El gobierno federal y los estados del sur reforzaron las líneas de contención del sureste de México por aire, mar y tierra para frenar los flujos migratorios provenientes de Centroamérica, lo que resultó en un incremento de 79 por ciento en rescates de indocumentados, así lo dio a conocer el secretario de la Defensa, Luis Cresencio Sandoval.
El general detalló que además de aumentar a 28 mil elementos del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional, al operativo se suman las policías locales de cada estado que conforman la región y se incrementan los puestos de revisión por parte del Instituto Nacional de Migración (INM). Cresencio Sandoval no especificó cuántos elementos estarán reforzando la estrategia para frenar el flujo: “Localizar, rescatar y retornar asistidamente a los migrantes, a fin de salvaguardar su integridad”. “A partir del 21 de junio se da la instrucción de que se incremente esta actividad, que se refuerce, se logra el refuerzo de personal de Guardia Nacional, del Ejército, del Instituto Nacional de Migración y la Secretaría de Marina. “Participan los gobiernos estatales con sus policías, se incrementan los puestos de revisión, se hace lo que viene siendo donde está el istmo de Tehuantepec una parte importante de refuerzo para rescatar a migrantes”, subrayó. El mando militar aseguró que el reforzamiento va a ser permanente para mantener los resultados obtenidos en el último mes. El secretario de la Defensa presentó un pequeño mapa donde es visible que el reforzamiento se da principalmente entre la frontera sur de México y el Istmo de Tehuantepec, considerado como la zona de máximo avance. Por primera vez en la estrategia migratoria, el gobierno de México tomó en cuenta las rutas que los migrantes utilizan por la costa. En el mapa se pueden observar barcos desplegados en las zonas de migración por mar tanto por el golfo de México como por el Pacífico. Además, en los líneas de contención y en las zonas militares estratégicas se muestra que hay helicópteros disponibles para llevar a cabo esta segunda fase de contención contra los migrantes. A principios de junio, MILENIO publicó que las fuerzas armadas desplegaron a casi 30 mil elementos del Ejército, Marina y Guardia Nacional para frenar las olas migratorias que vienen de Centroamérica con personas que buscan llegar a Estados Unidos, mediante “cuatro líneas de contención” establecidas en distintos puntos de territorio nacional. De acuerdo con informes de la Defensa Nacional, presentada en las mesas de seguridad del gobierno federal, las cuatro líneas se encuentran en Oaxaca, Puebla, Tlaxcala y la última en la frontera norte. En total, 28 mil elementos militares integran cada una de esas líneas defensivas. En lo que va del sexenio de Andrés Manuel López Obrador, la vigilancia militar para evitar la migración se ha incrementado, pasando de 8 mil 715 elementos en 2019 a los casi 30 mil el mes pasado, y ahora se vuelve a incrementar sin que se den detalles.
Llaman a no saltar muro fronterizo
Funcionarios de Estados Unidos y México anunciaron en la frontera de ambos países en California un plan que busca evitar la creciente cifra de muertes y lesiones graves de migrantes que tratan de saltar el muro o quedan atorados en esa valla de unos 10 metros de altura. “Vamos a colocar letreros en español sobre el muro a lo largo del sector” de unos 106 kilómetros de la frontera de San Diego, “para advertir a las personas que no suban, que no salten, porque pueden sufrir fracturas graves o pueden morir”, dijo el comandante de la patrulla fronteriza encargado de enlace con autoridades mexicanas, Orlando Romero. Explicó que la corporación en su sector intenta avisar a los migrantes sobre los riesgos de intentar escalar el muro y caer. El cónsul de México en San Diego, Carlos González, advirtió que 80 por ciento de los indocumentados heridos al cruzar la frontera de Baja California a California, son personas lastimadas en diversos grados.
Política migratoria militarizada
La política migratoria mexicana está cada vez más militarizada, las fuerzas armadas son las que hacen mayor número de detenciones y muchas de ellas son arbitrarias, están basadas en el perfilamiento racial o han conllevado abusos, sobre todo de mujeres.
- Estas son las principales conclusiones del informe presentado por seis organizaciones de larga trayectoria en la defensa de los derechos humanos y de los migrantes en particular, entre ellas la Fundación para la Justicia y el Estado Democrático de Derecho, Sin Fronteras y el Instituto para las Mujeres en la Migración.
- Según el informe, hay un despliegue desproporcionado de militares frente al número de agentes migratorios y son las fuerzas armadas las que realizan la mayor parte de las detenciones de migrantes aunque por ley deberían ser “mero auxilio”.
El documento recuerda que aunque la tendencia viene de antes de esta administración, la presión del expresidente Donald Trump en 2019 hacia el gobierno de Andrés Manuel López Obrador aceleró el despliegue de la Guardia Nacional, un cuerpo teóricamente bajo mando civil pero que operativamente está bajo control militar y cuya mayoría de integrantes no tiene formación policial.
- Según el informe, esta situación ha conllevado abusos que han afectado, principalmente, a personas de origen africano y a mujeres y que muchas veces tienen lugar en controles de migración móviles, los cuales fueron considerados inconstitucionales por la Suprema Corte la semana pasada precisamente por ese motivo.
- El documento pone también en evidencia la falta de claridad y las contradicciones entre las propias instituciones en cuanto a las detenciones, llamadas por las autoridades mexicanas “rescates” o “presentaciones”.
El informe indica que desde 2019 hasta los primeros meses de 2021, el Instituto Nacional de Migración (INM) dijo que la Marina colaboró en la puesta a disposición de menos de medio centenar de personas mientras esa propia fuerza respondía que fueron más de 500. En el caso de la Guardia Nacional, el INM hablaba de su participación en más de 2 mil presentaciones de migrantes y la Guardia de más de 15 mil.
- Según los datos obtenidos por el sistema de transparencia, el documento afirma que entre junio de 2019 y diciembre de 2020 las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional detuvieron a más de 152 mil personas tan sólo en la frontera sur. Según los datos del INM, en ese mismo periodo fueron presentados unos 190 mil migrantes.
- Esta militarización se hizo más intensa “con la colocación de militares en puestos estratégicos dentro de la propia estructura del INM”, como publicó The Associated Press en septiembre de 2019.
Sobre los abusos cometidos por militares contra migrantes, el informe no da cifras pero expone algunos casos de discriminación a personas negras, extorsiones o incluso abusos sexuales a mujeres.
Algunas de las organizaciones firmantes ya han llevado a los tribunales recursos para denunciar parte de estas prácticas, como las deportaciones masivas o la militarización de la seguridad pública, aspectos también criticados por agencias de Naciones Unidas.
La Suprema Corte de Justicia de México tiene pendiente pronunciarse sobre varios recursos vinculados con la Guardia Nacional.
- El gobierno de López Obrador ha dado cada vez más poderes a las fuerzas armadas, desde la construcción de grandes infraestructuras hasta el control de las aduanas, el cultivo de viveros, el reparto de medicinas y la migración.
- El presidente ha reiterado en numerosas ocasiones que es una forma de luchar contra la corrupción porque, a su juicio, los militares son más confiables. De hecho, cuando llegó al poder en 2018 definió al INM como una de las instituciones más corruptas de México. López Obrador también ha insistido en que todas las fuerzas armadas operan con total respeto a los derechos humanos y que no se toleran los abusos.
En agosto del año pasado, en una declaración poco habitual por su claridad, el secretario de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, enfatizó que el objetivo “principal” del Ejército, la Marina y la Guardia Nacional era “detener toda la migración” y “cubrir la frontera norte, la frontera sur con efectivos”.
- Según Sandoval, en aquel momento había desplegados más de 14 mil militares y miembros de la Guardia Nacional que trabajaban junto con otros tantos elementos de seguridad pública desde los límites con Guatemala y Belice hasta el Istmo de Tehuantepec, la parte más estrecha del sur de México.
Ken Salazar, el embajador de Estados Unidos en México, dijo la semana pasada en una conferencia de prensa que defendía ese enfoque de mayor control en el sur y en concreto en el istmo porque ahí “están las llaves para resolver los problemas que tenemos ahora sobre el flujo de la migración” y “también es parte de la solución de la seguridad” dado que es más fácil controlar una franja de 300 kilómetros que toda la frontera con Estados Unidos que tiene más de 3 mil kilómetros./Agencias-PUNTOporPUNTO