Propietarios de establecimientos mercantiles en la alcaldía Iztacalco, pidieron la urgente intervención de Claudia Sheinbaum Pardo, Jefa de Gobierno de la Ciudad de México, para que sea destituida del cargo, Araceli Guerrero López, quien funge como directora ejecutiva directora de Asuntos Jurídicos, toda vez que se ha dedicado a vulnerar los derechos de quienes se dedican a la actividad comercial, mediante constantes amenazas de todo tipo, extorsiones y clausuras arbitrarias.
Hartos de esta situación, los inconformes –quienes solicitaron el anonimato para evitar posibles represalias- recordaron que esta situación se agudizó cuando Elizabeth Mateos y Carlos Estrada –conocidos como «la pareja imperial», fueron titulares de la demarcación en periodos consecutivos.
«En ese tiempo prevalecían las clausuras injustas, las multas excesivas, la falta de sensibilidad hacia los locatarios establecidos y ahora, en esta cuarta transformación se repite la situación pero de una forma mucho más agresiva, pues utilizan métodos muy similares a los del crimen organizado, pues nos amenazan con quemarnos los negocios si no pagamos derecho de piso y hasta nos advierten que también nos podrían asesinar», relataron.
Araceli Guerrero López, dijeron, desde que llegó al cargo, ha hecho creer a los altos funcionarios de la alcaldía que únicamente ha cerrado «chelerías» que presuntamente funcionan de manera clandestina, sin embargo, no es así, pues se va contra todo tipo de negocios establecidos y sin importarle que tengan sus documentos en regla, pues lo único que ella quiere es dinero, toda vez que en los locales ha visto una «mina de oro personal».
Incluso, recientemente ordenó la clausura inmediata de una carbonería –que tiene más de cincuenta años en operaciones- que se encuentra ubicada en la zona de pueblos y barrios de la alcaldía, y para que pudiera reiniciar sus actividades, mandó a su personal a que «le pasaran la charola» a los propietarios, quienes no tuvieron más remedio que ceder a ese tipo de presiones arbitrarias.
Otra arbitrariedad que cometió Araceli Guerrero fue el cierre de una tienda de ropa usada, que se encuentra ubicada en la calle 249 B, colonia Agrícola Oriental, y extrañamente, no actuó en contra de una «chelería» disfrazada de taquería, que se encuentra a un costado de dicha tienda, lo cual, causó mucha indignación entre los vecinos.
La misma suerte corrió el negocio de un chef, –ubicado en la misma colonia- quien tuvo muchos problemas con sus ventas debido a la pandemia, y cuando intentó reabrir, las autoridades no se lo permitieron, pues le notificaron que debía cubrir una serie de requisitos y trámites con elevados costos para regularizarlo, sobre todo en materia de Protección Civil.
Los entrevistados formularon una serie de preguntas y dieron algunas opiniones, y pidieron que se le hicieran llegar a Araceli Gurrero: «¿a caso le quitaron parte de su sueldo desde que empezó la pandemia? ¿o piensa que nos cae el dinero del cielo?, a nosotros no nos mantiene el gobierno como a ella, nosotros tenemos que trabajar duro para obtener nuestro sustento».
«Qué le pasó en esta vida para ser tan miserable, tan déspota, tan inhumana, y tan insensible?, de verdad no entiende lo que pasamos los restaurantes, salones de fiesta, peluquerías, cafeterías, pagamos rentas, sueldos, revalidaciones, etc y todavía nos cierra para hacerse rica en dos patadas y con el apoyo del director general de administración, Fernando Rosique Castillo».
Y continuaron: «¿ a qué escuela fue que no le enseñaron el respeto a los demás?, ¿quién la metió a trabajar en el proyecto de la cuarta transformación?, ¿no ha leído los estatutos de Morena?, ¿Qué hacen los consejeros pagados con nuestros impuestos para poner un freno a esto?, ¿no se da cuenta del papel que está haciendo para quedar mal en la 4T?, a ella no le aplica ese gran esfuerzo del movimiento, parece que le queda el nombre de transformación de cuarta».
Esta situación ha llegado más allá, toda vez que incluso, un denunciante que trabaja como mesero en un restaurante ubicado en la alcaldía, aseguró que el papá de Araceli Guerrero es asiduo cliente y que él mismo se queja del terrible comportamiento que ha mostrado su hija. «Es mi hija, pero también es una hija de la tostada».
Los informantes comentaron al representante de este medio periodístico digital, que hace algunos días acudieron a la alcaldía para solicitar audiencia con la funcionaria, pero no pudieron lograr el objetivo, toda vez que les comentaron que estaba enferma de Covid-19 y que por el momento operaba desde su casa y no les quisieron proporcionar el domicilio particular.
Finalmente, señalaron que han solicitado más información sobre esta problemática en la Dirección de Gobierno que encabeza Benjamín Pedro García, y descubrieron que hay varios establecimientos que operan de forma clandestina, los cuales a pesar de que fueron verificados y no cuentan con los requisitos para desempeñar sus funciones, «mágicamente», brindan servicio al público sin mayor problema.
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