De acuerdo con un reportaje realizado por el medio EMEEQUIS un trabajador del IMSS advierte las malas condiciones y la obsolescencia de los refrigeradores, congeladores y cámaras refrigerantes, retrasan la atención del paciente y ponen en riesgo a la población que recibe medicamentos que perdieron la cadena de refrigeración y, por lo tanto, su efectividad.
“Hay un horario en el que se administran medicamentos, por ejemplo a las 10 de la noche, y ya cuando vamos el medicamento ya no sirve, tenemos que esperar a que nos lo repongan y volverlo a administrar, más o menos pasa como una hora”, cuenta una enfermera del Centro Médico Nacional del IMSS La Raza sobre los medicamentos biotecnológicos y otros productos biológicos que se desperdician por las fallas en la red de frío.
“Un mal manejo de la red fría en los medicamentos afecta demasiado en su utilidad, porque si no se encuentra a la temperatura adecuada, hay algunos medicamentos, por ejemplo las vacunas, que si no están a la temperatura que deben estar, pierden su efectividad. También hay algunos antibióticos como la cefotaxima y la dicloxacilina que se asientan, y al momento de quererlos administrar, ya no son aptos para poderlos poner; (y) los paquetes globulares de sangre, cuando se llega a transfundir, no sirve de nada si no está en los medios adecuados en los que se tienen que conservar”, explica la trabajadora del IMSS.
El personal médico y de enfermería hace sus peticiones y presenta sus recomendaciones para mejorar la red de frío y evitar que las vacunas, los biológicos y los medicamentos se desperdicien, sin embargo, las autoridades del IMSS ignoran las solicitudes, denuncia:
“Lo único que podemos hacer es reportarlo a nuestros jefes inmediatos, pero en su caso sólo nos repone lo que vayamos a aplicar, y lo que ya no vayamos a aplicar se desecha. Cada semana se hace la revisión del refrigerador, pero como le comento, los termómetros que hay igual no sirven y están como que muy obsoletos para lo que se necesita, porque casi ni se pueden leer”.
- Un reporte interno del IMSS en poder de EMEEQUIS revela que los equipos que intervienen en la cadena de red en frío presentan alto grado de deterioro, obsolescencia y bajos niveles de productividad, lo que pone en riesgo las características de seguridad, eficacia y calidad de los biológicos que se administran en el sistema de salud.
El documento, en el que se basan las proyecciones del Programa Nacional de Adquisición de Refrigeradores y Congeladores para Vacuna Etapa II, justifica así la programación de compra de unidades nuevas de refrigeración farmacológica : “La cadena de red en frío permite la administración de productos libres de riesgos, alguna falla en el sistema de las operaciones básicas o eslabones compromete seriamente la calidad de los productos que requieren este sistema para su conservación. En este sentido, los equipos de refrigeración como los refrigeradores, congeladores y cámaras refrigerantes que intervienen en la cadena de red en frío poseen alta importancia para la conservación de productos que requieren condiciones específicas de temperatura controlada mediante la red en frío al interior de los servicios hospitalarios, a fin de garantizar su termoestabilidad, farmacocinética y farmacodinamia”.
Y es que el informe admite en sus diferentes apartados la obsolescencia de este segmento de la cadena de frío del IMSS, destinado nada menos que a la preservación de vacunas.
- De acuerdo con las normas oficiales mexicanas (Parámetros de Estimación de Vida Útil, Diario Oficial de la Federación (DOF: 15/08/2012; Norma para el Manejo de Medicamentos y demás Insumos para la Salud de la Red de Frío del Instituto Mexicano del Seguro Social, clave 1000-B1-028, actualizado el 22 de abril de 2021 y vigente), los congeladores y refrigeradores de grado médico tienen una vida útil de los equipos de aproximadamente 10 años, periodo durante el cual funcionan correctamente y necesitan un mantenimiento preventivo anual aproximadamente del 10% de su valor de adquisición. En el IMSS hay equipo de la red de frío que fueron adquiridos en 2002, hace más de 20 años. Y de hecho, hay 9 equipos adquiridos entre 1990 y 1999.
En caso de que el equipo tenga una antigüedad mayor a 10 años, el equipo necesita mantenimiento correctivo y provoca interrupciones en los servicios, reconoce el IMSS.
“En relación con el motivo de disfuncionalidad… algunos refrigeradores se encuentran en reparación y/o fuera de servicio por falta de mantenimiento del proveedor, sin refacción y correspondiente al criterio de otros, dentro de los cuales se encuentran falta de espacios apropiados, obsolescencia etc”, señala la dependencia.
También admite la carencia de consumibles necesarios para los refrigeradores y para la funcionalidad precisa de la red en frío, entre los que menciona sensores, termograficadores o graficadores mecánicos de temperatura, plumillas para graficadores, papel graficador, graficador circular mecánico y sensores de temperatura.
- En cuanto a los equipos destinados al Programa de Vacunación Universal, debido a la antigüedad de los mismos, “algunos de los insumos requeridos para el mantenimiento preventivo y/o correctivo ya no se encuentran en el mercado”, (…) en otros casos “no funciona el display del termómetro digital, la alarma es visual pero no auditiva, la puerta no cierra herméticamente, o no registra la temperatura en el papel termograficador (…)”.
En muchos de los equipos “ha sido necesario colocar alarmas audibles externas, colocación de termómetros que registran la temperatura interior y exterior”, admite el reporte.
En el documento se hace referencia a refrigeradores domésticos dentro de la red de frío del IMSS, lo que representaría un riesgo para las vacunas y biológicos por no tener la capacidad de un refrigerador de grado médico.
“Se identificó la necesidad de realizar un escalamiento tecnológico de refrigeradores y congeladores domésticos a equipos de grado médico, de los cuales se clasifican en servicios hospitalarios, farmacia, medicina preventiva, laboratorio, almacén de la unidad y en banco de leches. Esto, debido a que los refrigeradores domésticos ponen en riesgo la integridad de los biológicos, por no alcanzar y mantener las temperaturas adecuadas”, admite el IMSS.
En el caso de los congeladores se reportaron equipos fuera de servicio diferentes unidades médicas de los diferentes Órganos de Operación Administrativa Desconcentrada (OOAD).
“Estos congeladores deben su mal funcionamiento mayormente a su grado de obsolescencia, falta de espacio para operar, incompatibilidad con los insumos etc. Se ha informado de la falta de proveedores para el mantenimiento y de refacciones inexistentes por descontinuación y antigüedad de los equipos, también existen equipos que se encuentran en reparación”, precisa.
Sistema de vacunación
De los 492 refrigeradores y congeladores que el IMSS tiene destinados al almacenamiento de dosis del Programa de Vacunación Universal en los 32 estados, 200 equipos tienen entre 11 y 15 años y están marcados como obsoletos, su mantenimiento es costoso y su servicio deficiente. Y peor aún, 255 del total tienen más de 15 años, marcados también como obsoletos, con mantenimiento intenso y servicio inaceptable, son 455 aparatos que dejaron de servir. Es decir, menos del 10% (37) de la cadena de frío destinada por el IMSS a la preservación de vacunas funciona aceptablemente.
El IMSS está en búsqueda de recursos ante la Secretaría de Hacienda, alrededor de 51.9 millones de pesos, para la adquisición de 557 refrigeradores y congeladores en busca del fortalecimiento de la red fría en el Instituto.
“Se beneficia a 26,580,434 derechohabientes a partir del año 2024, año de entrada en operación del programa de inversión. Mantener las vacunas en temperaturas óptimas para el aseguramiento de su integridad y ser aplicadas a los derechohabientes de la mejor forma posible, garantizando la eficiencia del biológico aplicado”, expone el IMSS.
- Si el IMSS logra conseguir los recursos a través de la Secretaría de Hacienda, los cacharros mencionados serán sustituidos con 537 nuevos equipos (también se valora la opción de arrendarlos, que resulta más onerosa). De comprarse, comenzaría la sustitución de los equipos hasta el 2024, es decir, que durante todo el 2023 se tendrá que dar mantenimiento a los equipos viejos y obsoletos.
No deja ser cuestionable el hecho de que este procedimiento tenga esas fechas programadas, pues desde 2019 se excluyó de la ecuación de preservación de biotecnológicos a la estructura privada a la que se compraba el servicio integral de distribución, y que surtía conforme la demanda.
Es decir, durante cinco ejercicios (2019, 2020, 2021 y 2022), las dosis de vacunas almacenadas en esos refrigeradores habrían tenido una calidad, eficacia y seguridad dudosa.
En el IMSS, equipo obsoleto pone en riesgo a pacientes
El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) está al borde del colapso en materia de equipo e instrumental médico, problema que arrastra de administraciones pasadas.
- Todas sus unidades, hospitales y clínicas de primer, segundo y tercer nivel operan con equipos e instrumental médico viejo, que cumplieron su vida útil, lo que pone en riesgo la atención y la salud de 52.7 millones de derechohabientes.
De acuerdo con un diagnóstico del instituto, fechado en noviembre de 2019, “si se recorre el territorio nacional, los problemas asociados al equipo médico son comunes en unidades médicas e instituciones de atención a la salud, si bien varían en escala de severidad, pero con problemas como: baja calidad en la prestación de los servicios de salud, ocasionada por falta de disponibilidad de equipos médicos involucrados en el diagnóstico y tratamiento del paciente, a causa de no contar con insumos, funcionar inapropiadamente o estar fuera de operación por descompostura o sobreuso”.
En relación con la infraestructura mobiliaria, el IMSS identificó la existencia de equipo médico e instrumental quirúrgico estropeados y en algunos casos antiguos, pues han rebasado su vida útil, lo que trunca diagnósticos y tratamientos, así como complicaciones en la enfermedad, ocasionando deterioro de la salud del paciente, y al instituto la imposibilidad de ofrecer un mejor tratamiento.
- El IMSS calcula que el promedio de antigüedad de equipos por nivel de atención es, en el primero, 35 años, y del segundo y tercero, 36 años.
Sostiene que “cuando un equipo médico no está disponible para un diagnóstico, tratamiento, procedimiento, ya sea a consecuencia de falta de insumos, refacciones o de mantenimiento, se compromete la prestación de servicios a la población, produciéndose retrasos en citas y cirugías, entre otros”.
Las autoridades del IMSS plantean realizar una derrama económica entre empresas especializadas en instrumentos y equipo médico por casi 5 mil 786.5 millones en 2020 para resolver esta problemática.
Al cierre de 2019, calcula que el déficit de inversiones en equipo e instrumentos médicos es de 201 mil artículos, con valor aproximado de 18 mil 611 millones de pesos, recursos que no son posibles “tener en este momento, y quizá tampoco son posibles ejercer en un solo periodo fiscal”, por lo que es necesario seleccionar bienes que se puede adquirir en el corto plazo.
- Las unidades de primer nivel demandan de inmediato 13 mil 766 de estos artículos; el segundo, 18 mil 280, y el tercero, 11 mil 13.
- El instituto operó en 2019 con mil 516 unidades de primer nivel, de las cuales mil 30 son Unidades de Medicina Familiar (UMF) y 381 Unidades Auxiliares de Medicina Familiar.
En el segundo nivel, el inventario arroja 248 unidades, de las cuales 111 son hospitales de medicina familiar, cuatro hospitales con Unidades Médicas de Atención Ambulatoria (UMAA), 124 hospitales, nueve UMAA y dos Unidades de apoyo a la atención médica.
En tercer nivel se reportan 36 unidades, de las cuales 25 son Unidades Médicas de Alta Especialidad, 11 complementarias, y dos de apoyo a la atención.
El IMSS reconoció que la falta de suministro de equipo médico o reemplazo por el mal estado, repercute en la salud de derechohabientes y en sus finanzas./Agencias-PUNTOporPUNTO