Quechultenango, Guerrero.- Durante un operativo que realizó la Fiscalía General de Justicia de la entidad, con el apoyo de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Nacional (GN) en un rancho propiedad de un grupo criminal denominado «Los Ardillos» ubicado en esta municipalidad, fue detenido un sujeto –quien al parecer forma parte de dicha célula delictiva- y se aseguraron los cadáveres de tres tigres de Bengala, que estaban encerrados en una jaula y que al parecer murieron de hambre y sed, porque habían sido abandonados.
Cabe señalar que este municipio guerrense es el bastión de Los Ardillos, una de las células criminales que ha crecido considerablemente durante la última década. Este grupo es encabezado por por los hermanos Celso, Antonio y Jorge Ortega Jiménez y gozan de la protección de su hermano, el diputado local del PRD, Bernanrdo Ortega Jiménez.
De acuerdo con informes de la instancia regional, al detenido se le incautó un arma de uso exclusivo del Ejército, así como 28 kilos de hierba seca con características propias de la marihuana. Cabe señalar que esta acción ocurrió días antes de que los habitantes de esta zona expulsaran a los militares que se encargaban de realizar labores de vigilancia y patrullaje.
También fueron decomisados 11 vehículos, una motocicleta y autopartes con reporte de robo, cartuchos útiles de armas de fuego y otros objetos tecnológicos.
Lo anterior sucedió en cumplimiento con una orden de cateo concedida por un juez de control, cumplimentada el día 15 de febrero 2022 en el inmueble ubicado en la calle Libertad de este municipio y también fueron asegurados siete vehículos que tenían reporte de robo, en un terreno que fungía como deshuesadero, ubicado en el pueblo Tlanicuilco.
Cabe señalar que también fueron realizados cateos en cinco inmuebles donde se encontraron 10 puertas de vehículos de distintas marcas, 7 radiadores, 7 condensadores, 7 salpicaderas, 3 cofres, 2 tableros, un medallón, así como dos motores y 4 vehículos desarmados también con reporte de robo.
En tanto, los tres cadáveres de los tigres quedaron a disposición de la autoridad competente y fueron sometidos a estudios para determinar las causas reales del deceso.
Cabe señalar que tras este acontecimiento, el Ejército, la Guardia Nacional, así como las policías estatal y ministerial intensificaron sus labores de vigilancia.
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