El Foro Económico Mundial (WEF, por sus siglas en inglés) presentó su Informe sobre Riesgos Globales 2023 en el que destacó que en el mediano plazo las principales amenazas para el planeta son una crisis por el alto costo de vida, derivada de la inflación, y los desastres naturales y eventos de climas extremos.
- El reporte presentado en enero señala a estos dos eventos como los mayores riesgos para el planeta en los próximos dos años, junto con otros como las confrontaciones geoeconómicas, el fracaso en el combate al cambio climático y la erosión de la cohesión social.
El reporte anual, elaborado en conjunto con Marsh McLennan y Zurich Insurance Group, indica que la interconexión de los riesgos y crisis mundiales está dando lugar a la amenaza de múltiples crisis en los próximos años.
«El panorama del riesgo a corto plazo está dominado por la energía, los alimentos, la deuda y las catástrofes. Los que ya son los más vulnerables están sufriendo, y ante las múltiples crisis, los que se califican como vulnerables están aumentando rápidamente, tanto en los países ricos como en los pobres», afirmó Saadia Zahidi, Directora General del WEF.
- Para los próximos 10 años, el reporte destaca que los cuatro principales riesgos son ambientales, tienen que ver con el fracaso en el combate al cambio climático, los desastres naturales y la perdida de biodiversidad.
- El reporte ve los riesgos más graves en la próxima década son todos medioambientales, mientras que la crisis del coste de la vida desaparece por completo de los 10 primeros puestos y la confrontación geoeconómica desciende hasta la novena posición.
Zahidi agregó que el clima y el desarrollo humano deben estar en el centro de las preocupaciones de los líderes mundiales, incluso mientras luchan contra las crisis actuales. «La cooperación es la única forma de avanzar», concluyó la directora del WEF.
Cambio Climático pone a los bonos de Catástrofes en el punto de mira
El sector asegurador tiene una herida que cada vez sangra más. Las pérdidas que sufrió la industria debido a los desastres naturales superaron los 120.000 millones de dólares (unos 110.000 millones de euros al tipo de cambio actual) en 2022, según datos recopilados por la firma alemana Munich Re.
- El huracán Ian, que devastó Florida (EE UU) el pasado mes de septiembre, es responsable de la mitad del agujero. El segundo suceso más costoso fueron las inundaciones en Australia de febrero pasado, que causaron pérdidas de más de 4.000 millones. Y parece evidente que 2023 no esquivará por desgracia eventos climáticos adversos. Sin ir más lejos, California, una zona que sufre tradicionalmente severas sequías, ha estrenado el año con lluvias torrenciales que han causado cerca de 20 muertos.
Se trata de un salto cualitativo con respecto a la situación de principios del siglo XXI, cuando los daños ocasionados por la naturaleza apenas llegaban a 50.000 millones al año. “Es innegable que el cambio climático está disparando las pérdidas”, reconoce Ernst Rauch, científico de Munich Re, en una reciente entrevista publicada por Bloomberg. “Pérdidas aseguradas de más de 100.000 millones anuales es la nueva normalidad”, concluye.
En este contexto, el mercado de seguros contra catástrofes está sujeto a una fuerte presión, ya que a la mayor frecuencia de sucesos atmosféricos adversos hay que añadir el incremento de la inflación (que encarece el precio de la reconstrucción tras un desastre) y la disminución del capital tradicional de reaseguro a causa de la pérdida de rentabilidad de las inversiones. Tanja Wrosch, gestora de fondos de Credit Suisse, cree que la conjunción de estos factores provoca un aumento de las primas de reaseguro y con ello dotan de más atractivo a los bonos de catástrofes como una alternativa de inversión.
- En un documento de mercado distribuido por el banco suizo, Wrosch explica que hay un fuerte desequilibrio entre la oferta y la demanda de capacidad de reaseguro. En concreto, el capital de reaseguro se redujo en más de un 30% en los nueve primeros meses de 2022, según cifras de Swiss Re.
Las compañías de reaseguros son entidades que, a través de un contrato, aceptan la cobertura de uno o varios riesgos asumidos por otra aseguradora. “Los bonos de catástrofes suponen una opción alternativa para introducir los riesgos climáticos en los mercados de capital. En nuestra opinión, son los que más saldrán ganando con la dinámica actual. Consecuencia de ello, las primas han alcanzado niveles récord”, argumenta la gestora de Credit Suisse.
- Dada la disminución prevista de la capacidad tradicional de reaseguro y el aumento de las primas de las coberturas de catástrofes naturales, Wrosch considera que la transferencia alternativa de riesgos a los inversores mediante bonos de catástrofes va a adquirir cada vez mayor importancia y por eso cabe esperar una buena cosecha de emisiones de bonos.
“No obstante”, aclara esta experta, “solo podrán colocarse según las condiciones que impongan los inversores”. Y pronostica que la necesidad de cubrir las pérdidas de huracanes como Ian, así como la búsqueda de una rentabilidad sostenible a largo plazo para los que tengan exposición a este tipo de deuda —teniendo en cuenta temas como la inflación y el cambio climático—, dominarán el debate sobre los precios.
“El sector asegurador se encuentra en su conjunto ante un gran cambio que podría ofrecer oportunidades interesantes”, añade. El volumen de bonos de catástrofes tiene un tamaño actualmente de 35.000 millones de dólares, según datos recopilados por Bloomberg.
- Evolución de los precios: El mercado ya empieza a recoger esa mayor presión. Las dos últimas emisiones de bonos ligadas a catástrofes, realizadas en el último trimestre de 2022, pagaron un cupón del 8,9%, frente al 5,2% de rentabilidad media ofrecida a principios del pasado año.
“El futuro desarrollo de las primas dependerá de muchos factores, como, por ejemplo, la evolución de las pérdidas causadas por el huracán Ian, el volumen de nuevas emisiones en este segmento de mercado y la disciplina de los inversores”, asegura Wrosch.
EU registró 18 desastres naturales extremos en 2022
Los desastres naturales costosos se acumularon el año pasado en Estados Unidos, castigando al país con 18 eventos de clima extremo que superaron los mil millones de dólares en daños cada uno, para un total de más de 165 mil millones, calcularon el martes científicos climáticos del gobierno federal.
- Aunque 2022 no estuvo cerca de alcanzar las temperaturas más altas registradas en Estados Unidos, sí fue el tercer año tanto en número de eventos extremos que rebasaron los mil millones de dólares en daños como en costo total por catástrofes naturales, informó la Oficina Nacional de Administración Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés) en un reporte dado a conocer en la conferencia de la Sociedad Meteorológica Estadounidense.
La cantidad, el costo y el número de víctimas de estos eventos de clima extremo representan una estimación clave, ajustada a la inflación, que utiliza la NOAA para ver el deterioro del cambio climático provocado por el ser humano. Estos desastres extremos causaron al menos 474 decesos en 2022.
- “La gente está viendo los impactos de un cambio en el sistema climático donde viven, trabajan y juegan de forma habitual”, dijo el administrador de la NOAA, Rick Spinrad, en conferencia. “Con un clima cambiante, prepárense. Se prevén más eventos extremos”. El huracán “Ian”, la sequía más costosa en una década y una tormenta invernal prenavideña llevaron los daños en el año a su cifra más elevada desde 2017.
- Los únicos dos años con costos más altos fueron 2017 — cuando tocaron tierra los huracanes “Harvey”, “Irma” y “María” — y el desastroso 2005, en el que varios huracanes, encabezados por “Katrina”, vapulearon el sureste del país, indicaron los meteorólogos federales. Los únicos dos años con mayor cantidad de desastres con daños por encima de los mil millones de dólares fueron 2020 y 2021.
“Ian” fue el tercer huracán que más daños, en términos económicos, ha causado en Estados Unidos del que se tenga registro: 112 mil 900 millones de dólares. Fue acompañado por una sequía en el oeste y la región centro-norte del país, que suspendió el tránsito de embarcaciones en el río Mississippi y causó afectaciones por 22 mil 200 millones de dólares, dijeron las autoridades.
- El total de 165 mil millones de dólares en 2022 no incluye el total de la tormenta de hace tres semanas, por lo que la cifra podría rebasar los 170 mil millones, añadieron los funcionarios.
Más del 40% del territorio continental de Estados Unidos estuvo bajo condiciones oficiales de sequía durante 119 semanas consecutiva, un récord en los 22 años de monitoreo federal de sequías, rebasando fácilmente la marca previa de 68 semanas en fila, dijo Spinrad. El país alcanzó su punto más alto con un 63% de la nación en condiciones de sequía en 2022. Spinrdad dijo que presume que las tormentas que actualmente azotan California brinden cierto respiro, pero no mucho.
Cuantificar los costos para la salud por la Crisis Climática
El Banco Mundial tratará de contabilizar el costo económico de los efectos en la salud por la crisis climática, un proyecto que está siendo acogido “con muy buena receptividad” por parte de los ministerios de Salud y Finanzas de varios países, aseguró a EFE el director de Salud del organismo, Juan Pablo Uribe.
- “Debemos conocer mucho mejor, y entender mucho mejor, esa interacción entre cambio climático y salud”, aseguró Uribe durante una entrevista en la que defendió que este paso es fundamental para anticipar los recursos y las inversiones necesarias para hacer frente a la crisis climática.
- El proyecto se encuentra todavía en un punto de preparación: se están realizando estudios de caso en distintos países, reforzando al equipo de Salud dentro del Banco y llevando la idea a las conversaciones con los ministerios.
- “Encuentran que este es un tema prioritario, y sobrepuesto también con lo que hemos vivido durante la pandemia“, aseguró el exministro de Salud colombiano sobre sus conversaciones con funcionarios.
En este sentido, Uribe explicó que la crisis climática está relacionada con muchos de los frentes que acechan a los sistemas de salud en los países en desarrollo, en particular tras la crisis del Covid-19, como el riesgo de futuras pandemias, la capacidad de prestar servicios básicos o los problemas de salud mental.
El Banco Mundial es uno de los organismos financieros que más dinero dedica a la adaptación climática: el año pasado destinó más de 26,000 millones de dólares a financiar inversiones relacionadas con el cambio climático en países en desarrollo, una cifra que esperan superar este año./PUNTOporPUNTO
Documento Íntegro:
WEF_Global_Risks_Report_2023