El 15 de mayo de 2020 Esteban Moctezuma Barragán, entonces secretario de Educación Pública (SEP), expresó que las y los maestros son «certeza en tiempos de incertidumbre». Para entonces, las clases presenciales en México ya estaban suspendidas debido a la emergencia sanitaria por COVID-19.
- Hoy, dos años después, esas declaraciones siguen teniendo un significado especial entre los docentes de México, que de los múltiples retos que enfrentan en su profesión, hay uno que más les preocupa: que sus alumnos recuperen los aprendizajes perdidos.
- Tres docentes de primaria, secundaria y bachillerato consultados por Expansión Política dejaron ver que la incertidumbre sigue vigente. La mayoría de sus alumnos estuvo dos años tomando clases a través de un monitor —si es que tenían las posibilidades—, escuchando explicaciones entrecortadas por las fallas en la red de wi-fi y con múltiples distractores.
«En reuniones con mis compañeros docentes llegamos a la conclusión de que, en general, los alumnos presentan un año de retraso en los aprendizajes, tiempo que difícilmente se va a recuperar, (sobre todo) si se pretende terminar un programa de estudios de grado», dice Emma Chávez Palma, de 34 años, y quien imparte clases en una primaria de Ecatepec, Estado de México.
- Organizaciones civiles ya habían advertido sobre las consecuencias de las clases a distancia. En enero de este año, Mexicanos Primero presentó el estudio «Equidad y Regreso sobre la presencialidad en las escuelas y aprendizaje», en el que se alertó sobre un retroceso de hasta tres ciclos escolares, sobre todo en conocimientos básicos de matemáticas y español.
El diagnóstico muestra que los estudiantes que tomaron clases a distancia empeoraron los conocimientos en 8.3% al no poder comprender un texto de cuarto grado, cuando en mayo de 2021 sí lo lograron.
«Para mis alumnos de tercer grado resultó más complicado, porque varios temas de física tuvimos que irnos pasito a pasito (…) Perdieron varias habilidades de vista, incluso el tener orden en su cuaderno (…) Ahorita que están a un mes de presentar su examen de Comipems (Comisión Metropolitana de Instituciones Públicas de Educación Media Superior) ves en los alumnos la incertidumbre de no contar con todos los conocimientos o habilidades necesarias», señala Tabata Cardona Cortés, de 33 años, maestra en una secundaria de la alcaldía Azcapotzalco.
La pérdida de aprendizajes se vio reflejada también en los alumnos de bachillerato. Así lo ha podido constatar José Carlos Severiano Serrano, de 47 años y quien imparte clases en el Colegio Nacional de Educación Profesional Técnica (Conalep) en la alcaldía Álvaro Obregón, Ciudad de México.
- Ves en los alumnos la incertidumbre de no contar con todos los conocimientos o habilidades necesarias». Tabata Cardona Cortés, maestra
«Condiciones jamás hubo —tal vez las mínimas—, pues la escuela no tenía recursos económicos para la adquisición de gel antibacterial, pago de servicios —teléfono, recolección de basura, internet—, sanitizante, pago de conserjería. Se requirió además, el apoyo de los padres de familia para limpieza profunda de la escuela; sin embargo, no todos estaban en la disposición de participar, porque no deseaban enviar a sus hijos a la escuela», cuenta Emma Chávez.
- La maestra refiere que las principales autoridades encargadas de garantizar el regreso seguro, como la propia SEP, dejaron esta carga de trabajo a directivos, docentes y padres de familia. «Que fuéramos nosotros quienes busquemos soluciones, acciones y recursos económicos», expresa.
Tabata Cortés recuerda que cuando apenas se retomaban las clases presenciales, la asistencia era baja, por lo que las medidas sanitarias en ese momento eras las adecuadas, pero luego vino la presencialidad al 100% y, con ello, la temporada de calor y la relajación de las normas.
«Actualmente ya contamos con el plantel casi lleno, si a caso faltará el 2% o menos de los alumnos (en presencial), entonces es complicado mantener la sana distancia, y el calor también es un problema porque tener el cubrebocas ya les llega a molestar (a los alumnos). Aunque cada docente intenta hacer que existan las condiciones adecuadas en cada salón, es complicado», expresa la profesora.
- En el caso del bachillerato, o al menos en la institución donde trabaja José Carlos Severiano, los grupos siguen entrando a las aulas de forma escalonada: «a los chicos los estoy viendo (en el salón de clases) una semana sí, una semana no, y así de manera alternada y solo la mitad del grupo», menciona.
- El docente destaca que, en cuanto a la deserción escolar, fue una constante durante la emergencia sanitaria, pero en la actualidad sus alumnos se han ido reintegrando casi en su totalidad.»Tengo un grupo ligeramente más pequeño que comparado con antes de la pandemia. Yo creo que estamos iguales, porque regresaron los chicos que durante la pandemia sí abandonaron los estudios», señala José Carlos.
Hasta medios de 2021, se tenía que alrededor de 5.2 millones de estudiantes dejaron las aulas por motivos asociados a la pandemia y falta de recursos, dando como resultado que uno de cada 10 estudiantes no se inscribiera en el ciclo escolar 2020-2021, de acuerdo con la última Encuesta para la Medición del Impacto COVID-19 en la Educación (ECOVID-ED), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y publicada en marzo de 2021.
Docentes, obstáculos y nuevos libros de texto
Carlos Mancera Corcuera, director de Valora Consultoría, explicó a docentes en un evento del Centro Universitario de Ciencias Económico Administrativas (CUCEA) lo que les deparaba con la nueva reforma educativa.
- Afirmó que no se trata de modificaciones menores ni de ajustes que se lleven a cabo en un diagnóstico de lo que funciona y no del sistema educativo.
- «Es más bien un intento de imponer otro tipo de filosofía en la educación. Una filosofía que parte de lo comunitario y se queda en lo comunitario, que da un valor absoluto a lo que sucede en las colectividades, pero no a lo que sucede en el ámbito de los individuos, lo que sucede en el País, o lo que sucede en el mundo», señala.
Estimó que la iniciativa debería ser más discutida y no debería avanzar bajo los términos planteados, puesto que lo que actualmente se tiene fue construido desde los albores de la humanidad, pasando por diversas corrientes del pensamiento y con educadores y figuras de la talla de José Vasconcelos y Jaime Torres Bodet.
«Pensadores que le han dado sustento, escritores que la han nutrido, científicos que le han aportado y, sobre todo, maestros que a lo largo de su trayectoria de vida han hecho una tarea formidable al proporcionar este medio de superación como ningún otro que es la educación a sus alumnas, a sus alumnos», externó.
«Ciertamente, lo que no se vale es desechar un valiosísimo legado de la educación y el trabajo cotidiano que millones de individuos llevan a cabo todos los días para que la educación cumpla con sus fines».
- Reprochó que se esté priorizando un afán político sobre el derecho a la educación, el rescate de conocimientos, de niños que dejaron la escuela, y que no se tomen en cuenta retos que están enfrentando los maestros tras una contingencia sanitaria.
- «Creo que en este afán de imponer una ideología o una visión muy particular del mundo a la educación y dejar de lado el repaso elemental de lo que sucede en las escuelas, se ha olvidado por completo la Secretaría de lo que hoy están viviendo las escuelas después de la pandemia o a la salida de la pandemia», dice.
«Las escuelas han estado afectadas durante tres años escolares por los cierres, la pérdida de clases presenciales. En los ciclos escolares 2019-2020, 2020-2021 y 2021-2022 las clases han sido muy irregulares o en muchas escuelas casi inexistentes, así que millones de alumnos han estado prácticamente marginados del sistema educativo.
«Hoy hay cualquier cantidad de niños, de niñas, en segundo, tercero, cuarto de primaria, que son analfabetas, es decir, no han aprendido a leer y a escribir. Hay alumnos que están llegando a la secundaria con bases de aritmética, pues sumamente elementales o casi borradas. Hoy, las maestras y los maestros están batallando como nunca para tratar de resolver esa precariedad tan compleja de sus alumnos».
Ahora, no obstante el discurso de la reivindicación del magisterio, acota, se les impondrán nuevas tareas con cambios ambiguos. Cuestiona cómo se les enseñará a alumnos en un entorno de violencia e inseguridad.
«Cómo le va a dar el mismo valor a las tradiciones o a las creencias que hay en las comunidades con el conocimiento universal que los maestros están formados, y que tendrían que transmitir según el propósito de que la educación forme a los alumnos en el pensamiento científico universal y no en los fanatismos», denosta.
«¿Saldría la maestra o el maestro con su grupo de alumnos a pasear por la comunidad con las circunstancias de inseguridad que prevalecen en el País? ¿Es eso razonable? ¿Cómo van a cruzar la primera avenida, no en un pueblo, pero sí en una zona urbana? En fin, ¿quién asume esa responsabilidad? Desde luego, los maestros no tienen por qué asumirla, eso es absolutamente indebido, irracional, no habría manera de exigirles nada de eso».
- Señaló como obstáculos los contenidos propuestos por la SEP en los nuevos libros de texto. Los más afectados para ello, consideró, serán los maestros y maestras de secundaria, puesto que las materias de ciencias actualmente son impartidas por los profesionales especializados en geografía, biología, química, física, pero bajo el campo «saberes y pensamiento científico» podría haber confusión por la «amalgama» que representa.
- «Se tendrían que ir alternando los maestros de cada una de estas asignaturas para todos los años en la secundaria. Impartir un pedacito de su disciplina dentro de ese campo del aprendizaje», dijo.
- «Un maestro de biología, por tomar un ejemplo, en la secundaria hoy, enseña tres horas en primero de secundaria. Al desaparecer la materia de biología e introducirse en el campo de saberes y pensamiento científico, ese maestro tendría que enseñar una hora en primero de secundaria, una hora en segundo de secundaria y una hora en tercero de secundaria. En vez de tener un grupo, ahora tendría tres grupos.
«En vez de tratar con 30 o 40 alumnos en su grupo, ahora tendría 90 o 120 alumnos. Si ese maestro enseña en dos escuelas, tendría 180 o 240 alumnos. Eso es imposible para un maestro, no se le puede exigir a ningún maestro de secundaria semejante tipo de función».
Les complican participar en consulta
De acuerdo con Marx Arriaga, director general de Materiales Educativos, las asambleas a nivel nacional abiertas para docentes y especialistas en educación tuvieron una amplia participación. Sin embargo, se acusó que a los eventos presenciales se llevó a docentes a modo.
- El corte dado por el funcionario de las 32 asambleas estatales fue de más de 330 mil profesores que habrían participado presencialmente; 669 mil intervenciones virtuales a través de Facebook y YouTube, y 91 mil 438 opiniones vertidas en los formularios de Google.
Expertos con la intención de participar en las asambleas anunciadas por la SEP para modificar el plan educativo y los libros de texto reportaron diversas trabas para el registro, y que hubo participantes escogidos por las autoridades.
Patricia Ganem indicó que quienes han asistido a estos encuentros con Marx Arriaga, encargado de este proceso-, son previamente seleccionados.
- «No hemos podido registrarnos. Yo me quise registrar al de la Ciudad de México, no pude, porque no hay una forma de registro. Al principio pensé que en el caso de la Ciudad de México ya se había llenado, hice averiguación en otros dos o tres estados, fue a invitación expresa», expone.
«Esto se dejó a cada autoridad estatal para tener este diálogo presencial con 20, 25 actores. Ha habido de todo. Desde los estados que han sido más versátiles, han abierto la convocatoria, han visto que queden representados todos los actores y todos los perfiles y hay otros que no. Sí se señaló específicamente quién iba a acudir a esa misa».
- La también vocera del colectivo Educación con Rumbo subraya que, con esto, se relega a algunas voces de participar, y se limita a los interesados a seguir los foros.
- En ello coincide José Antonio Cabello Gil, quien señala que estas asambleas fueron una mera apariencia.
- «Yo estoy muy seguro que, al igual que muchos otros mexicanos, hemos hecho el intento de registrarnos, de participar, de sumarnos y no veo cómo, no veo dónde», dijo.
- «Esto es muy grave, porque hace evidente no sólo lo que ya dijimos, de que simplemente es un proceso que busca deslegitimar un planteamiento preexistente.
«Este Gobierno se caracteriza por vivir la manía de consultivitis. Todavía sin entrar en funciones, este Gobierno realizó foros de consulta, yo participé en uno de ellos, entre octubre, noviembre del 18 (2018). Ya en funciones, este Gobierno hizo otra consulta para la Nueva Escuela Mexicana. Ahora hace una consulta para el marco curricular y los planes de estudio.
De clases en línea al reto de abatir el rezago educativo
Los maestros tamaulipecos pasaron del reto que fue enseñar en el modelo a distancia sin los recursos necesarios, a tratar de abatir el rezago educativo post pandémico que es severo, pero sin quitar el dedo del renglón sobre la necesidad de un aumento salarial e incremento de bonos, los cuales, no han tenido variación en cinco años en Tamaulipas.
- En el inicio de la pandemia en 2020 a causa del covid-19, los alumnos y los maestros se alejaron de las escuelas, pero así estaban obligados a sacar el trabajo. A pesar de la adversidad, desde una comunidad rural llamada Praxedis Balboa, en Villa de Casas, un joven maestro encontró la forma de llevar clases a la escuela rural en donde trabaja.
- El joven Sergio Alan Padilla Olvera, maestro unitario de la escuela rural, sin la necesidad de internet llevó clases a los hogares de sus alumnos a través de memorias USB y aparatos DVD, que eran conectados en los televisores de las familias de los niños, así que dicha idea lo hizo ganar el segundo lugar en el país del National Teacher Prize México 2021 del Movimiento STEM.
El maestro es una inspiración para el magisterio tamaulipeco, pero en todos los municipios, los trabajadores de la educación tuvieron que sacar la casta e idearse formas de cómo llevar clases o enviar tareas, así que el Whatsapp se convirtió en una herramienta fundamental, aseguró María de los Ángeles de León Vargas, supervisora escolar 047 de Tampico.
Sin embargo, el aprendizaje de dos años de pandemia debe de evolucionar y hasta tener más sacrificios de los maestros, porque el rezago educativo que enfrentan los estudiantes en instituciones públicas de Tamaulipas “es grave”, ya que se tienen estudiantes en grados como tercero o cuarto que tienen dificultades para leer y escribir.
“El panorama está muy complicado porque tenemos una recepción de alumnos con mucho rezago, mal académicamente, así que claro que existe preocupación del gremio magisterial sobre cómo se van a subsanar esos rezagos históricos porque nunca había pasado esto”, refirió la supervisora escolar, y una de las propuestas será tener clases de regularización hasta los fines de semana porque existe disposición de los docentes./Agencias-PUNTOporPUNTO