo. Sin embargo, la mayor parte de las personas que cruzan a Estados Unidos desde México provienen de Cuba, Nicaragua, Venezuela, Haití, El Salvador, Honduras y Guatemala, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés).
- Demostrar persecución: Para solicitar asilo en Estados Unidos, cualquier persona debe demostrar que enfrenta persecución debido a su raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social o étnico específico.
El Gobierno de Joe Biden ha implementado diversas medidas para fomentar la migración legal y evitar que miles de personas crucen a pie la frontera con México en busca de asilo o mejores oportunidades económicas, lo cual ha ejercido una gran presión sobre los recursos de algunas comunidades fronterizas.
- En la actualidad, la principal vía para solicitar asilo en EU es a través de una aplicación móvil llamada «CBP One», que permite a quienes están en México concertar citas con las autoridades estadounidenses para presentar sus casos de asilo. Sin embargo, esa aplicación sólo ofrece 1,250 citas diarias, lo que significa que los espacios disponibles se llenan rápidamente.
Otro programa que ha creado Biden permite a los nacionales de Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela solicitar un permiso migratorio para entrar a Estados Unidos, pero sólo califican quienes llegan en avión a territorio estadounidense y tienen un patrocinador que pueda probar que les ayudará en su adaptación al país.
- Ese programa, sin embargo, establece que la entrega de permisos migratorios estará limitada a 30,000 personas al mes; aunque, debido a la alta demanda, el número de solicitudes procesadas ha sido la mitad en algunos meses, según explica en su web el Servicio de Inmigración y Ciudadanía (USCIS, por sus siglas en inglés).
México ya es destino, no país de paso de miles de migrantes
Tres mil 152 kilómetros de frontera entre México y Estados Unidos bastan para que nuestro país sea un imán que atrae a miles de personas de otras nacionalidades, quienes llegan con la intención de que esta sea la última parada antes de cruzar, de manera irregular o regular, en busca de una vida mejor en la primera potencia de América. En su paso, muchos se quedan en territorio mexicano al verlo como una nación alternativa y piden refugio porque no tienen manera de continuar con el plan A.
Ellos se suman a “un número importante” de quienes huyen de sus países por la violencia, los conflictos sociales y los desastres naturales, al considerar a México una opción –quizás la única– para sobrevivir.
- Cuando Melida Tabora Enamorado se vio obligada a dejar Honduras junto con su hija, en 2021, por la inseguridad en su país, en lo primero en lo que pensó fue en irse a Estados Unidos, aunque no es un lugar que conozca. Su sueño no era como el de muchos, de prosperar y tener éxito para lograr la movilidad social; ella “sólo quería estar bien”. Sin embargo, una vez en México, al saber que podía solicitar refugio y tener su residencia permanente, no lo pensó más y desde hace dos años logró asentarse en Aguascalientes.
“En el trayecto de Honduras a Tapachula viví días muy complicados porque tuve que cruzar por Guatemala, junto con mi niña de 13 años. Tuve que pagar a migración de ese país para que la dejaran pasar y una vez en México, cuando vi en Google Maps todo lo que me faltaba para llegar a la frontera con Estados Unidos, mejor decidí quedarme. Yo sólo quería algo donde pudiera trabajar tranquila y estar a gusto con mi hija”.
- Andrés Silva Ramírez, titular de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), reconoció que el aumento de solicitudes de refugio no es “porque nuestro país esté en jauja”, sino porque al ubicarse junto a Estados Unidos se genera un poder de atracción y un destino para conseguir protección internacional. “Es mejor quedarse en México que ser devueltos a sus países”, aseguró.
“Piden la condición de refugiado por diferentes razones. Desde los que realmente buscan hacer una nueva vida en México o los que hacen esto para que se los nieguen y acudir con esa negativa a solicitar asilo en Estados Unidos (ahora que es un requisito de la política estadunidense por el Título 8) o los que no tienen certeza, pero lo hacen para que no los regresen a sus países.
- “Hay motivaciones diversas y por lo mismo, las razones son múltiples”, explicó. Aunque señaló que no existe una estadística de quiénes llegan a nuestro país para solicitar la condición de refugiado porque así lo decidieron cuando abandonaron sus naciones, lo cierto es que desde hace más de cinco años México dejó de ser territorio de tránsito para convertirse también en destino.
A su vez, el representante en México de la Agencia de la ONU para los Refugiados (Acnur), Giovanni Lepri, aseveró que el país se ha vuelto de asilo porque hay más gente en el mundo que necesita protección y lo ve como el lugar donde puede obtenerla.
“De las personas que solicitan asilo hay un número importante que quieres ser refugiados, otros lo piden para una estadía temporal, pero otra categoría son personas que no tienen alternativa para formalizar su residencia y aunque no son perseguidos en sus países, están buscando trabajar aquí y quieren regularizar su permanencia a través del asilo”, detalló Lepri.
- Existen otros casos, como el de Antoni, haitiano, quien llegó a México hace dos meses. Salió de su país por la violencia en 2016, pero su objetivo no era estar aquí. Primero pasó siete años en Chile, la falta de empleo lo orilló a volver a migrar. “Busqué un lugar para estar más tranquilo, con más trabajo y ganar más dinero para ayudar a mi familia”, mencionó.
Sin embargo, su permanencia en territorio mexicano es incierta; tiene dos hermanas en Estados Unidos, pero “está muy complicado ir con ellas porque están en Florida y salió una nueva ley que no permite a migrantes entrar sin papeles”, explicó. Por ello, dijo, está valorando solicitar la condición de refugiado para hacer su vida aquí./Agencias-PUNTOporPUNTO