La central nuclear de Zaporiyia, la mayor de Europa, se ha convertido en el foco de la preocupación mundial tras los bombardeos que sufrió y que llevaron al secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, a advertir que cualquier ataque a una central nuclear es nada menos que “un suicidio”.
- Rusia y Ucrania se acusan mutuamente de los ataques contra la central, situada en el sur ucraniano y que desde marzo está bajo control ruso.
El bombardeo de la central “por las fuerzas armadas ucranianas” es “potencialmente en extremo peligroso” y podría “tener consecuencias catastróficas para una vasta zona, incluyendo el territorio europeo”, advirtió el portavoz del Krem- lin, Dmitri Peskov.
- Por su parte, el presidente ucraniano Volodimir Zelensky dijo que “el mundo no debe olvidar Chernobyl. La catástrofe de Chernobyl fue por la explosión de un reactor y la central de Zaporiyia tiene seis”. Tras el bombardeo del viernes pasado, acusó a Rusia y la calificó de “Estado terrorista”.
- En marzo pasado, el gobierno ucraniano advirtió que una explosión de Zaporiyia sería “10 veces peor que Chernobyl”, luego de ataques rusos que hicieron temer por la seguridad nuclear mundial. Finalmente, el daño no pasó a mayores, pero desde entonces la planta está bajo el control de los rusos.
El jefe de la agencia nuclear ucraniana Energoatom, Petro Kotin, hizo a su vez un llamado para desalojar a los ocupantes rusos y crear una “zona desmilitarizada” en el recinto de la planta. “Debería haber una misión de mantenimiento de la paz que incluya también a expertos del OIEA [Organismo Internacional de Energía Atómica] y otras organizaciones de seguridad”, continuó en un video publicado en Telegram.
Tras el ataque del viernes, uno de los reactores tuvo que ser apagado. “Cualquier ataque a una planta nuclear es una cosa suicida”, advirtió en Tokio el secretario general de Naciones Unidas, Antonio Guterres. “Espero que esos ataques terminen y, al mismo tiempo, espero que el OIEA pueda acceder a la planta”, agregó.
- El ómbudsman de Ucrania, Dmytro Lubinets, instó a las Naciones Unidas, al OIEA y a la comunidad internacional a enviar una delegación para “desmilitarizar por completo el territorio” y brindar garantías de seguridad a los empleados de la planta y a la ciudad en la que se ubica, Enerhodar. Acusó a Rusia de “terrorismo nuclear”.
“Como tal, no creo que exista una alta probabilidad de fractura en el edificio de contención, incluso si fuera impactado accidentalmente por un proyectil explosivo, y es mucho menos probable que el reactor resulte dañado”, comentó Mark Wenman, de Nuclear Energy Futures. “Aunque pudiera parecer preocupante, y cualquier combate en una instalación nuclear sería ilegal, la posibilidad de una emisión nuclear grave sigue siendo baja”, afirmó. Agencias/Agencias-PUNTOporPUNTO