El crimen puso en marcha una “política de terrorismo” contra los pequeños comerciantes del país; para obligarlos a vender droga, cigarros pirata y alcohol adulterado, denunció el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec), Cuauhtémoc Rivera.
- Señaló que dicha problemática afecta a un tercio –de los casi dos mil 500- municipios de la República; donde los delincuentes violentan a los dueños de tienditas, misceláneas, vinaterías, mercerías, dulcerías y carnicerías, para que distribuyan sus mercancías.
- Reportó que la práctica descrita se han extendido con mayor fuerza en los estados del norte del territorio mexicano; especialmente en Sinaloa, Sonora, Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Tamaulipas y San Luis Potosí.
El presidente de la Anpec señaló que, para las bandas del crimen la venta de droga, cigarros de contrabando y alcohol de dudosa procedencia es un negocio muy lucrativo; con ganancias de hasta 200% o 300% en el caso lo dos últimos productos.
Por ejemplo, “la cajetilla de cigarro legal está entre 63 y 67 pesos y la cajetilla de contrabando está de 20 a 25 pesos. Como te puedes dar cuenta el precio del cigarro de contrabando es tres veces menor, con un margen de utilidad impresionante”, dijo Cuauhtémoc Rivera.
¿Cómo obligan a los tenderos?
En el marco de la presentación de su Encuesta 16 sobre Hábitos de Consumo y Pobreza, el presidente de la Anpec indicó que los integrantes del crimen organizado se valen los llamados “halcones” y tácticas de inteligencia; para ubicar a los negocios que son susceptibles de vender sus mercancías.
- Explicó a Publimetro que los halcones son jóvenes sin trabajo o “muchachos que están en el mundo de las drogas”; que son contratados para recorrer las colonias en motocicletas, todos los días, y reportar “cómo van las cosas” en el pequeño comercio.
“Haz de cuenta que son sensores y, cuando ven algo extraño, como la llegada de un proveedor de cigarro legal, inmediatamente lo reportan con el jefe de la banda; quien se hace presente para decomisar los productos que le dejaron al tendero y obligarlo a dejar de venderlos.
“Enseguida amedrentan al encargado. Primero llegan a los empujones y a las bofetadas; los amenazan con información de su vida personal, de sus hijos y horarios en que salen o llegan a su casa; lo cual indica que te han estado estudiando y tienen un sistema de inteligencia”, explicó.
Alcohol y drogas también presionan
Cuauhtémoc Rivera indicó que la venta de alcohol adulterado por litros se ha popularizado con mayor fuerza; debido a que los “jóvenes, millennials y Ninis” no tienen “mucho varo en el bolsillo”.
“Evidente en ese tipo de giros también hay presiones –del crimen organizado-; para que se venda vino o alcohol adulterado. Y aunque el cigarro de contrabando es una de las asignaturas más comunes, no podemos soslayar el tema de los estupefacientes, de las drogas.
“El asunto de las drogas es la parte más negra, la más peligrosa, la más delicada, y a la que sinceramente el comercio local, el pequeño comercio, le ponen las cruces para que no le suceda”, concluyó el presidente de la Anpec.
Subieron 150% las extorsiones
El monto que cobran los extorsionadores a los pequeños comerciantes aumentó hasta 150 por ciento, en los últimos 18 meses, lo cual agrava la situación económica que enfrenta este sector, indicó Cuauhtémoc Rivera presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (Anpec).
- De acuerdo con datos recabados por la organización, el monto promedio que cobra la delincuencia organizada a los micro, pequeños y medianos comerciantes es de 500 pesos, mientras que antes de la pandemia era de 200 pesos.
- Los pagos que desembolsan son aleatorios, porque pueden ser semanales, quincenales o al mes.
“La crisis económica también modificó las actividades de la delincuencia y la caja chica se volvió grande, esto quiere decir que se resultó muy atractiva y se incrementó el cobro de piso”, comentó.
- El reporte Ventas contra la pandemia en el pequeño comercio, detalla que, este año, al menos tres de cada 10 comerciantes en todo el país son víctimas de algún tipo de extorsión por parte del crimen organizado, mientras que antes de la pandemia esto alcanzaba a poco más de 15 por ciento, lo cual significa un incremento del doble.
“La delincuencia se ha adaptado ante la pandemia de COVID-19, a través de modalidades como la extorsión y el fraude”, afirmó Francisco Rivas, director del Observatorio Nacional Ciudadano.
Datos de México Evalúa refieren que 97 por ciento de los mexicanos que son víctimas de extorsión, no lo denuncian, por lo que hay cifras muy poco precisas de esta problemática a nivel nacional.
- Rivera comentó que el cobro de piso les significa a las bandas delincuenciales 11 mil 300 millones de dólares, equivalentes a 1.25 del Producto Interno Bruto.
“La inseguridad que padece el pequeño comercio va del robo hormiga, asalto con lujo de violencia, con arma blanca y hasta con armas de fuego. Se han incrementado las denuncias de estos hechos 32 por ciento”, dijo Rivera./Agencias-PUNTOporPUNTO