RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Desde hace algún tiempo existen voces que demandan una nueva Constitución Política para los Estados Unidos Mexicanos.
Se trata de un nuevo documento que norme con reglas claras los ordenamientos de una nación dinámica y moderna, que surja de una gran consulta y que impida que cada ocasión que alguien tenga una ocurrencia dispongan de una nueva modificación a dicho documento.
Los parches en el articulado de la Constitución son innumerables, ya que cada nueva administración le realiza los cambios que considera adecuados.
Y es que los artículos modificados una administración anterior suelen ser renovados y hasta eliminado su contenido, ya que no va acorde con el nuevo gobierno.
Es cierto que para modificar la Constitución se requiere de las dos terceras partes de los legisladores (diputados y senadores) y que, con excepción del trienio pasado, ningún partido los ha podido conjuntar desde 1997 y la prueba de lo difícil que es se encuentra en las reformas constitucionales que quiere el actual Ejecutivo federal.
Encontrar el respaldo necesario entre los partidos de oposición se dificulta mucho y más en estos tiempos en que la política nacional se encuentra sumamente polarizada.
Durante la actual administración se realizaron reformas constitucionales de temas que habían aprobados en el anterior gobierno y así ha sido la constante. Modifican para reformar el articulado unos cuantos años después.
Es historia de nunca acabar y la polarización del tema de la Revocación de Mandato será objeto de una seria revisión, si es que MORENA no consigue ganar la Presidencia de la República en los comicios de 2024.
Lo que parecía un ejercicio atractivo de democracia, acabó satanizado por unos que ejercieron presión, mediante sus constantes llamados a la población para que no participara en el mismo y deja abierta una herida que tendrá que ser sanada a la brevedad.
Fue tildada de convocatoria facciosa y se le intentó sabotear, con resultados regulares, pero lo peor de todo es que desde las instancias del poder se hizo todo lo posible para alborotar el avispero (cucar diría el Presidente).
Si la Revocación de Mandato se queda (puede que al siguiente mandatario no le guste) se tendrán que realizar ciertos ajustes para evitar malos entendidos y que se polemice con ella, como ha sucedido en el presente.
Se deben establecer tiempos adecuados para la promoción del evento y, principalmente, deberá ser convocada a petición de la ciudadanía, como se suponía se haría.
Pero dejando de lado ese solo rubro, habría que ver lo que sucederá con las reformas de las reformas realizadas en la actual administración y otras que no son del gusto de este o los siguientes Presidentes de la República.
Tal vez, lo mejor sería efectuar una consulta para responder a los llamamientos de varios especialistas en el tema que piden redactar una nueva Constitución, más dinámica, moderna y sin tantos recovecos como la actual que data de 1917 y que en aquel entonces fue reconocida com0o un gran documento de avanzada que abarcaba los temas agrarios y de los trabajadores, entre otros muchos y que desde entonces ha sufrido modificaciones, correcciones, tachones, borrones y aboliciones, al por mayor.
¿Se atreverá alguien a proponer la redacción de una nueva Constitución? Hasta el momento no hay voces que se asuman como los convocantes, aunque Porfirio Muños Ledo lo repite cada vez que requiere atención.
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De empate puede calificarse la Revocación de Mandato entre aquellos que denostaban y alentaban a la población para no acudir a votar y quienes la promovían. La participación puede ser calificada de regular, lo que deja en claro que ni unos ni otros lograron sus propósitos de alentar la participación o de rechazar la presencia ciudadana en las urnas.
Fue una buena oportunidad para la práctica democrática, aunque no dio el resultado requerido, sentó las bases para en un futuro hacerla más participativa y sin tanta revoltura…Como cada proceso electoral, los llamados a votar no se hicieron esperar el día en que hay que concurrir a las urnas. Como siempre, fueron un grupo de personajes del medio artístico los que hicieron el llamado, solamente que ahora todos ellos simpatizantes de la 4T.
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