Una inflación sin control eleva los precios de los bienes y servicios; los más afectados son las personas de escasos recursos. Según previsiones de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), el encarecimiento en la región llegará a 12.1% durante el cierre de 2022; en el último trimestre de 2021 ascendió a 6.6%.
- Este escenario golpeará una de las principales luchas de Latinoamérica: disminuir la pobreza. Las proyecciones de la Cepal advierten que este año la precariedad pasará de 32.1% (cifra registrada en 2021) a 33%; mientras, la pobreza extrema aumentará de 13.8% a 14.5%.
- La desenfrenada inflación en los países latinoamericanos se debe, principalmente, a dos factores internacionales: la pandemia de Covid-19 y la guerra entre Rusia y Ucrania, explicó a Publimetro Juan Manuel Cisneros García, investigador del Departamento de Economía de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, ubicada en Lima, Perú.
Con ello, abundó el académico, nos dimos cuenta de la vulnerabilidad de América Latina ante los conflictos extranjeros. Sin embargo, los sectores de la sociedad más ricos no tendrán mayores dificultades, dijo, porque se beneficiarán de otra manera: tienen cómo generar cestas de consumo y de inversión en distintos lugares.
“La población de más bajos ingresos, ellos sí tienen problemas muy fuertes. Siempre que hay problemas de inflación, siempre que hay problemas de baja de la producción la población más vulnerable va a ser la más pobre”, aseveró Juan Manuel Cisneros García.
- De mantenerse la tendencia actual del encarecimiento de los bienes y servicios, México, Colombia y Paraguay serán los países de Latinoamérica con mayor retroceso en la lucha contra la precariedad social. El primero incrementará su pobreza total de 34.9% (en 2021) a 36.2% (en 2022); en el segundo crecerá de 36.3% a 38%; y en el tercero subirá de 21.8% a 23%.
Asimismo, entre las naciones que registrarán menor aumento de carencias económicas en el presente año respecto a lo observado en el pasado periodo anual destacan Nicaragua (de 45.3% a 46%), Perú (de 25.1% a 25.5%) y Chile (de 8.7% a 8.9%).
Otro mal: desaceleración económica
El crecimiento económico en América Latina también se perjudicará por un factor externo: la guerra en Ucrania. Debido a ello, la Cepal anticipa una desaceleración de la economía en 2022, la cual bajará la expansión del Producto Interno Bruto (PIB) de 6.3% -cifra matriculada en 2021- a 1.7%.
- La desaceleración del crecimiento económico en un país afecta a las personas de menores recursos, porque los ingresos salariales bajan, pero el alza en los precios no se detiene, señaló en entrevista Gregorio Vidal Bonifaz, investigador de la Universidad Autónoma Metropolitana, ubicada en México.
- Procesos diversos acompañan la caída del PIB, añadió el especialista. Por ejemplo, abundó, las empresas suspenden nuevas inversiones, como consecuencia no hay contratación de nuevo personal y, además, existen restricciones en el pago de los salarios.
En otros casos, agregó el investigador mexicano, las compañías no tienen las condiciones para continuar su operación, es decir, no venden lo que generan; entonces, no recuperan ganancias porque el costo de producción supera el precio final del artículo o servicio.
“En todos los países de Latinoamérica hay problemas (con la inflación y el crecimiento económico) y sí tiene un impacto fuerte en el conjunto, porque hay elementos comunes (como la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania) en las naciones de América Latina que propician un impacto semejante”, apuntó Gregorio Vidal Bonifaz.
- Paraguay (0.7%), Chile (1.5%), México (1.7%), Perú (2.5%) y Ecuador (2.7%) figuran entre las naciones con la peor proyección de crecimiento económico para 2022. Por el contrario, Panamá (6.3%), Colombia (4.8%) y Guatemala (4.2%) destacan dentro de los países con expansión del PIB.
- Cuando hay una desaceleración de la economía el impacto más fuerte cae sobre el empleo; por esto una recesión, acompañada de inflación, perjudica a la población más pobre, indicó a Publimetro Marcela Vera, economista de la Universidad de Chile.
Es muy probable, abundó la académica, que aquellos trabajos recuperados tras la breve reactivación del mundo, luego de la pandemia de Covid-19, vuelvan a desaparecer. Particularmente, la falta de empleo daña a jóvenes, mujeres y adultos mayores, precisó Marcela Vera.
6 países latinoamericanos con inflación más alta que México
Hay 6 países latinoamericanos que tendrán una inflación más alta que el país, según los datos del Focus Economics.
Los casos más paradigmáticos son los de Argentina y Venezuela, economías latinoamericanas para las que el Focus Economics pronostica una inflación de 82.1% y 95% para el año 2022. Estos casos provocan que el promedio de la región latinoamericana sea de 15.5%.
Y aunque el Focus Economics estima que México cierre 2022 con una inflación de 7.5% anual, hay otros países con inflación más alta:
- Brasil: 7.7%
- Colombia: 9.3%
- Costa Rica: 9.5%
- Chile: 11.2%
- Argentina: 82.1%
- Venezuela: 95%
“Las monedas más débiles y las expectativas desancladas en algunos países mantendrán la inflación elevada este año en América Latina, a pesar de las tasas de interés más altas y los subsidios del gobierno. Sin embargo, la discrepancia entre los países será enorme”, indicó recientemente el Focus Economics.
- Y es que pese al endurecimiento de la política monetaria en diversos países de América Latina, la inflación no ha cedido como se esperaría en un escenario ideal. Por ejemplo, la inflación en Estados Unidos se desaceleró durante julio tras sucesivos incrementos en la tasa de interés.
El Focus Economics sugiere que hay una serie de factores propios de la región que provocarían que las tasas altas no tengan un efecto tan amplio en el freno a la inflación: la informalidad, baja bancarización y uso de efectivo, menor credibilidad en los bancos centrales dada la historia de inflación alta en la región.
56,5 millones de personas se enfrentan al hambre en AL
Acción contra el Hambre ha alertado de «la mayor crisis del coste de la vida del siglo XXI» en América Latina, «provocada por el aumento de los precios de los alimentos, de la energía, de los fertilizantes y del transporte».
«Ahora, nos damos cuenta de cómo la COVID ha tenido en América Latina, además del altísimo nivel de mortalidad, unas terribles consecuencias sociales. Ni nos lo imaginamos desde España. La economía de los más pobres ha sido laminada de forma implacable, a la falta de ingresos por no poder salir de casa durante meses, se ha sumado la inexistencia de los sistemas de seguridad social que conocemos aquí en Europa. La post pandemia podría ser peor que la propia pandemia», ha afirmado el director general de Acción contra el Hambre, Olivier Longué.
- En América Latina el hambre afecta a 56,5 millones, según datos del último informe ‘El estado de la seguridad alimentaria y la nutrición en el mundo’, publicado por Naciones Unidas. Asimismo, la ONG ha destacado que se presenta como la región del mundo con la mayor brecha de género en inseguridad alimentaria moderada o severa, que ha alcanzado al 40,6% de la población de la región, el porcentaje más alto de los últimos siete años.
El informe alerta de que hay países como Honduras o Guatemala donde el gasto en la cesta de la compra de las familias vulnerables está en el 85% del total de sus ingresos, cuando en España se encuentra en torno a un 10% y advierte que «esta crisis alimentaria global será particularmente aguda para las familias latinoamericanas»
- Acción contra el Hambre ha indicado que preocupan especialmente los efectos que pueda tener el aumento de los precios de los fertilizantes (el 78% de los fertilizantes utilizados en la agricultura son importados). Considerando que el precio de los fertilizantes incide significativamente en los costos agrícolas (desde cerca del 20% en el caso de arroz, papas y caña de azúcar, hasta el 40% en el caso de maíz amarillo y café), habrá un efecto inmediato en la generación de ingresos de los pequeños productores agrícolas.
La entidad ha alertado de que «muchas familias han visto mermada la variedad de su dieta, disminuyendo también la frecuencia en los grupos de alimentos». Es el caso de Patricia Canales, de Honduras. Con el dinero que gana apenas tiene para adquirir frijoles, huevos y un poco de arroz: «No puedo ir a un supermercado y comprar comida porque no tengo dinero, no me da pena decirlo, no desayunamos y no cenamos, solo hacemos el almuerzo para poder subsistir», sostiene./PUNTOporPUNTO