En el mundo hay 280 millones de migrantes, que en su mayoría huyen de la pobreza, la violencia y los fenómenos ambientales. México es el tercer país expulsor, después de India y China. Las migraciones tienen que ver con fenómenos sociales y económicos complejos en los que están involucrados desde las redes de tráfico, hasta los Estados y sus políticas migratorias, explica el doctor Castillo Ramírez
- Contextos de vida muy difíciles han expulsado a centenas de millones de personas de sus países. En el mundo hay cerca de 280 millones de migrantes, cuyos principales destinos suelen ser países de economía de altos ingresos y con fuertes demandas de trabajadores, explica a Contralínea el doctor en antropología Guillermo Castillo Ramírez.
- Acerca de las causas que orillan a las personas a migrar, observa que hay tres principales, aunque no son las únicas: las económicas, las de violencia, y los fenómenos ambientales. El investigador del Instituto de Geografía de la Universidad Nacional Autónoma de México señala que las migraciones tienen que ver fenómenos sociales y económicos complejos donde están involucradas redes de tráfico (crimen organizado), pero también los Estados y sus políticas migratorias, y tienen un carácter regional y global.
Por ello, expone, “no es gratuito que el principal destino sea Estados Unidos, luego Alemania –en Europa– y en tercer lugar Arabia Saudita, que son Estados con fuertes necesidades de trabajadores. Tienen claras curvas poblaciones de configuraciones a procesos de envejecimiento. No tienen trabajadores jóvenes y los necesitan”.
En contraste, los principales países expulsores son los que están en “vías de desarrollo” y tienen grandes cantidades de población. En ese contexto, “el principal país de migrantes en el mundo es India, luego sigue China, y en tercer lugar está México, sobre todo con destino a Estados Unidos”.
- Respecto de los corredores migratorios, el doctor Castillo Ramírez refiere que se forman a partir de países precarizados, con poco empleo y malos salarios, como ocurre en la región de Centroamérica cuyos migrantes buscan llegar a Estados Unidos, “donde la diferencia salarial es muy robusta, sobre todo si pensamos que estos migrantes mandan su dinero a su país de origen. Muchas veces la idea del migrante es tener una serie de recursos para una vida mejor y regresar a su país”.
Otra de las causas que motivan a las personas a buscar una vida mejor es la violencia. Acerca de esta causa, el antropólogo explica que en algunos lugares de Centroamérica está muy acentuada la delincuencia del orden común y también pandillas, como en Honduras y El Salvador. Y sobre la tercera causa, señala que fenómenos ambientales como la pandemia y el aumento del calor aceleraron los procesos migratorios.
Redes de tráfico y políticas migratorias
En los fenómenos migratorios también se involucra el factor del crimen organizado. Para el doctor Castillo Ramírez, “las redes de tráfico son un proceso económico muy lucrativo: dejan millones de dólares al año. Son redes muy articuladas. Ya no es esta vieja idea del pollero que era una persona con equipo pequeño y pasaba por algunos lugares de la frontera. No. Hablamos de grandes organizaciones con muchos recursos. A veces vinculadas con las políticas migratorias”.
- También señala que si la política migratoria no cambia de manera sustancial, se repetirán situaciones de represión, de violación a los derechos de los migrantes tanto por parte de autoridades estatales de diversos países como del crimen organizado.
“Cuando las políticas migratorias se endurecen, se criminaliza al migrante, hay un efecto muy relacionado y determinante: los costos de las redes de tráfico y migración suben mucho, pueden ser 5 mil o 10 mil dólares, cuando hace 15 años podían ser poco más de 2 mil dólares. Además, lo que sucede es que las condiciones en la que viajan, se vuelven muy precarias, como lo que vimos en el tráiler [donde 51 migrantes, 27 de los cuales eran mexicanos, fallecieron asfixiados en Texas]. No es gratuito el uso de tráileres. Justo por la condición histórica de la frontera y la situación geopolítica, el trasmito de mercancías es tan intenso y a través de estos tráileres y medios de comunicación terrestre. Son vehículos que se vigilan menos”.
- El investigador señala que “lo que hizo que se produjera este fenómeno, es justo tanto las redes de tráfico, la necesidad de la gente con derecho a vivir una mejor, como las políticas que restringen y criminalizan la migración irregular”. Por ello, considera que lo que se debería hacer es “desarticular el proceso con mejores oportunidades en los países de origen, políticas migratorias centradas en la dignidad humana, y no en el crimen y la seguridad, así como las redes de tráfico”.
En ese contexto, advierte que las políticas migratorias criminalizan al migrante, cierran las fronteras, mientras que los costos del tráfico y cruce fronterizo se incrementan, además de que se vuelven más precarias las condiciones en las que los migrantes viajan por estas redes. Asimismo, observa que esas políticas no se basan en el respeto a los derechos humanos, sino en las agendas de seguridad.
- El antropólogo Castillo Ramírez recuerda que las personas tienen derecho a migrar y sus necesidades son legítimas, y que los Estados tienen obligaciones que no pueden eludir. “Hay que saber que los migrantes son sujetos con necesidades y buscan de la mejor manera resolverlos. Habría que garantizar que no por el hecho de buscar una vida digna, se tengan que sufrir estos hechos deplorables y lamentables. Desde la violación a los derechos humanos, hasta morir asfixiado por calor en un tráiler”.
En el caso de México, refiere que es complicado porque impera la agenda estadunidense que obligó al país a abandonar su política de puertas abiertas, pues en 2019 hubo una clara amenaza con el tema de los aranceles y las importaciones.
Migración en América del Norte
Respecto del panorama que se puede esperar en la región de América del Norte, el doctor Castillo Ramírez indica que será complejo: “aunque se quite el MPP [protocolos de protección a migrantes] y el programa Quédate en México y el título 42 [centros para el control y prevención de enfermedades], en la actualidad llegan decenas de miles de personas”.
Muchos de ellos, añade, como resultado de las caravanas masivas, que son procesos importantes, estrategias y formas de transitar que les permitió cierta protección. La demanda, considera, era muy legítima: dejarlos transitar por México para llegar a Estados Unidos y tener un trabajo.
- Asimismo, observa que mientras esa demanda no se solucione en los países de origen y no haya otro tipo de condiciones de vida en Centroamérica y México, las personas seguirán migrando. “Hay condiciones de violencia muy agudas, economía precaria, poco trabajo, trabajos mal pagados. No hay oportunidades de desarrollo. En estos escenarios la gente seguirá saliendo. ¿Qué harían en su caso? Buscar una vida digna de acuerdo a las visiones”.
Finalmente indica que “el migrante es una persona con derechos, tiene necesidades claras y específicas: trabajo, una vida digna y sin violencia. En un mundo donde se supone que hay derechos nacionales e internacionales, esto no tendría que ser. El hecho de que tú necesites salir de tu país para tener una vida digna, de ninguna manera podría ser un hecho con el que lucre una red de tráfico, y menos que se criminalice por algunos Estados”.
Es cada vez más complejo el mapa del tráfico de migrantes
Detrás de las múltiples vejaciones que acompañan las travesías de los migrantes que huyen del hambre, la violencia, la falta de oportunidades y la miseria en sus comunidades hay un negocio.
Las carencias económicas de unos representan millones de ingresos para grupos criminales de todo tamaño, que ni autoridades de México ni de Estados Unidos –el país de destino que recibe una mano de obra abaratada por el miedo a la deportación– han hecho por sistematizar, o señalar públicamente.
- El fenómeno es complejo, atomizado. Tanto agencias estadunidenses como autoridades mexicanas lo reconocen así. Grupos de todo tamaño participan en esta actividad, desde traficantes cercanos a las comunidades y que representan un riesgo bajo, hasta uno de los cárteles de droga más agresivos en el país. En ese punto, la política migratoria de manera indirecta está inflando los recursos de grupos criminales que capitalizan la violencia.
Roberto Velasco, jefe de la Unidad para América del Norte de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), explica a La Jornada que en las redes de tránsito de migrantes hay un “mapa desafortunadamente cada vez más complejo, confluye a varios países” y, debido a “la posibilidad del negocio, obviamente también se van integrando nuevas personas a estas redes de tráfico de personas”.
En entrevista detalla algunos de los trabajos regionales que se llevan a cabo para atender la situación.
–Por el lado de México, de las autoridades mexicanas, ¿hay algún tipo de mapeo sobre qué grupos de la delincuencia organizada están repartidos para facilitar o sacar provecho del tránsito de migrantes tanto en la frontera norte como en la sur?
–Hay bandas y redes de tráfico de personas en toda la región. México no es la excepción. Lo que puso de manifiesto la tragedia tan terrible de San Antonio la semana pasada es que también hay redes de tráfico que están operando en Estados Unidos, en conjunto con estas redes que están en Centroamérica, en Latinoamérica y en México.
La operación que vimos es prácticamente en territorio estadunidense y, de acuerdo a la información que nos ha compartido el Departamento de Seguridad Interior, era un grupo que recogía a las personas en Laredo y las llevaban a casas de seguridad en camiones registrados en Texas. Tanto quien parece ser el líder de la organización como el chofer del camión son ciudadanos estadunidenses.
Entonces, lo que estamos viendo es un mapa cada vez más complejo de organizaciones que reclutan a las personas en Latinoamérica, Centroamérica, incluso en terceros países; personas que les ayudan a atravesar el territorio de México, también poniéndolas en un gran riesgo, en cajas en el tráiler, y después una operación en Estados Unidos, la cual –lo que pone en evidencia este suceso– transporta a la gente de la misma manera en esta especie de última milla, poniéndolos en un riesgo evidentemente mortal. Entonces, lo principal que te diría es que es un mapa desafortunadamente cada vez más complejo, confluye a varios países, incluyendo a Estados Unidos.
En esta ocasión hay cuatro personas detenidas porque, como se dio a conocer, el chofer de la unidad volvió a la escena de los hechos haciéndose pasar por un migrante, por una víctima, al darse cuenta que no podría escapar por la zona aislada, desértica, en la que se encontraba.
Esto lleva a tener la información de su teléfono, de su testimonio y a estas otras personas. Estamos esperando ver si hay más involucrados, continuar las investigaciones del Departamento de Justicia, pero tienen a una serie de personas detenidas que sí estamos seguros van a poder aportar información de gran relevancia para ambos países.
–¿Del lado mexicano tienen identificadas cuántas organizaciones podrían estar participando en esta actividad?
–No tengo una cifra exacta. Creemos que hay distintos tipos de organizaciones. Algunas ayudan a los migrantes a cruzar todo el país desde Centroamérica, pero también hemos visto en el pasado organizaciones de carácter local que en la frontera de México los pasan únicamente a Estados Unidos.
Es un mapa complejo y cambiante, porque a pesar de todas las detenciones que se han hecho en distintos episodios en territorio nacional, (debido a) la posibilidad del negocio, obviamente también se van integrando nuevas personas a estas redes de tráfico de personas.
–¿Como parte de las mesas interinstitucionales que hay entre ambos países se trabaja sobre algo en concreto, más allá del tema de migración, visto esto como la participación de una red de tráfico organizado?
–No es una sola red. Son distintos tipos de organizaciones, grupos delictivos de acuerdo con nuestra definición legal y otras que son pequeñas bandas de dos o tres sujetos que pueden estar operando un camión. En fin, hay distintos grados de sofisticación en cada uno de los países.
Ahora, sí tenemos un grupo dentro del Entendimiento Bicentenario de Tráfico de Personas, en el cual también participan la Fiscalía General de la República y las distintas autoridades estadunidenses que investigan estos delitos. Y bueno, hemos creado también grupos ad hoc para responder a la tragedia que hubo en Tapachula y ahora para esta tragedia que hubo en San Antonio, con la participación de otros países de la región.
Estamos también conversando con otros países, Guatemala y Honduras (sobre) si es posible que tengamos alguna especie de grupo permanente de trabajo entre todos los países que estamos involucrados en esta historia criminal, sobre todo muy cruel, porque no es la primera vez que hay una tragedia de esta magnitud, son varios eventos así. Y a pesar de ello, estos criminales continúan metiendo a la gente en esas cajas de tráileres en esas condiciones./Agencias-PUNTOporPUNTO