De las 10 mil 393 primarias indígenas que existen en el país, apenas 904 cuentan con internet, revela el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
En el estudio Educación para la población indígena en México: el derecho a una educación intercultural y bilingüe, se registra que 7 mil 47 no cuentan con servicios básicos para el lavado de manos; 5 mil 84 no tiene agua potable, 3 mil 950 no tiene baños independientes para mujeres y hombres, y 2 mil 89 están sin electricidad.
Destaca que las escuelas en los contextos más pobres son las que, en mayores proporciones, tienen condiciones más precarias y ofrecen menor bienestar y oportunidades de aprendizaje.
El Coneval señala que cuatro de cada 10 personas indígenas en edad escolar no van a la escuela. Precisa que a medida que se avanza en el nivel educativo, menos estudiantes hablantes de lengua indígena permanecen en las aulas, mientras que cerca de 30% de los jóvenes en edad de cursar estudios universitarios en México están inscritos en algún plantel de educación superior, menos de 3% de niños y adolescentes hablantes de lengua indígena lo hacen.
El consejo asegura que 14 programas destinados a garantizar el acceso al derecho a la educación para este sector —de los cuales nueve están a cargo de la Secretaría de Educación Pública (SEP), sufrieron recortes.
“Dicha reducción presupuestal disminuyó la capacidad de los programas que apoyan a niñas, niños y adolescentes hablantes de lengua indígena para cumplir con sus objetivos y metas; repercutió en el acceso a materiales educativos en los estados, así como en la capacitación que recibieron para atender a los alumnos durante la contingencia”, señala.
Juan Martín Pérez García, coordinador regional de Tejiendo Redes Infancia en América Latina y el Caribe, asegura que en México uno de cada seis niños y adolescentes de comunidades indígenas no asisten a la escuela.
“Las comunidades indígenas enfrentan en lo cotidiano una discriminación estructural, Y es que la mitad de la población infantil en México es pobre. Pero ocho de cada 10 niñas y niños indígenas viven en pobreza extrema. Al menos una vez al día tienen dificultades para comer. A eso hay que sumarle que este sector poblacional tiene restringido el acceso a la educación, con lo que se violan sus derechos humanos”, dice.
Explica que existe una discriminación estructural hacia ese sector, a tal grado que “estudiar siendo indígena no sólo es algo difícil, sino prácticamente heroico. No invertir en ellos representa perpetuar el ciclo de la pobreza y esto repercute en uniones y embarazos tempranos, abandono escolar, además de que se ratifica el mensaje de minoridad e inferioridad”.
Pérez García comenta que “es muy preocupante que el gobierno federal tenga una narrativa más cercana a la posverdad. Es decir, una narrativa basada en las emociones, de falsear la realidad para mantener una eficacia en su visión política, pero los hechos y la evidencia de los datos dan cuenta de que no es real el eslogan de primero los pobres».
Recortes presupuestarios rezagaron la educación en población indígena
Catorce programas gubernamentales destinados a la educación de niñas, niños y adolescentes hablantes de lengua indígena han sufrido recortes presupuestarios y esto afectó su enseñanza durante la pandemia de covid-19, revela un nuevo informe del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).
“Dicha reducción presupuestal disminuyó la capacidad de los programas que apoyan a niñas, niños y adolescentes hablantes de lengua indígena para cumplir con sus objetivos y metas; repercutió en el acceso a materiales educativos de las y los docentes de educación indígena en los estados; así como en la capacitación que recibieron para atender a los alumnos durante la contingencia sanitaria”, expone el estudio.
- Durante el periodo de las clases a distancia, 87.7% de niños, niñas y adolescentes hablantes de lengua indígena no contó con una computadora para estudiar. De las personas de esta población que tomaron clases a distancia, 17.8% no contó con un escritorio o mesa para estudiar; 20.7% no estudió en un lugar tranquilo sin distracciones y 34.6% no tuvo libros de consulta para realizar sus actividades escolares.
“Las principales problemáticas que se presentan para el acceso al derecho a la educación de niñas, niños y adolescentes hablantes de lengua indígena durante la pandemia fueron, en general, la falta de conectividad a internet y el acceso a equipos de cómputo”, se expone en el documento Educación para la población indígena en México: el derecho a una educación intercultural y bilingüe.
Estas problemáticas impiden que los estudiantes hablantes de lengua indígena avancen en los niveles educativos más altos. Por ejemplo, detalla el informe, 30% de los jóvenes en edad de cursar estudios universitarios en México están inscritos en algún plantel de educación superior, frente al 3% de niñas, niños y adolescentes hablantes de lengua indígena.
El informe detalla que, en 2020, en el país había 11.8 millones de personas que habitaban en hogares indígenas y ocho de cada 10 se encontraba en situación de pobreza.
Además, 47% presenta rezago educativo; 80.9% no cuenta con seguridad social; 67.4% no cuenta con los servicios básicos de la vivienda y dos de cada 10 personas hablantes de lengua indígena no sabe leer ni escribir.
En el inicio del ciclo escolar 2019-2020 existían 22,766 escuelas indígenas en México, de las cuales 2,338 eran iniciales, 10,035 preescolares y 10,393 primarias, de acuerdo con datos de la SEP.
- El Coneval explica que acceder a escuelas donde se puede aprender en la misma lengua materna es un derecho y ayuda a mejorar los índices de acceso y permanencia de la población indígena.
- Sin embargo, solamente una cuarta parte de niños, niñas y adolescentes hablantes de lengua indígena accede a clases en su propia lengua o al menos les proporcionan parcialmente esta facilidad, señala el organismo.
“La opinión que tienen las niñas, niños y adolescentes hablantes de lengua indígena de sus maestros es favorable, ya que perciben buen trato y respeto de los docentes respecto a sus costumbres. Sin embargo, se muestra que los profesores no dominan alguna de las lenguas indígenas de la región y, en consecuencia, no enseñan en la lengua materna de los alumnos”, señala el organismo.
Y en otros casos, aunque los docentes hablaban la lengua de sus estudiantes, durante el cierre temporal de las escuelas la comunicación con ellos se dio primordialmente en español.
“La percepción, tanto de las y los docentes como de los padres de familia, fue que no lograron cubrir los contenidos mínimos en cada materia, lo que pone en riesgo el futuro académico de la población hablante de lengua indígena, agravando la brecha histórica que los ha caracterizado y colocándolos en una condición de riesgo de abandono escolar y de incorporación temprana al mercado laboral precario”, advierte el informe./Agencias-PUNTOporPUNTO