El desempeño de la administración pública se encuentra en las funciones de Estado que se desprenden de la Constitución y que descansan en una estructura que cuenta con sistemas, subsistemas, métodos y procesos, con el fin de llevar a buen término las funciones de gobierno que realiza la administración pública.
- Ejemplo de ello lo constituye la función de la seguridad que, como función de Estado, descansa en las funciones de gobierno de prevención, investigación y persecución de los delitos así como la sanción de infracciones administrativas, según se desprende del artículo 21 constitucional.
Tanto las funciones de Estado y sus funciones de gobierno se encuentran en sincronía con la Constitución, el Plan Nacional de Desarrollo y el Presupuesto de Egresos de la Federación.
Sin embargo, no todas las estructuras de las funciones de Estado funcionan de manera sincronizada al mensaje político que se envía o a su propia estructura, sobre todo cuando existen presiones diversas o externas, así como falta de pericia hacen que no coincidan entre sí o carecer de sincronía institucional.
Quizás una de las ausencias en esta administración lo constituya, que el trabajo de gobierno está montado sobre las estructuras y sistemas que dejaron los gobiernos anteriores a los que menosprecia el Ejecutivo Federal por distintas razones y que poco ha aportado en modificar sus sistemas o subsistemas.
- La seguridad es una función de gobierno que tiene consecuencia en las demás funciones de Estado y de gobierno y que les compete a los órganos del Estado, en su ámbito de responsabilidad.
- Sin seguridad no hay progreso económico; sin seguridad no hay avance democrático; sin seguridad no hay cambios políticos y sin seguridad no hay condiciones de paz y orden para el desenvolvimiento social y sus distintas actividades.
Esto quiere decir que la mayor parte de la responsabilidad de las funciones de seguridad recaen en el Poder Ejecutivo, al tener atribuciones con carácter ejecutivo y al crear instituciones, no solo de seguridad, sino de para proveer de los servicios que le mandata la Constitución.
Sin embargo, los cambios que se han hecho a la legislación en seguridad no modifican estructuras, sistemas o formas de trabajo, de tal forma que persisten vicios, nichos y malas prácticas que impiden el buen desarrollo de la transformación a la que aspira su proyecto de gobierno, aunque para su mensaje político le conviene que persistan estas deficiencias para tener a quién culpar.
Los partidos políticos gobernantes en la mayoría del país han sido rebasados en su capacidad de brindar seguridad, y en cambio, se cuestionan entre sí su desempeño, como si se tratara de una competencia para ver quién es el más corrupto o el más ineficiente, olvidando los intereses que conlleva la supremacía del Estado que le dio origen a su existencia o de los asuntos de sus ciudadanos.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
Correo electrónico: [email protected]
Twitter: @racevesj