RITA MAGAÑA TORRES
En la localidad de Manuel Ávila Camacho, municipio de Bacalar, Quintana Roo, se desarrolla el proyecto productivo Piña Orgánica, llevado a cabo por un grupo de diez personas, quienes recibieron apoyo del Programa Opciones Productivas de la Secretaría de Desarrollo Social (Sedesol).
Irma Villegas Tun, Jorge Itzincab Noh, Luis Itzincab Perea, Wendy Amahirami Uc Che, Anivar Fabián Caamal Perea, Guadalupe Perea Pérez, Delia Villegas Carvajal, Robertina Perea Pérez, Imelda Perea Pérez y Ruth Villegas Carvajal, habitantes de la localidad son agricultores desde hace más de 10 años.
Sin embargo, en 2011 decidieron especializarse en un solo sistema de producción.
Ese año, los integrantes del proyecto se capacitaron en el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y la Secretaria de Desarrollo Agropecuario y Rural (Sedaru), para cultivar piña orgánica.
Tras su capacitación, comenzaron a producir, pero los recursos eran escasos. En 2013 se enteraron del Programa de Opciones Productivas de la Sedesol, que apoya este tipo de agronegocios, por lo que decidieron presentar su proyecto “Piña Orgánica”, el cual obtuvo recursos por 293 mil 592 pesos.
Con ese recurso, comenzaron a expandir la siembra de la piña y a comercializar su producto, explica Ruth Villegas Carvajal, quien con 30 años de edad y dos hijos, se convirtió en la representante del grupo, por ser una mujer emprendedora.
Refiere cómo tuvo que convencer a sus familiares para integrar el grupo para trabajar de manera organizada el cultivo de la piña. Sin embargo, para ella no era suficiente atender el campo, sino buscar alternativas para aprovechar la piña que no alcanzaban a vender.
Iniciaron entonces unos cursos de repostería, donde aprendieron a elaborar mermeladas, tartas, dulces y decoraciones con piña y otras frutas tropicales, lo cual comenzó a generar ingresos extras.
Ruth Villegas destacó que son ocho hectáreas las que siembran con piña, con lo cual generan empleos e ingresos para sus familias, además de los indirectos que se crean durante la cosecha.
El grupo se siente sumamente agradecido con la Sedesol, que les proporcionó el apoyo que requerían para reinvertir en la producción y destinar un porcentaje para la capitalización, lo cual garantiza la estabilidad y el adecuado funcionamiento de la actividad productiva, según explicó Ruth Villegas.