Con Reforma 4T, la CFE deberá producir 75% de la ENERGÍA del País usando viejos contaminantes (Petróleo y Carbón)

el país subiría de manera importante las emisiones de los principales gases de efecto invernadero. La generación de dióxido de carbono, dice el organismo, aumentaría entre 29.4 y 73.5 %.

La Comisión Federal de Electricidad (CFE) pasaría de generar el 62% en 2021 a un 75% en 2022 de su energía mediante fósiles como el carbón, combustóleo, diésel y gas natural, sumando 140,493 gigawatts por hora y aumentando este tipo de generación en 83% en un año, si se aprueba la reforma constitucional impulsada por la iniciativa del presidente Andrés Manuel López Obrador, según la dirección general de Intermediación de Contratos Legados de la estatal eléctrica.

  • En su presentación dentro del foro 15 del Parlamento Abierto de la reforma eléctrica en San Lázaro, Mario Morales Vielmas, director general de Intermediación de Contratos Legados de la CFE expuso su pronóstico si se aprueba el nuevo marco legal energético, que prevé que la CFE aporte como mínimo el 54% de la generación eléctrica del país, luego de que el año pasado contribuyó con 38 por ciento.

Para cumplir con la meta, en el pronóstico se resalta que la generación mediante carbón de la CFE pasará de 4,448 a 18,063 gigawatts hora únicamente entre 2021 y 2022, aumentando de una participación porcentual de 4% a 10% en la canasta de generación de la CFE.

Además, la generación mediante gas natural de la estatal eléctrica irá de 57,096 a 119,514 gigawatts hora, aumentando de 46% a 64% en su participación en la generación.

  • Por otro lado, la generación con combustóleo (que se ha reiterado que corresponde a 3% del total nacional aunque para la CFE es 11% de su generación) pasará de 14,375 a 1,877 gigawatts hora, lo que implica que bajará de 11% a 1% de la generación de la CFE en sólo un año y según esta presentación, aunque sin duda la elaboración de combustóleo de Petróleos Mexicanos aumentará puesto que el sistema nacional de refinación seguirá procesando más crudo conforme avancen sus modernizaciones y se inaugure en julio la refinería de Dos Bocas, en Tabasco.

Finalmente, la generación de la CFE con diésel se mantendrá en 1%, pasando de 874 a 1,039 gigawatts hora.

En su cuenta de Twitter, el analista de Redd Intelligence, Édgar Sigler, opinó que la presentación de Morales Vielmas habla de una proyección a 2022, lo cual “es casi imposible que pase porque de aprobarse la reforma quizá esté hasta finales de este año o inicios del 2023”.

Con los supuestos establecidos con el funcionario, que incluyen una base de octubre del año pasado de la coordinación de Planeación de la CFE, el despacho prioritario a la empresa, la eliminación de autoabastos acusados de simular socios, sin unidades de propiedad conjunta y en función de costos variables marginales, la generación de la CFE será de 185,205 gigawatts hora, incrementándose en 47.5% al incluir la generación limpia, que en la suma de la generación nuclear, geotérmica, hidroeléctrica, fotovoltaica y eólica será de 44,712 gigawatts hora, reduciéndose en 8.2%, luego de que posiblemente bajará la generación hidroeléctrica por la modernización de las plantas prevista por la presente administración.

Despacho al 2024

Por otra parte, en la propuesta del modelo de despacho eléctrico en el que la CFE llega a por lo menos 54% de la generación real (participación que puede ser mayor al considerarse a la electricidad como un bien estratégico para la seguridad nacional), se destaca que en una renegociación de contratos con privados quienes llevan a cabo generación en plantas renovables de las subastas de energía mantendrán el 4% actual al 2024, pero habrá algunos cambios que no se explican para el resto de los permisionarios privados que hoy operan en el país.

Por ejemplo, los productores independientes de energía que posiblemente con otro nombre le seguirán vendiendo a la CFE, bajarán de 30% a 27% su participación en el total nacional; también los generadores que hoy venden más de 1 megawatt hora al mercado mayorista bajarán su participación de 11% a 8 por ciento.

  • Pero la mayor reducción será en los permisionarios del régimen legado de autoabasto, denominado “autoabasto legal” que sorpresivamente el gobierno considera dentro de la matriz luego de que se realicen ajustes a sus sociedades y generen efectivamente para su propio consumo despachando sólo el 7% de la generación nacional, cuando hoy representan el 16% de ésta. Tendrán a la vez prioridad en el despacho, después del 54% de la CFE.

A decir de Morales Vielmas, los ajustes en la participación del despacho de privados será lo que permitirá que la CFE pase del actual 39% de participación a 54% de la generación nacional.

Plan eléctrico puede subir hasta 1,000% el uso de combustibles fósiles

La reforma eléctrica, cuya discusión pública comienza hoy, puede causar un aumento por encima del 1,000% en el uso de algunos combustibles fósiles, de acuerdo con un estudio publicado hace unos días por el Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos.

  • El documento, dice, “no es una previsión de los efectos futuros de las enmiendas [a la regulación]”, sino que simula el comportamiento del mercado eléctrico mexicano en un periodo de 12 meses –terminado el 31 de agosto pasado– en un supuesto en el que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) ya tuviera la facultad de aumentar el uso de sus centrales de generación eléctrica y de garantizar el máximo uso de éstas, como se plantea en la iniciativa de reforma enviada desde presidencia y que se encuentra por ahora en comisiones de la Cámara de Diputados.

El estudio plantea tres diferentes escenarios, en todos ellos se toma como base una priorización de las centrales propiedad del Estado, pero en diferente magnitud. En el primero proyecta un escenario en el que se garantice el nivel mínimo de producción de las plantas de la CFE y el último maximiza la utilización de éstas y da menos prioridad a los contratos de Productores Independientes de Energía (PIE) y al resto de los generadores privados.

En todos ellos, de acuerdo con sus cálculos, aumenta de manera generalizada –y en algunos casos exponencial– el uso de combustibles fósiles en el país, principalmente del combustóleo, un subproducto de la refinación que produce Pemex y cuyo uso, de acuerdo con declaraciones de funcionarios, se ha priorizado en esta administración para crear una cadena de suministro entre las dos empresas estatales. El gobierno ha dejado de transparentar los datos que permitirían conocer en específico cómo se ha comportado su utilización.

  • El Laboratorio Nacional de Energías Renovables plantea que el uso de combustóleo podría aumentar en 823% en su panorama más conservador y en hasta 1,109% en un escenario máximo.
  • En el escenario 2 los investigadores plantean un panorama en el que tanto a las centrales de la CFE, como a los Productores Independientes de Energía, se les garantice un nivel mínimo de producción y la capacidad restante se determine con base a un orden económico, es decir, con una utilización mayor en las centrales con costos más bajos.

El organismo también plantea un aumento importante en la utilización de carbón, de entre 47.2 y 129.6%. La estatal CFE tiene tres plantas carboníferas en el país, cuyo uso se ha reducido en los últimos años, debido a las reglas establecidas por la reforma de 2013 que prioriza el uso de las centrales con los costos variables más bajos –principalmente las eólicas y solares–. El carbón es uno de los combustibles que apoyó a la industrialización de las economías, pero que muchos países con metas ambientales han comenzado a minimizar o prohibir.

Si bien la reforma presidencial no plantea sacar de despacho a las centrales que funcionan a través de energía solar o del viento, deja casi al final de la fila de utilización los activos propiedad de la iniciativa privada, que ha tomado la delantera en la construcción de este tipo de tecnología. La compañía eléctrica nacional se ha quedado detrás en la carrera por producir energía eólica o solar, pues ha basado por años el crecimiento de su parque de generación en el gas natural.

  • El estudio del organismo estadounidense señala que la reducción en el uso de este tipo de tecnologías sería inevitable. En su escenario máximo –en el que se lleva a las centrales de CFE a su mayor generación–, se dejaría fuera hasta el 90.93% de la capacidad de generación eólica y solar que hay en México.

“Las enmiendas propuestas o aprobadas a las normas de compromiso y envío de unidades eléctricas de México probablemente aumentarán los costos variables de producción de electricidad en todos los escenarios. El aumento podría añadirse a los subsidios de electricidad o a los consumidores”, dice el estudio, cuyos principales autores son Ricardo Bracho y Omar José Guerra Fernández. Los académicos no estuvieron disponibles para dar comentarios de manera inmediata. El Laboratorio Nacional de Energías Renovables de Estados Unidos dice que el aumento en costos de generación podría ser de entre 31.7 y 52.5%.

  • Y a la par del aumento en el uso de combustibles fósiles, el país subiría de manera importante las emisiones de los principales gases de efecto invernadero. La generación de dióxido de carbono, dice el organismo, aumentaría entre 29.4 y 73.5 %.

De un escenario base en el que México genera en un año alrededor de 112,791 millones de toneladas de dióxido de carbono, la reforma podría llevar a la emisión de hasta 186,308 millones de toneladas. Las estimaciones del laboratorio estadounidense coinciden con las estimaciones del Consejo Coordinador Empresarial y de los principales organismos del sector, que aseguran que la reforma podría provocar un aumento de alrededor del 50% en el envío de gases contaminantes a la atmósfera./Agencias-PUNTOporPUNTO

Recibe nuestro boletín informativo, suscríbete usando el formulario