Si el gobierno mantiene el estímulo fiscal de 100% al precio de las gasolinas tendrá un impacto negativo en las finanzas públicas, pero si no lo hace tendrá un impacto mayor en la inflación, advirtió Jorge Sánchez Tello, director del programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros (Fundef).
“Dada las políticas económicas del actual gobierno veo poco probable que no subsidie el IEPS a la gasolina sobre todo con la coyuntura de que puede tener un impacto importante en la inflación. Sin embargo, debería evaluar lo que es mejor para las finanzas públicas y para la economía, un equilibrio”, agregó.
- La semana pasada por primera ocasión desde que se aplica el estímulo fiscal a las gasolinas, en el caso de la de bajo octanaje (Magna) llegó a 100%, esta semana bajó a 99.10 por ciento.
- De acuerdo con analistas entrevistados por el El Economista, el gobierno aún no tiene un Plan B de cómo actuar ante los altos precios internacionales del crudo y su repercusión en los precios de los combustibles.
“Qué hará el gobierno (una vez que ya no pueda dar más de 100% de estímulo), la verdad no se sabe qué sucederá. Puede ser que cambien la Ley o hagan alguna jugada extraña para seguir dando el estímulo de los precios y que no éstos no suban más allá de lo que el gobierno ha decidido”, comentó Carlos Ramírez Fuentes, consultor de riesgo político en Integralia.
De acuerdo con la Ley del IEPS, para este año el estímulo máximo que se aplicará a la gasolina Magna será de 5.4917 pesos por litro; para la Premium de 4.6375 pesos y para el diésel de 6.0354 pesos por litro.
“Ya llegó al tope (el estímulo) y seguramente se volverá a rebasar por el simple hecho de que los precios del petróleo seguirán altos por el desastre que hay en Europa, no se ve el panorama nada alentador y el gobierno tendrá que tomar la decisión respecto a qué hacer”, comentó Ramírez Fuentes.
- Para Mariana Campos Villaseñor, coordinadora del programa de gasto público y rendición de cuentas en México Evalúa, es difícil predecir si existirá un IEPS negativo a combustibles pues las cuotas aplicables cambian semanalmente.
Ante este panorama, Mariana Campos añadió que se tienen que tomar en cuenta factores cómo el hecho de que que la economía mexicana no crecerá 4.1% como pronóstico la Secretaría de Hacienda; y que habrá ingresos excedentes por el alto precio de la mezcla mexicana (cotiza cerca de los 90 dólares), pero también se prometió dejar de exportar petróleo para refinarlo en México.
Difícil un ajuste en el gasto
El último precedente de un reacomodo en el gasto fue en el 2016, cuando la administración de Enrique Peña Nieto, realizó un “ajuste preventivo al gasto por 132,300 millones de pesos”.
- Aunque se realizó por motivos diferentes a los que actualmente padece México, pues se incrementó la volatilidad en los mercados financieros internacionales, asociada principalmente a una nueva caída en el precio del petróleo, así como al proceso de alza de las tasas de interés en Estados Unidos y a riesgos de una desaceleración de la economía global, principalmente en China.
A diferencia del 2016, el gobierno tiene recursos excedentes por los ingresos petrolero y por ello priorizaría pagar el estímulo a las gasolinas. Aunque si el efecto del bajo crecimiento económico golpea a los ingresos tributarios, la administración tendría que decidir cuánto ampliar el estímulo (que sería un subsidio de facto) y decida recortar otra parte del gasto, comentó Campos Villaseñor.
Jorge Sánchez Tello comentó que sería una situación compleja dado que el gobierno podría desviar recursos asignados a otros gastos para tratar de mantener el precio de las gasolinas./EL ECONOMISTA-PUNTOporPUNTO