TEXTO ÍNTEGRO: Calentamiento amenaza la ECONOMÍA MUNDIAL; peligra 68% de la Población en MÉXICO

En un país en el que ocurre un sismo mayor a 7 grados cada año y medio, y en el que 40% del territorio está expuesto a un riesgo catastrófico, sobre todo por sus más de 15.000 kilómetros de costas, solo siete de cada 100 hogares mexicanos cuenta con un seguro contra daños.

Las catástrofes naturales como huracanes, terremotos, inundaciones y tormentas de invierno se han vuelto más intensas y frecuentes en los últimos años, lo que representa una amenaza para las personas y las economías de todo el mundo, aunado con que la vida es más costosa lo que hace más complicado recuperarse ante una eventualidad.

  • De acuerdo con el reciente informe de Sigma del Swiss Re Institute, el 2022 se sitúa como el cuarto peor en la historia en impacto derivado de eventos de la naturaleza, con 285 registrados que acumulan indemnizaciones por importe de 125,000 millones de dólares.
  • Estos datos confirman la tendencia creciente de la siniestralidad. Cabe señalar que desde 1992 el crecimiento anual medio de las pérdidas aseguradas por estas catástrofes ha sido de entre el 5 y el 7% anual.
  • Asimimo, el reporte refiere que a la siniestralidad se le agregan los efectos de la inflación y la subida de tasas de interés para encontrar una explicación a la dislocación que se ha vivido en los primeros meses de este año 2023 en el mercado asegurador y reasegurador.

En entrevista, Kaspar Mueller, presidente Reinsurance en América Latina para Swiss Re, reiteró que si bien cada año aumentan los daños como consecuencia del cambio climático, durante el año pasado también hubo otros factores que impactaron en los costos de las aseguradoradoras como fue la inflación.

«Si bien durante el 2022 hubo un mayor número de catástrofes naturales, el costo de la cobertura de los daños se vio impactado por la inflación. Se elevaron los costos de compensación, particularmente para edificios, casas y vehículos dañados por desastres naturales».

Asimismo agregó que a pesar de que la carga financiera de tales eventos es enorme la cobertura aun no es suficiente pues hay muchas personas y empresas que siguen sin seguro, lo que los hace vulnerables cuando ocurre una catástrofe natural.

  • Cabe señalar que la inflación se ha disparado en los dos últimos años, alcanzando un promedio del 7% en las economías avanzadas y del 9% en las economías emergentes en 2022, lo que ha tenido como consecuencia un efecto de los precios altos ha sido aumentar el valor nominal de los edificios, vehículos y otros bienes asegurables de los daños causados por catástrofes naturales.
  • De acuerdo con los registros Sigma del Swiss Re Institute, las catástrofes naturales han provocado pérdidas económicas mundiales por 275,000 millones de dólares en 2022, de los cuales 125,000 millones de dólares estuvieron cubiertas por seguros (45% de los daños) el cuarto total más alto para un solo año.

“Independientemente de la volatilidad anual, es probable que las pérdidas aseguradas continúen creciendo en tendencia, incluso cuando los factores amplificadores en tiempo real, como los altos niveles actuales de inflación, retrocedan”, señalan.

  • México: De acuerdo con Swiss Re, en México, en los últimos 10 años ha habido un total de pérdidas por catástrofes naturales de 27,000 millones de dólares, de los cuales, solo estaban asegurados 5,000 millones de dólares, lo cual se traduce en una brecha, o falta de protección del 80%,con 22,000 millones de dólares en pérdidas sin asegurar.
  • Las catástrofes más significativas para nuestro país son los ciclones, inundaciones y terremotos. “Una cosa que es buena en México es que el gobierno desde hace muchos años quiere minimizar la brecha, y no solo en el sector privado, también en el gobierno ya que cuentan con programas para minimizar esa brecha” aseguró Kaspar Mueller.

Agregó que si bien después de cada evento la gente buscar comprar protección, ese sentimiento solo le durá unas semanas y regresa a sus niveles cotidianos.

Después de la pandemia se vivió ese efecto que la gente al verse vulnerable reacciona, pero después eso no les dura y regresan a como estaban antes, porque no hay una cultura de prevención”.

  • Huracán Ian: En el reporte de Swiss Re Institute se señala que el evento de pérdida más grande en 2022 fue el huracán Ian (el cual tuvo una pérdida asegurada estimada de entre 50,000 a 65,000 millones de dólares). Otros eventos de grandes pérdidas fueron inundaciones en Australia y Sudáfrica, granizo en Francia, tormentas de invierno en Europa y olas de calor en Europa, China y las Américas.

Después del huracán Katrina en 2005, Ian es la segunda catástrofe natural más costosa en pérdidas aseguradas», según los registros de sigma. Cada región del mundo sufrió un evento importante. El huracán Ian fue el evento de pérdida más grande del año y se ubica como el segundo más costoso”.

Asimismo refieren que en febrero de 2022, un grupo de tormentas (Eunice, Dudley, Franklin) en el noroeste de Europa provocó pérdidas aseguradas combinadas de más de 4,000 millones de dólares, con lo que el total para esta categoría casi duplicó la media de los 10 años anteriores. Por su parte, Francia registró el mayor siniestro anual jamás registrado (5,000 millones de dólares) por tormentas de granizo.

“Las pérdidas globales por inundaciones fueron superiores al promedio, siendo el principal evento las inundaciones en el este de Australia en febrero-marzo de 2022. Las pérdidas aseguradas ascendieron a 4,300 millones de dólares, el mayor siniestro por catástrofe natural jamás registrado en Australia.

  • Lecciones: Finalmente, la reaseguradroa señala que la experiencia de las pérdidas de los eventos de 2022 ofrece varias lecciones para las re/aseguradoras, que incluyen:
  • Mejor monitoreo y un mayor intercambio de datos granulares sobre exposición y siniestros para riesgos secundarios en particular.
  • La importancia de períodos de observación apropiados y una reducción del sesgo de las pérdidas históricas.

La necesidad de modelos y decisiones de suscripción para ajustarse más fácilmente y tener en cuenta los escenarios de riesgo que cambian rápidamente.

Amenaza el clima al 68% de la población en México

  • Del total de la población mexicana, 68 por ciento viven vulnerable ante el impacto del cambio climático, al resultar afectada por máximas temperaturas, inundaciones, deslaves o estrés hídrico, señaló la organización Iniciativa Climática de México.

Por ejemplo, datos del Atlas Nacional de Vulnerabilidad al Cambio Climático (ANVCC) del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) indican que Chihuahua, Coahuila, Sonora, Nuevo León y Zacatecas podrían alcanzar un incremento en la temperatura de hasta 5 grados.

  • Víctor Orlando Magaña, investigador de Geografía Física del Instituto de Geografía de la UNAM, señaló que son eventos climáticos que ya padece la población, que se acentúa ante la falta de políticas públicas para prevenir los efectos de éstos.

“El concepto vulnerabilidad requiere no sólo echarle el rollo, sino pensarle bien qué nos hace vulnerables y a qué”, comentó.

  • De acuerdo con el ANVCC, Oaxaca es el estado con más municipios expuestos a estragos por lo menos por algún fenómeno climatológico, seguido de Veracruz, Michoacán, Jalisco y Edomex.
  • Expuso que, para mitigar los riesgos, lo que se debe de hacer en estos momentos es crear buenos Atlas de Riesgos y que sean entendibles por el ciudadano común, pues casi la mitad de los municipios del país carecen de un estudio de riesgos.

“Alguien compra una casa en una zona que considera bonita, pero olvida ver si la zona de alta sismicidad, si caen descargas eléctricas; esas cosas rara vez la gente lo mide”, explicó.

Precisó que hay que hablar de vulnerabilidad “porque, generalmente, cuando ocurre un desastre, el discurso tradicional es el huracán los mató, la sequía acabó con las cosechas, es decir, el discurso tiende a echarle la culpa a la naturaleza, sin reconocer que nosotros hemos construido un modelo de desarrollo que nos hace muy vulnerables”, dijo.

México desprotegido ante los efectos del cambio climático

En un país en el que ocurre un sismo mayor a 7 grados cada año y medio, y en el que 40% del territorio está expuesto a un riesgo catastrófico, sobre todo por sus más de 15.000 kilómetros de costas, solo siete de cada 100 hogares mexicanos cuenta con un seguro contra daños.

A esto hay que añadirle el efecto potenciador del cambio climático, que expone a las personas a desastres naturales cada vez más frecuentes y más destructivos. Conforme el calentamiento global aumenta también lo hace la regularidad y severidad de daños de los fenómenos meteorológicos. Y la fragilidad de México y de su población es un hecho.

  • Sin embargo, ante el nivel creciente de riesgos, la población está desprotegida. Así lo han señalado agencias de riesgo crediticio y expertos en la industria aseguradora que advierten que en el país prevalece la baja penetración de los seguros, la falta de estrategias por parte del Gobierno para atender la mayor exposición a desastres naturales e, incluso, una disminución en los recursos destinados a su protección.

“El papel del Gobierno puede y debe ser más protagónico”, a través de fondeo, campañas de concientización y medidas de protección civil, señala Carlos Arenas, representante de LIMRA en México, una asociación que representa a más de 1.200 aseguradoras en 70 países. En el contexto global, México es uno de los países más vulnerables ante el cambio climático, según el Banco Mundial: 68,2% de la población mexicana y 71% del producto interno bruto (PIB) son proclives a sufrir los efectos adversos de este fenómeno.

Más concretamente, Arenas advierte que 40% del territorio nacional está expuesto a un evento catastrófico. Entre los más frecuentes y severos están los fenómenos hidrometeorológicos como lluvias, ciclones tropicales, huracanes e inundaciones. Pero también se esperan sequías más extremas. Desde 2020, varias regiones del país han pasado de una sequía severa a extrema o excepcional, según el Servicio Meteorológico Nacional de México y hasta 87,5% del territorio ha sufrido algún nivel de escasez de agua.

  • Por otro lado, se estima que entre 2015 y 2039 las precipitaciones en el país se reducirán hasta 20% y la temperatura anual aumentará entre 1,5 grados centígrados 2 grados en el norte del país, refiere Eugenia Martínez, líder de Seguros de la calificadora de riesgos Fitch Ratings.
  • El aumento en estos eventos ha elevado las pérdidas económicas alrededor del mundo. La experta refiere un reporte del Instituto Swiss Re que menciona un aumento de 58.000 millones a 185.000 millones de dólares entre 1980 y 2020.
  • De hecho, para la industria aseguradora en México, nueve de los 10 siniestros más catastróficos pagados tienen que ver con el cambio climático, entre ellos los huracanes Wilma, Odile y Gilberto, los sismos de 2017, las lluvias torrenciales en Tabasco y las heladas en Sinaloa.

“Quiere decir que efectivamente hay una recomposición de la frecuencia y severidad de los eventos naturales catastróficos”, dice Martínez.

Sin aumento en los recursos de prevención

Pero, ante este panorama, los recursos que la actual administración federal destina a paliar los efectos de los eventos meteorólogicos no van en aumento.

  • En julio de 2021, la Secretaría de Hacienda anunció la desaparición del Fondo de Desastres Naturales (Fonden) junto con otros fideicomisos, con el argumento de malos manejos de los recursos de parte de funcionarios. El objetivo al crearlo hace 25 años fue ayudar a las poblaciones afectadas por fenómenos naturales.
  • En una conferencia matutina en septiembre del año pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador explicó que las ayudas del Gobierno para los damnificados por los desastres llegarían de manera directa, a través de censos. “Estamos atendiendo mejor que nunca a los damnificados”, dijo.
  • La reducción de recursos no se hizo esperar. En 2021, el gasto para atender desastres naturales cerró en 14.500 millones de pesos (unos 724 millones de dólares), la mitad del promedio anual gastado en el sexenio de Enrique Peña Nieto, según información del centro de análisis México Evalúa.

Al final, lo que no alcance a cubrir el Estado sale del bolsillo de las personas, los dueños de las casas y de los comercios y empresas. Y, en las catástrofes naturales, los más pobres son los que están más expuestos a mayores pérdidas, dice Arenas.

  • Los terremotos de 2017 causaron pérdidas por 61.000 millones de pesos (más de 3.000 millones de dólares), pero solamente la mitad fueron cubiertos por algún seguro, según la Asociación Mexicana de Instituciones de Seguros (AMIS). En este país, la cultura de la prevención de riesgos a través de los seguros no ha logrado afianzarse.
  • La penetración de los seguros en México calculada a partir de la suma del total de primas —el costo de los mismos— es de 2,4% del PIB, menor que otros países latinoamericanos con ingresos per cápita similares, como Chile y Colombia, según mediciones de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE).

Una muestra de ello son los seguros para auto: pese a que es obligatorio tener uno que cubra los daños a terceros, solo 32% del parque vehicular en México tiene uno. Apenas el 18,5% de la población tiene seguro de vida y 9,7% uno de gastos médicos mayores, según la AMIS.

  • En el caso de seguros para casa habitación, que protegen el patrimonio de las personas ante accidentes y desastres naturales, aunque a los mexicanos les lleva 20 años ahorrar para comprar una vivienda, solo siete de cada 100 casas están aseguradas, sin contar las hipotecas que por su diseño tienen atado un seguro.
  • El costo de estos productos es la segunda razón para no adquirir uno, según la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera 2018. Sin embargo, según Carlos Arenas, en los seguros para casas, con el pago de 8.000 pesos al año (algo menos de 400 dólares) se puede asegurar un inmueble de 3 millones de pesos (unos 150.000 dólares).

Aunque el precio es uno de los factores que aleja a los mexicanos de los seguros, los eventos catastróficos por el cambio climático pueden llevar a su aumento. “La severidad de estos fenómenos significa que el seguro puede volverse más caro y mucho más difícil de adquirir para las poblaciones que están menos protegidas por éstos”, dice Yelhis Hernández, directora general de Lloyds México, que provee servicios de reaseguro.

  • Paradójicamente, el encarecimiento de los seguros se compensaría si más personas se aseguraran pues el costo de los siniestros se repartiría entre una mayor base de asegurados. El reto para las compañías de seguros está en el diseño de productos enfocados a la población de menores ingresos y a jóvenes.

“Desde la calificadora necesitamos ver que las compañías generen un mayor apetito en abrirse a estos tipos de riesgos. Quizás esto es la oportunidad de pronto de generar un producto agrícola o un producto [enfocado en] terremotos en Ciudad de México”, dice Eugenia Martínez de Fitch.

Pero antes que nuevos productos, los entrevistados coinciden en la importancia de generar una mayor conciencia en la importancia de la previsión. “Hay que educar a las poblaciones vulnerables. En parte la baja penetración tiene que ver con la ausencia de conocimiento de los beneficios de los seguros”, dice Yelhis Hernández./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro:

sigma-1-2023_

 

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario