La nueva empresa para explotación de litio que alista el gobierno federal va a requerir una inversión inicial de por lo menos dos mil millones de dólares (cerca de 41 mil millones de pesos), y podría tardar hasta 15 años en comenzar a producir el mineral, dijo Armando Alatorre, presidente del Colegio de Ingenieros de Minas, Metalurgistas y Geólogos de México (CIMMGM).
- Ese monto supera hasta en 1.4 veces el presupuesto por 29 mil 446 millones de pesos para el Programa Sembrando Vida en 2022, o serviría para financiar en 1.9 veces el programa Jóvenes Construyendo el Futuro que para este año tiene una partida de 21 mil 196 millones de pesos.
En entrevista, Alatorre explicó que sólo para exploración se requieren 150 millones de dólares como mínimo en inversiones, mientras que el monto restante consiste en maquinaria especializada para el proceso, así como la preparación de la mina que incluye la electrificación, la construcción de caminos con medidas específicas para el paso de tráileres y vehículos, así como la construcción de plantas de procesamiento y la compra de reactivos químicos.
- La industria del litio es intensiva en capital, por ejemplo, la estadounidense Albemarle invirtió 902.5 millones de dólares al tercer trimestre de 2021, ello superó en 1.4 veces sus ganancias y representó 40 por ciento de sus ingresos, según su informe financiero.
- Además, las reservas potenciales de litio en México están en sedimentos de arcilla, y este tipo de yacimientos no han sido explotados comercialmente en el mundo, pues aún está en estudio su posible método de extracción, comentó el experto.
Explicó que las reservas que se explotan comercialmente son las que se extraen de rocas duras, y las que se obtienen evaporando agua en los sedimentos de sal, conocidos como salmueras.
“La exploración para saber dónde están específicamente los recursos, puede llevar entre 10 y 15 años, por lo que la empresa de litio va a ser un proyecto transexenal y no veríamos producción en esta administración”, añadió.
América Latina produjo alrededor de un tercio del litio mundial
El litio es el nuevo “oro blanco” debido a su papel clave en las baterías de los vehículos eléctricos. Su precio se multiplicó por cinco. América Latina produjo alrededor de un tercio del litio mundial en 2021.
- ¿Una nueva bonanza para la región? No necesariamente. El “triángulo del litio”, donde se encuentran la mayoría de los recursos de América Latina, ofrece lecciones reveladoras. De las tres naciones que lo comprenden, Chile y Argentina están muy avanzados, mientras Bolivia tiene dificultades para arrancar.
“Argentina definitivamente se destaca por encima de sus pares para atraer grandes inversiones en la extracción de litio”, dice Emily Hersh, directora ejecutiva de Luna Lithium en Nevada. “Argentina ha tenido varias inversiones por un monto cercano a los 1,000 millones de dólares (mdd)… en los últimos ocho a doce meses”.
Los mineros de litio fueron atraídos por las políticas favorables a los inversores del gobierno del expresidente Mauricio Macri y los gobiernos de provincia a favor de la minería también fueron de ayuda, dicen los ejecutivos de Luna Lithium.
- En Bolivia, la historia es diferente. El país sudamericano tiene potencial: el salar de litio más grande del mundo y las reservas probadas más grandes. Pero los sucesivos gobiernos le otorgaron al Estado un papel central en la explotación del litio.
- El discurso entusiasta de algunos gobiernos de izquierda de América Latina sobre un cártel de productores estatales, como si fuera la “OPEP de litio”, para controlar los precios ignora la realidad de que el “oro blanco” es una propuesta muy diferente a la del petróleo o los metales preciosos. El litio es difícil de explotar. Altamente reactivo, no se extrae en estado puro. Es complejo y costoso extraerlo.
“Una nueva mina suele tardar entre seis y ocho años para ponerse en marcha”, dice PJ Juvekar, jefe de investigación de materiales de Citi. Chile disfrutó de un régimen estable y es, por mucho, el mayor productor de litio de América Latina. Las dos empresas de ese país, la estadounidense Albemarle y la chilena SQM, están aumentando sus inversiones.
“Nuestro acuerdo de arrendamiento se acerca a un reparto del margen bruto al 50% con el Estado y las comunidades locales”, dice Stefan Debruyne, director de asuntos externos de SQM.
- La experiencia pasada en América Latina sugiere que una política de litio exitosa implica un régimen estable con un reparto justo de los ingresos que proporcione un incentivo a las compañías privadas.
- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, tiene otras ideas. “Vamos a crear una compañía (estatal) mexicana para el litio… se trata de nuestra soberanía”, dijo. El riesgo a largo plazo puede ser que el litio de México nunca llegue a explotarse.
El gobierno de Joe Biden ofrece incentivos para producir litio en EU y si los precios globales se mantienen altos, habrá un impulso para diversificar la producción. “Con los actuales precios spot, la producción de litio a partir de agua de mar puede incluso llegar a ser viable”, afirma Debruyne, de SQM.
Esto será de poca ayuda para Bolivia, un país sin salida al mar. “Parece que está condenada a ser prisionera de su identidad nacionalista y esto impedirá que se produzca litio”, dice el economista Roberto Laserna./MILENIO-PUNTOporPUNTO