Opinión JOSÉ GARCÍA SEGURA
Como en el fútbol–a propósito del mundial en Qatar– otro poquito y México gana la presidencia del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para los próximos cinco años.
La Asamblea de Gobernadores (48 ministros de Hacienda, presidentes de bancos centrales o altos funcionarios públicos en Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela, Estados Unidos y Canadá entre otros) eligió este domingo a Ilan Goldfajn.
Al mexicano Gerardo Esquivel, subgobernador del Banco de México, propuesto a última hora por el presidente Andrés Manuel López Obrador, se le atravesó el brazo derecho de Jair Bolsonaro y cercano a Luis Inácio Lula da Silva con el apoyo de Argentina, Estados Unidos y Canadá, (nuestros socios comerciales en el T-Mec).
El nuevo presidente del BID derrotó por amplio margen a Gerard Johnson (Trinidad y Tobago), Nicolás Eyzaguirre (Chile), Cecilia Todesca (Argentina) y al mexicano Esquivel, enfrentado, por cierto, con López Obrador por su política monetaria.
En tanto el Obradorato criticaba el proceso selectivo, Gerardo Esquivel hacía el elogio de su amigo: “sé que es una excelente persona, con un gran bagaje técnico y una amplia experiencia, lo que le permitirá tener un buen desempeño al frente del BID”.
Hasta finales de septiembre, Alicia Bárcena había sido la mexicana ideal para dirigir el Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Hoy es embajadora en Chile.
¿Qué significa todo esto?
Que México se convertirá en un convidado de piedra; es decir, participará en las reuniones, pero sus puntos de vista rara vez serán tomados en cuenta.
Poco o nada podrá influir en asuntos relevantes luego del distanciamiento de Andrés Manuel-Joe Biden (en agosto solicitó a Biden, que participa con el 30 por ciento de capital en el BID) “una explicación” sobre las consultas solicitadas al T-MEC.
La estrategia del BID con México para el período 2019-2024 había sido “contribuir al crecimiento económico inclusivo y sostenible, y al dinamismo de la productividad”.
No sabemos si de ahora en adelante el Plan de Acción, “que se alinea con el Plan de Desarrollo del gobierno de México” , logre el acceso equitativo y sostenible a servicios sociales, alentar la inversión y, “contribuir a un desarrollo territorial más equilibrado y sustentable”.
Un préstamo reciente (USD 1799.00M) fue para crear un nuevo sistema de Banca Pública de Desarrollo en nuestro país y, en menor proporción, para los siguientes sectores: agua y saneamiento, desarrollo y vivienda urbanos, educación, inversiones sociales.
La nueva derrota de “André Manue” en la justa internacional se da luego de que la sociedad civil tomara las calles en rechazo a una pretendida reforma que desaparecería al Instituto Nacional Electoral (INE) o por lo menos lo convertiría en un órgano de consulta a mano alzada y, a capricho de YSQ, también conocido como mandamás.
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