Aumenta la DESIGUALDAD en el Acceso a los SERVICIOS de SALUD con la 4T

En su primer año de operación, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) gastó 2 mil 073 millones de pesos menos de lo que invirtió en su último año el Seguro Popular para la atención de personas con enfermedades que generan gastos catastróficos.

En lo que va de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador el gasto en salud que se destina a las personas de los sectores más vulnerables del país se redujo. En el periodo que va de 2019 a 2021 pasó de tres mil 656 pesos a dos mil 911 pesos por persona, advierte el estudio De Seguro Popular a Insabi: Mayor población con menor atención.

  • El informe del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP) establece que la incorporación de 14.4 millones de personas al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi) entre 2019 y 2021, provocó un deterioro en el gasto per cápita del programa que sustituyó al Seguro Popular y, al mismo tiempo, generó mayor desigualdad con aquellas personas que tienen acceso a otros sistemas de salud pública.

A decir de la organización civil, las diferencias en el gasto per cápita de los subsistemas de salud “exacerban la desigualdad en el acceso a los servicios de salud».

  • La desigualdad en el país en este sector se ha incrementado durante la administración de la Cuarta Transformación. A manera de ejemplo, el gasto per cápita en los servicios de salud de Pemex pasó de 23 mil 896 pesos en 2016 a 29 mil 803 pesos por persona en 2021, lo que equivale a 10.2 veces lo que se destina a quienes están inscritos en el Insabi, dice el estudio.
  • A pesar de que en 2021 el instituto incrementó 4.5 por ciento en términos reales el presupuesto en comparación con lo ejercido en 2019, hubo una contracción del gasto per cápita debido al incremento de los afiliados.

“El presupuesto del Insabi no es congruente con el objetivo de cubrir a toda la población sin seguridad social, de tal forma que el gasto per cápita para esta población pasa de tres mil 656 pesos en 2019 a dos mil 911 pesos en 2021, una contracción de 20.3 por ciento”, señala el estudio De Seguro Popular a Insabi.

El financiamiento del instituto evidencia la tendencia de un presupuesto que no está vinculado al número de personas afiliadas y sigue sin considerar las variables demográficas y epidemiológicas del país.

  • Se trata de una caída de más de 20 por ciento en el gasto en salud por persona, pero al observar lo que se destinó a las enfermedades de alta especialidad, la caída es equivalente a dejar sin servicios a tres mil mujeres y hombres con cáncer de mama, seis mil 200 casos de cuidados intensivos neonatales y a 15 mil personas diagnosticadas con VIH, agrega el documento.

Por lo que hace al gasto para enfermedades crónicas, el estudio señala que la disminución fue de dos mil 73 millones de pesos respecto a lo ejercido en 2018, con impacto en el número de casos atendidos de este tipo y de alta especialidad.

Considera que la reorientación del gasto en 2020 para atender la emergencia de la pandemia de Covid-19 redujo 36.9 por ciento el presupuesto del instituto y podría condicionar aún más la atención de enfermedades de alta especialidad.

  • En el año 2000, 55.6 millones de personas no contaban con afiliación a alguna institución de seguridad social y para 2018 la cifra se redujo a 22.4 millones de personas sin acceso a los servicios públicos de salud, según datos del Inegi.
  • Con la creación del Insabi se estimó que para 2024 el número de personas sin afiliación al sistema público bajaría a 11.8 millones, según la proyección del Diario Oficial de la Federación, señaló la organización civil.

Pero el estudio advierte que el presupuesto no ha crecido hasta ahora de manera proporcional a la incorporación de más mexicanos al servicio de salud.

“Continuar incrementando el número de personas afiliadas sin aumentar los recursos económicos disponibles limita los resultados que pudieran alcanzarse en materia de cobertura universal y atención efectiva”, establece el CIEP.

Una consecuencia directa de esa reducción en el gasto es el incremento en el número de personas que para obtener medicinas o servicios de salud debe pagarlo de su bolsillo.

Tan sólo de 2014 a 2018, a nivel nacional se estima que cuatro millones de personas más ejercieron gasto de bolsillo, agrega el estudio.

  • Al crear el Insabi, el gobierno de la Cuatroté fusionó tres rubros presupuestales, pero debido a los recortes en los últimos años de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto el presupuesto para la población sin seguridad social pasó de 31.8 por ciento del gasto total en salud en 2017 a 28.6 por ciento en 2021 con el Insabi, lo que representó la menor proporción desde 2016.

Además, señala el estudio, en 2021 el presupuesto del Insabi es 5.6 por ciento menor a lo ejercido por el Seguro Popular en 2017, cuando cubría solamente a 53.5 millones, en tanto, la población objetivo para 2021 es de 68.1 millones de personas.

«Ahorro» de 2,073 mdp en el Insabi a costa de la salud de mexicanos

En su primer año de operación, el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) gastó 2 mil 073 millones de pesos menos de lo que invirtió en su último año el Seguro Popular para la atención de personas con enfermedades que generan gastos catastróficos. Especialistas señalaron que esto no se debe a que haya disminuido la demanda de pacientes, sino a que no se asignaron los recursos adecuadamente, lo que puede causar un «resultado catastrófico» para la salud o la muerte.

  • En su primer informe anual de actividades el Insabi informó que durante 2020 se transfirieron a las 32 entidades 5 mil 642 millones 346 mil 296 pesos para el financiamiento de casos de 26 diferentes padecimientos considerados como gastos catastróficos, esto, aunque anteriormente el catálogo del Seguro Popular cubría 66 enfermedades y se supone que con el nuevo esquema se ampliaría esto para brindar cobertura universal.
  • El monto que erogó el Insabi para este rubro es menor al que gastaba el Seguro Popular y representa un retroceso de 10 años en el financiamiento. De acuerdo con datos de la Comisión Nacional de Protección Social en Salud y del Centro de Investigación Económica y  Presupuestaria, en 2018, que es el último año del Seguro Popular en el que se tiene completa la información, se invirtió en gastos catastróficos 7 mil 715 millones de pesos.

Al comparar ambos datos, el Insabi gastó en su primer año de operación 2 mil 073 millones de pesos menos de los que se destinaron en el último año del Seguro Popular.

Aunque el presupuesto en salud nunca ha sido suficiente, en 2016 se llegó al punto más alto de financiamiento para la atención de enfermedades catastróficas, pues se gastó 8 mil 494 millones de pesos, que son 2 mil 852 millones más que los que se invirtieron en 2020.

  • El monto ejercido por el Insabi en 2020 es equiparable al que se erogó por el Seguro Popular en 2010, cuando se pagó 4 millones 997 mil pesos para financiar enfermedades catastróficas.
  • Alejandro Macías, médico infectólogo internista que en 2009 fue comisionado Nacional para la atención de la influenza en México, señaló que «la falta de atención ocasiona desde luego deterioro de la enfermedad y la muerte, pero creo que una consecuencia que ocurrió es la entrada de familias en situación catastrófica.

«El gasto en salud se tiene que incrementar y tiene que recuperarse el gasto que teníamos sobre todo en las enfermedades catastróficas, pues a mí no me queda duda que mientras menos gastemos en ellas, menos atención se les va a dar y va a haber repercusiones, seguramente las ha habido.

Cuando no se ejerce un presupuesto, el resultado puede ser catastrófico y en salud
se deja de atender enfermedades con sus consecuencias en el sufrimiento y la muerte!, indicó.

  • Xavier Tello, analista y consultor de políticas en salud, alertó que esta situación puede ser apenas la punta del iceberg, pues «hay muchas cosas que no sabemos porque los gastos de salud y las estadísticas de mortalidad en salud han quedado ocultas por la pandemia. De hecho, mucho del exceso de mortalidad que estamos viendo lo puedes achacar a la reconversión hospitalaria, donde muchos pacientes no covid no tenían donde atenderse, pero tampoco sabemos cuántos pacientes finalmente no están recibiendo tratamiento o falleciendo por eso. Entonces yo creo que vamos a tardar en ver la verdadera dimensión de este absurdo en el que se cometió el Insabi».

En el fondo para gasto catastróficos ya solo quedan 64 mil mdp

El Insabi detalló en su primer informe que los 5 mil 642 millones 346 mil 296 pesos se usaron para financiar 26 padecimientos considerados dentro de los gastos catastróficos; sin embargo, no se indicó cuántos pacientes se vieron beneficiados con esto.

  • La mayor parte de este monto se destinó para pacientes con Virus de Inmunodeficiencia Adquirida, pues en este rubro se erogaron 2 mil 931 millones 582 mil 544 pesos; Le siguen las enfermedades lisosomales, con 257 millones 735 mil 220 pesos y los cuidados neonatales, con 207 millones 430 mil 945 pesos.
  • Por entidad federativa, en las que más se financiaron gastos catastróficos en 2020 fueron la Ciudad de México, con 2 mil 905 millones 765 mil 846 pesos; Jalisco con 311 millones 545 mil 310, y Guanajuato, con 75 millones 697 mil 648.

Dentro de los gastos catastróficos se incluye a las enfermedades que implican un alto costo en virtud de su grado de complejidad o especialidad y el nivel de frecuencia con que ocurren

En el extinto Seguro Popular se creó el Fondo de Protección Contra Gastos Catastróficos, el cual se construyó con cuotas de los afiliados y una parte del gobierno. Con la transición al Insabi, esos recursos se convirtieron en el Fondo de Salud para el Bienestar (Fonsabi) y los recursos se comenzaron a destinar a otros rubros, no sólo para financiar la atención de
pacientes con estas enfermedades.

  • Respecto al Fonsabi, Judith Méndez Méndez, coordinadora del Área de Salud y Finanzas Públicas del CIEP, alertó que hay una disminución de cerca del 40% en los recursos, pues se utilizó dinero para otros fines, como la contratación de médicos para hacer frente a la pandemia. Aunque en el Presupuesto de Egresos de la Federación se le destinaron recursos, después fueron utilizados.

«Por eso decía que fue un planteamiento circular, en el PEF se ve un incremento, pero al final en las cifras del fideicomiso ves una caída, en 2020 traía alrededor de 101 mil millones de pesos y en 2021 tiene un saldo de 64 mil millones de pesos al primer trimestre»

Recordó que desde informes anteriores de esta institución se alertó de los posibles riesgos para la atención o los recursos que se podrían destinar a estas enfermedades.

  • Señaló que el CIEP trabaja en un nuevo informe sobre el Insabi y adelantó que la disminución no sólo fue para enfermedades catastróficas, sino en general en el gasto per cápita, ya que en el Seguro Popular era de alrededor de 3 mil 400 pesos y ahora cayó a 2 mil 911 más o menos, lo que representa un recorte importante.
  • El doctor Alejandro Macías señaló que «la reducción del gasto no tiene que ver, definitivamente con la reducción de la demanda, porque sabemos que la demanda existe, la reducción en la demanda significa en todo caso que no se asignó lo suficiente o fuimos incapaces de distribuir el dinero a las instancias apropiadas».

Expresó que probablemente los pacientes con estas enfermedades se atendieron de todos modos, pero esto llevó a sus familias a una catástrofe económica, que era lo que se trataba de evitar con el Seguro Popular.

En tanto, Xavier Tello recordó que en el Seguro Popular se entendía que había una serie de enfermedades catalogadas como gastos catastróficos que se tenían que cubrir, pero el Insabi no tiene el mecanismo para hacerlo.

«Específicamente no sabemos tampoco que hay en esos 5 mil millones que dicen que gastaron porque si tú vas a preguntar a los médicos que trabajan en los Institutos Nacionales de Salud, sobre todo en la Secretaría de Salud, donde llegan los pacientes que no tienen cobertura, no hay posibilidad de financiar absolutamente nada, eso es preocupante, enfatizó.

  • El especialista destacó que ahora con el modelo del Insabi está prohibido que en los hospitales se pida cuota de recuperación, que era algo que antes se financiaba, además, a pesar del desabasto de medicamentos, tampoco se le puede pedir a los pacientes que compren los fármacos o insumos que requieren.

«Es un problema, ya está poniendo en riesgo la salud porque la población, está llegando
a hospitales en desabasto, pero donde además está prohibido que te soliciten que consigas tú los medicamentos, los insumos o que pagues parte de tu tratamiento, es decir, están ahorcados los pacientes», advirtió.

Para solucionar esta situación, Tello señaló que es necesario transparentar los costos de salud en cada una de las instituciones para ver cuánto es el dinero que no están recibiendo hoy de manera presupuestal, así como determinar de qué tamaño es el desabasto real de medicamentos.

Para Macías, algo fundamental es que el gobierno tiene que incrementar su gasto en salud de manera gradual hasta que llegue al menos 6% del Producto Interno Bruto, aunque crítico que estamos a medio sexenio y no se ha visto este aumento./Agencias-PUNTOporPUNTO

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