La propuesta de reforma electoral del presidente Andrés Manuel López Obrador no busca fortalecer las reglas y procedimientos electorales sino someter al Instituto Nacional Electoral (INE), lo que representa un riesgo para la democracia que hace más de 40 años se ha impulsado en México, alertan expertos.
- La reforma política de 1977 representó un «parteaguas» en la vida política del país y un punto de partida hacia la transición democrática, pues a partir de ella se han impulsado las de 1986, 1989-90, 1993, 1994, 1996, 2007, 2008 y 2014. Sin embargo, la falta de credibilidad en los comicios ha permitido que prácticamente en cada sexenio se impulse una reforma político-electoral. Así ha sucedido en las administraciones de Enrique Peña Nieto, Felipe Calderón, Ernesto Zedillo y Carlos Salinas de Gortari; tan solo con este último hubo tres.
- El coordinador parlamentario de Morena, Ricardo Monreal Ávila, dijo que es probable que la siguiente semana, el presidente Andrés Manuel López Obrador presente al Congreso de la Unión las iniciativas que anunció en materia político-electoral y sobre la Guardia Nacional.
Y es que previo a la consulta de revocación de mandato del 10 de abril, el presidente anunció lo que sería la esencia de su iniciativa de reforma: acabar con los llamados «acuerdos cupulares «en la designación de consejeros y magistrados electorales, así como reducir el costo del aparato electoral.
“Que se elijan de manera directa, con voto directo y secreto. El pueblo va a elegir de manera directa, se acabó lo de los acuerdos cupulares, contrarios al interés del pueblo”, estableció el presidente.
- Expertos consideran que la iniciativa de reforma del presidente atenta contra logros de la democracia al querer debilitar al INE, amén de que es peligrosa al proponer elegir a consejeros y magistrados por voto; inviable porque no cuenta con la mayoría calificada para concretarla y busca distraer la atención de los problemas por los que atraviesa el país.
“El presidente está proponiendo reducir los diputados de representación proporcional, quitarles presupuesto a los partidos, debilitar al INE que eso ya lo había adelantado. De aprobarse lo que propone le va a dar mayor poder al presidente y a Morena. La reforma electoral es innecesaria, pero lo que preocupa es qué hace la oposición porque sigue sin aparecer”, sostiene Javier Rosiles, analista político.
Desde hace años, López Obrador mantiene un enfrentamiento con el INE. Y como presidente ha redoblado esos ataques contra el órgano electoral e incluso propuso que éste formara parte del Poder Judicial, para poder contar con un verdadero «Poder autónomo, independiente, con gente íntegra, honesta, intachable, pero no lo que estamos ahora padeciendo».
En respuesta, el consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, ha expresado que una reforma debe contemplar mejoras al sistema electoral, pero si implica perder lo avanzado no «vale la pena».
«¿Conviene una reforma electoral? Si es para mejorar nuestro sistema, si implica amplios consensos que incluyan a todas las fuerzas políticas, si es una reforma, pues, para mejorar la democracia, adelante; si no, no vale la pena», aseguró.
- Es el INE al que el presidente López Obrador ha acusado de permitir “el fraude de 2006”, al que señala de boicot y califica de antidemocrático por no promover y obstaculizar la consulta de revocación de mandato. Es al INE al que acusa de ser el más costoso y de no garantizar elecciones limpias, al que criticó de ser un atentado a la democracia por retirar las candidaturas a gobernador de Michoacán y Guerrero de Raúl Morón y Felix Salgado. Es al INE al que señala de parcial.
“El diseño institucional de cómo llegan los consejeros los pone en una situación de negociación con los partidos políticos y en esa medida pues difícilmente se les puede pedir que sean neutrales, entonces eso genera un enfrentamiento”, explica Rosiles.
Debilitar al órgano electoral, consideran los expertos, es un foco rojo para la democracia en México, pues es gracias al IFE y ahora INE que se han logrado realizar “elecciones de calidad”.
Otra de las propuestas que incluiría la iniciativa de reforma electoral es la reducción o eliminación de legisladores de representación proporcional, los conocidos como plurinominales.
“Es reducir, nada más que todavía estamos en el análisis si quedan nada más legisladores electos, se está viendo eso. Pero de que va a haber una disminución, sin duda”, agregó López Obrador.
Para el experto en temas legislativos y profesor de la UNAM, José Luis Camacho, querer disminuir la representación proporcional y poner la materia electoral al voto popular es un despropósito.
- “Hay prohibición expresa en la Constitución para que los temas electorales no vayan a consulta ciudadana, es decir que no lo decida el pueblo por voto porque los parámetros para una decisión sería la simpatía o las propuestas, pero un funcionario en materia electoral, lo que tiene que ofrecer es el cumplimiento de la norma, la impartición de justicia”, refiere.
- El presidente López Obrador ha adelantado que propondrá que los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial integren una lista con 20 candidatos (10 mujeres y 10 hombres). Posteriormente, se hará pública la lista con los 60 nombres y quien obtenga el mayor número de votos, será el o la presidenta del órgano electoral autónomo.
Sin embargo, esa forma de designación podría conllevar riesgos. Javier Rosiles afirma que si los consejeros se eligen a través del voto popular, se caería nuevamente en lo que el presidente intenta evitar: las cuotas.
“El riesgo está en que el presidente pudiera tener el control del INE, de que tenga injerencia en la designación de consejeros… Me parece que se le quiere poner al ciudadano una carga que más bien busca legitimar una decisión que no estaría en la ciudadanía, sino que estaría en negociaciones, es decir, el modelo estaría peor que el actual”, sostiene.
Camacho Vargas considera que la iniciativa del presidente se da como una distracción a los problemas que enfrenta el país: “La falta de resultados en el gobierno, en el ámbito que veamos, como social, económico, salud, seguridad. Como no hay nada positivo, trata de distraer la atención”.
Difícil que logre consenso
Dada la composición de la Cámara de Diputados, en la que Morena y sus aliados no cuentan con mayoría calificada, los expertos consultados advierten un escenario complicado para la aprobación de la iniciativa que será mandada por el Ejecutivo Federal como la segunda iniciativa de reforma constitucional en su segundo trienio.
“Actualmente, creo que será muy difícil se apruebe una reforma electoral. No sabemos si la oposición logrará mantenerse unida —como podría suceder con la reforma eléctrica— pero sí es claro que sería prácticamente un suicidio para los partidos de oposición el aprobar reformas regresivas y en las que perderían, cómo reducir la representación proporcional o, peor aún, el disparate de elegir por voto popular al árbitro electoral y a quienes integran la judicatura electoral”, destaca Javier Marín Reyes, catedrático del CIDE.
Una propuesta desde el INE
El consejero presidente del INE, Lorenzo Córdova, planteó seis ejes centrales que deben ser considerados de cara a una eventual reforma que busque mejorar al sistema electoral.
- Consenso: El consejero considera que la reforma electoral debe ser producto del consenso en que se requiere mejorar y perfeccionar el sistema representativo.
- Financiamiento. El financiamiento público a los partidos políticos se debe mantener. Es una de las grandes conquistas del sistema electoral, además se advierten riesgos de eliminar ese tipo de financiamiento como el ingreso de fuentes
- Voto electrónico. El consejero presidente considera que en la reforma electoral es momento de incluir el voto electrónico, lo cual permitiría reducir costos en los procesos electorales.
Justicia electoral. En la modificación al marco electoral es necesario que las autoridades ministeriales abran la información en casos como los de Odebrecht y Pío López Obrador.
Simplificar el sistema electoral. Lorenzo Córdova considera que existen demasiadas previsiones que el INE debe cumplir, así como prohibiciones a los actores políticos.
- Medidas afirmativas. Es necesario que las medidas afirmativas se han instrumentado desde el INE sean adoptadas a nivel legislativo y, con ello, corregir y hasta mejorar algunas incongruencias como que haya representación migrante en el Congreso, pero no se permita el voto de las y los mexicanos en el extranjero.
- Quien también ha dejado claro que no es necesaria una nueva reforma electoral es el excandidato presidencial Cuauhtémoc Cárdenas, quien sin embargo llamó a revisar es el uso de “dinero sucio e ilegal” y las “intromisiones indebidas” de altos funcionarios en los procesos electorales.
«Yo no veo cuáles serían las razones para una nueva Reforma Electoral; primero tendría que conocer cuál es la propuesta de reforma (electoral) para saber si estoy de acuerdo. Yo, por mí, no veo la necesidad de una reforma», dijo en la UNAM.
En ese mismo foro, el historiador Enrique Krauze destacó que gracias al INE se han llevado a cabo elecciones en todos los niveles, en todos los estados y municipios, además se han renovado los poderes de manera periódica y pacíficamente.
“Esto ha sido un logro histórico, al que estoy seguro, los mexicanos, la sociedad civil y los mexicanos todos no vamos a renunciar”, expuso el intelectual./CONGRESO-PUNTOporPUNTO