El Ejército, Fuerza Aérea y Armada constituye la Fuerza Armada Permanente, como instituciones destinadas a la defensa de la integridad, la independencia y la soberanía de la nación, garantizar la seguridad interior, al auxilio a la población civil en casos de necesidades públicas, a la realización de acciones cívicas y obras sociales que tiendan al progreso del país; y en caso de desastre prestar ayuda para el mantenimiento del orden, auxilio de las personas y sus bienes y la reconstrucción de las zonas afectadas, así como para emplear el poder naval de la Federación para la defensa exterior y coadyuvar en la seguridad interior del país.
Para logar sus objetivos se auxilian haciéndose llegar de los recursos humanos y materiales necesarios, con los que ejercen las funciones de gobierno arriba citadas y que fortalece la función de Estado de Defensa Nacional que la Constitución y las leyes les fija.
La eficiencia en las operaciones de las Fuerzas Armadas mexicanas estriba en la planeación de todas las operaciones que realizan, constituidos en unos 40 instrumentos de planeación para los distintos escenarios derivados de sus funciones.
En sus escuelas navales y militares se prepara a su personal para la utilización y máxima eficiencia de sus procesos y recursos, logrando armonizar habilidades y destrezas requeridas con la formación de talento humano en diversas áreas y disciplinas del conocimiento para la actualización de su planeación.
Mientras que el marco jurídico militar provee de leyes, reglamentos, manuales y acuerdos que fijan obligaciones y responsabilidades para las diversas funciones que realizan nuestros soldados.
Sin duda alguna el elemento que proporciona cohesión y espíritu de cuerpo entre sus individuos lo constituye, la disciplina militar, que garantiza que todas las funciones y operaciones serán realizadas en su exacto cumplimiento, sin duda o titubeo alguno.
Separando las funciones de seguridad pública que les han sido asignadas, por eso como fuerza armada tienen el reconocimiento del pueblo mexicano, debido a que el grado de eficiencia en operativos, como la aplicación del Plan DN-III, contempla procesos derivados de situaciones en el que el margen de error es mínimo y es subsanado con retroalimentaciones o nuevas directrices que actualizan las hipótesis o superan alguna deficiencia.
Por lo que se refiere a la política armamentista mexicana, ésta tiene por objeto proveer de armamento y material para las funciones de seguridad y defensa, en concordancia con la política de defensa nacional que se desprende del Plan Nacional de Desarrollo 2019 – 2024, del Programa Sectorial de Defensa Nacional 2020-2024, del Programa Sectorial de Marina 2020-2024 y se aleja de un propósito de dominio militar.
La industria militar mexicana fabrica el fusil FX-05 de patente mexicana, como arma individual, con el objeto de satisfacer las necesidades del servicio. El resto del armamento puede ser fabricado o bien, adquirido por lotes en el extranjero. También produce uniformes e implementos especiales para todos los servicios y armas de las Fuerzas Armadas mexicanas.
El principal valor de nuestras Fuerzas Armadas lo constituye su personal, por eso, esta pluma expresa su modesto reconocimiento a las Fuerzas Armadas mexicanas.
Para la historia permanece la fecha del 5 de octubre de 1910 en San Luis Potosí, cuando Francisco I. Madero se dirigía a los soldados con la siguiente arenga: “Soldados de la República: recordad que la misión del ejército es defender las instituciones y no la de ser el sostén inconsciente de la tiranía; por tal motivo, escoged: o bien seguiréis sosteniendo (…) una era de luto, de dolor y de ignominia, o bien (…) labraremos la felicidad de la patria, y por el camino de la Constitución, de la libertad y de la justicia, la llevaremos a ocupar el alto puesto que merece entre las naciones civilizadas”.
*Es Maestro en Seguridad Nacional por la Armada de México
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