TEXTO ÍNTEGRO: Crecen 21.5% necesidades SANITARIAS en 31 de los 32 ESTADOS de MÉXICO

Desde el inicio de sus operaciones, el Insabi generó caos, pues pacientes del extinto Seguro Popular reclamaron que debido a una falta de lineamientos y reglas de operación ellos tuvieron que pagar por servicios que antes eran gratuitos.

Entre 2015 y 2020, el porcentaje de mexicanos sin acceso a servicios de salud creció de 16.7 a 21.5 por ciento, lo que se traduce en que uno de cada cinco mexicanos carece de un lugar a donde acudir cuando se enferma o sufre un accidente, informó el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval).

“Esta carencia ha presentado un comportamiento heterogéneo en la última década, ya que, si bien hubo una disminución entre 2010 y 2015 de 16.9 puntos porcentuales, al pasar de 33.6 por ciento a 16.7 por ciento, entre 2015 y 2020 se registra un repunte en este indicador de 4.8 puntos porcentuales. De tal manera que, al concluir la década, presentó un valor del 21.5 por ciento de la población que no contaba con acceso a los servicios de salud ”, indica el organismo en su informe Evaluación de Carencias Sociales 1990-2020.

  • El documento refiere que el fenómeno fue perceptible de manera casi general en toda la República Mexicana, pues se detectaron incrementos de este indicador en 31 de 32 entidades federativas, siendo los estados con mayores aumentos Chiapas, Tabasco y Oaxaca, con 12.7, 10.1 y 9.6 puntos porcentuales, respectivamente.

Para elaborar su informe, el Coneval utilizó los datos del Censo de Población y Vivienda 2020, levantado por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) a principios del año pasado, razón por la que explica que los resultados son previos a la llegada de la pandemia en México.

  • El periodo de aumento en las carencias sanitarias coinciden con el inicio en funciones del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) en enero de 2020, creado por el gobierno de Andrés Manuel López Obrador para sustituir al Seguro Popular. Según se dijo entonces, el propósito de este cambio era ofrecer «atención médica y medicamentos de manera gratuita y sin restricciones para sus beneficiarios».

Desde el inicio de sus operaciones, el Insabi generó caos, pues pacientes del extinto Seguro Popular reclamaron que debido a una falta de lineamientos y reglas de operación ellos tuvieron que pagar por servicios que antes eran gratuitos. Más tarde el Instituto, y en particular su director Juan Antonio Ferrer, fue señalado como responsable del desabasto de medicamentos en el país, desde los más básicos hasta los de alta especialización, como los fármacos oncológicos para niñas y niños con cáncer.

  • El Sol de México publicó en mayo pasado que el Insabi, tras hacer un diagnóstico, decidió suspender la conclusión de 149 de 327 centros de salud públicos en 19 entidades del país, lo que significó que se suspendió 45 por ciento de las obras sin dar más detalles sobre la decisión.

A esta situación se sumaron advertencias de personajes como Carlos Urzúa, exsecretario de Hacienda, y de diversos miembros de la oposición que coincidieron en que el Insabi carecía de sustento normativo, financiero y operativo.

Según los datos del Coneval, entre el año 2000 y el 2015 México logró importantes avances en cobertura sanitaria para la población, reduciendo la carencia de este tipo de servicios de 58.6 por ciento a 16.7 por ciento de los mexicanos. Sin embargo, la tendencia a la baja se revirtió en la más reciente medición que hizo el organismo correspondiente a 2020.

Mejoran educación y vivienda

La institución que dirige José Nabor Cruz da cuenta que en los últimos 30 años hubo “un mejoramiento de todos los indicadores sociales estimados tanto a nivel nacional como por entidades federativas”, es decir, en los referentes al rezago educativo, así como de calidad, espacios y servicios básicos dentro de la vivienda.

  • Por ejemplo, entre 1990 y 2020 se presentó una disminución a nivel nacional en el porcentaje de la población con rezago educativo, al pasar de 26.6 a 17.3 por ciento, una diferencia de 9.3 puntos.
  • El aspecto que logró la mayor disminución fue el de la población en viviendas con carencia por hacinamiento. En los últimos 30 años presentó la mayor disminución con 20.4 puntos porcentuales, al pasar de 28.7 a 8.3 por ciento.

En lo que respeta a la población que habita en viviendas con pisos, techos o muros de materiales de mala calidad, las reducciones fueron de 17.6, 11.4 y 6.1 puntos porcentuales, respectivamente.

Lejos de los servicios públicos de salud

En México, la población tiene cada vez más sobrepeso y obesidad, la prevalencia de diabetes es mayor, la crisis sanitaria por COVID-19 expuso más a las personas a la enfermedad y los servicios médicos públicos no son la respuesta para la mayoría de quienes necesitan atención, así lo demuestran los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2020, presentados este 11 de junio. El estudio tuvo como muestra 10 mil 216 hogares, en nueve regiones.

Los resultados, señaló, durante la presentación, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, son el retrato de un sistema de salubridad precario que ha sido insuficiente para cubrir las necesidades de los mexicanos, y que los últimos 20 años tuvo una reducción de su capacidad en relación al crecimiento de la población.

  • Entre quienes participaron en la muestra que sirvió de estudio para esto, 74.1% de mujeres y hombres con 20 años y más presentan sobrepeso y obesidad, lo que representa un aumento de 2.8 puntos porcentuales con respecto al 2012.
  • De las mujeres mexicanas, 76% no tiene un peso saludable, contra el 73% del 2012; mientras que entre los hombres, 73% está excedido, cuando hace nueve años, ese porcentaje era de 69.4%. La mayor prevalencia de obesidad se observó en las regiones pacífico (43.9%), frontera (39.3%) y península (41.5%).

En los últimos ocho años hubo, además, un aumento de diabetes por diagnóstico médico, esta enfermedad pasó de una prevalencia de 9.2% en 2012 a 10.6% en 2020.

  • A nivel nacional es alta también la proporción de la población con diagnóstico médico de otros padecimientos crónicos: 13.4% tiene hipertensión; 1.7%, enfermedad cardiovascular y 2.1% enfermedad pulmonar crónica. Entre los adultos, 49% tiene triglicéridos elevados y 26.1% tiene colesterol total alto.
  • Los resultados sobre nutrición muestran que la prevalencia de baja talla en niños y niñas menores de cinco años de edad fue de 13.9% y la de bajo peso de 4.4%. El sobrepeso en este grupo es de 8.4%; mientras que la prevalencia de sobrepeso y obesidad en niños de 5 a 11 años fue de 19.6 y de 18.6%.

La Ensanut 2020 también muestra que, a nivel nacional, la inseguridad alimentaria leve aumentó entre 2018 y 2020, al pasar de 32.8% al 38.6%. La encuesta también documenta que 4.7% de las y los adolescentes son fumadores, mientras que en los adultos el consumo de tabaco alcanza el 16.8%. En consumo de alcohol, el porcentaje en adolescentes es de 21.3%; y en adultos, 54.3%.

A la salud pública no voy

De la muestra de la encuesta, 18.6% reportó una necesidad de salud, 82% buscó atención, pero solo 34% acudió a los servicios públicos. En 2018 ese porcentaje fue de 41%. “Esto es una hipótesis, pero podría ser un desplazamiento hacia el sector privado asociado con COVID, por la reconversión de los hospitales, pero es una hipótesis”, señaló Arantxa Colchero, directora de Economía de la Salud, del Centro de Investigación en Sistema de Salud, del INSP.

Entre quienes no acudieron a atenderse, pese a que lo necesitaban, 18% no se atendió porque consideró que no era tan grave, 12% no buscó atención porque no tenía dinero y considera caro ir al médico, y 11% no fue porque tuvo miedo a contraer COVID.

  • Poco menos de la mitad de la muestra que necesitó atención médica, 40%, dijo estar afiliada al IMSS, pero solo 49% de estos acudieron ahí a buscar atención; 13% fueron a un consultorio adyacente a farmacia (CAF); 32% a otros servicios privados y 5% a la Secretaría de Salud.
  • De los derechohabientes del ISSSTE, solo 36% acudió a esta institución; 5% a la Secretaría de Salud; 10% a un consultorio adyacente a farmacia y 47% a otros servicios privados.
  • En total por lugar de atención, 23% fue al IMSS; 4% al ISSSTE; 15% a la Secretaría de Salud; 18% a un consultorio adyacente a farmacia y 39% a otros servicios privados de salud.

Quienes eligieron los consultorios adyacentes a farmacia dijeron que lo hicieron por la cercanía, porque los tiempos de espera son bajos y porque perciben que es barato comparado con otros servicios privados, aunque el gasto de bolsillo aquí es alto.

  • Entre las personas que presentaron síntomas de COVID, 76% uso servicios privados de salud para atenderse y 24% públicos.

El problema del uso de servicios privados es que muchos establecimientos no están regulados, como en el caso de los CAF, señaló la doctora Colchero, y “sabemos que en estos lugares el personal de salud está menos calificado, además de que hay un problema grave de gasto de bolsillo”.

Colchero también señaló que muchas personas usaron otro tipo de servicios privados “y no sabemos quiénes dan esos servicios. El objetivo de la Ensanut 2021 será estudiar quiénes son los proveedores del sector privado que no son CAF”./Agencias-PUNTOporPUNTO

Documento íntegro:

Presentacion_evolucion_carencias_sociales_censales_1990_2020

 

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