En México, de acuerdo con los análisis de la Secretaría de Salud federal, se prevé una cuarta ola por ómicron “más intensa” y superior a la registrada durante la tercera causada por la variante Delta en 2021, alertó la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
- “Sobre la situación en México, estamos observando una curva de crecimiento exponencial de casos. Ayer, 11 de enero, se llegó a nivel federal a una cifra récord con más de 33 mil 600 nuevos casos y también un récord de casos activos con más de 70 mil en los últimos días”, explicó Sylvain Aldighieri, gerente de Incidente para covid-19 de la OPS.
- “En México, de acuerdo con los análisis de la Secretaría de Salud federal, se prevé una cuarta ola superior a la tercera y, comparativamente a la misma época en 2021, se observan muchos más casos”, añadió tras referir que ómicron se convertirá en la variante de preocupación dominante, incluso desplazará a Delta.
Aldighieri rechazó ver el contagio por ómicron como “una simple gripa”, ya que existen sectores vulnerables.
“La evidencia disponible hasta el momento muestra que ómicron tiene una capacidad de infección hasta tres veces mayor que lo observado con Delta, la cual, hasta diciembre tenía la mayor capacidad para transmitirse”, comentó. Sin embargo, el especialista dijo que al parecer esta nueva variante no tiene una mejor capacidad intrínseca de transmisión; la rápida dispersión de ómicron se debe más bien a su capacidad de evadir la respuesta inmune generando así infección aún en pacientes vacunados o en pacientes previamente infectados.
- “Los datos obtenidos hasta el momento en diversas regiones del mundo, incluyendo las Américas, indican que ómicron no genera una enfermedad más grave o más letal. Y las hospitalizaciones y muertes por ómicron en pacientes, con el esquema de vacunación completa, son mínimas», profundizó.
- Además, mencionó que no se debe ver a ómicron como una simple gripa, ya que muchas personas no tienen su esquema de vacunación completo, además de que hay quienes tienen comorbilidades.
“Una infección por ómicron puede ser grave y muy grave; por lo tanto no debemos relajarnos en este momento, debemos de mantener todas las medidas de control y de distanciamiento”, aseveró. Con respecto a la combinación de Delta con ómicron, Aldighieri refirió que se debe tener “mucha cautela en la interpretación de la información que está circulando en algunos medios».
“Y aunque puede haber casos de coinfección o codetección de las dos variantes, en este momento no podemos hablar de recombinación. No se ha demostrado que este fenómeno haya ocurrido y se está investigando si los reportes que están circulando recientemente se deben a una contaminación de laboratorio o a otro tipo de artefacto. Seguramente tendremos más datos en los próximos días, pero no es una preocupación en este momento”, aclaró.
- El especialista también refirió que los lineamientos de junio de 2021 de la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ajustaron con respecto al acortamiento de la cuarentena de los contactos en el sentido de reducirlos a menos de 14 días, todo basado tanto en los niveles de riesgo, en evitar la facturación de los servicios de atención primaria y de alta especialidad y en la afectación económica y laboral de las entidades.
“El término de aislamiento aplica al confinamiento de casos de covid-19; mientras que para el confinamiento de los contactos de esos casos se aplica el término de cuarentena», dijo. “Desde junio de 2021, en los lineamientos técnicos de la OMS en lo que corresponde a la cuarentena se han contemplado contextos con los cuales se justificaría considerar ajustes al periodo de cuarentena de los contactos en términos de acortar su duración por debajo de los 14 días», agregó.
- El doctor destacó que tanto las medidas de protección personal como el distanciamiento físico y social siguen siendo imprescindibles en cualquier estrategia de respuesta de la pandemia. Por ello, abundó en que plantearse ajustes al periodo de cuarentena implica fundamentar el proceso de decisión en un abordaje basado en el riesgo a través del cual se deben de sopesar los riesgos y beneficios para la salud pública y los servicios de salud, frente a los riesgos sociales y económicos.
“(Se está actuando ante) la rápida propagación de ómicron y su impacto en su capacidad de mantener la infraestructura esencial funcionando, incluyendo las bajas laborales asociadas con la observación de la cuarentena; por lo cual, en este contexto, se justifica que se escudriñen opciones para adaptar las respuestas de estrategia nacionales en términos de reducción del periodo de cuarentena”, subrayó.
Por último dijo que los gobiernos y las autoridades sanitarias tomarán las decisiones considerando lo que es aceptable por parte de la comunidad; de los recursos disponibles en términos de capacidad para hacer pruebas de detección; diferenciando abordajes para individuos vacunados, es decir, con menores probabilidades de necesitar atención hospitalaria aunque se infecten, y los individuos no vacunados que con llevan a un riesgo de sobrecarga de los servicios de salud en caso de que se infecten./MILENIO-PUNTOporPUNTO