Opinión. RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
Durante mucho tiempo se aseguró que el principal enemigo de los perredistas era un perredista enojado, ya que los pleitos internos arrastraban al partido a su peor escenario electoral.
Formado, principalmente, por ex perredistas, el Movimiento de Regeneración Nacional se acerca a un escenario similar, donde el partido podría perder los estados en los que se considera triunfador, por anticipado, en 2024.
De MORENA se ha establecido que solamente podría perder estos comicios, los del 2023 y los del 24, siendo socavado por el propio partido o sus altos mandos.
Y eso parece estar sucediendo en el presente con los procesos electorales del año vigente, ya que es primera ocasión en que las designaciones de candidatos y la forma en que se seleccionaron reciben reproches al por mayor.
Si el año pasado MORENA salió victorioso en once de los quince estados en los que se presentaban comicios para renovación de sus gobiernos y en uno más resultó victorioso su aliado el Partido Verde, dejando solamente para sus adversarios panistas Chihuahua y Querétaro y para Movimiento Ciudadano Nuevo León, ahora se le vaticinan los triunfos en cinco de las seis entidades en que se renovará el Ejecutivo estatal.
Y así se anticipaba en enero, cuando las designaciones no se hacían y aunque se preveía el nombre de los abanderados, había esperanzas de otros contendientes internos de saltar como candidatos.
No sucedió así y en cuanto se supo de los nominados, la alerta se prendió en algunos círculos, tanto que en algunas partes explotó y amenaza con ahogar a los abanderados.
Ya sucedió en Durango, donde los seguidores de José Ramón Enríquez, un senador saltimbanqui boicotearon la presencia de Mario Delgado, quien llegó a certificar a Marina Vitela como la candidata de su partido. A ello se sumó que la Alianza va por Durango propuso como su candidato a esteban Villegas que se quedó a escasos votos de arrebatarle el triunfo hace seis años a José Rosas Aispuro y que le da posibilidades al priismo y sus aliados a obtener una victoria en las urnas, que los salve de la debacle que se avecina.
Las buenas noticias para los priistas continúan, ya que, en Hidalgo, donde van en alianza con PAN y PRD; su candidata Carolina Viggiano, varias veces aspirante a gobernadora lleva una nominación que agradó a ciertos sectores de la población y podrían provocar el milagro de regresar al priismo a los primeros planos. El adversario de Carolina, Julio Ramón Menchaca, no ha permeado lo suficiente y los momios, aunque siguen favorables para MORENA, ya no dan tanta ventaja.
En Tamaulipas, el senador con licencia Américo Villarreal, hijo del ex gobernador del mismo nombre, afronta serios problemas, ya que varios de sus colaboradores y personajes principales de MORENA se encuentran en situación delicada, vinculándolos a una serie de delitos. De Américo se dice que le revivirán algunas anomalías detectadas en su paso por el gobierno de Egidio Torre Cantú. Incluso se habla de que habrá relevo de candidato y se asoma el nombre de Rodolfo González Valderrama como eventual sustituto. En Tamaulipas, para que la cuña apriete, el senador suplente Alejandro Rojas Díaz Durán arremete con todo en contra de Américo.
Quintana Roo que se apreciaba como un paseo para la candidata de MORENA, Mara Lezama, asoma algunos agujeros, ya que la nominación de Laura Fernández por parte del PAN y de Roberto Palazuelos abanderado de Movimiento Ciudadano, provoca que se adopten medidas de emergencia. El topo sigue siendo Marybel Villegas, que mueve a sus pocos seguidores para boicotear a la candidata de su partido.
En Oaxaca, con todo y el revuelo que causó la inconformidad de Susana Harp a la candidatura de Salomón Jara, los partidos opositores pusieron solamente flanes, por lo que MORENA se encamina a una victoria sin precedente. Priistas, panistas y perredistas no se pusieron de acuerdo y dejaron muy despejada la carretera por la que llegará al triunfo el candidato del Movimiento de Regeneración Nacional.
Y, por último, en Aguascalientes, MORENA no tiene ninguna oportunidad de triunfo, este le corresponderá a la candidata panista Tere Jiménez. Lo único que debe hacer la diputada con licencia es no seguir los consejos de su principal asesor, Luis Alberto Villarreal, quien se hizo célebre por su grito de ¡Animo Montana!
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