En seguridad la inteligencia es consecuencia de la recopilación y procesamiento de información y sirve para tomar decisiones más acertadas.
Puede involucrar a los distintos campos y subcampos del poder y sus decisiones infieren en los objetivos nacionales permanentes señaladas en la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, o bien, en los objetivos nacionales coyunturales fijados en el Plan Nacional de Desarrollo.
Por eso es que no puede tomarse a la ligera la penetración a los sistemas de cómputo de la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA) y que resguarda una parte de información sensible y que puede comprometer algunas actividades de seguridad nacional.
En su conferencia matutina el presidente López Obrador salió a reconocer los padecimientos que le aquejan y que son atendidos por médicos militares.
Poco a poco se devela el entramado de información que contienen 6 terabytes de información que el grupo de hackers informáticos denominados Guacamaya sustrajo de algunas computadoras de la SEDENA. El mismo grupo se adjudica la sustracción de información a ministerios de defensa de Chile y Colombia, por citar.
Una hipótesis del interés por sustraer esta información consiste, en que el grupo Guacamaya pudo haber sido patrocinado por una entidad o gobierno interesado en conocer las actividades de los ministerios de defensa de la región. La hipótesis de la transparencia no se sostiene del todo.
La información sustraída a la SEDENA y hasta ahora develada relaciona a personajes de la clase política o mandos de seguridad con la delincuencia y que seguramente no será procesada ante la autoridad de la Fiscalía para deslindar las posibles responsabilidades.
Además, la sustracción también arroja que los procesos de seguridad de la infraestructura crítica de la SEDENA pueden ser vulnerados.
Esta infraestructura está constituida por aquellas instalaciones y los sistemas informáticos relacionadas con la provisión de bienes y de prestación de servicios públicos esenciales.
Los sistemas informáticos que proveen o alimentan de información en alguna de las etapas de los procesos de producción o comercialización de bienes y servicios de los tres sectores de la economía, así como de los servicios que prestan los tres órdenes de gobierno de los tres poderes de la Unión. Esto también alcanza a los sistemas y subsistemas de la economía nacional que generan riqueza.
Su importancia radica en que por sus procesos transita gran parte de información sensible para el país o sus ciudadanos, como transacciones o trasferencias de sumas cuantiosas de dinero, o bien, datos personales de los usuarios de la banca o de los derechohabientes de algún servicio público que proporciona alguna institución gubernamental y, por esta razón, es que son consideradas dentro de los parámetros de la seguridad nacional.
Por descuidos en las condiciones de su infraestructura critica es que instituciones como el Banco de México (Banxico), el Banco del Ahorro Nacional y Servicios Financieros (Bansefi), Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) o Petróleos Mexicanos (PEMEX) fueron en su momento sujetas de sustracción de información.
Cuando las autoridades civiles han sido rebasadas, hoy las Fuerzas Armadas es el último bastión en el que se sostienen los delicados hilos de la seguridad mexicana. De ahí la importancia en la vulneración de la infraestructura crítica de la SEDENA para haber sustraído información.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
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