El Laboratorio Nacional de Energía Renovable (NREL, por su sigla en inglés) publicó su Reporte de Energía Limpia para México en el que concluyó que alcanzar el objetivo para 2024 del 35% de generación de energía limpia es factible con un aumento de 41 terawatts por hora o 47% de la generación limpia, lo que se puede lograr con el desarrollo exitoso de los proyectos renovables que se han planteado hasta ahora, lo que necesariamente incluye la participación de privados, sin cambios legales como los que se plantean en el Congreso y en la Suprema Corte.
- Según el organismo del gobierno estadounidense, para lograr la meta se requiere de todos mecanismos de subastas de largo plazo, el mercado mayorista con venta a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) y mediante contratos bilaterales entre empresas, la generación de contratos legados del régimen anterior, autoabasto y producción independiente de energía, la energía que plantea la CFE en su central fotovoltaica, las modernizaciones de las hidroeléctricas, geotérmicas y el proyecto de hidrógeno verde, junto con lo que se añada.
- En 2022, México generó 86.27 terawatts por hora que fueron el 26.7% de su electricidad a partir de energía limpia, luego de que tuvo una generación total de energía de 323.1 terawatts por hora de energía, con lo que 236.83 terawatts por hora continuaron generándose con fuentes fósiles, principalmente ciclos combinados a gas natural.
Para el 2024, se espera un incremento de 12.7% de la demanda y por tanto de la generación de energía, lo que implicará que el país tendrá una generación de 364.1 terawatts por hora, de los cuales 127.43 terawatts por hora deberán corresponder a energía limpia, generada mediante hidroeléctrica, geotermia, nuclear, biomasa, fotovoltaica o eólica, que no genere emisiones de CO2, según la Ley de Transición Energética y el compromiso de México en el Acuerdo de París.
- Lo anterior significa que se requerirá de un incremento de 47.7% de la energía limpia, añadiendo 41.1 terawatts al sistema en los próximos dos años y medio.
En su análisis, el NREL consideró que algunos de los beneficios de lograr este objetivo incluyen: la reducción de los costos de producción de electricidad en 1,100 millones de dólares en un escenario de negocios si se mantiene la actual dinámica de generación, crecimiento, instalación y despacho “business as usual” y aproximadamente 17,000 millones de dólares de inversión directa.
- Por otro lado, prevé la creación de más de 72,000 puestos de trabajos formales, de tiempo completo en el país, mismos que estarán enfocados únicamente en el sector de energía limpia.
- Entre las posibilidades de este centro de análisis que forma parte del gobierno estadounidense está la diversificación de la generación eléctrica a más zonas del país, con lo que habrá también distintas tarifas a menores costos cercanos a la generación que en muchos casos será in situ, permitiendo a su vez mayor seguridad energética para todo el territorio.
En el aspecto ambiental, cumplir con estas metas traerá una significativa mejoría en la calidad del aire con la reducción de las emisiones del sector eléctrico, que es el mayor generador de gases de efecto invernadero entre los sectores productivos del mundo, debido a la quema de combustibles fósiles en las instalaciones termoeléctricas que se requieren para dar respaldo y energía base a la generación limpia.
“Energía sostenible para el crecimiento económico nacional y regional y beneficios sociales como electrificación rentable de comunidades rurales y desatendidas con bajas emisiones de gases de efecto invernadero y otros contaminantes y aumento de servicios como salud y educación para estos puntos marginados”, son también algunos de los beneficios que se observarían como externalidades de llegar a la meta de 35% de energía limpia en el país.
- A la vez, se observaría una reducción de la congestión de transmisión en áreas clave, lo que permitiría que mientras el gobierno se ocupa de robustecer la red nacional de transmisión eléctrica, habrá menos presiones financieras y alertas físicas de problemáticas para el despacho de energía.
Finalmente, el NREL considera que incluso se crearán oportunidades de exportación de energía limpia si se explotan los contratos vigentes que permiten no sólo aportar lo comprometido en subastas sino ampliar su capacidad para obtener ingresos adicionales como incentivo a la generación limpia y con ello habrá una mayor resiliencia del sistema energético y de los servicios públicos y se podrá impulsar la electrificación del sector del transporte con soluciones equitativas y menores emisiones./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO
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