CRISIS CLIMÁTICA aumenta DESASTRES NATURALES impulsados ​​por temperaturas RÉCORD

Las peores sequías en 50 años en el sur de la Amazonia y el récord de huracanes e inundaciones en Centroamérica durante 2020 son la nueva normalidad que espera a América Latina

Científicos estadounidenses concluyen que los desastres relacionados con el clima han aumentado drásticamente desde 2019, impulsados ​​por temperaturas récord y elevadas concentraciones atmosféricas de gases con efecto invernadero.

  • Los investigadores, también de la Universidad de Oregón y el American Institute of Biological Sciences de Virginia , han resumido los hallazgos en una serie de artículos publicados en la revista BioScience y coinciden en que los efectos de la crisis climática son demasiado evidentes.
  • Entre las señales de alarma citan que 2020 fue el segundo año más caluroso de la historia y los cinco más calurosos se han ido sucediendo desde 2015.

Además, tres importantes gases de efecto invernadero, dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, alcanzaron récord de concentraciones atmosféricas en 2020 y nuevamente en 2021.

Los científicos corroboran que la coincidencia de tantas noticias sobre eventos naturales, como los incendios de California o las inundaciones en el centro de Europa, responden a un rápido deterioro climático.

Como ejemplo exponen los 4 millones de hectáreas que ardieron en EE.UU. durante 2020 o el millón de hectáreas que perdió la Amazonia brasileña el mismo año.

  • Los autores del estudio sugirieron que hicieron falta cambios profundos en el comportamiento humano para afrontar los desafíos de la «crisis climática» , un término acordado por más de 11 mil científicos en 2019 para referirse a lo que anteriormente conocía como «calentamiento global».

Entre sus recomendaciones, animan a la «eliminación gradual y eventual prohibición» de los combustibles fósiles, además de desarrollar reservas climáticas estratégicas.

Cuando la economía mundial se detuvo en la primera mitad de 2020 por la pandemia del coronavirus ciertos niveles bajaron, pero se considerará que el producto interior bruto global «repunte a un máximo histórico» y con ello todas las emisiones contaminantes, apuntó Ripple.

El ser humano ha calentado el planeta

Un nuevo informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático demuestra que las emisiones de gases de efecto invernadero de las actividades humanas son responsables de un calentamiento del planeta en un 1,1° grados centígrados desde el periodo 1850-1900 hasta la actualidad.

  • Más alarmante es el hecho de que el estudio predice que se espera que la temperatura global alcance o supere los 1,5 °C o más de calentamiento en los próximos 20 años.
  • Esta evaluación se basa en los conjuntos de datos recogidos por todos los científicos del mundo dedicados a observar el clima.

«El informe es un código rojo para la humanidad. Las señales de alarma son ensordecedoras y las pruebas son irrefutables».

Todos ellos son unánimes en observar que el clima está cambiando en todos los rincones del planeta a una escala no vista en miles y hasta cientos de miles de años. Y coinciden que algunos de esos cambios en marcha serán irreversibles por miles y hasta cientos de miles de años.

Aún hay tiempo para minimizar el impacto

Pero todos también están de acuerdo que “una reducción enérgica y duradera de las emisiones de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero pueden limitar la magnitud del cambio climático”.

  • Según los cálculos de los científicos, esas reducciones pueden tener beneficios rápidamente para la calidad del aire, pero puede tomar entre 20 y 30 años hasta que las temperaturas de la Tierra se estabilicen.
  • El informe Cambio Climático: la bases científicas fue aprobado el viernes pasado por los 195 gobiernos que forman parte del citado Grupo, y se trata de la primera entrega de las seis que se publicarán hasta el año 2022.

“El informe refleja un esfuerzo extraordinario bajo unas circunstancias excepcionales”, dijo said Hoesung Lee, presidente del Grupo Intergubernamental. “Los hallazgos de este informe y los avances que refleja acerca de la ciencia que estudia el clima proporcionan una contribución inestimable a las negociaciones y la toma de decisiones relacionadas con el clima”.

Todos rincones del planeta afrontan cambios

Muchas de las características del clima, se explica en el informe, dependen directamente del nivel del calentamiento global, pero lo que las personas y las regiones experimentan es muy diferente de ese promedio. Por ejemplo, el calentamiento de la superficie terrestre es mayor que el del promedio del planeta y en el Ártico es hasta dos veces mayor.

  • “El cambio climático está afectando cada rincón del planeta de múltiples formas. Los cambios que experimentamos aumentarán con el incremento del calentamiento”, dijo Panmao Zhai, el otro copresidente del Grupo de Trabajo del IPCC.
  • El informe proyecta que en las décadas venideras los cambios en el clima aumentarán en todas las regiones.
  • Así, con un aumento de 1,5°C, habrá más olas de calor, las estaciones cálidas serán más largas y las frías más cortas. Y con un aumento de 2° C, los eventos extremos de calor serán más frecuentes y se llegará a niveles de tolerancia crítica para la salud y la agricultura.

Pero no es solo una cuestión de temperatura. El cambio climático traerá múltiples cambios diferentes en diferentes lugares, que se acrecentarán con un mayor calentamiento. Esto incluye cambios en la humedad y la sequedad, en los vientos, la nieve y el hielo y en las áreas costeras.

Las inundaciones del siglo serán las inundaciones del año

  • Intensificación del ciclo del agua. Esto significa lluvias más intensas, inundaciones y sequías más pertinaces
  • Cambio en los patrones de lluvias. En las latitudes altas, la precipitación posiblemente aumentará, mientras que se proyecta que decrezca en los zonas subtropicales. La precipitación de los monzones variará, siendo diferente en cada región
  • Las áreas costeras verán continuar la subida del nivel del mar a lo largo del siglo XXI, lo que contribuirá a mayores inundaciones en las zonas más bajas y a una mayor erosión. Los fenómenos extremos costeros que antes se producían cada cien años, ahora se registrarán cada año
  • Un mayor calentamiento amplificará el deshielo de la capa de permafrost y la pérdida de la nieve de temporada, así como el derretimiento de los glaciares y la pérdida de la capa ártica durante el verano
  • Los cambios en el océano conducirán a un calentamiento con mayores olas de calor marinas, la continuación de la acidificación del agua, la reducción de los niveles de oxígeno. Tales cambios, que continuarán a lo largo de todo el siglo, afectarán tanto los ecosistemas marinos y la capacidad de las personas de confiar en ellos
  • En las ciudades, algunos aspectos del cambio climático se verán aumentados, como el aumento del calor (las zonas urbanas son de por sí ya más cálidas que sus alrededores, la frecuencia de las inundaciones por las lluvias y el aumento del nivel del mar en las urbes costeras.

Por primera vez, este informe de seis entregas, suministra una valoración regional más detallada del cambio climático, incluyendo información útil para los impactos de riesgo, la adaptación y la toma de decisiones. También facilita un nuevo marco que ayuda a traducir los cambios físicos que producirá el cambio climático -el calor, el frío, la lluvia, la nieve, la sequía, el viento, las inundaciones costeras y más- en términos de su repercusión en las sociedades y os ecosistemas.

La información regional puede explorarse en detalle en el nuevo Atlas interactivo desarrollado por el Grupo Intergubernamental, así como en las páginas regionales dedicadas al respeto en el informe.

América Latina será una de las regiones más afectadas

Las peores sequías en 50 años en el sur de la Amazonia y el récord de huracanes e inundaciones en Centroamérica durante 2020 son la nueva normalidad que espera a América Latina, según dio a conocer este martes el nuevo Reporte del Estado del Clima en América Latina y El Caribe 2020 de la Organización Meteorológica Mundial (OMM).

  • La investigación señala que América Latina y el Caribe es una de las regiones del mundo más afectadas por el Cambio Climático y los fenómenos meteorológicos externos que están causando graves daños a la salud, a la vida, a la comida, al agua, a la energía y al desarrollo socioeconómico de la región.

El reporte señala que los eventos relacionados con el clima y sus impactos cobraron más de 312.000 vidas en América Latina y el Caribe y afectaron a más de 277 millones de personas entre 1998 y 2020.

¿Cómo será el futuro en la región?

América Latina se proyecta como una de las regiones del mundo donde los efectos e impactos del cambio climático, como las olas de calor, la disminución del rendimiento de los cultivos, los incendios forestales, el agotamiento de los arrecifes de coral y los eventos extremos del nivel del mar, serán más intensos.

  • El informe es contundente al asegurar que poner límites el calentamiento global por debajo de 2,0 grados centígrados, según lo dictaminado en el Acuerdo de París, es vital para reducir los riesgos en una región que ya enfrenta asimetrías económicas y sociales para su desarrollo de manera sostenible.

“La región de América Latina y el Caribe enfrenta y seguirá enfrentando graves crisis socioeconómicas debido a los eventos hidrometeorológicos extremos. En los últimos tiempos esto se ha visto agravado por los impactos de la pandemia de COVID-19. La recuperación posterior al COVID 19 será un gran desafío. Para asegurar es recuperación es fundamental seguir impulsando el Objetivo de Desarrollo Sostenible 13 que señala la adopción de medidas urgentes para combatir el cambio climático y sus impactos”, recalcó Petteri Taalas, secretario general de la Organización Meteorológica Mundial.

¿Qué cambios extremos del clima e impactos se están dando en América Latina?

El informe es claro al señalar que hay fuertes efectos relacionados al aumento de temperaturas, cambios en los patrones de precipitación y tormentas, así como un marcado retroceso de los glaciares.

La agencia de la ONU lanzó además un mapa virtual que recoge las principales conclusiones, impactos y requerimientos para la adaptación y la resiliencia, entre ellos:

  • Temperaturas: El reporte destaca que 2020 fue uno de los tres años más cálidos de América Central y el Caribe, y el segundo año más cálido de América del Sur, con 1,0 grados centígrados, 0,8 y 0,6 por encima del período 1981-2010, respectivamente.
  • Lluvias: La sequía generalizada tuvo un impacto significativo en las rutas de navegación, el rendimiento de los cultivos y la producción de alimentos, lo que provocó un empeoramiento de la seguridad alimentaria en muchas áreas.

En América del Sur los impactos fueron extremos. La intensa sequía en el sur de la Amazonia y la región del Pantanal fue la peor de los últimos 50 años.

Los déficits de precipitación son particularmente graves para la región del Caribe, ya que varios de sus territorios se encuentran en la lista mundial de países con mayor estrés hídrico.

Un monzón débil en América del Norte y temperaturas de la superficie del mar más frías de lo normal a lo largo del Pacífico oriental, asociadas con La Niña, provocaron la sequía en México.

Hacia fines de año, las intensas lluvias provocaron deslizamientos de tierra e inundaciones repentinas en las zonas rurales y urbanas de América Central y del Sur.

  • Incendios en el Amazonas: El 2020 superó a 2019 y se convirtió en el año de incendios más activo en el sur de la Amazonia. La sequía fue un factor determinante. La cuenca del río Amazonas, que se extiende a lo largo de nueve países de América del Sur y almacena el 10% del carbono global, ha experimentado una mayor deforestación en los últimos cuatro años debido a la tala para crear pastizales para el ganado y la degradación producida por los incendios.

Si bien todavía es un sumidero neto de carbono, el Amazonas se tambalea y podría convertirse en una fuente de emisión de carbono si la pérdida de bosques continúa al ritmo actual.

La región de América Latina y el Caribe contiene aproximadamente el 57% de los bosques primarios del mundo, almacenando aproximadamente 104 gigatoneladas de carbono y albergando entre el 40% y el 50% de la biodiversidad mundial y un tercio de todas las especies de plantas.

  • Ciclones tropicales: Mientras la sequía afectaba a gran parte de México y América del Sur, 2020 trajo un inédito récord de 30 tormentas con nombre en la cuenca del Atlántico.

Usualmente en noviembre la temporada de huracanes está por terminar. Pero este 2020 presenció a los huracanes de categoría 4 Eta e Iota tocar tierra en la misma región con apenas una semana de diferencia.

Siguieron caminos casi idénticos a través de Nicaragua y Honduras, afectando las mismas áreas y exacerbando así los impactos. Estos huracanes sin precedentes afectaron a más de ocho millones de personas en Centroamérica.

Guatemala, Honduras y Nicaragua fueron los países más afectados con más de 964.000 hectáreas de cultivos dañadas.

Sólo en Honduras los daños al Producto Interno Bruto de estos dos huracanes fueron calculados en más de 2000 millones de dólares.

  • Aumento del nivel del mar: El nivel del mar en la región crece por encima del promedio mundial. Con un promedio de 3,6 mm anuales, entre 1993-2020, el nivel del mar en el Caribe ha aumentado a un ritmo superior al promedio mundial, que fue de 3,3mm al año.

En América Latina y el Caribe, más del 27% de la población vive en áreas costeras, y se estima que entre el 6 y el 8% vive en áreas que tienen un riesgo alto o muy alto de verse afectadas por amenazas costeras.

  • Temperatura del océano: La temperatura de la superficie del mar en el Océano Atlántico Norte fue significativamente más cálida de lo normal durante todo el año.

En el Caribe, 2020 fue el año con las mayores alteraciones de la temperatura oceánica jamás registradas. A partir de mayo de 2020 las temperaturas de la superficie del mar comenzaron a enfriarse gradualmente en el Pacífico ecuatorial y se desarrolló La Niña. Esto, junto al aumento de temperatura en el Atlántico contribuyó a una temporada de huracanes más activa de lo normal.

  • Glaciares: En los Andes de Chile y Argentina, los glaciares han ido retrocediendo durante las últimas décadas.

La pérdida de masa de hielo se ha acelerado desde 2010, junto a un aumento de las temperaturas estacionales y anuales y una reducción significativa de las precipitaciones en la región.

  • Alimentación y acceso a la comida: Los fenómenos meteorológicos extremos afectaron a más de ocho millones de personas en América Central, agravando la carestía de alimentos en países que ya estaban paralizados por crisis económicas, restricciones de COVID-19 y conflictos.

En Guatemala por ejemplo, las condiciones climáticas han contribuido a la pérdida cercana al 80% de la cosecha de maíz.

En México, el municipio de Cerritos sufrió una baja del 50% en las cosechas debido a la sequía. Entre los cultivos más afectados estuvieron el sorgo, el girasol y el maíz.

Cómo adaptar las ciudades

Independiente del sitio desde donde esté leyendo ahora este artículo, seguramente en los últimos días habrá experimentado algún episodio extraño en el clima, como una tormenta fuera de temporada, una ola de calor de varios días o una granizada en pleno verano.

  • Estos eventos son los efectos más comunes del cambio climático y no ocurren solamente en una región o país específico, sino que es un fenómeno global. Basta recordar las altísimas temperaturas de más de 40 °C que sufrió recientemente un país tradicionalmente templado como es Canadá.

Si bien podemos notar las consecuencias del calentamiento global cada día en cualquier parte del mundo, es en las ciudades donde se viven mayores repercusiones por la elevada densidad de población y por los materiales con que han sido diseñadas y construidas.

Ciudades cada vez más pobladas

Hoy en día, una de cada dos personas en el mundo vive en una ciudad y para 2050 el número subirá hasta siete de cada diez personas. Además, la mitad de las ciudades en el mundo tendrá una población igual o mayor a 500 000 habitantes.

  • La migración masiva del campo a la urbe de la segunda mitad del siglo XX se debió principalmente a las mejores oportunidades de trabajo, salud y educación. Y trajo consigo importantes cambios en el medio ambiente. Es en las ciudades donde se consumen tres cuartas partes de los recursos naturales, se producen el 60 % de las emisiones de efecto invernadero y se generan el 50 % de los residuos a nivel global.
  • Las ciudades han sido polos de desarrollo desde la llegada de la Revolución Industrial (siglo XVIII). Esta supuso un cambio trascendental para nuestra calidad de vida, acelerando los sistemas de producción y mejorando los sistemas de transporte y comunicación, además de cimentar las bases para un desarrollo tecnológico competitivo.

Efectos del cambio climático en las ciudades

Sin embargo, podríamos ubicar el periodo de 1750 a 1800 como el punto de partida de lo que hoy conocemos como cambio climático. Desde 1750 hemos emitido un total de 100 mil millones de toneladas de CO₂, incrementando en un 42 % las partículas en suspensión (PM₂,₅/PM₁₀) en el aire. La temperatura media mundial fue 1,09 °C más alta entre 2011-2020 que entre 1850-1900.

Las temperaturas entre 1800 y 1940 tuvieron variaciones negativas, es decir la Tierra se enfrió hasta -0,2 °C, pero desde el comienzo de la segunda guerra mundial en 1939 hasta el año 2020 hemos tenido un rápido aumento en las temperaturas alcanzando una diferencia de +1 °C.

  • Desde 2015, cada año se superan las temperaturas máximas en casi todos los puntos del planeta y hace más calor en las ciudades, especialmente en las zonas urbanas con poca vegetación. Esto significa un mayor consumo eléctrico (se consume hasta un 65 % más energía por el uso de sistemas de aire acondicionado), que incrementa las emisiones de CO₂ que llegan a la atmósfera y el círculo vicioso vuelve a empezar.

El aumento de la temperatura afecta a los ciclos de lluvia, produciendo más y más intensas sequías, así como un mayor número de lluvias torrenciales que originan riadas e inundaciones.

Estos eventos extremos causan mayor daño a las ciudades. De hecho, un estudio reciente concluyó que los efectos del cambio climático sobre las 150 ciudades más pobladas en el mundo eran hasta 5 veces más intensos que en los pueblos y entornos rurales.

Para combatir este problema, Naciones Unidas ha establecido los Objetivos de Desarrollo Sostenible como una herramienta para disminuir las emisiones de efecto invernadero, reducir el impacto ecológico causado por nuestro estilo de vida y generar sociedades más eficientes, resilientes y sostenibles./Agencias-PUNTOporPUNTO

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