El precio de la canasta básica subió 19.20% en lo que va del año, por lo que un trabajador que gana el salario mínimo podría adquirir los 21 productos elementales sólo con una jornada laboral de 16 horas.
“El costo total de la canasta básica para julio es de 11 mil 439 pesos con 71 centavos. Se propone un salario recomendado de 4 mil 546 pesos para poder hacer el equivalente y adquirir la canasta básica sin las implicaciones inflacionarias, esto representa que alrededor de 151.53 pesos que se requieren adicionales para tener saldada la inflación”, explicó el investigador del Centro Universitario de Ciencias Económico y Administrativas (CUCEA) de la Universidad de Guadalajara, Héctor Iván del Toro.
- Ante la disminución del poder adquisitivo de la población, especialmente por el incremento en los precios de gasolina, luz, agua, gas y servicio de Internet (que se volvió básico en los hogares ante el trabajo en casa y las clases virtuales), las personas se han visto obligadas a tener al menos dos empleos o trabajar tiempo extra.
“Se ocupan 2.7 salarios mínimos. La jornada laboral que tendría que tener un trabajador es de alrededor de 16 horas diarias para poder tener la capacidad económica. Estamos hablando de las personas que ganan menos de 5 mil pesos, o sea, 18% de la población”.
- Los precios de bienes y servicios son más altos, por ejemplo, Internet se encareció durante la pandemia —dependiendo de la compañía—, pasó de 415 pesos a 482, en promedio, mientras que la televisión por paga cambió de 307 pesos a más de 400 pesos mensuales.
- El gas LP subió 20%. En 2020, el cilindro de 30 kg costaba alrededor de 603 pesos, pero hoy se vende en unos 729 pesos.
- Según la OMS, un acceso óptimo de agua es de 100 litros diarios. En 2019 el consumo promedio de casa era de 10 a 14 metros cúbicos, equivalentes a 219.27 pesos; sin embargo, en 2021 las personas pagan en promedio la cantidad de 445.10 pesos.
Tortilla tiene su mayor alza
Considerada el alimento principal de los mexicanos, la tortilla de maíz reportó la mayor alza de precio en los últimos nueve años, por lo que el presidente Andrés Manuel López Obrador amagó ayer con abrir la importación del grano para que haya más competencia.
“Para nosotros, si estamos bien en la economía se tiene que reflejar en el precio de la tortilla y en el salario mínimo”, dijo el Titular del Ejecutivo en su conferencia matutina.
- Con un consumo per cápita de 75 kilogramos al año (entre siete y 10 diarias), México es el mayor consumidor de tortillas en el mundo. Además, 98.6% de los mexicanos incluyen este alimento en su dieta, de acuerdo con la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
- Cifras del Inegi señalan que, en promedio, las tortillas de maíz subieron 11.3% en la primera mitad de junio de este año frente a la misma quincena de 2020.
Se trata de la mayor carestía desde la primera quincena de agosto de 2012, cuando también se registró un incremento de 11.3%, de acuerdo con el Índice Nacional de Precios al Consumidor.
Además, significa la segunda quincena consecutiva en que las tortillas suben de precio a tasa de doble dígito, pues repuntaron 10.6% en la segunda mitad de mayo pasado.
- Un informe reciente de Grupo Consultor de Mercados Agrícolas (GCMA) relaciona la subida de este alimento con la menor oferta de maíz por la reducción en la superficie sembrada en algunos estados como Sinaloa y Tamaulipas, a causa de la falta de agua en presas.
Por el lado de la demanda, también hay un incremento en el costo de los granos en los mercados internacionales por mayores compras de China.
El contrato de maíz cerró ayer en 5.80 dólares por bushel en la Bolsa Mercantil de Chicago, 12% más que una semana antes y 70% arriba de su cotización de hace 12 meses.
Entre las ciudades más pobladas del país destaca Tijuana, Baja California, donde las tortillas de maíz repuntaron 21.3% y fue la mayor alza de precio desde el siglo pasado, puesto que la última vez que se observó un incremento tan importante fue en la segunda quincena de diciembre de 1999, cuando se dispararon 55.3%.
Datos de la Profeco indican que el precio promedio de las tortillas fue de 18.77 pesos por kilo en Tijuana del 25 de junio al 1 de julio, aunque llegó a venderse en un máximo de 24 pesos.
- No obstante, las tortillas más caras se pueden encontrar en Hermosillo, Sonora, donde el alimento se vendió en 21.26 pesos por kilo y se llegó a cobrar hasta en 27 pesos.
- En la Ciudad de México, el Inegi registró una subida de 18.6%, luego de que en la quincena anterior las tortillas aumentaron 18.7%, el incremento más pronunciado desde principios de febrero de 2012. El precio promedio en la capital del país fue de 14.63 pesos, pero llegó a comercializarse hasta en 18 pesos, según la Profeco.
En lo que va de la actual administración, las tortillas de maíz se han encarecido 18.6%, mientras que en el mismo lapso del sexenio de Enrique Peña Nieto subieron sólo 1.2%. Con Felipe Calderón se incrementaron 22.4% y con Vicente Fox Quesada, 30.5%.
El costo se encareció 0.7% mensual durante junio
El costo de la canasta alimentaria, la cual contempla productos considerados indispensables para la despensa de un hogar, se encareció 0.7% mensual durante junio, con lo que en el primer semestre de 2021 acumuló un incremento de 4.4 por ciento.
De acuerdo con el levantamiento de precios que mes a mes realiza Excélsior, para adquirir esta canasta básica se necesitaron mil 797.4 pesos el 31 de mayo pasado, cantidad que se elevó a mil 809.5 pesos en un mes.
- El producto que reportó una mayor alza en mercados y tiendas de autoservicio durante junio fue el jitomate, cuyo kilo de pasó de 25.9 pesos el 31 de mayo a 34.9 pesos ayer, lo que representó un aumento de 34.7%, le siguió el limón, dado que el kilo transitó de 29.90 pesos a 34.9 pesos en el mismo periodo, lo que significó un incremento de 16.7 por ciento.
- Al listado de mayores aumentos se sumó la cebolla, cuyo kilo se comercializaba en 12.9 pesos durante el último día de mayo, sin embargo, ayer se cotizó en 14.9 pesos en promedio, es decir, 15.5% más cara.
Asimismo, las tortillas, utilizadas para preparar tacos, flautas, quesadillas, enchiladas, chilaquiles, chimichangas o simplemente para acompañar cualquier platillo, se encarecieron 14.3% mensual al pasar de 14 pesos el kilo en mayo pasado a 16 pesos el día de ayer.
- Para Adalbertha Hernández, madre de familia, el incremento que han registrado los alimentos básicos durante junio sí fue resentido por su familia. “El dinero ya no alcanza para hacer el mandado como antes. Ahora ya no compró el jitomate y la cebolla por kilos, sino por piezas, según las vaya utilizando, así hago rendir el dinero de la semana y evito desperdiciar”.
Asegura que hacerle de comer a su familia le resulta cada vez más caro. “Los huevos a la mexicana o el pico de gallo para tacos placeros, que tradicionalmente era de los más barato de preparar, ya es caro por el precio del jitomate y de la cebolla”.
Su familia ha optado por cambiar sus hábitos alimenticios desde que comenzó la pandemia pues los ingresos han disminuido. “La carne de puerco, que antes era barata, ahora es difícil comprarla. Hemos optado por comer sólo pollo”.
Algunos productos han quedado fuera de su despensa como cereal, yogur, además del pan dulce.
Productos a la baja
Del conjunto de 33 productos considerados mínimos indispensables por el Coneval, cinco se abarataron en junio. Destaca el chile cuaresmeño, cuyo kilo pasó de 38.9 pesos el 31 de mayo a 30 pesos ayer, una disminución de 22.9%, en tanto que el huevo transitó de 38 a 32 pesos en el mismo periodo, una reducción de 15.8%. Asimismo, la pechuga de pollo transitó de 96 pesos el kilo el último día mayo a 86 pesos ayer, es decir, 10.4% más barata.
Necesario asegurar ingreso mínimo para que capitalinos tengan canasta básica
Por los estragos ocasionados durante los meses transcurridos de la emergencia sanitaria por Covid-19, es urgente implementar el Ingreso Mínimo Vital que cubra las necesidades básicas y garantizar el acceso a la protección social de las y los trabajadores informales en la capital del país.
- Así como determinar el monto adecuado se asocia con las canastas alimentarias, coincidieron la Presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de la Ciudad de México, Nashieli Ramírez Hernández; la Coordinadora para Latinoamérica del Programa de Derecho de Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando en México (WIEGO por sus siglas en inglés), Tania Espinosa Sánchez; y la Senadora, Patricia Mercado, durante la presentación de la «Consultoría técnica para estudio sobre mínimo vital».
Resaltaron que en el caso de la Ciudad de México, correspondería a la canasta alimentaria urbana o un apoyo más robusto a nivel del salario mínimo, teniendo como límites la duración y el origen de los recursos debido a que la crisis económica ha golpeado particularmente a las finanzas públicas.
- En el estudio, se expone que el impacto en el empleo y en los ingresos ha afectado en mayor medida a quienes tienen un empleo precario, informal y sin seguridad social, alcanzando al 56% de las personas trabajadoras mexicanas y al 47% de la fuerza laboral de la Ciudad de México (CDMX).
- De igual forma, se explica, se vieron afectadas trabajadoras y trabajadores que fueron despedidos en el contexto de COVID-19; o cuyos salarios fueron reducidos, incluso, quienes no han recibido salario ni compensación alguna a cambio de la promesa de que, una vez superada la crisis sanitaria, regresarían a sus mismos puestos laborales.
De acuerdo con la investigadora, Berenice P. Ramírez López, existe jurisprudencia de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que propone interpretar al Ingreso Mínimo Vital como “el derecho a gozar de unas prestaciones e ingresos mínimos que aseguren a toda persona su subsistencia y un nivel de vida digno, así como la satisfacción de las necesidades básicas”.
- El documento fue elaborado por la investigadora y profesora del Instituto de Investigaciones Económicas (IIEc) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Berenice P. Ramírez López, colaboradora individual WIEGO.
- Ahí la titular de la CDHCM destacó que el Ingreso Mínimo Vital, que hoy se hace de emergencia, está previsto como prerrogativa en la Constitución Política de la Ciudad de México, por lo que no habría excusa para darle cumplimiento, en un escenario que agudizó y recrudeció el rezago económico.
El Artículo 9 de la Carta Magna local, inciso A, numeral 2, reconoce el mínimo vital como componente de una vida digna; mientras el 55 de la Ley Constitucional de los Derechos Humanos y sus garantías en la Ciudad de México articula con la Ley de Desarrollo Social las condiciones que este derecho tendrá en los planes y programas del Gobierno.
Tania Espinosa Sánchez, también Consejera de la CDHCM, se pronunció por la ejecución de medidas de recuperación económica para los trabajadores esenciales, que se desempeñan en la informalidad./Agencias-PUNTOporPUNTO