Estudio IPADE: 18 de cada 100 JÓVENES en MÉXICO viven Sin Estudiar, Capacitarse Ni Trabajar

Centros de análisis, organizaciones empresariales del país y organismos internacionales advierten que, a causa de la pandemia de Covid-19, México tendrá un impacto en la productividad, empleabilidad y pobreza debido a la deserción escolar, el rezago educativo y la disminución en los aprendizajes.

Foto: Internet

Hasta 18 de cada 100 jóvenes mexicanos son personas que viven “sin estudiar, capacitarse o trabajar”, reveló un estudio del IPADE Business School, el Centro de Investigación de la Mujer en Alta Dirección (CIMAD) y la firma de servicios financieros GENTERA.

  • Se trata jóvenes que “están fuera del sector educativo” y que “no han logrado integrarse al sector productivo”; quienes antes eran conocidos Ninis y, ahora, fueron rebautizados bajo el término del inglés NEET (Not in Employment, Education or Training) o Neoninis.
  • El estudio, publicado bajo el título Trabajo Decente en México: Análisis con perspectiva de género, reveló que 18.1% de jóvenes, de 15 a 24 años de edad, se ubicaron dentro del nuevo término, al cierre de 2022.

Reportó que, aun cuando el gobierno mexicano de la 4T considera peyorativo hablar de los Ninis, la definición NEET “cuantifica la muta 8.6, de objetivo 8, establecido en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sustentable”, fijada por la ONU.

“Es relevante –medir el termino NEET– no sólo porque está directamente relacionado con la desigualdad laboral y el futuro económico de la persona, sino también porque la baja participación de la juventud afecta al producto total de una economía, al reducir la productividad laboral”, puntualizó el estudio.

Mujeres son más afectadas

Al analizar la tasa de los Neoninis por sexo, el estudio comprobó que el porcentaje de mujeres afectadas es tres veces mayor al de los hombres y se ubica hasta seis puntos porcentuales arriba del promedio nacional.

  • El documento precisó que hasta 26.3% de las mujeres jóvenes del país se mantienen “sin estudiar, capacitarse o trabajar”, mientras que del lado de los hombres, solo 9.7% cae dentro de la misma categoría.
  • De acuerdo al último censo de población en México, levantado por el Inegi, y las cifras del estudio del IPADE, casi dos millones de jóvenes mexicanos –más de 1 millón 918 mil, de 15 a 24 años– son parte de la categoría NEET.

Pero al contabilizarlos de acuerdo al sexo, al menos, 26 de cada 100 corresponden a mujeres que están fuera del sector educativo y no desarrollan ninguna actividad económica o productiva; contra 9 de cada 100 hombres en circunstancias iguales.

Pobreza y precarización laboral

Al analizar las condiciones de trabajo que enfrentan los mexicanos, el estudio del IPADE, CIMAD y GENTERA reportó que:

  • 42.2% de la población ocupada vive en pobreza laboral, con un salario que no alcanza para comprar una canasta básica de alimentos.
  • 44.4% de las mujeres están afectadas por la pobreza laboral, contra 44.1% de los hombres.
  • 40.6% de los trabajadores de país es golpeado por los bajos salarios.
    41.3% de los afectados por la precarización del salario son mujeres, mientras 40.2% son hombres.
  • 26.6% de los mexicanos ocupados cubren jornadas de trabajo excesivas y, por tanto, no decentes, superiores a 48 horas semanales.
  • 31.5% de los hombres labora más de 48 horas semanales; contra 19% de las mujeres.

Más del 32% de los jóvenes mexicanos han dejado de estudiar

El 32% de los jóvenes mexicanos de entre 15 y 29 años de edad han dejado de estudiar para encontrar trabajo, reveló un estudio de la Fundación SM realizado entre 2019 y 2020; situación que se agudizó con la pandemia de Covid-19.

  • Lo anterior pese a que la investigación –realizada en nueve países de Iberoamérica– arrojó que la formación educativa y “el futuro” son las principales preocupaciones de este sector poblacional.
  • En una entrevista, Cecilia Espinosa Bonilla, directora de la Fundación SM en México, manifestó que “desigualdades sociales y las desigualdades económicas siguen siendo un obstáculo que frena las expectativas que ellos (los jóvenes) tienen”.

Agregó que el confinamiento vivido en años pasados debido a la propagación del SARS-CoV-2 agudizó la situación debido al cierre de escuelas, pues “limitó a quienes estaban en un proceso de estudio, de superación y de desarrollo”.

  • Es el caso de Miriam, quien contó a este diario que la pandemia “sí nos afectó mucho”, pues su padre era el único sostén de su familia y sus ingresos se vieron afectados.
  • En 2020, ella había comenzado a cursar el primer semestre de preparatoria y, con el tiempo, los problemas económicos comenzaron, por lo que al ver que su hermana de 19 años podía comprarse cosas debido a que trabajaba, decidió hacer lo mismo.

“Para pagarme lo que mis papás no podían ofrecerme por falta de dinero”, contó, ingresó como secretaria de una oficina en una Quinta. “Yo quería pagar servicios médicos, como ir al dentista, a la dermatóloga, etcétera”.

Actualmente, Miriam sigue laborando y asegura que “dejar la escuela no es opción para mí”, por lo que espera pronto retomar sus clases. De acuerdo con el último censo del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en el país hay 31.2 millones de jóvenes entre 15 y 29 años de edad.

  • Otro caso es el de Italia, quien luego de terminar su educación media superior, intentó ingresar dos veces a una universidad pública, sin éxito. Como ella y su familia no podían permitirse pagar una escuela privada, la joven se metió a trabajar.
  • Aunque nunca perdió la esperanza de volver a la escuela, con la llegada del confinamiento por coronavirus los problemas de sustento en su casa se intensificaron y ella debía seguir laborando. “Me presionaban mucho en casa, más para trabajar”, dijo.

Sin embargo, dijo, sigue buscando la forma de estudiar, incluso en dos ocasiones trató de costear una universidad, “pero me he tenido que salir porque no me alcanza con mi sueldo”.

Ahora, espera que le aprueben una beca dentro de una universidad privada en la Ciudad de México; “es algo de lo que no me quiero rendir, aunque a veces si recaigo mucho”.

  • De acuerdo con la Ecovid-ED, 58.9% de la población inscrita en algún nivel educativo y que no concluyó el ciclo escolar 2019-2020, señaló que fue por un motivo relacionado a la Covid-19; 8.9% por falta de dinero o recursos; 6.7% porque tenía que trabajar y 25.5 % restante mencionó otros motivos distintos.

México con más desempleo y pobreza debido a deserción escolar

Centros de análisis, organizaciones empresariales del país y organismos internacionales advierten que, a causa de la pandemia de Covid-19, México tendrá un impacto en la productividad, empleabilidad y pobreza debido a la deserción escolar, el rezago educativo y la disminución en los aprendizajes.

Organismos como del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) y el Banco Mundial subrayan que el rezago educativo y formativo de capital humano traerá impactos en el desarrollo económico y social de México.

  • Cifras de la Secretaría de Educación Pública (SEP) reconocen al menos 270 mil deserciones de estudiantes de nivel básico, pero organismos privados como el IMCO estimaban el año pasado que más de 628 mil alumnos habían abandonado sus estudios por factores relacionados con la pandemia; en tanto, el Banco Mundial consideró que se trata de 2.5 millones de casos.

Expertos en materias educativa y económica, como José Antonio Esquivias, presidente de la Comisión Nacional de Educación de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex); Eduardo Backhoff, extitular del extinto Instituto Nacional para la Evaluación Educativa (INEE), y Benjamín González Roaro, exsubsecretario de Educación y actual presidente de la Academia Mexicana de Educación, sostienen que el abandono de las escuelas por motivos relacionados con la pandemia repercutirá en serios problemas para la competitividad nacional en el futuro.

  • Un análisis del IMCO, publicado al cierre del primer semestre de 2021, señala que un país con una población que tiene menos habilidades formativas debido al rezago educativo provocado por la pandemia enfrenta dos tipos de costos económicos: a niveles personal y nacional.

Detalla que, en el plano individual, los trabajadores tendrán menor acceso a empleos mejor pagados. De acuerdo con el Banco Mundial, esto hará que el estudiante promedio pierda 8% de su ingreso anual futuro, lo que equivale a un mes de salario al año por el resto de su vida productiva.

“A nivel país, la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) estima que en los próximos 80 años este fenómeno le podría costar a México un monto acumulado de hasta 136% del PIB de 2019. Esto implicaría que nuestro país dejaría de producir hasta 1.7% del PIB cada año o un monto similar al gasto total ejercido por la SEP en 2019”.

  • El IMCO destacó, con base en datos del Banco Interamericano de Desarrollo, que previo al arranque del ciclo escolar 2021-2022 en México hubo una deserción de al menos 628 mil estudiantes entre seis y 17 años de edad, debido a la crisis económica provocada por la pandemia. En tanto, el Banco Mundial refiere que el efecto combinado de la pobreza de aprendizaje y las profundas asimetrías entre y dentro de los países amenazan la productividad futura de la región.

De acuerdo con el estudio Actuemos ya para proteger el capital humano de nuestros niños, México se encuentra entre los países en los que se ha registrado mayor deserción escolar, pues estima que 2.5 millones de niñas, niños y adolescentes dejaron la escuela, lo que representa una reducción de 10% en su matrícula./PUNTOporPUNTO

Documento Íntegro:

Reporte-Trabajo-decente_2005_2022_28oct2022_

 

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