México se encuentra frente a escenarios “alarmantes ante los efectos del cambio climático, porque se prevén incrementos en la temperatura del país que pueden superar los tres grados centígrados en algunas regiones”, cuando en los Acuerdos de París se propuso que en este siglo no se alcanzaran los dos grados centígrados, por lo que deben implementarse estrategias a nivel local, advirtió la doctora Fabiola Sosa Rodríguez, jefa del Área de Crecimiento y Medio Ambiente de la Universidad Autónoma Metropolita (UAM).
- La investigadora dijo que en el mediano y largo plazos los aumentos fluctuarán de los 0.5 hasta más de cuatro grados centígrados, “y preocupan, sobre todo, en lugares que presentarían elevaciones superiores a tres grados”, por las consecuencias que esto traería.
- La especialista explicó que para entender lo que se espera en el futuro básicamente se analizan dos aspectos; el primero es la variabilidad climática, que implica reconocer las tendencias que se registran en el clima en periodos de 30 años. A partir de este análisis se identifican directrices acerca de cómo se comportan precipitación y temperatura.
Adicionalmente se utilizan escenarios (aprobados por el panel intergubernamental sobre cambio climático) que se conocen como Trayectorias de Concentración Representativas (RCP, por sus siglas en inglés) que engloban cuatro diferentes contextos.
Uno, en el que se espera que la concentración de gases de efecto invernadero (GEI) decrezca y, por tanto, las estrategias de mitigación hayan sido efectivas (RCP 2.6); otro, que indica una trayectoria estable en la que hay un decrecimiento moderado de concentración de GEI de (RCP de 4.5) y después otros dos que son RCP de 6.0 y 8.5 que ya refieren una trayectoria de concentración crecientes y, por ende, los mayores aumentos de temperatura.
- En el caso de México, lo que reporta esta variabilidad climática es que “podemos esperar inviernos, primaveras, otoños y veranos más calurosos, es decir, se ha corroborado de manera estadística que la temperatura promedio en el país se está acrecentando”.
Por otro lado, existe evidencia de que si bien la precipitación acumulada en algunas zonas del país no está variando, sí se concentra en menos meses del año –en lugar de cuatro en dos– lo que genera lluvias torrenciales que implican inundaciones que rebasan la capacidad de desalojo del agua pluvial, así como la ineficiencia de los sistemas para la captación del recurso y, por ende, su no aprovechamiento, entre otros.
En otras regiones las tendencias indican que hay reducciones importantes en la lluvia e incrementos en la temperatura, lo que resulta en fenómenos cada vez más recurrentes que son las sequías.
- La variabilidad del clima representa una situación de emergencia para el país en términos del abasto de agua, pues “a mayores temperaturas, menor cantidad de lluvia en algunas regiones y, en otras, precipitaciones muy intensas en periodos cortos, que impiden recolectarla y aprovecharla”.
Hoy es posible identificar que en esa problemática se encuentran Nuevo León, Chihuahua y Sinaloa, entre otros, en el norte del país, pero “la zona centro no se queda atrás porque el Estado de México, San Luis Potosí, Querétaro y Tlaxcala también van a enfrentar incrementos importantes en la temperatura”.
La investigadora consideró necesario que las estrategias dirigidas a combatir el cambio climático vayan de la mano de alternativas de acceso al agua, sobre todo en lugares donde pueda aprovecharse la captación, el tratamiento y el reúso del líquido pluvial.
Otro punto importante es la recuperación de espacios verdes, pues si bien se tienen planes de reordenamiento territorial, éstos no se cumplen y aquellas zonas estratégicas porque son fuente del líquido vital –bosques, selvas y manglares– se desperdician con acelerados procesos de deforestación, siendo México el quinto país con la mayor tasa en ese rubro a nivel mundial.
Al perder todos estos espacios que proveen servicios eco-sistémicos del bien hídrico, se disipan muchas posibilidades para incidir en la disponibilidad en las diferentes regiones del país.
Resulta oportuno diseñar estrategias para recuperar estos ecosistemas, hacer valer los ordenamientos territoriales y restablecer los cuerpos de agua que están contaminados, pues hay que recordar que 70 por ciento de las superficiales se encuentran en esa condición.
Si bien el líquido vital es una prioridad y el cambio climático es un fenómeno que amenaza la seguridad mundial, en realidad esto no se ve traducido con una asignación clara de recursos, atención en los órdenes de gobiernos locales, estatales y federal, a pesar de que “existen las capacidades en las universidades y en las organizaciones de la sociedad civil para impulsar distintos tipos de estrategias y propuestas de solución”, cuando “nos está ganado el tiempo”.
México va retrasado respecto del cumplimiento de los Acuerdos de París, por lo que el medio ambiente debe dejar de ser “un sector olvidado” y estar en la prioridad urgente en la agenda de los gobiernos, no sólo en el discurso, sino con recursos, programas e iniciativas para evitar las futuras crisis en torno al clima, al agua y a la pérdida de biodiversidad que se avecinan.
Advierten rezago en metas contra cambio climático
El centro de investigación internacional Climate Action Tracker afirmó en un estudio que las acciones de México contra el cambio climático son “críticamente insuficientes” y van empeorando.
- En un reporte país, el organismo internacional afirmó que las emisiones de gases de efecto invernadero de México continúan aumentando, a pesar de la breve caída causada por la pandemia de covid-19, y se prevé que sigan aumentando hasta 2030.
La calificación “críticamente insuficiente” indica que las políticas y los compromisos climáticos de México no son consistentes con ninguna interpretación de una contribución equitativa y conducen a un aumento, en lugar de una disminución, de las emisiones. Si todos los países siguieran el enfoque de México, el calentamiento superaría los 4 °C.
- La calificación general de México ha empeorado desde la última actualización, ya que, según Climate Action Tracker, los compromisos climáticos actualizados muestran límites de emisión significativamente más altos en 2030, que no están en línea con ninguna interpretación de un enfoque justo para cumplir con el límite de 1.5 °C del Acuerdo de París.
Según el centro, las reformas a la Ley General de Cambio Climático en 2020 eliminaron el Fondo de Cambio Climático y en 2021 el gobierno anunció la disolución del Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático. El desmantelamiento de la gobernanza del cambio climático envía un mensaje claro a los mexicanos y a la comunidad internacional de que éste y el medio ambiente simplemente no son una prioridad en México.
El gobierno federal también continúa subsidiando el uso de combustibles fósiles en el sector del transporte como respuesta a la crisis energética mundial y las tasas de inflación derivadas de la invasión de Rusia a Ucrania.
Por ejemplo, como parte del presupuesto federal para 2021 y nuevamente en 2022, más del 70% del presupuesto bajo “efectos de adaptación y mitigación del cambio climático” se ha asignado a la infraestructura de transporte de gas fósil.
“Las políticas climáticas de México han retrocedido, porque continúa eligiendo políticas que priorizan el uso de combustibles fósiles bajo el discurso de la soberanía energética y la austeridad”, según Climate Action Tracker.
De acuerdo con el organismo, el nuevo plan climático del país presentado en noviembre de 2022 en la COP27 en Sharm El-Sheikh, Egipto, es menos ambicioso que el de gobiernos anteriores.
El canciller Marcelo Ebrard dio a conocer en Egipto la reducción de 35% en emisiones de gases de efecto invernadero de México.
- Según María José de Villafranca Casas, analista de Climate Action Tracker, el plan anunciado por el gobierno federal a primera vista parece más ambicioso, pero a diferencia de la anterior administración, éste tiene una base de reducción más alta, lo cual hace más fácil cumplir la meta, que si hubiera presentado un plan más ambicioso.
“El de 2016 tiene como objetivo una reducción del 22% en las emisiones de gases de efecto invernadero para 2030. El nuevo apunta a recortes del 30-35 por ciento. Ambas reducciones se comparan con una estimación de lo que serían las emisiones si no se tomaran medidas, lo que se denomina línea de base habitual. Pero las bases son diferentes. El de 2016 tiene como objetivo los recortes de emisiones desde una línea de base más baja. Esto hace que sea más difícil reducir las emisiones en comparación con él”.
Por lo tanto, anticipó que este plan sea impugnado ante los tribunales y se eche abajo como el de 2020, al violar la progresión en la reducción de las metas.
México necesita destinar 126,000 mdd para hacer frente al cambio climático
Los recursos anuales que se han destinado a atender la mitigación del cambio climático, en promedio han sido 60,000 millones de pesos; sin embargo, “no existen mecanismos para verificar que efectivamente se están utilizando para combatir el cambio climático”; pues aún cuando se utilizara la totalidad de los recursos, “seguirán faltando para alcanzar la meta de mitigación prevista para 2030, para Gases de Efecto Invernadero (GEI) en 22 por ciento”.
- De acuerdo con la investigación de Tonatiuh Vázquez, coordinador de Energía y Finanzas Públicas del CIEP, y Adrián García, coordinador del área de Ingresos e Impuestos del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP), proponen analizar que, ante la falta de recursos para atender la emergencia climática, haya un impuesto a las emisiones GEI.
“Este tipo de medidas fiscales tiene dos fines. Por un lado, al poner un impuesto a las emisiones, se incentiva a utilizar fuentes de energía más limpias, reduciendo las emisiones; y por otro, genera recursos para financiar las medidas de mitigación y adaptación necesarias”, comentan García y Vázquez.
- Información reciente presentada en el parlamento abierto destaca que México necesita destinar 126,000 millones de dólares para hacer frente al cambio climático, a través de 30 medidas en ocho sectores de la economía, y con ello cumplir la meta de reducción en 22% de emisiones de GEI para el 2030, como parte del Acuerdo de París.
- El cambio climático es un enorme reto que pone en riesgo la economía, los ecosistemas y el modo de vida de las regiones de México y el mundo, “es necesario reducir de manera crítica las emisiones de CO2 para evitar que ocurran eventos catastróficos irreversibles”.
México ocupa el lugar número 10 de países con mayores pérdidas económicas por el cambio climático en el periodo 1999-2018., detalla la publicación “Un pacto verde para México” de la Fundación Friedrich Ebert.
Además hay estimaciones que revelan que el cambio climático podría tener un costo de 6.0% del PIB para 2050; lo que hace necesario que se destinen más recursos para su mitigación.
Para el 2023, el Instituto Nacional de Ecología y Cambio Climático (INECC) enfocará sus acciones en la generación e integración de información y conocimiento científico, por lo que proyecta realizar 12 investigaciones, indica el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación.
- Las investigaciones que prevé el INECC realizar estarán vinculadas a temas prioritarios para la adaptación al cambio climático, mitigación de emisiones de gases y compuestos de efecto invernadero, contaminación y salud ambiental, sustancias químicas y residuos.
En el documento que analizan los diputados, previo a la aprobación presupuestaria, también se incluye el compromiso por realizar la emisión de 100 opiniones técnicas a instituciones del Sistema Nacional de Cambio Climático (SINACC) y/o actores de los tres órdenes de gobierno; así como el fortalecimiento de 46 procesos estratégicos nacionales e internacionales para el diseño, implementación, seguimiento y evaluación de instrumentos de planeación y de política, legislativos, normativos y de investigación.
De acuerdo con el PEF se tienen proyectados un presupuesto de 169 millones 960,631 pesos para Investigación en Cambio Climático, Sustentabilidad y Crecimiento Verde./Agencias-PUNTOporPUNTO