Al menos seis de cada 10 jóvenes en México están en camino de convertirse en “viejos pobres” al finalizar su vida laboral; debido a que no ahorran y no tienen recursos suficientes para pensionarse o tener una vejez sin sobresaltos económicos.
- A través de la Encuesta Nacional de Inclusión Financiera (ENIF), el Inegi reportó que apenas 41% de los mexicanos, de 18 a 29 años de edad, tiene una cuenta para el retiro, a través de una Afore.
- Precisó que 59% no ahorra y carece de un fondo formal de pensión, que le permita enfrentar los gastos de la vejez y las necesidades básicas al momento de su retiro laboral, marcado por la ley a partir de los 65 años.
El Inegi evidenció que tales cifras colocan a los jóvenes como el segundo grupo de la población con el peor resultado en ahorro para el retiro y, por lo tanto, como uno de los segmentos que tendrá dificultades graves para tener una pensión digna.
- Detalló que el porcentaje de jóvenes que no ahorran para su vejez (59%) está 16 puntos arriba del 43% de mexicanos de 30 a 44 años que carecen de una cuenta en las Afores; y 19 puntos arriba del segmento de 45 a 59 años que enfrenta el mismo problema.
Mientras que los adultos de 60 años o más son únicos que superan a los jóvenes en la carencia de ahorro mediante una cuenta formal de retiro; con una tasa de apenas de 29%, señaló el Instituto Nacional de Estadística.
Millones serán viejos pobres
El secretario general de la Federación de Instituciones Mexicanas Particulares de Educación Superior (FIMPES), Bernardo González-Aréchiga, explicó que las cifras reportadas evidencian que seis de cada 10 jóvenes en México pueden convertirse en “viejos pobres”, si no ahorran para su retiro.
- Al presentar el primer Simulador de Retiro para los Jóvenes, diseñado por el FIMPES y la Universidad del Valle de México (UVM), el directivo apuntó que 56% de las personas menores de 29 años declara que está poco o nada preparados para la vejez.
- Indicó que, aun cuando el Inegi reporta que 59% de los jóvenes carece de ahorro para el retiro, una encuesta conjunta de la consultoría Buendía & Laredo y la Asociación Mexicana de Afores (Amafore) arroja que apenas 38% de ellos tiene una cuenta en una Afore.
Esto último implica que 62% de los mexicanos menores de 29 años de edad no ahorra para el retiro y está en camino de ser un “viejo pobre”, sin los recursos necesarios para enfrentar una vejez sin sobresaltos económicos.
Indicó que en ambos casos, los jóvenes necesitan analizar y preguntarse cuánto dinero necesitan para tener una pensión suficiente y alcanzar sus objetivos de vida como viajar, tener una vida laboral autónoma y sumar nuevas experiencias.
González-Aréchiga, señaló que justamente el nuevo Simulador de Ahorro para el Retiro para los Jóvenes permite a los interesados construir escenarios financieros para su retiro: edad en la que planean retirarse, monto de pensión o gasto que necesita o desean, cuánto alcanzarían de esta última meta con su ahorro actual y cuánto más deben destinar.
Desocupación entre los jóvenes será de 14.9% para finales de 2022
Para el cierre de este año se calcula que la tasa de desocupación entre los jóvenes será de 14.9%, todavía superior al nivel de 13.5% reportado para 2019, antes de la emergencia sanitaria. Esto implica que en la actualidad hay 6 millones de personas jóvenes desempleadas más que antes de la pandemia, para sumar un total de 73 millones de personas.
- Para el caso de México, los datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE) destacan que durante el primer trimestre del año había 8.9 millones de personas jóvenes en algún empleo, cifra 2.3% menor a la reportada a finales de 2019, es decir, 205,649 jóvenes menos.
“Los jóvenes que pierden su empleo o no consiguen uno son especialmente vulnerables a la ‘cicatrización’, el fenómeno por el que sus resultados futuros en el mercado de trabajo son peores que los de sus compañeros, incluso cuando las condiciones macroeconómicas vuelven a mejorar. Pueden acabar aceptando un trabajo para el que están excesivamente cualificados, con lo que corren el riesgo de quedar atrapados en una trayectoria laboral que implica informalidad y bajos salarios”, advirtió la OIT.
- La investigación del organismo destaca que las cifras de desocupación entre los jóvenes fueron mucho más amplias que las de la población adulta. Por ejemplo, en 2020, el momento de mayor impacto de la pandemia por el cierre de actividades económicas no esenciales, mientras la tasa de desempleo general subió a de 6.6%, la de los trabajadores jóvenes lo hizo a un nivel de 15.2 por ciento.
El doble impacto de la pandemia entre los jóvenes
Además del efecto en el mercado laboral, las personas jóvenes resintieron el impacto de la emergencia sanitaria en sus programas educativos por el cierre de la escuelas y universidades y el cambio al aprendizaje virtual. “La crisis de la Covid‑19 no sólo ha incidido en las perspectivas de empleo de los jóvenes, sino que también ha perturbado la calidad y la cantidad de la educación y la formación”.
- Este panorama, detalla la OIT, incrementó “de forma alarmante” la población de jóvenes que no trabaja ni estudia, la cual llegó a un nivel de 23.3%, un incremento de 1.5 puntos porcentuales respecto a lo observado antes de la Covid-19, registrando el mayor nivel en 15 años. En esta condición se encuentran actualmente 282 millones de jóvenes en el mundo.
“El citado grupo de jóvenes, en particular, corre el riesgo de que sus oportunidades y logros en el mercado de trabajo sigan viéndose mermados en el futuro a raíz de los efectos a largo plazo del aumento del desempleo juvenil”, se advierte en el reporte.
Una realidad que no se puede obviar, puntualizó Martha Newton, directora general adjunta de Políticas de la OIT, es que la crisis por la Covid-19 puso en evidencia serias deficiencias en la forma de atender los problemas que enfrentan los jóvenes, tanto para su ingreso y permanencia en el mercado laboral como en el sistema educativo.
- «La necesidad más acuciante de los jóvenes es contar con un mercado de trabajo eficaz, que brinde oportunidades de empleo decente a los jóvenes que ya forman parte de ese mercado de trabajo, y oportunidades de educación y formación de calidad a aquellos que aún no se han incorporado al mismo”, expresó.
- Ante este contexto, y al tratarse de un problema generalizado en todo el mundo, la OIT llamó a los gobiernos a revisar sus políticas públicas para implementar medidas intencionales para crear mayores oportunidades laborales para la población joven.
- Entre éstas, recomendó impulsar los empleos verdes, incrementar la inversión en tecnologías digitales y robustecer el presupuesto destinado para la formación de nuevas habilidades y para reforzar la red de cuidados, tareas que les impiden a muchos jóvenes, en su mayoría mujeres, insertarse en el mercado laboral.
Estas medidas, puntualiza el organismo, “darían lugar a un aumento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial de 4.2% y contribuirían a crear 139 millones de nuevos empleos para personas de todas las edades en todo el mundo (en esta década), de los cuales 32 millones corresponderían a empleos para jóvenes”./Agencias-PUNTOporPUNTO