Mientras el gobierno federal asegura que ya pasó lo peor de la cuarta hola de contagios de la epidemia de la Covid-19 en México causada, principalmente, por la presencia de la variante Ómicron y que el número de nuevos casos va en franco descenso, especialistas aseguran que no existe evidencia estadística que soporte esa aseveración, debido al bajo número de pruebas que se realizan y a que durante las últimas semana se ha registrado un incremento exponencial en la positividad, que muestra cifras nunca vistas.
Además, llamaron la atención en la necesidad de no bajar la guardia en las medidas para evitar la propagación de la enfermedad; rebatieron la idea propagada desde la autoridad de que la enfermedad no mata a los niños y demostraron que la variante Ómicron en México, si bien es menos letal que anteriores, se ensaña con los más vulnerables. El perfil de los muertos durante el primer mes del año muestra que mueren más mujeres, más viejos y con más comorbilidades.
Gobierno afirma que ya pasó lo más difícil de la cuarta ola
El pasado martes 1 de febrero, el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, afirmó que se abría la semana con una reducción de 31% en los casos de Covid-19, lo cual, destacó, es consistente con varias otras señales, como la reducción de la ocupación hospitalaria, la reducción de las incapacidades temporales laborales y la reducción del porcentaje de positividad.
La posición del gobierno federal fue tomada con recelo por especialistas, sobre todo porque lo dijo el martes en la mañana, lo que quiere decir que tomó como base los datos del fin de semana, sin aclarar que, a lo largo de la pandemia, ha sido una constante que el número de casos registrados durante sábados y domingos, invariablemente, es menor que los del resto de la semana.
“Son varias señales que nos muestran que ya llegamos al punto acmé y hemos pasado al punto máximo de esta cuarta ola de Covid-19 en México, dominada por la variante Ómicron y ya nos encontramos en la fase de descenso”, dijo el funcionario en Palacio Nacional, ante el presidente Andrés Manuel López Obrador.
- Hasta el viernes pasado, la Secretaría de Salud, reportaba tres entidades donde la ocupación de camas con ventilador en las Unidades de Cuidados Intensivos UCI era de 70% o más. Es el caso de Ciudad de México, 74.89%; Jalisco, 71.19% y Aguascalientes, 70.0%. En Durango, Nuevo León, Michoacán y Zacatecas estaban a 50% o más.
En México se confirmó el primer caso de la variante Ómicron el 3 de diciembre pasado. Ese día se reportaron 3,088 nuevos casos de Covid-19, para llegar a un total de tres millones 897,452.
- Para entonces la ocupación de camas con ventilador era de 13% y se acumulaban 294,903 muertes por causa de la pandemia.
- A partir de la llegada de la variante Ómicron al país se observó un incremento en el número de nuevos casos, lo cual se hizo exponencial durante enero.
- Para el pasado jueves 3 de febrero, se habían acumulado 5 millones 68,985 casos confirmados con 308,141 defunciones y 199,413 casos activos registrados.
- De acuerdo con datos de la Secretaría de Salud, el pico más alto de esta cuarta ola de la pandemia se registró el 19 de enero, cuando se reportaron 60,552 nuevos casos.
- Para el jueves pasado, el número de nuevos contagios fue de 41,114, un día antes 42,181 y dos días antes 43,099.
Sin embargo, de acuerdo con un análisis del Centro de Ciencias e Ingeniería de Sistemas de la universidad Johns Hopkins, en el que incluyen los casos confirmados y los probables, hasta el viernes pasado, cuando reporta 42,181 nuevos contagios, el promedio semanal de registro de nuevos casos fue de 35,511. Según esa fuente, el día que se registraron más casos fue el 19 de enero con 109,895, cuando el promedio semanal fue de 40,151.
No hay evidencia de que haya pasado lo peor
Laurie Hann Ximénez-Fyvie, investigadora de Microbiología y directora del Laboratorio de Genética Molecular de la UNAM, afirmó que no existe ninguna evidencia empírica de que la cuarta ola de contagios de Covid-19 en México haya alcanzado un punto máximo y ya estemos en una situación de descenso.
- Lo que ocurrió fue que el gobierno topó las pruebas en un rango en donde ha habido un estancamiento de casos detectados, lo cual se demuestra con los registros del incremento sostenidos de la positividad (que indica el número de casos positivos por cada 100 pruebas realizadas), expuso.
Por su parte Andreu Comas García, investigador del Centro de Investigación en Ciencias de la Salud y Biomedicina de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, destacó que el número de pruebas que se realizan en México no son suficientes para tener un diagnóstico certero sobre la evolución de la enfermedad.
- Con lo que se tiene da una visión muy limitada del tamaño y del impacto de la epidemia, de la transmisión y, sobre todo, de la efectividad de las medidas.
- Lo grave es que con tan poquitas pruebas es difícil saber lo que viene, cuando lo que se necesita es mitigar los daños tanto en la salud, como en la economía.
Recordó que 99% de los países del planeta hacen más pruebas que México. Tan solo en el continente americano 85% de los países hace más pruebas que México.
La Positividad se dispara
Por otra parte, Laurie Hann Ximénez-Fyvie, expuso que, hasta la semana que recién concluye, día con día se alcanzaron cifras récord de positividad. El 2 de febrero estábamos a 60.24%, como nunca en la pandemia.
- De acuerdo con cifras del gobierno federal, durante la primera semana de enero de 2022, la positividad fue de 57.37%, para la segunda aumentó a 66.30% y en la tercera 68.24%, que es el dato más reciente.
- Durante noviembre pasado ese indicador había estado entre 16.02% y 16.22% y en diciembre entre 15.42%, durante la primera semana y 42.35% en la cuarta.
“No hay manera de argumentar que se va en descenso, cuando la positividad está en un nivel ridículamente alto”, mencionó.
Asimismo, expuso que, si bien los gráficos estadísticos muestran que en los últimos días bajó el número de contagiados, “debido a que la positividad continúa aumentando, no existe la manera matemática de asegurar de que en realidad sí se está disminuyendo”.
Lo grave, añadió, es que estamos en un punto de absoluta incertidumbre porque vamos volando a ciegas, sin pruebas, sin tener una certeza sobre el número de contagios porque intencionalmente se ha detenido la cantidad de pruebas que se realizan y se le ha mandado a la población el mensaje de si tienes síntomas, ya no te hagas pruebas, asume que es Covid-19.
- En opinión de la especialista, lo que es muy irresponsable es que las autoridades salgan a decir que ya estamos del otro lado, porque eso, lo único que ocasiona es que la gente relaje todavía más las medidas de prevención, en un momento donde necesitamos que la gente no deje de usar el cubrebocas y evitar acudir a aglomeraciones.
Llamó la atención en que, en países como Dinamarca, donde la ola de Ómicron está delante de México más de cinco semanas, no ha disminuido la incidencia.
Además, naciones como Grecia subieron el registro de nuevos casos diarios, debido a la presencia de Ómicron a un punto y luego bajó ligeramente, lo que hizo pensar que la incidencia estaba bajando, pero se estancó y luego subió.
“Estamos haciendo las cosas como si no hubiéramos aprendido nada en estos dos años de pandemia; lo que se vivió en enero es una consecuencia directa de las decisiones que se tomaron o dejaron de tomar durante todo el mes de diciembre”, remarcó.
Recordó que supimos de la existencia de la variante Ómicron desde el 24 de noviembre del año pasado, cuando Sudáfrica dio aviso de la existencia de la variante.
Incluso destacó que fue tan cambiante la información proveniente de esa región del mundo, que, dos días después, la Organización Mundial de la Salud (OMS) decretó que se trataba de una “variante de preocupación”, clasificada inicialmente en los mismos rangos de peligrosidad que las variantes Alfa, Gama y Delta.
Recordó que no pasó más de una semana para que la variante ya se había detectado en más de 60 países y dos semanas después en más de 100, entre ellos toda Europa, con un repunte peor a todo lo que se había visto en toda la pandemia.
- Además de ello, México tuvo información oportuna de lo que estaba pasando con la variante en Estados Unidos y Sudamérica.
- Aclaró que no se puede impedir la entrada al país de una variante de Covid-19 cuando son tan contagiosas, pero sí se puede reducir la carga que representa las nuevas variantes en los contagios comunitarios y retrasar la llegada.
Ya sabíamos que necesitábamos población vacunada con refuerzos, lo cual implicaba acelerar la vacunación y ponerle los refuerzos a la mayor cantidad de personas y prepararnos para lo que venía. No hubo ningún tipo de preparación y no solo eso, sino que se hicieron reuniones masivas, algunas de ellas incluso convocadas por las autoridades.
Aclaró que no hay razón para cerrar la economía, pero sí para redoblar los esfuerzos y mensajes de prevención. No se hizo y ahora estamos en esta catástrofe nuevamente.
Menores no vacunados preocupan a expertos
Laurie Hann Ximénez-Fyvie destacó llamó la atención en que, cuando el subsecretario Hugo López-Gatell dice que no es necesario vacunar a menores de edad (menores de 15 años), que la apertura de escuelas durante esta ola no ha tenido ningún efecto y que la variante Ómicron causa enfermedad leve, se le pasa decir que, en todos los meses de la pandemia, nuca ha habido tantos niños hospitalizados como ahora.
Dijo que un ejercicio realizado por Arturo Erdely, académico del Programa de Actuaría de la FES-Acatlán de la UNAM, demuestra que de los menores de 18 años hospitalizados que fallecieron durante la cuarta ola de la pandemia, destacan por la cantidad de casos los que tenían entre cinco y ocho años.
OPS pide prudencia a México sobre posible desaparición de la 4ta. Ola
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) llamó a México a la “prudencia” al considerar que la reducción de casos de covid puede marcar la “desaparición” de la cuarta ola de contagios. Ayer, el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, declaró que “la cuarta ola de covid va a la baja y lo más probable es que la trayectoria se mantenga de esa forma hasta su completa reducción o desaparición”.
Sin embargo, Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para covid-19 de la OPS, aclaró que aunque, en efecto, hay una reducción de casos activos cercano al 40 por ciento, el virus sigue circulando y causando muertes.
“En México como en la región de las Américas se observa una tendencia marcada a la baja de nuevos casos». En México, en esta semana, el número de casos activos paso de casi 208 mil a 125 mil, o sea un descenso del 40 por ciento.
En ese contexto la OPS sigue recomendando la mayor prudencia y cautela a corto y mediano plazo dado a que se sigue observando un alto número de casos nuevos en países de la región como también en México”, explicó Aldighieri.
- El especialista dejó en claro que la reducción de casos activos no significa una disminución de decesos por covid. “Durante la primera semana de febrero la región de las Américas ha reportado 4.8 millones de nuevos casos y más de 33 mil fallecidos. Y quisiera destacar que aun cuando hemos observado un descenso de casos a nivel regional, estamos observando todavía un incremento de los fallecidos con un 13 por ciento más durante la primera semana de febrero comparado con la última semana de enero».
“Este aumento en el número de fallecidos se refleja de manera muy clara en América central y en América del Sur”, precisó Aldighieri. Al respecto, Carissa F. Etienne, directora de la OPS, también dejó claro que la reducción de hospitalizaciones y de ingresos a terapias intensiva no significa disminución de muertes, con excepción de Canadá y Estados Unidos.
“Los casos disminuyeron en las Américas en un 31 por ciento, en cambio las muertes aumentaron en un 13 por ciento en general, sobretodo en América central y del sur”, aclaró. El número de casos, refirió, es de 4 millones de personas contagiadas y de 33 mil decesos en la última semana.
“Hay una desaceleración de casos nuevos pero un incremento de muertes”, agregó. Situación que se está dando, por razones muy diferentes, tanto en países con alta cobertura vacunal como con baja inmunización. La variante de preocupación ómicron es la predominante en México y en toda la región, y reiteró la OPS que no debe verse “como una simple gripe” cuando sigue causando muertes.
- Aldighieri detalló que la red regional de vigilancia genómica coordinada por la OPS y el trabajo intenso de los países, incluyendo los ocho laboratorio regionales de referencia, reportaban a GISAID hasta enero de 2022 aproximadamente 262 mil secuencias completas del genoma del virus en América latina y en el Caribe.
“Y gracias a esa información sabemos que la variante Delta fue predominante en todos los países hasta mediados de diciembre “Sin embargo, desde la introducción de la variante ómicron en las Américas se extendió rápidamente y hasta el día de hoy ha sido oficialmente reportada por 48 países y territorios en nuestra región. La variante ómicron es la predominante en todas las regiones de las Américas.»
“Particularmente en México, y de acuerdo con los datos reportados por la red nacional de vigilancia genómica liderada por el Instituto del Diagnóstico y Referencia Epidemiológica (Indre), durante las dos primeras semanas de enero de 2022 se había detectado la variante Delta en un 5 por ciento de las muestras, mientras que ómicron fue detectado en el 95 por ciento.
“Sin embargo, para el 31 de enero el 100 por ciento de las secuencias fueron identificados como Ómicron, siendo entonces predominante en México como en el resto de la región”, aseveró Aldighieri.
OPS pide no considerar ómicron como «una gripe»
En tanto, Jarbas Barbosa, subdirector de la OPS estableció que muchas personas sólo tuvieron síntomas leves, jamás se hospitalizaron y, por ello, se debe tener cuidado con tratar de medir la tasa de letalidad. Ómicron, dijo, en apariencia produce menos gravedad con respecto con otras variantes.
- “Ómicron también produce muertes y los datos que dio a conocer la directora lo confirman. No podemos pensar que ómicron, o que el covid producido por ómicron, es una gripe. No es solamente una gripe, porque justamente entre las personas más vulnerables puede desarrollar formas graves y fallecer”.
Por eso, dijo, es muy importante mantener los planes de monitoreo y de contingencia para ver cómo está la situación.
“La tasa de letalidad -explicó- es un indicador que mide la gravedad de una enfermedad, o sea, de cada 100 casos de una enfermedad cuántas personas mueren. Ese es un indicador bueno para enfermedades sobre las cuales tenemos un conteo riguroso del número de casos y del número de muertes, de modo que sí de cada 100 casos, dos mueren, la tasa de letalidad es del 2 por ciento”.
- En el caso de covid-19, añadió Barbosa, “la tasa de letalidad no es un buen indicador porque el denominador, que es el número de casos no es muy bien conocido porque gran parte de los casos son asintomáticos. Las personas tienen síntomas muy leves y no van a la unidad de salud a recibir un diagnóstico”.
- La tasa de letalidad, además, puede variar mucho de un país a otro. Será más alto en un país que hace pruebas constantes y disminuirá en un país donde las personas no tienen acceso a las pruebas confirmatorias por PCR.
“La tasa de letalidad es para hablar sobre la severidad de una enfermedad. Una enfermedad que tiene una tasa de letalidad del 20 por ciento, es decir, de cada 100 casos 20 mueren, resulta que tiene una letalidad más alta con respecto a otra enfermedad cuya letalidad es el 5 por ciento. Pero estas enfermedades no se pueden comparar entre sí”.
Lo que define la preocupación de una enfermedad es cuando causa brotes, produce incremento de casos y después reduce el número de infecciones. Se trata de una enfermedad no está controlada./Agencias-PUNTOPORPUNTO