Exlegisladores federales, exgobernadores y exdirigentes estatales del PRI impulsan la necesidad de que el partido tenga una “dirigencia nacional de emergencia”, que termine con la exclusión que caracteriza a los actuales dirigentes nacionales, estructurar una estrategia efectiva rumbo al 2024 y que no piense en construir su “candidatura presidencial”.
- En tanto, Nallely Gutiérrez, quien junto con Ulises Ruiz encabeza la toma de las instalaciones del Comité Ejecutivo Nacional del PRI, anunció que se preparan para tomar simbólicamente las sedes estatales del partido, principalmente donde los dirigentes fueron cómplices de la derrota del partido en las pasadas elecciones.
- Aunque la dirigencia nacional del PRI, encabezada por Alejandro Moreno Cárdenas, decidió que por el momento no se convocará a los órganos colegiados de deliberación del partido, como la Comisión Permanente del Consejo Político Nacional, el Consejo Nacional y la Asamblea Nacional, para debatir el presente y futuro del país e incluso hacer cambios a sus reglas internas, los diversos grupos inconformes se mantienen en activo, en busca de lograr que se abra el espacio institucional para hacer cambios.
Uno de esos grupos, que se ha reunido a partir de la derrota del partido en ocho gubernaturas está integrado por diferentes liderazgos estatales y que han ocupado posiciones en la estructura del partido y de los propios poderes de la Unión.
- Este grupo circula un documento denominado Nota de análisis para una dirigencia del CEN del PRI que responda a los desafíos de legitimidad política, como partido opositor y para la competencia electoral en el 2024, en el que hacen una evaluación de la dirigencia encabezada por Moreno Cárdenas y proponen la Ruta 2024, que son las próximas federales, en las que se elegirá Presidente de la República y se renovará el Poder Legislativo federal, así como diversas gubernaturas.
Plantean esta “dirigencia nacional de emergencia” no sea “vulnerable” ante el poder; sino por el contrario, “firme, no vacilante como hasta ahora. Para lograrlo, el dirigente debe de tener la ‘cola corta’ y no estar bajo la tentación de la ‘candidatura presidencial’. Más bien que sus cartas credenciales sean de liderazgo, carácter, evidente postura opositora y con buenos resultados electorales”.
- Además, un líder o una líder “que pueda construir las alianzas y coaliciones políticas en las mejores condiciones para el partido. Construir un Nuevo Proyecto Político del partido para ofertar a la sociedad mexicana y crear las condiciones para la candidatura presidencial del 2024 y lograr un candidato que pueda encabezar el enojo antiAMLO y antiMorena”.
- Plantean que la nueva “dirigencia nacional de emergencia” se ocupe “única y exclusivamente en cerrar el ciclo del grupo político de la administración federal pasada y de la imagen negativa del partido; devolverle la armonía al partido y construir nuevos equilibrios con todos; dotarlo de una estrategia nacional como partido opositor ante el gobierno federal y los Congresos federal y estatales.
“Estructurar desde ahora una estrategia que le dé mayores capacidades competitivas para el 2024, actualizando sus estructuras, seleccionando desde ya cuadros militantes y de la sociedad civil que puedan ser postulados para los diferentes cargos de elección popular y desconcentrar la toma de decisiones”, dicen./CONGRESO-PUNTOporPUNTO