Las perspectivas económicas de crecimiento mundial se han deteriorado conforme se intensifican los desafíos inflacionarios y la invasión de Rusia, advirtieron analistas de la calificadora Fitch.
- Ahora, el equipo de investigación de la agencia anticipa un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) del globo de 3%, que es siete décimas inferior de su previsión de diciembre. Además de este ajuste, los economistas del equipo de investigación de Fitch también rebajaron su expectativa para Estados Unidos en dos décimas, y la dejaron en 3.5 por ciento.
El pronóstico para el PIB mundial de Fitch es inferior a 3.5% proyectado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) que apenas lo divulgó el jueves pasado.
- En la actualización de expectativas mundiales de Fitch, los economistas de la agencia argumentaron que estos ajustes a la baja reflejan el lastre de los precios más altos de energía, así como su previsión de un ritmo más rápido de aumentos en la tasa de interés por parte de Estados Unidos.
- Ligado al desempeño, menos dinámico del esperado en Estados Unidos, recortaron también el pronóstico para México. Ahora anticipan un avance del PIB de 2% para este año.
Esta previsión se encuentra ocho décimas debajo de la proyección que tenían en diciembre (2.8 por ciento) y se encuentra menor al estimado promedio que recién ajustó el Banco de México y que se encuentra en 2.4 por ciento.
El pronóstico de Banxico contempla la posibilidad de que el desempeño se encuentre en algún punto del rango entre 3.2 y 1.6 por ciento.
El 2023 será de lento desempeño
El impacto de la guerra en Ucrania que está dirigiendo Rusia se sentirá también para el año entrante, cuando los expertos de Fitch estiman un desempeño del PIB mundial de 2.8 por ciento.
Proyectaron que para el año entrante la economía estadounidense moderará aún más su desempeño para conseguir un avance de 1.6 por ciento. Este menor dinamismo también se verá reflejado en el PIB mexicano al que anticipan se mantendrá sin cambio para el 2023, en 2 por ciento.
Inflación, otra arista
En el análisis proyectaron que las presiones mundiales de oferta llevarán a la inflación de Estados Unidos a promediar una variación de 4.5% anual para el 2022, que podría moderarse a 2.5% para el 2023.
Ante este panorama, anticipan que la tasa de interés de Estados Unidos terminará el año en 2% y seguirá subiendo el año entrante hasta ubicarse en 3 por ciento.
Actualmente, la tasa de Estados Unidos quedó entre 0.25 y 0.50 por ciento.
- El contexto de presión mundial llevará a la inflación de México a registrar una variación de 4.8% para este año y 3.5% para el 2023.
- Los expertos de Fitch anticipan que Banco de México llevará la tasa a 7% para el cierre del año, como una estrategia para evitar el desanclaje de expectativas. Para el 2023, prevén que la tasa terminará en 7.50 por ciento.
Los economistas argumentaron que estos ajustes a la baja reflejan el lastre de los precios más altos de la energía, así como su previsión de un ritmo más rápido de aumentos en la tasa de interés por parte de Fed de Estados Unidos.
Economía, ante la “cúspide de una era inflacionaria”: Carstens
El mundo se encuentra en este momento en la cúspide de la inflación y se ha convertido así en el tema más importante para los formuladores de políticas económicas aseguró el gerente general del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), Agustín Carstens.
- Después de más de una década de luchar para llevar a la inflación a la meta, los bancos centrales enfrentan el problema opuesto y las fuerzas detrás de la alta inflación mundial pueden mantenerse persistentes durante un tiempo considerable, advirtió.
- Al participar en la conferencia del Centro de estudios de banca internacional y monetaria, en Génova, Suiza enfatizó que “los bancos centrales han hecho más de lo que les corresponde en la última década” y en este momento, se tiene que impulsar al crecimiento económico para que los países endeudados puedan soportar tasas de interés nominares y reales mucho más altas.
La clave para un mayor crecimiento sostenible no puede ser una política monetaria o fiscal expansiva. Debemos fortalecer la capacidad productiva de las economías”, resaltó Carstens.
- El responsable de la institución que realiza operaciones de banca central a las autoridades monetarias del mundo explicó que las expectativas de inflación de los hogares y empresas han aumentado.
- Y la guerra de Ucrania interrumpió aún más el suministro de productos básicos y los trabajadores están buscando vías para compensar la merma de su poder adquisitivo.
- Admitió que viene una segunda preocupación: el cambio de precios relativos. Esta evidencia subraya que “los bancos centrales no pueden garantizar por sí solos el crecimiento mundial manteniendo una postura acomodaticia”.
Expectativas de largo plazo confusas
De acuerdo con el banquero de los bancos centrales, existe evidencia de que los llamados efectos de segundo orden de la inflación están en marcha y son crecientes.
“Un factor de preocupación proviene de las señales de que están cambiando (…) Las expectativas de inflación promedio de los hogares han aumentado desde el año pasado y el mensaje es más confuso en las expectativas de largo plazo”.
Carstens reconoce que parece que las expectativas de largo plazo siguen ancladas, pero el riesgo de corto plazo está presente a partir de los eventos bélicos y engendran un riesgo mayor para la inflación.
Cambiar paradigma
El responsable del BIS destacó que “la guerra en Ucrania” está alimentando las presiones inflacionarias a nivel mundial y enfatizó que debe motivar “un cambio de paradigma para la política monetaria”.
- Este cambio requiere un reconocimiento más amplio en la formulación de políticas para impulsar la resiliencia a largo plazo y debe partir de la base de que “no debemos esperar que las presiones inflacionarias disminuyan pronto”.
- Detalló que con el conflicto bélico en Europa persisten los cuellos de botella en el transporte marítimo mundial con impacto en comercio de semiconductores. Y al mismo tiempo han surgido nuevas fuerzas inflacionarias en precios de alimentoso y aceite de alto consumo mundial./Agencias-PUNTOporPUNTO