El clima en México está en transición tras dejar de percibir los efectos del fenómeno de La Niña, por ello, en el último mes se han presentado temperaturas superiores a los 40 grados, los mismo que granizos y lluvias en diferentes entidades.
Los más afectadas por altas temperaturas son Yucatán, Campeche, Sonora y Colima, estos dos últimos superaron un pico histórico propio para abril, al registrar 40.5 grados y 41.5 respectivamente.
- En tanto, el granizo sorprendió a la población de Coahuila, Morelos, Nuevo León, Oaxaca, San Luis Potosí y Tamaulipas, no sólo por su caída en primavera, sino por el tamaño del mismo que llegó a ser de volumen igual al de una toronja.
- Alejandro Jaramillo, investigador del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la UNAM, señaló que estos contrastes atmosféricos que se viven en el país son normales, pues el clima se está acomodando ante la ausencia de un fenómeno climático.
“La atmósfera se está reacomodando, está en una transición y cuando estamos en una transición cualquier cosa puede ocurrir”, dijo.
El catedrático explicó que se sabe qué ocurre cuando con se tiene diferentes fenómenos climáticos, pero no con precisión ante su ausencia, “y se tienen entonces episodios de sequía, pero también de lluvias puntuales en algunas partes”.
- La lluvia de los últimos días, traída por los últimos frentes fríos 47, 49 y 40, últimos de la temporada refrescó por algunos días a los estados del norte del país, y a los del sur sureste con el frente frío 50.
El Sistema Meteorológico Nacional pronosticó para los siguientes días precipitaciones fuertes acompañadas de descargas eléctricas, rachas de viento y posible caída de granizo en entidades del noreste y oriente del país y posibles tornados en Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas por los frentes fríos 51 y 52, este último excepcional, pues se esperaban esta temporada sólo 51.
¿Qué es el fenómeno «La Niña»?
En 2022, la UNAM informó que de acuerdo con la Organización Meteorológica Mundial (OMM), por primera vez en el siglo XXI el fenómeno «La Niña» tendrá un tercer episodio consecutivo. Aquí te explicamos qué es y cómo afectará a México, pues según se reveló sus efectos se extenderán por todo el mundo y hasta febrero de 2023.
- En febrero de este año, el Gobierno de Jalisco dio a conocer que, según datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en el 2023, el 91% de los municipios de Jalisco presentan algún grado de afectación por sequía; situación que agrava la presencia de incendios y potencia eventos más severos y de gran magnitud.
Según el comunicado de diciembre de la UNAM, de acuerdo con el Dr. Alejandro Jaramillo Moreno, del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático de la universidad, «La Niña» es parte de un fenómeno conocido como El Niño-Oscilación del Sur (ENOS). Este se divide en dos fases: la fase de El Niño, donde se presenta un calentamiento anómalo en el océano Pacífico, y la fase de «La Niña», donde hay un enfriamiento anómalo en el mismo océano».
«La diferencia básicamente es que una fase es fría y la otra, caliente», explicó.
«La Niña» nace a raíz de un proceso donde hay un enfriamiento anómalo en el océano Pacífico, «lo cual genera cambios en cómo se mueven las masas de aire, y eso va afectando de manera diferente cada parte del planeta, favoreciendo la formación de altas lluvias en algunas áreas o sequías extremas en otras», indica el texto, citando a Jaramillo Moreno.
¿Cuáles son los efectos del fenómeno «La Niña»?
Según Alejandro Jaramillo Moreno, «La Niña» nos afecta porque las condiciones de sequía se vuelven extremas y se agravan todos los problemas relacionados con los recursos hídricos.
«En las zonas donde ‘La Niña’ favorece las sequías, las lluvias llegan con poca cantidad de agua y esta afectación se va alargando hasta el año que sigue. Entonces, este fenómeno perjudica a las poblaciones y ecosistemas que subsisten con base a la demanda de agua».
«Entonces la falta de agua salpica a otras áreas como la agricultura. Si no hay agua, no se puede regar, y entonces hay falta de disponibilidad de productos que afecta no solo el abastecimiento de comida, sino también el precio al consumidor. Igual, hay un aumento en los costos de los servicios de agua (pipas)».
Pero también puede suceder un evento diferente: que llueva mucho y se provoquen inundaciones como las que actualmente están viviendo países como Colombia, Australia, Ecuador y Brasil, entre otros.
¿Cómo afecta el Fenómeno «La Niña» a México?
Según el especialista de la UNAM, los efectos del fenómeno de «La Niña» son diferentes en las distintas regiones del mundo y de México.
«En el norte de México, ‘La Niña’ generó condiciones que favorecen la sequía: mucha de la humedad y la precipitación que llega a través de, por ejemplo, frentes fríos, deja de venir porque la circulación atmosférica empuja esos fenómenos más hacia el noroeste de los Estados Unidos, donde se vuelve mucho más lluvioso. Por otro lado, el sur de nuestro país se volvió un poco más húmedo».
En la actualidad no se puede precisar con anticipación cuando se formará y cómo evolucionará el fenómeno de «La Niña». Lo que sí se sabe es que no es raro que «La Niña» tenga tres años continuos en el pasado, pues antes ya ocurrió al menos unas tres veces desde que los registros se iniciaron en el año de 1950, pero esta vez será la primera que ocurra en el siglo XXI.
Caen índices de precipitaciones pluviales en México
Con registros y datos científicos que datan de 1950 a la fecha, que han otorgado herramientas para el análisis de un periodo accesible de 73 años, se reveló que México tiene ya problemas de precipitaciones pluviales, consideró Benjamín Martínez López, investigador del Grupo de Cambio Climático y Radiación Solar del Instituto de Ciencias de la Atmósfera y Cambio Climático (ICAyCC) de la UNAM.
“No tenemos en México muchos sitios donde la lluvia vaya al alza, por ejemplo, hay algunas partes del estado de Morelos que tendrían una curva cóncava hacia arriba; pero prácticamente el 92, 93 por ciento de todo el territorio tiene un comportamiento que, -subió, llegó a un máximo histórico-, y comenzó a bajar, es decir cóncavo hacia abajo”, explicó.
Martínez López indicó que de 1950 a los años 80 creció la lluvia, alcanzó índices máximos y empezó a disminuir, en particular en el norte del país, lo que ya representa aseguró “una disminución en Chihuahua, con entre 45 y 50 por ciento, y en Nuevo León entre un cinco y veinte por ciento con respecto a sus máximos históricos”.
Agregó que esa idea de que el sur de México sería pródigo en agua, está bajo análisis y podríamos tener alguna complicación; en la zona centro es una franja de transición con incertidumbre; no obstante, hay que tomar en cuenta las observaciones científicas: “no vaya a ser que tengamos años de sequía, uno tras otro, tales que se pase de un periodo histórico húmedo, a un periodo histórico seco, y ni siquiera nos dimos cuenta”.
- Benjamín Martínez aseguró que las condiciones más secas de lo normal han imperado en algunas regiones de México por el efecto de La Niña, mismas que se han mantenido por prácticamente tres años. Se espera en el corto plazo condiciones neutras que podrían generar algunas lluvias para ayudar a la recarga de acuíferos en la ZMVM.
“A largo plazo, la Ciudad de México tiene que empezar a prepararse para sequías prolongadas, no es nulo el riesgo de un fenómeno que dure varios años, es algo que ya ha ocurrido en el pasado, y debemos desarrollar los mecanismos para poder identificar si se está gestando para tener el tiempo suficiente para tomar medidas y hacerle frente a una emergencia como esa”, apuntó.
El investigador del ICAyCC, aclaró que: “si tenemos aguas más cálidas en el Pacífico mexicano, con las correspondientes condiciones atmosféricas favorables, se podrían generar más tormentas y huracanes que podrían ayudar a la recarga de las presas del centro y sur de nuestro país. Ésto, sin embargo, es aún muy incierto.”
La Niña, El Niño
Alejandro Jaramillo Moreno del Grupo de hidroclimatología tropical del ICAyCC, mencionó que los fenómenos de La Niña y el Niño, son fases opuestas de un mismo fenómeno: “La Niña corresponde a la fase fría del fenómeno, mientras que El Niño es la fase cálida. Ambos crean consecuencias opuestas como una especie de balancín. En algunas regiones El Niño tiende a secar el ambiente, mientras que La Niña tiende a generar más precipitación en la misma región. En otras regiones puede ocurrir lo contrario”.
“La complejidad de este fenómeno, es que La Niña generalmente seca el norte de México y vuelve el centro y sur del país más húmedo; con El Niño se invierte tal situación”, agregó.
- El centro de México, añadió, es una región de transición por lo que la tenemos que mirar con lupa, para mirar los efectos que La Niña y El Niño traen. “Las condiciones en México de sequía se extenderán para la primavera, en los meses de marzo, abril y mayo, con un ambiente más caliente y seco”.
No obstante, dijo, la tendencia del calentamiento global, está por encima de La Niña y El Niño, por lo que debemos esperar temperaturas mayores, aunque los efectos locales del Cambio Climático son diferentes, por lo que hay que tener mucho cuidado con las interpretaciones.
- En su oportunidad, Ignacio Arturo Quintanar del Grupo hidroclimatología tropical del ICAyCC, destacó que no se le pueden atribuir todos esos cambios al efecto de El Niño: “la temperatura va al alza, se está calentado el país, y la precipitación es una variable más compleja”.
“La sequía en el país se ha tornado más drástica, no es que apretemos un interruptor a la atmósfera y ocurra, porque la interacción de ésta con la superficie es un proceso no lineal, que es importante estudiar”, aclaró.
Si uno intenta ver la información de las presas, comentó, por lo de las sequías, encuentra muchas barreras, debido a que los datos no están ahí. No deben tomarse consideraciones políticas por encima de las técnicas, es necesario “poner orden en la información y que se transparente, que sea verificable para el beneficio de todos”, finalizó./Agencias-PUNTOporPUNTO