A un año de la entrada en vigor del programa Gas Bienestar -cuyos resultados no han cumplido lo prometido en su lanzamiento-, y en medio de una severa crisis económica provocada por la guerra en Ucrania y la inflación -la cual ha puesto presión a los precio del gas-, México enfrenta un importante reto: cumplir con la transición energética y garantizar los derechos humanos de las personas en mayor situación de pobreza a través del uso de energías limpias y dejar los combustibles como la leña y el carbón.
Sin embargo, para lograr esto, se necesita más que un programa como Gas Bienestar, el cual “es un proyecto que nació muerto y nació muerto porque se lanzó un poco a bote pronto, como una idea improvisada”, explicó a Publimetro Óscar Ocampo, coordinador de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO).
- “Supongo que la idea del gobierno era que fuera agarrando forma sobre la marcha, pero si nos vamos a los datos -que además hay poca información pública de la empresa- hay que decir la realidad: es algo que está muy, pero muy lejos, siquiera de cuando el presidente ya redujo la expectativa de Gas Bienestar”, explica Ocampo.
“Por ejemplo, en Iztapalapa hace algunos meses salió que Gas Bienestar no es el gas más barato que hay en el mercado. ¿Cómo arreglar eso? ¿Por qué en lugar de generar una nueva empresa del Estado (que ni siquiera tiene el conocimiento para llevar esa operación), por qué no facilitarle la entrada a las colonias donde no hay competencia a quienes sí tienen el gas más barato?”— Óscar Ocampo, coordinador de Energía del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO)
“Gas Bienestar no es más que una repartidora de cilindros que sirve a ciertas colonias, porque ni siquiera abarca todas las alcaldías en las que está. Ni siquiera atiende a la Ciudad de México entera y además, ni siquiera es quién tiene el precio más bajo, cosa que hace todavía más irónica la existencia misma de esta empresa o de esta filial de Pemex”, añade.
- Para el especialista, aún existen factores internos que México debe de atender si lo que desea es que bajen los precios del gas LP. “El principal es la falta de competencia en permisos de importación, falta competencia en permisos de distribución y quizá el más importante de todos: falta de competencia para acceder a nuevos mercados, por ejemplo, permisos municipales. Incluso, si quisiéramos llevarlo un un nivel más arriba, podríamos pensar: ¿por qué no ponerlo a competir con el gas natural?”.
Los resultados del actual esquema de precios máximos y de Gas Bienestar han reflejado ni más competencia, ni un mejor servicio y ni éxito, porque “Gas Bienestar es una empresa que opera a medio vapor, en el mejor de los casos y que en el peor, es una empresa que reparte tanques en algunas colonias de la Ciudad de México. Quizás hay una lógica detrás y podemos especular sobre motivaciones, quizá clientelares, alrededor de la entrega de los cilindros”, añade Ocampo.
Romper oligopolios
La solución de fondo para resolver los problemas que México tiene en materia energética pasa por tener un regulador verdaderamente independiente, una Secretaría de Energía que facilite la importación, y una Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) que permita inyectar la competencia económica en el mercado, explica el especialista del IMCO.
Aunque México no puede controlar el panorama internacional, en la parte interna sí hay medidas de política pública que se pueden hacer, como romper los oligopolios en la distribución de gas y facilitar la entrada a nuevas colonias en nuevos municipios.
“La solución de un país moderno es facilitar el tránsito hacia el gas natural a largo plazo, y en el corto plazo, inyectar competencia en el mercado”, finaliza Ocampo.
Gas bienestar, solo una marca política
El proyecto de Gas Bienestar del gobierno federal a cargo de Petróleos Mexicanos (Pemex) solo ha servido para generar una marca política de esta administración, sin beneficio para la población más vulnerable ni para las finanzas públicas, consideran especialistas.
Susana Cazorla, socia consultora de SICEnrgy, señaló que el papel de Gas Bienestar no atiende las necesidades de los más pobres, pues hay entidades que requerían más de este proyecto, como es el caso de Chiapas, donde el precio se subió de manera artificial por la política de precios máximos que impuso el gobierno.
“Gas Bienestar fue una zona grande que no es de las más pobres, que no es de las más alejadas y que además tenía gas natural, o sea, no era una zona donde no hubiera acceso a energéticos y a competencia, (…) pero no fueron a la zona que más lo necesitaba Gas Bienestar, yo diría Chiapas, donde tú vas y están con las estufas de leña, entonces no me digas por favor que estás viendo por las personas más vulnerables cuando todo es un tema político”, indicó la especialista durante su participación en la Semana del Combustible 2022.
Adrián Calcáneo, líder latinoamericano de S&P Global Commodity Insights, coincidió en que el enfoque de Gas Bienestar tendría que ser más social, llegar a lugares remotos con carestía energética, donde la gente no tiene acceso a gas LP.
“Me gustaría verlo más social, sobre todo para combatir los terribles efectos que es el cocinar con leña: respiratorios, costo de oportunidad, deforestación, etcétera. En ese aspecto, si Gas Bienestar puede ampliar el énfasis a esas zonas y si puede promover competencia sana y legítima entre los distribuidores, bienvenido, pero es complicado, de por si tiene un precio máximo menor, en teoría, que los demás distribuidores”, indicó.
Eduardo Téllez, presidente de la Asociación Nacional de Importadores de Hidrocarburos y Derivados, comentó que Gas Bienestar se generó sin un plan estratégico ni de mercado, “fue más que nada propagandístico” y es un proyecto que difícilmente se puede evaluar.
“Si viéramos el tema financiero de esta empresa, pues seguramente cargando en Tula y en Tepeji del Río y llevando el producto hasta la zona oriente de la Ciudad de México, la verdad es que imagino que sus costos fijos han de ser extraordinarios, entonces no sé si financieramente sea rentable, yo creo que no, será cosa de que algún día tuviéramos acceso a esa información y poder ver realmente cómo esta empresa ayuda a las finanzas del gobierno”, dijo Téllez.
También su percepción es que Gas Bienestar es un tema propagandístico y su participación de mercado de mercado, pues es totalmente marginal a un año de su creación.
Gas Bienestar fue frenado por la crisis económica, según AMLO
Durante la conferencia de prensa matutina, el presidente Andrés Manuel López Obrador reconoció que se “frenó un poco” el programa de Gas Bienestar, debido a la crisis actual, derivada de la inflación y la guerra con Ucrania.
- “Si se ampliara el programa de Gas Bienestar, se ayuda a más gente. Ya demostró que funciona, es una cuestión de ir poco a poco avanzando. Ya tenía Pemex todo el plan y se nos vino esta nueva crisis y frenamos un poco ese programa, porque se controló el precio, que era el principal objetivo. Pero ahí está el programa y es cosa de irlo ampliando”, comentó AMLO.
“Tenemos que ir avanzando y ese es el propósito. Tenemos claro que se requiere ir avanzando cada vez más, lo vamos a hacer hasta donde podamos. Y tienen que venir otros, porque, la verdad, era mucho el atraso. Se habían dedicado nada más a robar, el gobierno era un facilitador para hacer negocios, para sacar provecho en lo personal, no para atender las necesidades del pueblo”, añadió el mandatario./Agencias-PUNTOporPUNTO