OPINIÓN POR RAMÓN ZURITA SAHAGÚN
El sospechosísimo es una de las preocupaciones que se mantiene presente en la mente de varios de los 15 gobernadores que dejarán sus cargos públicos en el presente año.
Saben que algunos de ellos no rindieron buenas cuentas ante nadie, ni sus gobernados, ni sus partidos quedaron satisfechos con su proceder en la jornada electoral del pasado mes de junio.
Unos traicionaron a sus partidos en la contienda dando facilidades para que los partidos opositores llegaran a buen puerto, otros más se enfrascaron en una dura lucha contra los candidatos de sus propios partidos.
En realidad nadie quedó contento por la forma de actuar de los principales gobernadores en estos pasados comicios.
Ahora viene el momento de rendición de cuentas y algunos de ellos temen por su futuro y donde terminarán el presente año o el siguiente.
Hay mucho desconcierto entre los gobernadores que se saben responsables del mal manejo de los candidatos de su partido y de la participación que tuvieron en los dos y tres meses que duraron las campañas de gobernadores en los estados del país.
Ya el PAN tiene en observación a Antonio Domínguez García, gobernador de Nayarit, del que se afirma que aplanó el camino, para que transitara suavemente por él el hoy gobernador electo, Miguel Ángel Navarro.
Sin embargo, no juzgan la conducta del todavía gobernador, Javier Corral Jurado, quien endosó desde antes de las campañas una denuncia penal en contra de la ahora gobernadora electa, Maru Campos Galván, por cohecho, uso ilegal de atribuciones y fraude procesal, algunas de ellas desechadas por el Poder Judicial, aunque algunos detectan un gran encono por parte de Corral Jurado en contra de Campos Galván.
Es aquí donde se espera que a la salida del actual gobernador, la administración que inicia abrirá un grueso expediente para encontrar en cualquier recoveco pruebas de todo tipo para poner en jaque la administración saliente.
La entidad en la que se espera una gran cacería es Michoacán, donde el todavía gobernador Silvano Aureoles Conejo no se cansa de repetir que los comicios en esa entidad fueron narco elecciones.
Silvano resintió la derrota del candidato de la alianza conformada por PRD, PAN y PRI, con un abanderado nominado por el propio Silvano, ya que era su secretario de Gobierno, por lo que inició un trayecto riesgoso que es el de abandonar su gobierno por darse a la tarea de recorrer organismo internacionales donde denunciar su apreciación y mostrar las supuestas pruebas que acumuló del tema. En México buscó al presidente de la república y al de la Suprema Corte de Justicia, sin que ninguno de ellos le diera la audiencia solicitada, por lo que buscó a los medios de comunicación para dar a conocer su denuncia.
De los ocho estados gobernados, hasta ahora por el PRI y que pasarán en breve a manos opositoras, se manifiesta una gran queja por parte de la dirigencia nacional del partido que considera que en varios de ellos, los mandatarios estatales actuaron en favor de los opositores.
San Luis Potosí es otra de las entidades que pudiera desatar el conflicto, pues Ricardo Gallardo padre lanzó una dura crítica (amenazante) en contra de Juan Manuel Carreras, actual gobernante, cuando se revisaba el conteo de votos. Ricardo Gallardo hijo, gobernador electo no dijo nada al respecto, aunque se sabe que Gallardo padre y Carreras tuvieron diferencias cuando el conocido como “Gallo” Gallardo presidía el ayuntamiento de la capital del estado.
Claro que de ser cierto, los mandatarios salientes no tendrán preocupación de ninguna clase.
Sinaloa y Sonora fueron abrumadores los triunfos de MORENA, sin objeción por parte de los gobiernos estatales y cuando el candidato del tricolor en Sinaloa quiso impugnar no fue respaldado por su partido.
Baja California Sur podría ser otro de los estados con algún tipo de conflictos entre los gobernadores entrante y saliente, ya que, aparentemente, el mandatario panista apoyaba al alcalde de La Paz, Rubén Muñoz, quien no pudo convertirse en candidato de MORENA.
Nuevo León, donde suceden las cosas extrañas no tendrá en su nuevo gobernador Samuel García un perseguidor del llamado Bronco, Jaime Rodríguez Calderón. Eso sí, Samuel primero deberá resolver algunos asuntos pendientes antes de tomar protesta.
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Después de rechazar la ampliación de su mandato por dos años más, el presidente de la Corte, Arturo Zaldívar recibió al magistrado José Luis Vargas, a quien le reconoció su disposición para una salida a la situación que se vive al interior del Tribunal Electoral y expuso su seguridad que en breve estará superada esta crisis institucional con dos presidentes del organismo electoral.
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